El Paisaje Cultural Cafetero de Colombia (PCC) constituye un ejemplo de adaptación humana a condiciones geográficas difíciles sobre las que se desarrolló una caficultura montaña. Es un paisaje cultural en donde se encuentran elementos naturales, económicos y culturales con un alto grado de homogeneidad en la región, y constituye un caso excepcional en el mundo. En este paisaje se combinan el esfuerzo humano, familiar y generacional de los caficultores.
Aunados, estos esfuerzos han establecido un modelo de acción colectiva que ha permitido superar circunstancias económicas difíciles y sobrevivir en un paisaje agreste y aislado. De esta manera se ha desarrollado una caficultura basada en la pequeña propiedad, que ha demostrado su sostenibilidad en términos económicos, sociales y ambientales, y que ha posicionado su producto como uno de los mejores cafés del mundo. Este modelo social y económico ha configurado una región con un alto grado de unidad cultural, expresada en un patrimonio cultural material en el que se destacan las técnicas constructivas tanto de los asentamientos urbanos como de las viviendas cafeteras rurales, así como un patrimonio cultural inmaterial en el que se expresa el vínculo de la población con el cultivo por medio de fiestas, carnavales y celebraciones de la identidad paisa heredada de la colonización antioqueña, como rasgo único en el mundo creado por los habitantes de esta región.
El PCC está conformado por ciertas zonas cafeteras de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca, ubicadas en las estribaciones central y occidental de la cordillera de los Andes en Colombia. Una región mayor al PCC y que incluye además parte del departamento del Tolima, ha sido tradicionalmente reconocida a nivel nacional e internacional como el Eje Cafetero y, más recientemente, como la Ruta del Café, a raíz de una campaña que busca promocionar a la zona a nivel nacional e internacional.
La economía y la cultura de esta región han girado alrededor del café desde hace más de un siglo, es decir, solo unas décadas después de haber sido poblada por los colonizadores antioqueños, que empezaron la ocupación del territorio en el siglo XIX. Procesos como la siembra de los primeros cafetales, pasando por la construcción de las viviendas rurales y de infraestructura para el transporte, procesamiento y comercialización del café, y la posterior transformación de las técnicas de producción, han otorgado una dinámica excepcional a este paisaje. Esta combinación de una arraigada tradición cafetera con la herencia de la colonización antioqueña ha jugado un rol fundamental en la conformación de la cultura regional, y ha generado una riqueza de manifestaciones en ámbitos tan diversos como la música, las danzas, las cocinas tradicionales y la arquitectura, manifestaciones que se han transmitido de generación en generación.
El Paisaje Cultural Cafetero reúne zonas específicas de 47 municipios y 411 veredas de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Valle del Cauca ubicadas en las estribaciones central y occidental de la Cordillera de los Andes, donde se concentran 24 mil fincas con pequeñas plantaciones de café, en las que cerca de 80 mil personas dedican su vida al cultivo del café.
Este paisaje está conformado, así:
Caldas: Integrado por ciertas veredas de las áreas rurales de Aguadas, Anserma, Aranzazu, Belalcázar, Chinchiná, Filadelfia, La Merced, Manizales, Neira, Pácora, Palestina, Riosucio, Risaralda, Salamina, San José, Supía y Villamaría.
Risaralda: Integrado por ciertas veredas de las áreas rurales de Apía, Balboa, Belén de Umbría, Dosquebradas, Guática, La Celia, Marsella, Pereira, Quinchía, Santa Rosa de Cabal y Santuario; y las áreas urbanas de Apía, Belén de Umbría, Marsella y Santuario.
Quindio: Integrado por ciertas veredas de las áreas rurales de Armenia, Buenavista, Calarcá, Circasia, Córdoba, Filandia, Génova, Montenegro, Pijao, Quimbaya y Salento (excepto La Tebaida, porque esta no lo cubre las estribaciones del río Quindío); y el área urbana de Montenegro.
Valle del Cauca: Integrado por ciertas veredas de las áreas rurales de Alcalá, Ansermanuevo, Argelia, Caicedonia, El Águila, El Cairo, Riofrío, Sevilla, Trujillo y Ulloa; y el área urbana de El Cairo.
El Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura – UNESCO inscribió en la Lista de Patrimonio Mundial el Paisaje Cultural Cafetero el 25 de junio de 2011. Este reconocimiento compromete al Estado colombiano, a la comunidad internacional, nacional y local a su protección, pero es a la vez una oportunidad para que sus habitantes y visitantes conozcan el paisaje y participen en su preservación.
El área geográfica en la cual se encuentra el PCC cuenta con una larga historia de ocupaciones humanas, previa al proceso de colonización antioqueña, a partir de la cual se articulan varios elementos como el café, valorado y reconocido como uno de los mejores en el mundo; el trabajo humano es un proceso de producción, recolección, tratamiento y distribución; la tradición familiar; el patrimonio cultural material e inmaterial, y los caminos y paisajes de los poblados.
Las especiales condiciones naturales para la agricultura, que hoy se reconocen por el clima y los suelos, permitieron que desde hace más de 4.000 años la región fuera centro de experimentación para la domesticación de plantas. Los primeros pobladores que llegaron hacia finales del pleistoceno, hace unos 10.000 años, comenzaron a alternar las actividades tradicionales de cacería y recolección con aquellas propias de los cultivos.
Entre los años 3.000 y 2.000 antes de nuestra era, se produjeron importantes cambios socioculturales en la región. De esa época data una parte importante de las piezas de orfebrería y cerámica finamente elaboradas y conocidas como estilo quimbaya clásico, que hacían parte de los ajuares funerarios de importantes personajes políticos y religiosos.
Las evidencias arqueológicas del periodo precolombino, así como las huellas en el paisaje y la arquitectura rural y urbana propias del periodo colonial de la región, se entremezclan con los paisajes y arquitectura propios de la colonización antioqueña.
Área principal: 141.120 ha
Área de amortiguamiento: 207.000 ha
La unidad geográfica sobre la cual se delimitó el PCC es la vereda, la cual corresponde a la mínima división territorial de Colombia. Una vereda corresponde a un grupo de predios rurales, noción que se asemeja a la de “barrio” o “colonia” en el sector urbano. Así las cosas, el PCC está conformado por un grupo de veredas rurales y cabeceras municipales (o cascos urbanos) que en su conjunto, son representativas de los valores que le dan singularidad a esta región.
Londoño, J. L. I. & Silva, C. A. V., 17 nov 2018. Sustainable development and nature-culture linkages in the Coffee Cultural Landscape of Colombia. In: LOGAN, WILLIAM. & LARSEN, PETER. BILLE. (eds.). World Heritage and Sustainable Development. Routledge, p. 226-239 14 p. (World Heritage and Sustainable Development).
Velandia Silva, C. A., 27 oct 2017. Indigenous Landscapes Coffee Cultural Landscape of Colombia In: INABA, NOBUKO., ISHIZAWA, MAYA. & YOSHIDA, MASAHITO. (eds.). JOURNAL OF WORLD HERITAGE STUDIES SPECIAL ISSUE: Proceedings of the First Capacity. Building Workshop on Nature-Culture Linkages in Heritage Conservation in Asia and the Pacific (CBWNCL. 2016.2017. TOKYO: University of Tsukuba, Vol. SPECIAL ISSUE. p. 44-50 6 p.
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