La Virgen de Valvanera es una advocación mariana de la sierra de la Demanda, La Rioja (España), de la cual es patrona y es una de las siete patronas de las comunidades autónomas de España. La imagen actual es una talla considerada de un románico primitivo, de finales del siglo XI d. C. o comienzos del siglo XII d. C.).
La aparición de la imagen está relatada en la Historia Latina, escrita en 1419 por Rodrigo de Castroviejo (Abad de Valvanera), como traducción de un texto en latín del siglo XII d. C. escrito probablemente por Gonzalo de Berceo. Cuenta que el ladrón Nuño Oñez, oyendo el rezo de la que iba a ser su víctima, se arrepintió de sus crímenes, encomendándose a la Virgen María para que le ayude a cambiar su vida. Un día durante sus oraciones se le apareció un ángel, indicándole que fuera a Valvanera en busca de un roble que sobresaliese de los demás, de cuyo pie brotaba una fuente y que contenía varios enjambres de abejas, donde encontraría una imagen de la Virgen María. Acudió a dicho lugar con el clérigo Domingo encontrando la imagen. En ese lugar comenzarían a edificar un lugar de culto a la Virgen, en el último tercio del siglo IX d. C..
Con este hallazgo se daría origen al Monasterio de Valvanera, donde actualmente se venera a esta imagen, custodiada por monjes benedictinos.
La coronación canónica de la imagen tuvo lugar en el Espolón de Logroño el 15 de octubre de 1954.
Te pedimos, Señor, que la maternal intercesión de la Madre de tu Hijo libre de los males del mundo y conduzca a los gozos de tu reino a los fieles que se alegran al saberse protegidos por el patrocinio de la siempre Virgen María de Valvanera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
Jubilosos de poder celebrar la festividad de la madre de tu Hijo te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza y te suplicamos que por estos sagrados misterios se acreciente en nosotros los frutos de la redención eterna. Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Al recibir estos sacramentos, Señor, imploramos de tu misericordia, que cuantos gozamos en la fiesta de María, siempre Virgen, nos entreguemos como ella al servicio de tu plan de salvación sobre los hombres. Por Jesucristo, Nuestro Señor.
Con un beso en los labios, viene la Rioja entera a jurar De rodillas que su reina eres tú. Tuyas son nuestras almas y nuestros corazones Y por eso anhelamos rendirte los pendones Y besar cual vasallos tu manto de tisú.
Gloria a la Virgen pura, Reina de Valvanera. Gloria, la tierra entera repita sin cesar. Repitan las Montañas los cánticos de gozo En célico alborozo júbilo sin par.
Tú eres nuestra esperanza, Tú eres nuestra dulzura Para ti en la montaña, para ti en la llanura florece en los riojanos la rosa del amor. ¡Honor de nuestro pueblo, gloria de nuestra tierra, Amor de nuestros padres que en día allí en la sierra Te vieron en el Roble vestida de esplendor!
Gloria ...
Trajiste a nuestros valles un resplandor de aurora Y desde entonces fuiste nuestra Reina y Señora sobre ese trono augusto que te erigió la fe. Nuestra bendita tierra fue para ti un sagrario Y el corazón riojano fue sólo un relicario, Y tu eres la reliquia que se venera en él.
Gloria ...
Y tuyos siempre fuimos. Nuestra plecara historia Fue solamente un verso del himno de tu gloria, De nuestros heroísmos, tú fuiste inspiración. A la gloria de España trazaste derroteros, De tus divinos ojos, como de dos luceros, La ruta iluminada pudo encontrar Colón.
Gloria ...
Con tu nombre en los labios murieron nuestros padres Y al calor venturoso de nuestras santas madres, Tu amor en nuestros pechos brotó como una flor. Guardalo allí, juramos, dulce madre y Señora, Y, cuando de la muerte, por fin, suerte la hora, Muriendo te diremos: ¡Amor, Amor, Amor!
Don Nemesio había encargado al vendedor de imágenes una de bulto. Seis meses después volvió Don Francisco trayendo la imagen quiteña de Valvanera que en aquel tiempo costó la suma de ochenta pesos fuertes. Ambas imágenes se siguieron venerando en El Cedro. En 1898 resolvió Don Nemesio trasladarse a Pitalito, a la vereda de Solarte (Finca el Trapiche). Allí trajo sus dos imágenes y les construyó un pequeño oratorio.
El Padre Florencio, Sacerdote Trinitario, convenció a don Nemesio para que trasladara a la ciudad la devota imagen de Ntra. Sra. de Valvanera y es así como al morir, en 1902, dejó a su querida virgencita en la Capilla adyacente al Colegio de la Presentación. Monseñor Esteban Rojas Tovar, por Decreto Diocesano, funda en Tobo (Timaná), la Parroquia bajo el título y protección de Ntra. Sra. de Valvanera, el 29 de noviembre de 1910. Más tarde Mons. Gerardo Martínez Madrigal, en el año 1943, cerró la Parroquia. Mons. Ramón Mantilla Duarte vuelve nuevamente a abrir la Parroquia en 1978.
Viendo que el antiguo templo era insuficiente el Padre Víctor Daniel Rojas empezó el nuevo templo.
En este nuevo templo funciona la Parroquia con su casa cural. El antiguo templo se ha constituido en santuario Mariano, donde está una imagen española bellamente elaborada en cemento y madera. Esta imagen, dado el peso y la delicadeza con la que ha de tratarse, motivó la reconstrucción del santuario que estaba destinado a la demolición, y es así como en 2007, Monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez realiza la bendición de la obra del santuario donde muchos laboyanos han sido testigos de milagros alcanzados por Ntra. Sra de Valvanera.La capilla se encuentra localizada en la carrera 3 con calle 3 esquina, adosada al Colegio de La Presentación.
Originalmente constaba de una nave y dos capillas laterales. La planta rectangular actual, consta de una nave con proporciones 1:5; con una capilla lateral al costado izquierdo del presbiterio y un espacio para ornamentos. Cubierta a dos aguas conformada por una estructura de madera con cerchas tipo rey que soportan una cama de esterilla de guadua y torta de barro que reciben a su vez las tejas de barro. En la parte del acceso donde hubo una torre, la cubierta es a dos aguas en teja de asbesto cemento.
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