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Martinico



El martinico es un tipo peculiar de duende, el más característico de la mitología de algunos lugares de España.

Martín es nombre de diablo o demonio en la Edad Media; en el cuento XLV de El conde Lucanor de don Juan Manuel se llama al demonio que sirve a un hombre "Martín". Pedro Calderón de la Barca, en su comedia La dama duende, jornada segunda, escena XIII, describe al supuesto duende que dice haber visto el miedoso Cosme como "fraile tamañito" o "duende capuchino". En efecto, Goya los representa como enanos cabezones o de gran cabeza, con manos grandes[1]​ y vestidos con hábito franciscano; lo corrobora que en Extremadura sean conocidos como frailecillos. Su fisonomía tal vez se asocie con los muñecos cabezudos que aparecen en las fiestas populares de Castilla. Son muy bromistas, especialmente con los avaros, a los que suelen chasquear cruelmente convirtiendo su oro en carbón, y con las doncellas, haciendo ruidos en las alacenas, apagando súbitamente candiles o candilejas, tirando pucheros o engañando a los humanos de varias maneras,[2]​ aunque también se usaban para asustar a los niños;[3]​ e importunados, eran temibles. En el siglo XVIII el dramaturgo Antonio de Zamora aludió a esta superstición en su comedia Duendes son alcahuetes y el espíritu foleto, en que satiriza, como ya había hecho antes Pedro Calderón en sus La dama duende y El galán fantasma, la costumbre de hacer pasar por duendes a los amantes y novios descuidados y ruidosos que escondían las mozas. El padre Benito Jerónimo Feijoo combatió esta superstición en sus ensayos[4]​ y Fernán Caballero recogió en el XIX algunos cuentos populares en que son protagonistas.[5]

Este género de espíritus foletos parece sentir una gran predilección por Castilla-La Mancha[6]​ y así fueron famosos los castellano-manchegos de La Guardia, Mondéjar, Villaluenga de la Sagra y Cazalegas, entre otros lugares de la comunidad autónoma.[7]

Los martinicos también se encuentran en cuentos e historias en las provincias de Jaén y Granada como por ejemplo en la cultura popular oral de Porcuna, Pozo Alcón o de Baza.




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