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Oficina del Alto Representante



El alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad (AR), también conocido informalmente por los medios como alto representante, jefe de la diplomacia europea, ministro de Asuntos Exteriores de la Unión (según la terminología de la frustrada Constitución Europea) y Mr. PESC[1]​ o lady PESC[2]​ (si el titular es hombre o mujer, respectivamente), es el alto funcionario europeo encargado de dirigir y ejecutar toda la política exterior de la Unión Europea. La creación de este cargo constituye una de las principales innovaciones institucionales del Tratado de Lisboa, que busca dar lugar a una mayor coherencia, influencia y visibilidad a la UE en la escena internacional y en más peso en sus relaciones con otros países y organismos institucionales.

El alto representante es el jefe de la diplomacia comunitaria, coordina la acción exterior de la Unión en el seno de la Comisión Europea como uno de sus vicepresidentes y es el encargado de las relaciones internacionales y, como mandatario del Consejo, dirige y ejecuta la política exterior y de seguridad común (PESC) de la Unión Europea, incluyendo la política común de seguridad y defensa, y dirige el Servicio Europeo de Acción Exterior.

En la actualidad este cargo está ocupado por el socialista Josep Borrell, que junto con el Consejo velará por la unidad, coherencia y eficacia de la acción de la Unión Europea. Es asistido por los servicios de la Comisión y del Consejo, cuya formación de asuntos exteriores le corresponde presidir.

El cargo de alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad es una creación del Tratado de Lisboa, que para facilitar una mejor y más cohesionada proyección internacional de la Unión Europea salvaguardó la idea contenida por la abandonada Constitución europea, si bien alteró su denominación. Lo que en el Tratado constitucional tomaba el nombre de Ministro de Asuntos Exteriores de la Unión, en Lisboa se conservó bajo la más modesta y prolija denominación actual. Esta renuncia a los elementos demasiado simbólicos no alteró en nada el contenido ni las funciones del nuevo cargo, que recogía la clásica reivindicación que nació con la creación originaria del puesto de Javier Solana, la de refundir en uno solo los siguientes puestos:

Dicho lo cual, podemos considerar al primero de estos como el más próximo o asimilable antecedente del actual Alto Representante (AR). El primer cargo de Alto Representante del Consejo para la PESC fue creación del Tratado de Ámsterdam, si bien la política exterior y de seguridad común propiamente dicha era un concepto vigente desde Maastricht. La escasa visibilidad de este peculiar área de la acción política europea, conocida como segundo pilar, y la confusión que causaba en las relaciones internacionales la profusa representación diplomática de la Unión Europea desde la entrada en vigor de este último tratado en 1993, empujó a los líderes europeos a promover su institucionalización con razón de las reformas de Ámsterdam. Así, se acordó la creación del puesto de Alto Representante del Consejo para la PESC, que recaería en el Secretario General del Consejo, a la sazón el diplomático alemán Jurgen Trumpf. Pero la intención era desde un principio la de asociar este nuevo cargo a una cara conocida, una persona con peso político propio y experiencia en las relaciones internacionales y, a ser posible, bien visto por los americanos. Examinados estos requisitos, las nuevas funciones recayeron en el político al que todos daban por favorito: el español Javier Solana.

Javier Solana había sido ministro en varios de los gobiernos socialistas de Felipe González en España, haciéndose cargo sucesivamente de las carteras de Cultura, Educación y Portavocía del Gobierno y, finalmente, Asuntos Exteriores, departamento este que dirigió durante casi cuatro años. Al cabo de este tiempo, Solana fue promovido a la política internacional con el apoyo de Felipe González y del entonces Presidente de los Estados Unidos, el demócrata Bill Clinton, con los que mantenía un estrecho vínculo personal, siendo designado en 1992 Secretario General de la OTAN, puesto desde el que acordaría y coordinaría los bombardeos a las fuerzas de Slobodan Milošević en la antigua Yugoslavia. Su experiencia en la arena internacional, y muy particularmente en asuntos de seguridad global, supusieron un importante bastión sobre el que pudo apoyarse en sus primeros tiempos la PESC, que por lo demás carecía de una plataforma propia sobre la que poder despegar políticamente, más allá de los contactos internacionales de su jefe. Además, su conocimiento sobre asuntos y capacidades militares y su especial vínculo con los Balcanes, destrozados y políticamente desmembrados tras dos guerras civiles, orientó pronto la política exterior hacia la idea de la estrategia y las misiones combinadas, civiles y militares, lo que favoreció en seguida la aparición y posterior institucionalización de una llamada política europea de seguridad y defensa.

Según lo dispuesto en el Tratado de la Unión Europea (TUE), en su artículo 17 y siguientes, el AR será nombrado por el Consejo Europeo por mayoría cualificada con la aprobación del Presidente de la Comisión, durante un plazo de cinco años. Sin embargo, esto no significa que ostente ya el cargo, puesto que el AR, junto con el presidente y demás miembros de la Comisión, se someterán colegiadamente al voto de aprobación del Parlamento Europeo, reunido en sesión plenaria tras su constitución después de las elecciones europeas.Sobre la base de dicha aprobación, la Comisión junto con el alto representante serán nombrados por el Consejo Europeo por mayoría cualificada, donde prestarán juramento. A este propósito y con anterioridad a la toma de posesión el reglamento del Parlamento Europeo prevé una fase de audiencias y evaluación previa de los Comisarios designados y del alto representante antes de someterse a la investidura conjunta del mismo por el pleno del Parlamento, ante las comisiones parlamentarias concernidas, con el objeto de comprobar su adecuada capacidad para desempeñar la cartera que le ha sido asignada por el Presidente (que en este caso será, por imperativo constitucional, una Vicepresidencia para Asuntos Exteriores) y conocer su programa de actuación y su proyecto político. El nombramiento del AR puede sintetizarse en los siguientes cinco puntos clave:

En caso de dimisión voluntaria, cese o fallecimiento, el AR será sustituido durante el resto de su mandato. El Parlamento Europeo en caso de que se le someta a una moción de censura sobre la gestión de la Comisión, solo podrá pronunciarse sobre dicha moción transcurridos tres días como mínimo desde la fecha de su presentación y en votación pública. Si esta es aprobada por mayoría de dos tercios de los votos emitidos que representa, a su vez, la mayoría de los diputados que componen el Parlamento Europeo, el AR deberá dimitir del cargo que ejerce en la Comisión.

El Consejo fijará el sueldo, dieta y pensión del Alto Representante.

Podrían diferenciarse con cierta claridad dos ámbitos competenciales que, rigiéndose por mecanismos y procedimientos muy distintos en su articulación y funcionamiento, están sin embargo, desde la entrada en vigor de Lisboa, sometidos ambos a una misma arquitectura institucional y a la autoridad, más o menos asentada, de la Alta Representante. Estos dos ámbitos competenciales son: representar al Consejo en cuestiones de política exterior y de seguridad común, y actuar como Comisario al frente de la cartera de asuntos exteriores de la Comisión, como responsable de política exterior y política de defensa común, preside las reuniones periódicas de los Ministros de Asuntos Exteriores. Además, representa a la Unión en la escena internacional en asuntos relacionados con la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC) y está asistido por un nuevo Servicio Europeo de Acción Exterior compuesto por funcionarios del Consejo, la Comisión y los servicios diplomáticos nacionales.

En el Tratado de Lisboa, la PESC mantiene su singularidad y se regirá por disposiciones específicas. Corresponde al Alto Representante para AA. EE. dirigir y ejecutar la política exterior y de seguridad común de la Unión (PESC), que incluye una política común de seguridad y defensa (PCSD), en los términos acordados por el Consejo de la UE en el marco de las directrices y orientaciones políticas generales definidas por el Consejo Europeo. En esta calidad le corresponde:

Como responsable de los asuntos de seguridad y defensa, el AR cuenta para el ejercicio de sus atribuciones con tres células de gestión de información cualificada integradas en la estructura de su Oficina:

El Alto Representante será uno de los vicepresidentes de la Comisión, velará por la coherencia de la acción exterior de la Unión, se encargará, dentro de la Comisión, de las responsabilidades que incumben a la misma en el ámbito de las relaciones exteriores y de la coordinación de los demás aspectos de la acción exterior de la Unión. En el ejercicio de estas responsabilidades dentro de la Comisión, y exclusivamente, por lo que respecta a las mismas , el AR estará sujeto a los procedimientos por los que se rige el funcionamiento de la Comisión. Para todo ello, el AR cuenta con la asistencia administrativa que como vicepresidente del Colegio de Comisarios le presta la Secretaría General de la Comisión y sus Servicios Comunes, así como los miembros de la Comisión adscritos al área exterior cuya coordinación tiene encomendada.

Los cargos que con carácter nato y permanente se asocian a la figura del Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad en relación con sus funciones son pues, esquemáticamente:

El AR se apoyará en un servicio europeo de acción exterior en el ámbito interno y el de las relaciones internacionales, prestando asistencia a su política y a la acción exterior de la Unión. Como Jefe del Servicio Exterior, el AR nombra, coordina y supervisa a los Delegados de las Misiones Diplomáticas de la Unión Europea acreditados ante terceros países u organismos internacionales y a los Representantes Especiales de la Unión destacados a determinadas áreas geográficas o políticas de singular relevancia estratégica. La estructura personal, organizativa y funcional del Servicio Exterior es fijada por decisión del Consejo de Asuntos Exteriores adoptada a propuesta de su presidente, el AR, previa consulta al Parlamento Europeo y previa aprobación de la Comisión.

El AR tiene un Gabinete privado de asesores políticos que en la actualidad cuenta con 11 personas, y que está dirigido por un Jefe de Gabinete. El actual Jefe de Gabinete de la AR es el diplomático británico James Morrison.

Leyenda:   [     PES (Centro izquierda) - [     ] Independiente - [     PPE (Centro derecha)



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