Thomas Lanier Williams III (Columbus, Misisipi, 26 de marzo de 1911-Nueva York, Nueva York, 25 de febrero de 1983), más conocido por el nombre artístico Tennessee Williams, fue un destacado dramaturgo estadounidense. El nombre «Tennessee» se lo dieron sus compañeros de escuela a causa de su acento sureño y al origen de su familia. En 1948 ganó el Premio Pulitzer de teatro por Un tranvía llamado Deseo, y en 1955 por La gata sobre el tejado de zinc. Además de estas dos obras recibieron el premio de la Crítica Teatral de Nueva York: El zoo de cristal (1945) y La noche de la iguana (1961). Su obra de 1952 La rosa tatuada (dedicada a su compañero, Frank Merlo) recibió el Premio Tony a la mejor obra. Los críticos del género sostienen que Williams escribía en estilo gótico sureño. Es conocido mundialmente porque muchas de sus obras han sido filmadas.
Nació en Columbus, Misisipi, en casa de su abuelo materno, el rector de la Iglesia episcopal local —la casa es hoy el Centro de Bienvenida a Misisipi y oficina de turismo de la ciudad—. Su padre, Cornelius Coffin Williams, un viajante de zapatos, cada vez se hacía más agresivo conforme sus hijos crecían. Su madre, Edwina Williams (de soltera Edwina Dakin), descendía de una buena familia sureña. Tuvo dos hermanos, Rose Isabel Williams (1909–1996) y Walter Dakin Williams (1919–2008), el preferido de su padre.
En 1918 la familia se trasladó a St. Louis, Misuri. Ese mismo año, a Tennessee le fue diagnosticada la difteria. Durante dos años casi no pudo hacer nada; entonces, su madre decidió que no le iba a permitir perder el tiempo. Lo animó a que usara su imaginación y, cuando tenía trece años, le dio una máquina de escribir.
Williams ganó el tercer premio (5 dólares) por un artículo (“Can a Good Wife Be a Good Sport?”) publicado en Smart Set, en 1927, a los dieciséis años. Un año después publicó “The Vengeance of Nitocris", en Weird Tales.
A principios de los años 1930, Williams estudió en la Universidad de Misuri-Columbia, donde fue miembro de la fraternidad "Alpha Tau Omega". Allí fue donde sus compañeros de fraternidad lo apodaron Tennessee, por su rico acento sureño. En 1935, Williams escribió su primera obra interpretada públicamente, Cairo, Shanghai, Bombay!, representada por primera vez en Memphis.
Williams vivió en el barrio francés de Nueva Orleans, Luisiana. Se trasladó allí en 1939 a escribir para la WPA, y vivió primero en el número 722 de la calle Toulouse, donde se sitúa su obra de 1977 Vieux Carré (hoy una fundación cultural). Escribió Un tranvía llamado deseo (1947) mientras vivía en el número 632 de la calle St. Peter.
De Nueva Orleans marchó a Nueva York, donde ejerció diversos trabajos, desde camarero a portero. Cuando los Estados Unidos entraron en guerra, fue declarado no apto debido a su expediente psiquiátrico, su homosexualidad, su alcoholismo y sus problemas cardíacos y nerviosos.
En 1943 fue a Hollywood, contratado por la Metro Goldwyn Mayer, para hacer la adaptación cinematográfica de una novela de éxito. Con El zoo de cristal puso en escena a su madre y a su hermana; se estrenó en Nueva York en 1945. Su éxito lo convirtió, a los 34 años, en una súbita celebridad.
Se confirmó dos años más tarde con el éxito de Un tranvía llamado Deseo, con puesta en escena de Elia Kazan, que marcó el debut teatral de un joven del Actors Studio: Marlon Brando. Frecuentaba todos los años la isla de Key West en Florida, donde tenía una casa. Fue presidente del jurado del Festival de Cannes de 1976.
Tennessee se sentía muy próximo a su hermana, Rose, que quizá fue quien más influyó en él. Era una belleza delgada que pasó la mayor parte de su vida adulta en hospitales mentales. Sus padres autorizaron una lobotomía prefrontal en un intento de tratarla. La operación, llevada a cabo en 1943 en Washington, D. C., fue mal, y Rose quedó incapacitada para el resto de su vida.
La fracasada lobotomía de Rose fue un duro golpe para Williams, quien nunca perdonó a sus padres por permitir semejante operación. Pudo haber sido uno de los factores que lo llevaron al alcoholismo.
La obra de Williams The Parade or Approaching the End of Summer, escrita cuando tenía 29 años y sobre la que siguió trabajando a lo largo de su vida, es un retrato autobiográfico de un temprano romance en Provincetown. Esta obra ha comenzado a representarse solo recientemente, estrenada el 1 de octubre de 2006 en Provincetown, Massachusetts, por la compañía Shakespeare on the Cape como parte del Primer Festival Anual Tennessee Williams.
El 25 de febrero de 1983, Williams fue encontrado muerto en su suite del Hotel Elysée en Nueva York a los 71 años. El informe del médico forense indicó que murió atragantado con el tapón de un envase de gotas para los ojos que utilizaba con frecuencia, el cual debió intentar abrir con los dientes. Un informe forense modificado indicó que el uso de fármacos y alcohol pudo haber contribuido a su muerte por la supresión de su reflejo nauseoso. Se encontraron medicamentos recetados, incluyendo barbitúricos, en la habitación. La causa de la muerte informada fue "intolerancia al Seconal (secobarbital)".
Williams fue enterrado en el Cementerio Calvary de San Luis, Misuri, a pesar de su deseo de ser enterrado junto al mar, aproximadamente en el mismo lugar que el poeta Hart Crane, a quien consideraba una de sus influencias más significativas. Legó los derechos literarios de sus obras a Sewanee, La Universidad del Sur, en honor a su abuelo, Walter Dakin, un alumno de la universidad ubicada en Sewanee (Tennessee). Los fondos hoy sostienen un programa de escritura creativa.
En 1989 Williams fue incluido en el Paseo de la Fama de St. Louis.
En veinticuatro años, diecinueve obras de Tennessee Williams se representaron en Broadway. También se han representado en otros países. Así, en Francia fue Jean Cocteau quien adaptó Un tranvía llamado Deseo, y Françoise Sagan, Dulce pájaro de juventud.
Todo el teatro de Tennessee Williams, donde se ve la influencia de Faulkner y de D. H. Lawrence, está atravesado por los inadaptados, los marginados, los perdedores, los desamparados, por los cuales muestra todo su interés, como explica en sus Memorias. A través de todos sus personajes, en una mezcla de realismo y sueño, dentro del desastre o la fantasía, analiza la soledad, que fue la constante en su vida.
Sus trabajos se basan en la oposición entre el individuo y la sociedad, recurriendo a personajes casi arquetípicos: la aristócrata en decadencia, la joven débil y víctima del macho dominante, el joven sensible y con aspiraciones artísticas, el hombre emprendedor y agresivo. Este cuarteto, con sus sucesivas variantes, se insertan en una oposición más general entre los integrados que aceptan la hipocresía y los rebeldes, marginados que rechazan el compromiso.
El tema común de la «heroína loca», que aparece en muchas de sus obras, pudo haber sido influencia de su hermana. Los personajes de sus obras suelen verse como representaciones directas de los miembros de su familia. Así, se ve la figura de su hermana Rose en Laura Wingfield, de El zoo de cristal, y Blanche DuBois en Un tranvía llamado Deseo. El tema de la lobotomía también aparece en De repente, el último verano. Amanda Wingfield, en El zoo de cristal, puede representar fácilmente a la madre de Williams. Muchos de sus personajes se consideran autobiográficos, incluyendo a Tom Wingfield en El zoo de cristal, y Sebastian en De repente, el último verano.
Las piezas dramáticas de Tennessee Williams han sido adaptadas en varias ocasiones al cine. Las adaptaciones fueron dirigidas por los más grandes directores de su generación, desde Joseph L. Mankiewicz hasta John Huston. Dada la intensidad de las tramas y la riqueza potencial de sus atormentados personajes, la calidad de estas adaptaciones ha sido, en general, magnífica, y muy propicia para que actores de calidad expongan en ellas su talento interpretativo.
Así, Elia Kazan dirigió en 1951 la primera adaptación al cine de una obra de Williams, Un tranvía llamado Deseo, interpretada por Marlon Brando y Vivien Leigh, que se cuenta entre las mejores jamás rodadas sobre un texto del dramaturgo; Daniel Mann llevó al cine La rosa tatuada en 1955, con Anna Magnani, en un papel escrito expresamente para ella y que le dio varios premios de interpretación —Oscar incluido— y Burt Lancaster; sin embargo, con ella Magnani, al negarse a hacerla en los escenarios de Broadway, posibilitó la consagración de Maureen Stapleton.
Richard Brooks llevó a cabo con la adaptación de La gata sobre el tejado de zinc en 1958, con Elizabeth Taylor y Paul Newman como protagonistas, una de las películas de referencia obligada si hablamos de las obras del genial Tennessee en la pantalla; y el mismo Brooks dirigió en 1962 la adaptación de Dulce pájaro de juventud, repitiendo a Newman y con la excepcional Geraldine Page, recreando esos ambientes entre sórdidos y claustrofóbicos que caracterizan las obras del sureño, aunque más suavizada con respecto al original que adaptaciones anteriores debido a la censura en los Estados Unidos, que ese mismo año se cebaba con Lolita (Stanley Kubrick) o Confidencias de mujer (George Cukor).
Joseph L. Mankiewicz estrenó en 1959 De repente el último verano, con un reparto estelar, como sucede en muchas películas basadas en Williams: Elizabeth Taylor, Katharine Hepburn y Montgomery Clift. Se convirtió casi desde entonces en una de las mejores traslaciones —si no la mejor— de su obra a la gran pantalla.
En 1961, Vivien Leigh repitió con obra de Tennessee Williams en La primavera romana de la Sra. Stone, dirigida por José Quintero y acompañada por un juvenil Warren Beatty como el gigoló romano Paolo di Leo. Quizá no suficientemente valorada en su momento, pese a que gozó de gran popularidad, es una película a tener en cuenta. Cabe mencionar también la espléndida y oscura versión que dirigió John Huston en 1964 de La noche de la iguana, con Richard Burton, Ava Gardner, Deborah Kerr y Sue Lyon, cuya acción transcurre en México, y que en su día constituyó un fracaso en taquilla, pero hoy emerge como un auténtico clásico moderno. Otros títulos, no tan recordados pero que merecen una revisión, son: Verano y humo, de Peter Glenville (1961), con una de las grandes interpretaciones de Geraldine Page junto a la ya citada Dulce pájaro de juventud, y Propiedad condenada (1966), de Sydney Pollack, con Robert Redford y Natalie Wood.
A partir de los años 1970, las obras de Williams se llevaron más a la pequeña pantalla que al cine (El zoo de cristal, en 1970, con Katharine Hepburn; Un tranvía llamado Deseo en 1984, con Ann Margret; La gata sobre el tejado de zinc en 1985, con Jessica Lange; Dulce pájaro de juventud en 1989, con Elizabeth Taylor; etc.), pero aún encontramos una interesante aunque no definitiva adaptación de El zoo de cristal (1987) dirigida por Paul Newman, con Joanne Woodward, John Malkovich y Karen Allen, rodada para la gran pantalla.
Debutó con escaso éxito con Battle of Angels (Batalla de ángeles) (1940), luego reescrito como Orpheus Descending (La caída de Orfeo) (1957).
El éxito y la fama le llegan con El zoo de cristal (1945) y Un tranvía llamado Deseo (1947). En estos dos dramas se forma la definitiva estructura recurrente del teatro de Williams, ambientado en el sur de los Estados Unidos, en un mundo inmóvil, cerrado sobre su pasado aristocrático ya irrecuperable.
Después de los dramas que lo hicieron famoso, Williams escribió obras que fueron igualmente afortunadas y que a menudo se transfirieron a la pantalla:
En los años que siguieron a la muerte de Merlo se asiste a un lento declinar de la inspiración, testimoniada en el retorno a la forma breve del acto único y de las frecuentes recreaciones. También los dramas originales son sometidos a una serie de revisiones con las que intenta frenar los fracasos cada vez más frecuentes:
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