Comentario:
Miguel Castillo Didier:
Rosita Renard fue una pianista realmente excepcional, sólo comparable con Teresa Carreño y Clara Schumann. Su carrera, que debía de ser maravillosa, fue frustrada, primero por la increible ceguera de su madre, que la hizo incumplir los contratos que había firmado en Estados Unidos, luego de sus triunfales presentaciones en el Aelian Hall y el Carnegie Hall, en los años 1920-22. En segundo lugar, en plena madurez como artista, al volver a triunfar en el Carnegie Hall en enero de 1949, terminó su vida los 55 años, en mayo del mismo año, por una fatal encefalitis. Pocos saben o pocos insisten en que a ella debe su carrera nuestro Claudio Arrau, quien estaba desanimado y dispuestoa renunciar a su beca y regresar a Chile, cuando Rosita Renard, alumna destacadísima del gran maestro Krause, insistió en presentar al niño Arrau a ese profesor. Este fue el único maestro de Arrau y gracias a él, el joven se encaminó a su brillante carrera. De tro modo, habría vuelto frustrado a Chile y no habría sido el genial intérprete del paino que fue.
2025-05-03 08:44:00
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