La Sonata para piano n.º 32 en do menor Op. 111 de Ludwig van Beethoven, compuesta entre 1820 y 1822, es la última del compositor y, junto con las 33 Variaciones sobre un vals de Diabelli y las dos colecciones de bagatelas Opus 119 y 126, es también una de sus últimas obras para este instrumento. Su segundo movimiento, Arietta, es a veces denominado "El adiós a la sonata".
Dura aproximadamente 26 minutos.
Beethoven concibió el plan de sus últimas tres sonatas para piano (op. 109, 110 y 111) durante el verano de 1820, mientras trabajaba en la Missa Solemnis . Sin embargo, al igual que con muchas de sus otras obras, la composición de la sonata n.º 32 fue un proceso largo y complejo, encontrándose, por ejemplo, bosquejos del primer tema del allegro ed appassionato en cuadernos de anotaciones de 1801 - 1802, contemporáneos a su segunda sinfonía
Estas anotaciones presentan indicios de que la estructura final del opus 111 fue significativamente distinta de aquella que ideó Beethoven en un principio. En lugar de dos movimientos, la sonata habría contado con tres: el primero de ellos habría sido empleado en el cuarteto n.º 13, y el segundo, descartado. Solo el tercer movimiento habría mutado al Maestoso.
Con la excepción de las obras mencionadas anteriormente, la sonata Opus 111 es la última obra para piano de Beethoven. No obstante, murió en marzo de 1827, más de cuatro años después de la finalización de esta obra. Durante este período, Beethoven continuó trabajando en importantes obras, como por ejemplo la Novena Sinfonía y los últimos cuartetos de cuerdas, y en proyectos que nunca vieron la luz, como su Décima Sinfonía, y una ópera basada en el poema dramático Fausto. Pero de entre todas estas composiciones, ninguna está destinada al piano, el cual fuera su instrumento favorito, sino en general a arreglos instrumentales y corales, que parecieran ser más poderosos a la hora de expresar sus ideas musicales.
El Opus 111 consta de dos movimientos:
El primer movimiento es un Allegro en Do menor, precedido por una introducción lenta que rememora la bien conocida Sonata Appassionata. El movimiento responde a la forma sonata, pero presenta elementos fugados, temas entremezclados y una reexposición poco convencional.
Dura aproximadamente 8 minutos.
La introducción, rítmica y de carácter grave similar a la de la sonata n.º 8, en do menor, inicia en forte con un motivo de séptimas disminuidas. Es seguido por un pasaje cromático en pianissimo que, a través de la dominante, conduce al primer tema.
El primer tema del primer movimiento está elaborado sobre la base de un motivo que, al igual que en otras composiciones del maestro, es simple. Este es presentado en octavas paralelas en el registro bajo del piano en fortissimo, y tras algunos compases, es repetido primero en piano, transpuesto dos octavas en el registro más agudo, y luego ligeramente modificado en la mano derecha, en forma fugada.
Tras 13 compases, la fuga termina para dar lugar al segundo tema, más lento (meno allegro - adagio) y en modo mayor. Este es muy breve en comparación al primero (tan solo 5 compases).
Le sigue la coda, basada en los temas antes escuchados, con el motivo principal sonando en el bajo, la cual concluye en la bemol mayor.
Tras una breve alusión al motivo del primer tema, sigue una fuga y un desarrollo armónico sobre los temas de la exposición.
El segundo movimiento de la sonata Opus 111 es un tema con seis variaciones en do mayor. El compás principal es 9/16, una métrica poco usual en este tipo de composiciones.
Dura aproximadamente 17 minutos.
El tema principal es una arietta en do mayor, en compás de 9/16. Se compone de dos frases de ocho compases cada una, desarrollado como un coro a cuatro voces. La armonía es extremadamente simple.
La primera variación, indiciada dolce y sempre legato conserva el tiempo del tema.
La segunda variación mantiene el tempo precedente (L'istesso tempo) y el espíritu (dolce y sempre legato), pero la métrica del compás cambia a 6/16. Las duraciones de las notas del motivo original son menores, y el cambio de ritmo y la armonía utilizada anticipan al swing, y especialmente al jazz.
La quinta variación, en mi bemol, comienza tras a un inesperado forte. Consiste en un trino de ocho compases durante el cual la melodía se vuelve prácticamente indistinguible. Finalmente reaparece en el bajo el tema principal, en la tónica do mayor.
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