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Álvaro Retana



¿Qué día cumple años Álvaro Retana?

Álvaro Retana cumple los años el 26 de agosto.


¿Qué día nació Álvaro Retana?

Álvaro Retana nació el día 26 de agosto de 1890.


¿Cuántos años tiene Álvaro Retana?

La edad actual es 134 años. Álvaro Retana cumplió 134 años el 26 de agosto de este año.


¿De qué signo es Álvaro Retana?

Álvaro Retana es del signo de Virgo.


¿Dónde nació Álvaro Retana?

Álvaro Retana nació en Batangas.


Álvaro Retana Ramírez de Arellano (Batangas, Filipinas, 26 de agosto de 1890 - Torrejón de Ardoz, Madrid, 1970) fue un escritor, periodista, dibujante, modisto, músico, libertino y letrista de cuplés español.

Retana, que relataba a menudo que había nacido en altamar frente a las costas de Ceilán cuando sus padres viajaban durante su luna de miel a Filipinas para provocar a los biempensantes,[1]​ era de familia noble e hijo del político y escritor Wenceslao Retana, que fue gobernador de Huesca y de Teruel. Ocultamente homosexual y libertino, niño bien madrileño y precoz autor de letras de cuplés célebres, se autoproclamaba "el novelista más guapo del mundo" y se hacía retratar en quimono bordado de rosas, con las cejas depiladas y los ojos y labios pintados.[2]​ Escribió novelas que se hicieron populares, siguiendo el gusto sicalíptico de la época, sobre la sociedad galante y frívola del Madrid más decadente.

Sus primeras crónicas, llenas de humor, aparecieron en 1911 en Heraldo de Madrid firmadas con el seudónimo de Claudina Regnier.[3]​ Su primera obra extensa fue la colección de cuentos Rosas de juventud (1913), dentro de la estética del Decadentismo y con una muy brillante prosa. Colaboró luego en El Diario de Huesca con el seudónimo "César de Maroto", en La Mañana, El Liberal, La Tribuna, Revista de Varietés, La Esfera, Nuevo Mundo, La Novela Corta, Mundo Gráfico, Estampa, La Novela de Hoy, Informaciones y Blanco y Negro (1928-1936). También en la revista Élite de Caracas (1951). Usó además los seudónimos Carlos Fortuny y El Petronio español del siglo XX.

Destacó como novelista, letrista y periodista, aunque también era músico (introdujo la música de jazz en Madrid), dibujante y modisto (en los años veinte, treinta y cuarenta creó vestuario y figurines para cabaret y music-hall, géneros que en España se denominaban “revista”, de forma que sus imaginativos diseños para bailarinas y vedettes representan una de las cimas del arte aplicado al género ligero). Fue también un erudito de los géneros populares: compuso una Historia del arte frívolo y una Historia de la canción española,[3]​ además de unas sesenta novelas cortas y otras más extensas. Y colaboró en revistas cómicas como La Vida y Flirt.

Fue el mejor escritor de novelas eróticas de su época, escritas casi todas entre 1917 y 1922 en las colecciones La Novela Corta y La Novela de Hoy. Desenfadado y frívolo, estaba muy lejos de la seriedad de su gran competidor Antonio de Hoyos y Vinent. En sus novelas, caracterizadas por una gran ironía, aparece la bisexualidad. El también novelista Joaquín Belda dijo de él: «No embarcó en sus naves de autor a ningún pasajero que no estuviese adornado por lo menos con un pecado, mortal de necesidad».[3]

Es también el autor de las letras de conocidas tonadillas, couplets, como el Ven y ven que cantaron Aurora Jufret y "La Goya",[3]​ o Blanquita, el fado que le escribiera a Blanquita Suárez[4]​ y el popularísimo Las tardes del Ritz.[5][6]​ A Retana se debe el despegue de este género desde 1911, año en el que se inauguró el Trianón Palace. Asiduo de la revista, era fácil encontrarlo en los clubes de jazz, música que había llegado a ser asociada en la imaginación pública con la experimentación sexual. Fue amigo íntimo de Tórtola Valencia, La Goya, Ofelia de Aragón, Lina Valery, Nena Rubens o Tina de Jarque, afirmando haber sido amante de alguna de ellas. De hecho, testó a favor de un hijo ilegítimo que tuvo con la artista Luisa de Lerma.[7]​ Dio asilo en Madrid a cantantes de jazz norteamericano, que le describían como una especie de Noel Coward muy popular.

Durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera, y a raíz de la publicación en las colecciones de Artemio Precioso de novelitas galantes, y entre ellas una pieza de Valle-Inclán en la que quiso verse retratado, el dictador lo procesó y asimismo a Ramón María del Valle-Inclán y a toda su corte, la plana mayor del decadentismo español, Joaquín Belda, Antonio de Hoyos y Vinent y Álvaro Retana, que tuvieron que irse a París. Antes, Retana había sido encarcelado así mismo por delito de imprenta.

Durante la Guerra Civil Española acudía a las manifestaciones obreras vestido con un mono de seda. Tras el conflicto español, debido a su fama de rojo y mariquita, fue denunciado y apresado en casa de Ángel Pedrero y condenado a muerte por poseer objetos de culto litúrgico utilizados sacrílegamente. Solicitó, y consiguió, la intervención del papa Pío XII en su favor y le conmutaron la pena de muerte por la de treinta años de prisión, de los que cumplió nueve, en la prisión de Porlier, en Madrid, saliendo en libertad en 1948, aunque sin su plaza de funcionario en el Tribunal de Cuentas.

Falleció en Torrejón de Ardoz el 10 de febrero de 1970, de muerte natural, en su casa, calle Luis Fernández núm 20. Tenía setenta y nueve años y dejó un hijo llamado Alfonso Retana Tejeiro.

Su biografía ha sido reconstruida por Luis Antonio de Villena en El ángel de la frivolidad y su máscara oscura (Vida, literatura y tiempo de Álvaro Retana), 1999,[2]​ pero el propio Álvaro Retana jugó a la autobiografía en Mi alma desnuda (1923). Otros autores que han escrito sobre el autor son Pilar Pérez Sanz y Carmen Bru Ripoll en un estudio biográfico en la Revista de sexología (1989) y Javier Barreiro en Cruces de bohemia (2001).[8]​ Villena ha prologado la reedición (Editorial Odisea) de dos novelas cortas de Retana, entre ellas Las locas de postín —edición original de 1919—, una de las más atrevidas.

Retana es un auténtico maestro de la literatura ambigua, y sus irónicas novelas, crónicas de la sociedad más plumera de principios del XX. Describió la fauna más decadente y superficial de principios del siglo XX, y sus novelas resultan más atrevidas que muchas de las actuales. Es uno de los referentes de la literatura homosexual en España.

Entre sus más de cien novelas cortas destacan Carne de tablado (1918) y El crepúsculo de las diosas (1919) por recrear el ambiente de género ínfimo en Madrid y Barcelona; El octavo pecado capital (1920) y Raquel, ingenua y libertina (1923) como superación de la novela erótica de origen francés; en La ola verde (1931) realiza un ensayo sobre la generación de escritores de novela erótica de entreguerras; La bella y la mandrágora (1953) es una genuina sátira política sobre el totalitarismo; en Las «locas» de postín (1919), Rafaelito Hinojosa de Cebreros, vicioso hijo de marqueses, se siente fascinado por un misterioso argentino con quien sus amigos le han organizado una cita solo para sacarle el dinero. Por sus páginas irán desfilando personajes de todo tipo, desde locas aristocráticas como Juanito Sí-sí, llamado de ese modo por no haber dicho nunca que no a una proposición indecente, hasta conocidos artistas de circo, aristócratas frívolos y escritores de mala fama. Es una historia de fiestas decadentes, de señoritos galantes, cocottes mantenidas, cupletistas de malas costumbres, y affaires en mansiones de alto copete. A Sodoma en tren botijo (1933), narra las aventuras madrileñas de Nemesio Fuentepino, un muchacho tan hermoso que es el orgullo de Almería. Convencido por un amigo, viaja a la capital, donde conocerá el mundo depravado de las fiestas del perverso marqués de Pijo Infante, de las que son asiduos los aristócratas aficionados a travestirse, las cocottes y los más desenfadados maricas ilustres de la ciudad. Otras novelas en que trata el tema de la homosexualidad son Los ambiguos (1922) y Mi novia y mi novio (1923), por mencionar solo unas pocas. Historia del arte frívolo (1964) es una auténtica enciclopedia visual y comentada de todos los artistas de variedades desde 1900 hasta 1964. Según Vicenç Vernet Pons,

Devoto de la canción española y el cuplé, escribió la letra de numerosas canciones, entre ellas algunas tan conocidas como los cuplés madrileños Rufina la peinadora (1915) y ¡Sarasa! (1959), este último en colaboración con José Juan Cadenas, el pasodoble Batallón de modistillas (1959), el tango argentino Las delicias del tango (1914) y el fado En Portugal está mi amor (1960), por citar solo unas pocas. Dedicó dos libros a uno de sus grandes mitos, la Chelito: Chelito, su vida, su arte y sus canciones (1930) y La reina del cuplé: el Madrid de la Chelito (1963). A ellos habría que añadir textos como Estrella del cuplé (su vida y sus canciones) (1963) e Historia de la canción española (1967).

Fue célebre su zarzuela cómica en un acto Travesuras de amor, escrita en colaboración con Mariano Muzas y con música de Teodoro San José; con Luis Olivé creó la comedia en cuatro actos El maniquí (1919).



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