El pozo Santa Bárbara es una histórica mina de carbón asturiana ya clausurada situada en la parroquia de Turón, en el concejo de Mieres (España). Fue declarado Bien de interés cultural el 29 de octubre de 2009.
Es un pozo de doble caña, con dos castilletes, y se trata de un ejemplo paradigmático de explotación minera, en la que son apreciables las distintas etapas que caracterizaron la técnica extractiva a lo largo del siglo XX. Reúnen sus instalaciones interés constructivo, por mantener piezas de varios momentos históricos, y también técnico, por contar con un compresor y subestación eléctrica que permitieron la mecanización global de la explotación en una fecha muy temprana del siglo XX.
Fue inaugurado 1913 bajo la titularidad de Hulleras del Turón, con una profundidad de 113 metros. Se encuentra situado en el paraje conocido como La Rabaldana, en una franja de terreno plana, estrecha y alaragada limitada por la carretera actual, el río, y la carretera de servicio de Hunosa.
Fue un importante centro de producción, que permitía explotar un yacimiento subterráneo bajo el nivel del valle de Turón, que se corresponde con las capas inferiores de los grupos de montaña San Víctor y San Pedro. El pozo Santa Bárbara constituye un conjunto orgánico de elementos arquitectónicos e industriales que se integra en el valle formando un todo de indudable homogeneidad. El hecho de presentar ejemplos de diferentes estructuras, elementos industriales e incluso de edificios residenciales o de servicio; la coherencia formal de la mayor parte de ellos, que si bien presentan una cronología inicial a caballo entre la segunda y la tercera décadas del siglo XX, fueron transformados o erigidos ex novo a un tiempo a lo largo de los años sesenta; así como la propia evolución diacrónica del conjunto de la explotación, que se convierte por sí misma en un ejemplar tipo, amén de ser uno de los primeros pozos profundizados en Asturias, son argumentos que justifican el interés patrimonial del Pozo.
El clima previo a la Gran Guerra anunciaba buenas perspectivas para el sector minero nacional, de ahí que en 1913 la Sociedad Hulleras del Turón se planteara obtener un aumento de la producción, una reducción del precio de costo y una mecanización como alternativa a la dependencia de la mano de obra, todo ello a través del que se llamó «Nuevo Campo de Explotación», un plan de trabajos que atacaría las capas de los grupos San Víctor y San Pedro, situándose entre ambos.
En la historia de la compañía el papel desempeñado por este pozo es crucial, ya que fue una pieza clave en el aumento de la producción experimentado en los años 1920, y también un campo privilegiado en la introducción de maquinaria para el laboreo, en la mecanización (introducción de martillos picadores) y mejora del transporte, que requirió la introducción de mejoras en el resto de instalaciones y que explica que se construyera, en paralelo, el nuevo lavadero de La Cuadriella, inaugurado en 1926. Su remodelación en las décadas centrales del siglo XX también se explica por la voluntad de progreso de la compañía y su interés en las mejoras técnicas, habiéndose convertido en un importante pozo incluso dentro de Hunosa y de su Grupo Turón.
Como el resto de las instalaciones de la Sociedad, el pozo Santa Bárbara entró a formar parte de Hunosa en 1970, cuando la crisis del sector ya era insalvable. Pese a encontrarse entre los pozos «indultados» de entre los propuestos para el cierre en el Plan de Futuro de la empresa 1991-1993, merced a la fuerte presión social ejercida, a la entrada en Hunosa de la compañía Minas de Lieres, en 1992, aceleró el proceso de cierre de la explotación. Aunque oficialmente la clausura del pozo se produce en septiembre de 1994, el registro de actividades dentro del mismo concluye el día 2 de diciembre de ese año, produciéndose el cierre definitivo de las instalaciones el 31 de julio de 1995.
Pozo de sección circular de 5,5 metros de diámetro y 545 metros de profundidad en once plantas, con escalas en la caña del pozo y con rejas de protección. Sobre el mismo se levanta un castillete de hierro de unos 30 m de altura. La estructura de este castillete es recta, sin remaches pero soldada, con dos jaulas en servicio y otras dos en reserva de un piso con capacidad para dos vagones. Tiene dos tirantes que convergen en altura y dan estabilidad al conjunto.
El pozo y el área inmediata al mismo se encuentran cubiertos por un cobertizo fabricado en hierro de perfiles laminados y cubierta de cinc, que según el informe Galtier se puede fechar en 1960. Sin embargo, en una fotografía que aparece en el Catastro Minero de Asturias, editado por la Dirección General de Minas en 1944, ya aparece esta cubierta alrededor de la estructura del castillete.
El castillete fue construido en 1962. Es un cuerpo vertical de 37 m de altura. La superficie de la proyección del castillete y el cobertizo en planta baja es de 417,9 m². La superficie construida (planta baja, cubierta y forjados) es de 466,45 m².
Cuenta el castillete con estructura de hierro recta de perfiles metálicos soldados. Dos tornapuntas oblicuas unidas por tirantes se oponen a la fuerza que ejerce el motor, para ello convergen en la zona superior de las poleas dando estabilidad al conjunto. El cobertizo está soportado por cuatro pares de pies derechos metálicos que soportan cerchas metálicas roblonadas. La cubierta es de chapa de zinc y uralita transparente.
Su función era sustentar las poleas y albergar las jaulas que transportaban los materiales en el interior del pozo principal.
Se trata de un edificio de una sola planta sobre semisótano y sótano, levantado con sillería, mampostería, hormigón armada y ladrillo. Tiene unos 7 u 8 m de alto y desde este lugar se creaba y transmitía la fuerza necesaria para subir y bajar las jaulas con minero y mineral.
Puesto que se construyó sobre la orilla del río, en un terreno desnivelado, fueron necesarios gruesos cimientos de hormigón, como se aprecia en la sección. La estructura formada por pilares y dinteles es asimismo de hormigón de perfil rectangular, realizándose el alzado con ladrillo macizo y mortero.
El edificio fue construido en 1960. Es un inmueble exento de planta rectangular y volumen paralepipédico. Planta baja sobre semisótano y sótano. Las dimensiones del volumen son 22 x 18,3 x 16,3 metros de altura. La ocupación en planta baja es de 447,9 m² y la superficie construida de 1296,8 m².
Estructura de hormigón armado. Muros de cerramiento de ladrillo. Carpintería metálica en vanos practicables y prefabricada de hormigón en el resto. Forjado de losa de hormigón armado. Cubierta de losa de cerámica armada, fibra de vidrio y chapa de betún asfáltica con rasilla catalana.
Su función era albergar la maquinaria que acciona la jaula del castillete principal.
Situado aguas abajo del Turón, el pozo auxiliar tiene 550 m de profundidad repartidos en 11 plantas y una sección circular de 4 m de diámetro.
Sobre el mismo se erige el segundo castillete de La Rabaldana, una estructura de unos 17 m de altura que mueve dos jaulas de un piso con capacidad para un vagón cada una. Las escalas manuales cuentan con rejas de protección.
Construido hacia 1962, es un cuerpo vertical de 20,1 metros de altura. La superficie de la proyección del castillete en planta baja es de 58,2 m². La superficie construida (planta baja cubierta y forjados): 34,5 m²
Estructura de hierro recta cuya base se constituye por cuatro apoyos con entramado de perfiles metálicos roblonados reticulados. La estabilidad se asegura mediante dos tornapuntas oblicuos convergentes en altura y enlazados por tirantes que se refuerzan en aspa. Su función es sustentar las poleas y albergar las jaulas que transportaban los materiales en el interior del pozo auxiliar.
Edificio de planta rectangular y un solo nivel sobre dos sótanos, tiene una altura de unos 8 m. Sus fachadas son completamente abiertas por grandes vanos adintelados. La estructura del mismo es de hormigón encofrado de sección rectangular con sólidas cimentaciones escalonadas para salvar el desnivel de la orilla del río. Además de los pilares perimetrales, los dinteles, zunchos y la losa de la cubierta son asimismo de hormigón. La obra maestra se alza con ladrillo macizo revocado con mortero de cemento.
Edificio construido en 1960. Es un inmueble exento de planta rectangular y volumen paralepipédico. Planta baja sobre semisótano y sótano. Dimensiones de 15,4 m x 15,8 m x 16, metros de altura (con semisótano). La ocupación en planta baja es de 278,8 m² y la superficie construida de 780,8 m².
La estructura es de hormigón armado. Muros de ladrillo pintados. Carpintería metálica en vanos practicables y prefabricada de hormigón en el resto. Forjado con losa de hormigón armado y solera de rasilla. Cubierta con losa de cerámica armada, fibra de vidrio chapa de betún asfáltica con rasilla catalana.
Su uso original era el albergar la maquinaria que acciona la jaula del castillete auxiliar.
El edificio que albergó la antigua casa de máquina común para ambos pozos de extracción es un gran edificio rectangular, cuyo aspecto y funcionalidad actual poco tiene que ver con la instalación original de la década de 1920.
En la actualidad la alargada nave de la antigua casa de máquinas acoge en su extremo occidental una subestación transformadora, la parte más cercana al pozo principal se dedicó a oficinas así como a las dependencias de la brigada de salvamento en el piso primero, y el centro de la estructura alberga una gran sala de compresores.
La estructura del edificio original estaba formada por un cuerpo central de una sola altura (6/7 m) cubierto por un tejado a dos aguas de cinc sobre estructura metálica, que contaba con una especie de sobretejado a modo de lucernario; y sendos cuerpos en los testeros occidental y oriental, algo más altos que el central (dos alturas) y también destacados en planta, con el remate superior de sus fachadas en algo parecido a un frontón triangular.
Construido en dos fases, una en la década de 1920 y otra hacia 1961, reformado en 1965.
Es un edificio exento de planta rectangular y forma simétrica respecto a su eje transversal, con tres cuerpos diferenciados. Los laterales son mayores en altura, con planta baja y dos superiores. El cuerpo central es más bajo, con una sola altura, retranqueándose respecto a los otros. Las dimensiones del edificio son 12,5 x 60,4 x 14,4 metros de altura. La ocupación en planta baja es de 706,2 metros y la superficie construida de 1.523,7 m².
El inmueble cuenta con muros externos de ladrillo macizo. Distribución interior de tabiques de ladrillos. Pilares de fábrica de ladrillo macizo y hormigón armado. Vigas de hormigón armado de sección rectangular y perfiles laminados de alma llena. Forjado de viguetas metálicas con bovedillas de ladrillo y relleno de hormigón. La cubierta es plana, de losa de hormigón armado en los cuerpos laterales. En el cuerpo central la cubierta es a dos aguas con teja plana. Un lucernario acristalado se levanta en el centro mediante estructura de madera y tejadillo realzado.
Los cuerpos externos servían originalmente como salas de máquinas de los dos castilletes. Cuando se construyeron las nuevas salas de máquinas exentas, pasaron a ser usados como almacén, archivos laborales, oficinas y aseos en general. El cuerpo lateral Este sirvió, además, para la brigada de salvamento, y el Oeste para subestación transformadora. El núcleo central albergaba los compresores que producían el aire que alimentaba los martillos para las labores de picado. En la actualidad se sigue usando parte de la subestación transformadora.
Si la fachada original se resolvía con vanos alargados y cubiertos de arcos de medio punto en el primer nivel y en las dos alturas de los bloques del testero, en una segunda altura de huecos del cuerpo central se alineaban pequeñas ventanas de iluminación con arcos rebajados. La reforma transformó aquella disposición tradicional con la introducción de grandes pilares de hormigón que creaban delante una pantalla en la que era más fácil abrir grandes ventanales adintelados que recorren en toda su altura la fachada y proporcionan mayor luminosidad al interior del taller. La transformación estructural trajo un cambio en los materiales tradicionales, puesto que del ladrillo y el revoco de mortero pintado y decorado se pasa a un aspecto mucho más funcional con el hormigón y el metal como materiales fundamentales.
Se trata de un pequeño edificio destinado a servir de generador de aire para enviar al interior de la mina. Las instalaciones metálicas captaban el aire exterior y lo enviaban al interior de la galería, extrayendo a su vez el que había dentro. De esta forma se generaba una corriente de aire que purificaba el ambiente.
Su planta es rectangular y su cubierta a dos aguas con teja plana sobre estructura metálica. La obra se alza con mampostería ordinaria, con los enmarques de las esquinas, el borde, los vanos de medio punto, el hastial y el frontal de ladrillo visto. Actualmente las partes de piedra están alicatadas en blanco, lo cual produce un fuerte contraste cromático.
Construido entre 1925-30 y reformado en 1960. Es un edificio exento con planta rectangular y una sola altura. Sus dimensiones son 8 x 5,4 x 73 metros de altura. La ocupación en planta (con la maquinaria adosada) es de 141,4 m². La superficie construida es de 42,8 m².
Edificio con muros externos de mampostería de ladrillo con enlucido y estucado imitando sillería; ladrillo visto en ángulos, bandas y recercado de vanos. Cubierta a dos aguas. Estructura metálica con bovedillas de ladrillo y rellenos de senos de hormigón. Teja cerámica plana y carpinterías de madera.
Edificio de planta rectangular y tres alturas, está recorrido por vanos alargados y adintelados, lo que contribuye a realzar su aspecto horizontal como un gran paralelepípedo tumbado. Su estructura es de hormigón y la obra exterior de sus fachadas es de ladrillo visto. Presenta cubierta aterrazada.
Antes de la instalación en este espacio del gran edificio de oficinas, se repartían por el lugar diferentes cobertizos y construcciones dedicadas a albergar la lampistería, el botiquín, los almacenes, los vestuarios y aseos de los mineros, así como las propias oficinas de La Rabaldana. Todo ello, que databa de los primeros momentos de explotación de la mina (años 1920) fue sustituido a principios de los años 60 por el elemento descrito, aunque desde 1952 parece haber proyectos destinados a su reforma.
En 1922, dentro del programa general de actuaciones preparatorias para la explotación del Pozo Santa Bárbara, se construyeron las infraestructuras necesarias para la carga del carbón en el ferrocarril minero que recorría el valle. Puesto que el pozo se encontraba en la margen septentrional del río y que el espacio para instalar la zona de carga se planteó al otro lado, fue necesaria la construcción, en primer lugar, de un puente que comunicara la salida del pozo principal con la orilla opuesta del Turón. Este puente se fabricó en 1922 e inmediatamente se trabajó en la preparación de los accesorios y elementos para acarrear y embarcar el mineral en vagones del ferrocarril (basculador, cinta transportadora y tolvas).
En cuanto a las tolvas concretamente, fueron levantadas con estructura metálica compuesta por pies derechos verticales y jácenas transversales y longitudinales, arriostradas en la parte superior e inferior. También metálica era la armadura de su cubierta a dos aguas con tejado de zinc. De todo ello no se conservan restos, salvo el espacio que ocupaban.
Otros elementos desparecidos del conjunto del Pozo Santa Bárbara son la vieja casa de aseos, de los años 1920 y una serie de dependencias que se emplazaban en el espacio que hoy ocupa el bloque de la casa de aseo y oficinas (caso del botiquín y las viejas oficinas del pozo o del almacén y lampistería).
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