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Rotacismo



El rotacismo es la dislalia selectiva del fonema /ɾ/ o /r/ en castellano, por ejemplo, en caro /kaɾo/ el primero, y carro /karo/ el segundo, vibrantes simple y múltiple respectivamente.

Es algo frecuente en niños menores de 5 años que están aprendiendo a hablar. En la mayoría de los casos la práctica cotidiana puede ayudar a superar el trastorno, mientras que otras veces el defecto no desaparece y puede llegar a ser permanente por lo cual es importante la consulta al especialista del lenguaje. La intervención del Fonoaudiólogo en la valoración del niño debe ser pronta a fin de realizar un tratamiento oportuno.

En caso de que el rotacismo ocurra pasada la edad de 5 años, se recomienda consultar a un logopeda para que lo examine y ayude al paciente a superar dicho trastorno. Los tratamientos pueden durar desde semanas a meses dependiendo de muchos factores, como son la disposición del paciente, el comportamiento de sus familiares o la experiencia del logopeda.

Hay que fijarse, ante todo, si el sujeto posee un frenillo sublingual u algún otro defecto físico que pueda impedirle la emisión de ciertos fonemas, de ser así habrá que concentrarse en ese ámbito antes de comenzar con la terapia.

Una vez comprobada la predisposición física, el logopeda empieza por determinar a qué clase de rotacismo se enfrenta y aplicarle así el tratamiento respectivo.

Con el pasar del tiempo el defecto se enraizará y será mucho más difícil combatirlo, trayendo consecuencias como:

Un gran porcentaje de personas que han sufrido rotacismo a partir de los 12 años buscan la manera de solucionarlo por su cuenta. El esfuerzo no es recomendable, pues de no lograrse el cometido se corre el riesgo de acarrear una profunda depresión, pero muchas veces funciona.

Algunos consejos que se dan son:

Este fonema experimental, al que podemos llamar fricativa monolabial superior, es continuo, por lo que su duración es indeterminada y se prolonga hasta quedar "vacíos" los pulmones. La manera articulativa es coronal (predorsal) y lateral si se demarcan límites extrabucales y se consideran los labios como única zona principal. Es sordo si no se quiere llevar a la práctica oracional o ya aproximarse al fonema objetivo. Es oral, y múltiple si se da la vibración y su multiplicidad, producto del ensayo. Es, por su origen experimental y su meta, rótico o rotalizado, pero cuando sea alveolar se anula esta característica por ser esta nomenclatura un intento de gradar los fonemas y este último es puro, alofónicamente. Al tener posibilidades diversas y pertenecientes a grupo fonéticos y fonológicos en contraste, propias de la prueba logopédica, se puede plantear un nuevo tipo de archifonema para poder clasificarlo sin entrar en conflicto definitorio y con otras hipótesis lingüísticas ampliamente demostradas, analizadas y reconocidas. Se trataría de uno transitorio y subordinado o supditado a su archifonema de partida, del que se pretende divergir, derivar o modificar con fines experimentales. No se extralimita y depende de su genuino, y mucho menos se dotará de valores contrastivos (aunque los tiene al poderse sonorizar, fricar o vibrar, como ocurriría con un "archifonema prueba" [D*], que podría entrar en la sordez de [T] únicamente para redefinir sus atributos). Realmente, los primeros consejos para llegar a los deslizamientos tenían como función la de situar a la propiocepción y la autoconsciencia fonológica en un estado de aprendizaje, para relacionar todos los fonemas de características análogas (de diferentes archifonemas) y sintetizar uno nuevo sobre el que poder cimentar el archifonema prueba [R*]. La vibración múltiple es un equilibrio entre la fuerza aspirativa y la articulativa apical. Se deberá frenar el flujo puro y excesivo de aspiración con lo aprehendido de los consejos. En caso de que no se perpetúe la vibración y no adquiera continuidad (como arrancar el motor de un coche sin gasolina) se impulsará la aspiración. Este fenómeno se repetirá cada vez más cerca del surco alveolar, representando y efectuando los diferentes alófonos de [R*].

También se puede contar con la ayuda de un profesional que sea especialista en los trastornos del lenguaje, es decir en un logopeda. La logopedia realiza intervenciones que ayudan a mejorar la pronunciación de los distintos fonemas, tanto a adultos como a niños.

Por ello, antes de arrancar el tratamiento es muy importante realizar un buen diagnóstico [1]​ para ver cuáles son las causas del rotacismo. Hay que averiguar los errores que se cometen y si son constantes en el tiempo. Ya que esto implicará que el tratamiento por parte del logopeda sea más efectivo.

Además, es necesario conocer qué fonomas son los que el paciente tiende a mostrar dificultad. Es el logopeda, la persona encargada de explorarlo. Una vez que se han realizado todo tipo de evaluaciones, se instará al paciente a la intervención por parte del profesional logopeda.[2]

Se puede realizar también en casa, puesto que cada vez son más los gabinetes de logopedia que acuden a domicilio a ayudar al paciente; la ventaja de esto es que además de la comodidad que supone, el entorno doméstico genera mayor confianza y seguridad y esto mejora la eficacia de la intervención.

En la serie cómica estadounidense The Big Bang Theory (La teoría del Big Bang) el personaje de Barry Kripke (interpretado por John Ross Bowie) tiene rotacismo.



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