La República Bátava (en neerlandés: Bataafse Republiek) fue una «república hermana» o Estado satélite de la Primera República Francesa, surgido de las antiguas Provincias Unidas cuando fueron ocupadas en 1795 por las tropas francesas en el contexto de las Guerras Revolucionarias Francesas. Ocupaba aproximadamente el mismo territorio que los actuales Países Bajos (a excepción de la región de Limburgo). De corta duración, existió entre 1795 y 1806 (cuando fue transformado en el Reino de Holanda por el emperador francés Napoleón Bonaparte).
Desde 1778 en las Provincias Unidas se fue consolidando la presencia de un Partido patriota que se veía inmerso en las ideas de los ilustrados franceses de la segunda mitad del siglo XVIII. Contrarios a la oligarquía dirigente, al poder del Estatúder y también a la iglesia oficial (la calvinista), este incipiente partido agrupaba a distintos elementos procedentes de la burguesía (industriales, comerciantes y bancarios), a miembros de minorías religiosas y a otros sectores minoritarios, como impresores, editores o profesores.
En el contexto de las crisis de la década de 1780, los patriotas neerlandeses lograron movilizar a las masas urbanas en milicias, llegando a alcanzar un gran poder a lo largo de todo el país, por lo que el estatúder Guillermo V de Orange-Nassau se vio obligado a salir de La Haya. Pero en 1788 todos sus logros se vieron frustrados con la intervención prusiana al mando del Duque de Brunswick, que aplastó al movimiento de los patriotas y restauró la autoridad de Guillermo. A la intervención prusiana sucedió una emigración masiva de los patriotas neerlandeses hacia París, donde siguieron conspirando en espera de una mejor ocasión, mientras en Holanda se reorganizaron lentamente.
A principios de 1795, apoyados por las tropas francesas, los patriotas neerlandeses entraron en las Provincias Unidas. La entrada de los franceses y los patriotas provocó el estallido en Ámsterdam, Utrecht y La Haya de una revolución interna, conocida en la historiografía neerlandesa como la Revolución bátava. Hacia el 19 de enero el estatúder Guillermo había perdido el control del país y se vio obligado a huir a Gran Bretaña desde donde pidió a diversas autoridades neerlandesas su cooperación con los británicos contra la nueva república. Tras estos acontecimientos, fue fundada la República Bátava por los franceses y los bátavos (nombre que recibieron los políticos revolucionarios neerlandeses). El nombre de la República procedía de los antiguos bátavos, una tribu germánica que había vivido en la zona en el momento de la conquista romana.
Desde el principio, la República Bátava fue creada como un Estado satélite de la República francesa, siendo una continuación de la política de creación de repúblicas hermanas en los territorios vecinos de Francia. La política adoptada era revolucionaria y liberal, además de muy inestable, pues llegaron a producirse varios golpes de Estado durante su corta existencia. Precisamente, la gran inestabilidad política y los muchos golpes de Estado impidieron un funcionamiento normal del país y de las instituciones. Una de las pocas políticas revolucionarias que salieron adelante fue la abolición de los últimos vestigios de feudalismo que quedaban en las antiguas Provincias Unidas. Tampoco pudieron los bátavos llevar a cabo su proyecto de instaurar una Constitución democrática (con sufragio universal y una Asamblea única) debido a las interferencias del Directorio francés, que no estaba interesado en el establecimiento de un Estado que tuviese por sí mismo capacidad de decisión y de contradecir los intereses de la política exterior francesa. El antiguo estatúder Guillermo, antes de marchar al exilio, había dado instrucciones para que las colonias neerlandesas fueran cedidas a los británicos y no cayesen en manos francesas, pero estas, en su mayoría, se mantuvieron bajo control de la nueva República.
En el contexto de la Segunda Coalición contra Francia, la República estuvo en guerra contra Gran Bretaña al igual que la República Francesa y participó especialmente en los combates marítimos y en la lucha en las colonias. En la Paz de Amiens de 1802 los británicos devolvieron casi todas las colonias que habían conquistado (Colonia del Cabo, Guayana Neerlandesa y las Indias Orientales Neerlandesas) excepto la colonia de Ceilán.
Después de una época de gran inestabilidad, en 1805 los experimentos democráticos terminaron y Rutger Jan Schimmelpenninck fue nombrado Raadspensionaris vitalicio, quedando como único líder político. No obstante, lo sería por poco tiempo ya que al año siguiente Napoleón Bonaparte disolvió la República y la sustituyó por el Reino de Holanda; la Corona recayó sobre su hermano, Luis Napoleón Bonaparte.
A lo largo de su corta existencia estuvieron vigentes dos formas de organización interna de la República Bátava.
Por la ley de 30 de marzo de 1799, se estableció la nueva clasificación de los departamentos de la República Bátava. Las regiones fueron abolidas y se produjo una ruptura con el pasado al producirse la instauración de los departamentos según el modelo francés, donde los límites regionales procedentes de la Edad Media y la Edad Moderna desaparecieron:
No obstante, según la ley del 21 de junio de 1802, se reestructuró la clasificación de los departamentos, volviendo a recuperar el modelo de las clasificaciones históricas y regionales, que se incorporaban de nuevo en la estructura departamental. Esta organización se mantuvo incluso después de disuelta la República, durante la época del Reino de Holanda y más tarde como departamentos del Imperio Francés.
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