x
1

Terremotos de Copiapó de 1822




Los terremotos de noviembre de 1822 fueron dos sismos que afectaron gran parte de Chile:

Con respecto al último, afectó la zona comprendida entre las regiones de Atacama y del Maule; sin embargo, es probable que el movimiento telúrico haya sido percibido desde Antofagasta hasta Concepción. Este terremoto provocó marejadas que ocasionaron cierta destrucción en puertos, documentándose en Quintero y en Valparaíso. Se contabilizaron 170 réplicas, pero es posible que este mismo sismo haya sido réplica a su vez del terremoto que dos semanas antes había afectado la misma zona.

Puesto que el gobierno de Bernardo O'Higgins estaba en descrédito se aprovechó el evento sísmico para pregonar que el terremoto era un castigo divino por su agnosticismo y el apoyo de la masonería a su gobierno. Justamente el edificio de gobierno se derrumbará con el gobernante a su interior debiendo este ser socorrido. Ciertas monjas predicaron el fin del mundo provocando pánico.[2]​ Adicionalmente, la visión de un meteorito la noche del 20 intensificó la histeria. Además que al igual que en cualquier catástrofe los saqueadores actuaron sin poder ser reprimidos rápidamente por el gobierno. O´Higgins caerá ese mismo año del poder.

De acuerdo al libro Historia de Copiapó de Carlos María Sayago, la villa de Copiapó e hallaba recientemente restablecida del terremoto de 1819, este nuevo acontecimiento felizmente no ocasionó más que la alarma de la población y el derrumbe de algunas pesadas murallas.[3]​ De acuerdo a las notas del mismo autor no encontró mayores antecedentes de este siniestro.

Por su parte el historiador Joaquin Morales, en su libro Historia del Huasco, se refiere a la migración de familias en forma posterior al terremoto. Lo que obligó a muchas familias de Vallenar a retirarse al asiento de Santa Rosa, entre ellos las familias Garin, Godoi, Jose Varas, Ventura Órdenes, Tomás García y JavierCruz. Además, algunas familias más pudientes subieron al Huasco Alto tales como Pablo Paez, Nicolás Páez, Francisco Babsigalupi, Pedro Zalazar, Francisco Álvarez, Marcelino Godoi, Francisco Páez, José Osandon, Jerónimo Idiarte, Javier Toro, Rafael Páez e Hilario Mondaca.[4]

Otra migración se produjo desde Copiapó a Vallenar como Larraonas, García, Fredes, Martínez, Zavala, Gallo, Velis, Quevedo , Mancilla, Ustaris, Peña, Ahumada, Ocaranza. Y desde Coquimbo llegaron Aracena, Huerta, Herreros y Caldera.

El viajero sueco Carlos Eduardo Bladh, en su visita en Chile se encontraba en la ciudad de Santiago. De acuerdoa su descripción fue un día que sofocante que alcanzó lo 35 grados y siendo las 10:45 sintió un ligero ruido en su habitación mientras se aprestaba a acostarse, este ruido tuvo varios intervalos pequeños lo que lo hizo vestirse y salir de inmediato al vestíbulo y luego al patio de la vivienda donde se alojaba.[5]

De acuerdo aeste cronista todas las casasas se agrietaron, algunas viejas murallas de derrumbaron y no hubo pérdida de vidas. Sin embargo, los habitantes de Valparaíso no se atrevieron a volver a sus casas y acamparon en los patios durante 14 días, alguno en el sector de La Cañada por lo que se transformó en una especie de campamento, gracias al cual se dio una vida social debido a la aglomeración y como consecuencia hubo un gran número de matrimonios.

No obstante lo anterior, este viajero informa que en los pueblos de Casablanca, Aconcagua y Quillota todas las casas se derrumbaron y muchas personas perdieron la vida. En el puerto de Valparaíso murieron cerca de setenta personas y la miseria de los sobrevivientes fue indescriptible.

Informa que también se percibió la subida y bajada del mar por parte de los barcos que se encontraban en el puerto, con una diferencia de cinco brazas, según las mediciones de algunos capitanes.

La viajera inglesa Maria Graham se encontraba en Chile y escribió en sus memorias una destacada descripción del terremoto en 1830. Se encontraba en la localidad de Quintero en la hacienda de Lord Cochrane en una vieja casa a orillas de la laguna, junto a Mr Bennet y al pintor Carrillo. Describe esa noche de noviembre algo calurosa, con luna y tranquila. Describe un temblor a las 10:15 de la noche con un ruido que describe semejante a una explosión de pólvora. El cañón de la chimenea cayó y algunos muros se abrieron.[6]

María Graham hizo un detallada descripción de las réplicas, al día siguiente describe ligeros temblores cada cinco minutos, así como también los distintos temblores que se sucedieron hasta los primeros días de enero de 1823.

Recibe noticias de la destrucción en Valle Alegre donde días más tarde informa la presencia de arena y agua en las grietas que se formaron en la tierra, en Concón se derrumbó la iglesia y las casas de la hacienda quedaron casi destruidas, en Viña del Mar menciona el llano cubierto de conos de cuatro pies de altura que la noche del terremoto arrojaban agua y arena, al tratar de acercarse con el caballo lo describe que sus patas se hundían como arenas movedizas. En Valparaíso muchas casas en Ruinas y la destrucción de la Iglesia de la Merced, en Quillota la describe como un montón de ruinas, sorprendiendo a sus habitantes en medio de la celebración religiosa de la octava de San Martín en su plaza. Casablanca totalmente en ruinas. En Placilla, se cayó la iglesia y la casa parroquial. En Santiago señala que el palacio de La Moneda quedó seriamente dañado. Describe que en la bahía de Valparaíso el mar subió cuatro pies en forma simultánea al terremoto. En el Sector de la playa de Quintero describe grandes hendiduras entre la casa y la playa, además del levantamiento de alrededor de tres pies las rocas del mar que quedaron descubiertas y con muchos mariscos muertos que quedaron en seco, situación similar en Valle Alegre y Campiche. También describe fracturas nuevas en las rocas de granito.

Una vez publicado el libro de Graham, provocó un acalorado debate en la Sociedad Geológica de Londres, entre dos corrientes de pensamiento acerca de los terremotos y su papel en la conformación de las montañas. Además de la descripción del terremoto en su Journal of a Residence in Chile, ella también escribió sobre el fenómeno más detalladamente en una carta a Henry Warburton, uno de los fundadores de la Sociedad Geológica de Londres.

Una de sus observaciones se refería a la elevación de grandes áreas de tierra respecto del nivel del mar. En 1830 este testimonio fue incluido en el innovador trabajo del geólogo Charles Lyell, The Principles of Geology, como prueba en apoyo de su teoría de que las montañas habían sido formadas gradualmente por sucesivas erupciones y terremotos.

Cuatro años más tarde, el presidente de la Sociedad, George Bellas Greenough, decidió refutar las teorías de Lyell, pero en vez de atacar a Lyell directamente, ridiculizó públicamente las observaciones de María.

Sin embargo, María no era alguien que aceptara este tipo de burlas. Su marido y su hermano retaron a duelo a Greenough, pero ella los retuvo. Dijo, según su sobrino a John Callcott Horsley: «Ustedes dos, tranquilos. Soy bastante capaz de luchar mis propias batallas, y tengo la intención de hacerlo». Publicó una respuesta aplastante a Greenough, y poco después era refrendada nada menos que por Charles Darwin, quien había observado la misma elevación de terrenos en el terremoto de 1835, ocurrido cuando visitaba el puerto de Valdivia (Chile), en el HMS Beagle.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Terremotos de Copiapó de 1822 (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!