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Transición imperial japonesa de 2019



El día 30 de abril se celebró la transición imperial japonesa de 2019, donde el emperador Akihito de Japón, fue sucedido por su hijo el príncipe Naruhito, concluyendo la Era Heisei. La abdicación del emperador japonés supuso en un hecho inédito en la historia moderna del país. El día 1 de abril de 2019 se conoció el nombre de la nueva era imperial que sucedió a la Era Heisei, denominándose Era Reiwa.

Según la tradición imperial japonesa el nombre de la nueva era se revela posteriormente al fallecimiento del emperador actual. Algo muy difícil predecir. El 7 de enero de 1989, tras la muerte del monarca y padre de Akihito, Hirohito, en cuyo nombre su país luchó durante la Segunda Guerra Mundial, Japón pasó de la era Showa año 64 (1926-1989) a la era Heisei. Así fue como Akihito se convirtió en el emperador japonés número 125.

Esta vez es distinto, en 2016 Akihito manifestó su intención de retirarse del trono debido a su edad y comprometido estado salud. Como excepción se facilitó entonces una ley para admitir pasar el relevo en vida. La tradición imperial japonesa supone que, tras su muerte, Akihito debería ser llamado emperador Heisei, pero la Casa Real japonesa comunicó que hasta ese momento y después de la abdicación, él y su esposa, la emperatriz Michiko, serán llamados emperadores eméritos.

El último emperador en abdicar fue el emperador Kokaku en 1817 en la última parte del Período Edo. En general, el monarca de Japón no puede renunciar.

Desde que ascendió al Trono del Crisantemo, el de la monarquía hereditaria más antigua del mundo, el emperador Akihito, bautizado con el nombre ("gengo") de "heisei" (Creador de Paz), trató de curar las heridas de la Segunda Guerra Mundial en Asia. En 1991 visitó Tailandia, Malasia e Indonesia en su primer viaje oficial al extranjero. Es por ello que el pueblo japonés lamentó su renuncia.

La elección del nombre para una nueva era es uno de los rituales más venerados por el de Estado Nipón. Se trata de un proceso de selección que requiere meses. La primera etapa de este procedimiento la llevan a cabo expertos en literatura japonesa y china clásica, ellos son los encargados de escribir propuestas que luego se entregarán al secretario jefe del Gobierno, quien deberá disminuir esas opciones para poder presentarlas durante una renovada ronda de discusiones. Luego a este diálogo se sumarán, dos representantes de las dos cámaras legislativas japonesas y los miembros del gabinete. La última decisión se tomará en una reunión en la que participarán los académicos y los principales cargos políticos del país, con una duración estimada de más de dos horas.

Se ha rumoreado cual podría ser el próximo nombre y las especulaciones sobre este mantienen alerta a todos los interesados. Mantener en secreto la denominación de la nueva era es de total importancia, es por eso que el gobierno ha debido reforzar las medidas de seguridad para evitar una posible filtración.

Para que perdure oculto, el anuncio sólo se le comunicará al sucesor, Naruhito, y al propio Akihito, momentos antes de que se difunda de forma pública y los participantes de esta reunión no tendrán permiso de abandonar la sala hasta que la noticia se oficialice. Es probable que los convocados tengan que entregar sus teléfonos móviles y relojes inteligentes antes de acceder al encuentro. En otra ocasión tuvieron que aceptar incluso ir acompañados al retrete. Asahi Shimbun aseguró que Tokio está contemplando incluso bloquear las emisiones de radio durante ese periodo de tiempo.

A diferencia del calendario gregoriano u occidental, el japonés reconoce la coronación de un nuevo emperador como un hecho destacable y cada vez que esto sucede comienza una nueva era. Esto conlleva una evidente transformación de la perspectiva actual en Japón, ya que con esta modificación aparece un nuevo calendario el cual exigirá una reforma de todo el papeleo oficial, los documentos utilizados en las transacciones comerciales y los programas informáticos, desatando un gran malestar en los mercados financieros. Ante esta situación Tokio ha informado que se establecerá un largo periodo festivo entre el 27 de abril y el 7 de mayo para apaciguar los efectos de esta transición. Aunque este cambio de etapa ya ha propiciado un cierto desorden en sectores como el de los impresores de calendarios, los cuales deben recoger el año occidental y la fecha nipona. Algunas administraciones locales como la de Tokio y Osaka, han optado por recurrir en exclusiva al almanaque gregoriano para diversos trámites administrativos y así evitar que sus ordenadores bloqueen su tramitación.

Otro gran problema que surge es la necesidad de actualizar los millones de dispositivos con sistemas operativos creados en Japón, en general, aparatos con software, como móviles, ordenadores, electrodomésticos, para evitar, por ejemplo, que programas que usen calendarios japoneses no se equivoquen de era. Akihito se ha mantenido en el trono prácticamente desde que se originó la era de la información, es por eso que gran parte de sus sistemas nunca han tenido que enfrentarse a un cambio de era.

Este hecho afecta directamente a los fabricantes y usuarios de tecnologías de la información en Japón, es una situación que recuerda al “efecto 2000”, o Y2K, que con la llegada del nuevo siglo provocó que millones de sistemas informáticos en todo el mundo debieran actualizar sus sistemas para que sus relojes internos identificasen los años expresados en números de cuatro cifras, y no dos.

Gran parte de los jóvenes japoneses piensan fervientemente que el comienzo de una nueva era en Japón esta marcado por la música, y es que una de las creencias populares más reconocida en el estado asiático dice que las canciones populares cambian con los tiempos y los tiempos cambian con las canciones populares. Por eso, las nuevas generaciones han comprendido que el principio del fin de la era Heisei no se dio aquel el 8 de agosto del año 2016, cuando Akihito hizo público su anhelo de desistir del trono sino que fue seis días más tarde, cuando SMAP, la que posiblemente fue la banda local más celebre de este periodo anunció su separación. El quinteto dio sus primeros pasos en 1991, cuando recién comenzaba el periodo Heisei. Sobre esta situación The Japan Times declaró que "el final de SMAP marca el final de una era". La del emperador Akihito.

2010 El emperador Akihito informa a su consejo asesor que le gustaría retirarse y ayudarlo a organizarlo.

2016

2017

2018

2019

2020



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