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Ética hacker



¿Dónde nació Ética hacker?

Ética hacker nació en MIT.


La ética hacker es un conjunto de principios morales y filosóficos surgidos, y aplicados a las comunidades virtuales de hackers, aunque no son exclusivas de este ámbito, ya que muchos de sus valores pueden aplicarse fuera del ámbito de la informática y al acto de hackear.[1]​ La expresión se suele atribuir al periodista Steven Levy en su ensayo seminal Hackers: Heroes of the Computer Revolution, publicado en 1984, donde describe y enuncia con detalle los principios morales que surgieron a finales de los años cincuenta en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y, en general, en la cultura de los aficionados a la informática de los años sesenta y setenta. Los principios clave pueden resumirse en el acceso libre a la información y en que la informática puede mejorar la calidad de vida de las personas.[2]

Algunos de sus autores actuales han sido el finlandés Pekka Himanen y el norteamericano Eric S. Raymond. Otros hackers reconocidos y que han ayudado a crear parte de esta ética son Linus Torvalds y Richard M. Stallman.

El inicio de la Cultura Hacker tal cual la conocemos puede remontarse con seguridad a 1961 cuando el MIT consigue la primera PDP-1.[3]​ En este período el MIT crea todo un argot, programas y herramientas respecto a las computadoras PDP que se mantuvieron hasta bien entrada la década de los 90, gran parte de ello propulsado por un grupo de estudiantes denominado Tech Model Railroad Club. Es cuando, en 1969, se lanza ARPANET y se conectan entre sí diversas universidades y centros de Norteamérica (los más importantes para la cultura hacker de esta época serían el Laboratorio de Inteligencia Artificial de Stanford (SAIL) y la Universidad de Carnegie Mellon). Es aquí donde el MIT reviste su importancia histórica al crear su propio sistema operativo para las computadoras PDP, conocido como ITS (Incompatible Timesharing System) y escrito en un lenguaje que posteriormente se conocería como código LISP, un lenguaje mucho más flexible y potente que los que había en esa época, y que es usado incluso en la actualidad, el ejemplo más clásico es el editor de texto Emacs.

En este período el SAIL y otros centros de inteligencia artificial también desarrollaron hardware y software que posteriormente dio origen a computadores personales e interfaces de usuarios de ventana e iconos como conocemos. Además, una mención clara en la cultura hacker es el PARC y cómo innovaron en el género pero carecieron de reconocimiento, produciendo antes hardware y software de impresoras láser, interfaz de ventana y ratón, entre otros.[4]

Al mismo tiempo que tenía lugar todo el boom tecnológico en torno a las computadoras PDP en el MIT y otras universidades en torno a ARPANET, en Nueva Jersey Ken Thompson junto a Dennis Ritchie creaba el sistema operativo UNIX a la base de un proyecto de Laboratorios Bell sobre el sistema operativo Multics. La idea de Multics era generar un sistema operativo con varias innovaciones, pero debido al bajo rendimiento de las primeras versiones se desvinculó del proyecto. Es Thompson quien decide seguir trabajando en el proyecto de Multics y empezó a programar un nuevo sistema en una vieja PDP-7 rescatando los programas y características que encontrará relevantes. En esta época Dennis Ritchie crea un nuevo lenguaje llamado C y le propone a Thompson que se arme de nuevo bajo este nuevo lenguaje. El prototipo de este sistema operativo tuvo el nombre de UNICS, que se consideraba un sistema operativo Multics castrado por muchos programadores de la época (pues, en inglés, Eunuchs es un homófono de UNICS), por lo cual se rebautizó al sistema como UNIX.

Lo relevante de la creación de UNIX es el hecho de que tanto Thompson como Ritchie se dieron cuenta de que se podía escribir un sistema operativo completamente en C, gracias a los avances de software y hardware que había en ese tiempo, a diferencia de lo común que era escribir los sistemas usando el lenguaje ensamblador. De hecho, para 1978, ya habían logrado portar UNIX a muchas computadoras de la época, y para 1980 ya varios centros y universidades se habían cambiado a UNIX. Además, gracias a que UNIX también portaba su propia red (la UUCP), permitía un sistema de comunicación entre máquinas barato, que posteriormente se transformaría en USENET, una nación de redes de UNIX que al pasar los años superó la red de usuarios de ARPANET.

Para 1980, se habían agrupado los usuarios de LISP y ARPANET y los usuarios de C y USENET en dos bandos distintos, juntos a ellos también se enfrentaban un pequeño grupo de hackers que avanzaban en el campo de los computadores portátiles basado en el lenguaje BASICS (en 1977 se funda APPLE y muchos entusiastas de los microordenadores aparecen). Cada uno estaba conectado entre sí, pero en el fondo funcionaban con tecnologías muy distintas. Pronto el grupo del MIT fue quedando atrás porque la tecnología de las máquinas PDP fue quedando obsoleta, y fue el mismo período en que Steven Levy escribe Hackers. En el proceso de este libro es que aparece Richard M. Stallman, quien crea la Fundación de software libre y se dedicó profundamente a la creación de software libre.

En el periodo de los 80 Unix pasa a las manos de AT&T, y el Unix de Bekerley y el correspondiente al de AT&T empiezan a configurarse como los dos polos en que los hackers se empezaban a agrupar. De vez en cuando todavía aparecían rencillas entre los usuarios de ITS y los de Unix, pero en 1990 la última ITS se apagó y muchos de los usuarios de este sistema fueron configurandose en estos nuevos polos de Unix y en el grupo de los ordenadores personales.

Para la época de los 90, muchos hackers pudieron permitirse un computador personal, que gracias al chip 386 de Intel se podían permitir la misma potencia y capacidad que los servidores de los ordenadores de una década atrás. el problema fue que los sistemas Unix todavía eran demasiado caros para uso personal, y todos los intentos por comercializarlo no fueron muy productivos, incluso la Fundación de software libre no lo estaba haciendo bien en el diseño del HURD, un kernel gratuito de Unix, gran parte de esto debido a que hasta ese momento las únicas formas de desarrollo de software eran bajo el Modelo Catedral.

Es bajo este contexto que Linus Torvalds empieza en 1991 el desarrollo de un kernel de la línea del HURD de la Fundación de software libre, liberando el prototipo de Linux a la comunidad hacker, el primer sistema Unix de código totalmente abierto y redistribuible. Gracias a que Linux se producía y reprogramaba constantemente por una cantidad inmunerable de hackers cada semana es que el proyecto fue avanzando con una velocidad abrumadora. Para 1993, Linux era un sistema operativo consistente y fiable para la totalidad de hackers en Norteamérica, eventualmente por el favorito para ellos hasta la actualidad. Es este hito de Linux uno de los mayores ejemplos de la ética hacker, y quizás su mayor logro.

Gran parte del éxito de Linux puede verse mejor en el artículo La Catedral y el Bazar de Eric S. Raymond.

La ética hacker es una ética de tipo axiológico, es decir, una ética basada en una determinada serie de valores. Himanen rescata algunos fundamentales, a saber: pasión, libertad, conciencia social, verdad, anti-corrupción, lucha contra la alienación del hombre, igualdad social, libre acceso a la información, valor social, accesibilidad, actividad, preocupación responsable, curiosidad, creatividad, interés y aspectos prácticos.

Así mismo, la práctica de la ética hacker quienes la promueven piensan en una sociedad realmente democrática; pensando en que las instituciones, las empresas y el Estado funcionan o deberían funcionar en el logro del bien común. También, las personas que poseen ese pensamiento y pretenden defender ese bien, dan el ejemplo y forman a sus compañeros colegas, empleados, trabajadores y demás profesionales de otras áreas del conocimiento para lograrlo.

Por tanto, el sistema de valores que la ética hacker fomenta no puede producirse en un plano puramente individual o sectario, no tendría sentido si no se la practica en la convivencia social. Por eso se dice que la ética hacker en vez de la tradicional democracia representativa donde por lo general no se llevan a cabo muchos de los proyectos sociales, promulga por una democracia participativa, donde la gente se sienta útil actuando en la práctica.

Una cuestión desventajosa para quien quiera fomentar la ética hacker, es que inmediatamente se le tilda de "moralista" o "nerd". Esto es un mote que se sobrelleva a duras penas. Para muchas personas, hablar del bien común, la conciencia e igualdad social, el libre acceso a la información, entre otros valores de interés y aspectos prácticos de la ética hacker significa convertirse en un ser pacato, lleno de prejuicios o complejos y muchas veces considerado o bien un tonto o un fanático fastidioso. Según cierta noción esnobista o vanguardista, hablar de la ética hacker es ser revolucionario o "comunista". Y es precisamente esta enorme equivocación la que ha llevado a algunos activistas como Stallman junto a la Fundación del software libre aclarar y defender la vocación de los hackers.

Himanen, en su obra La ética del hacker y el espíritu de la era de la información (que contiene un prólogo de Linus Torvalds y un epílogo de Manuel Castells), comienza por rescatar una de las acepciones originales del término 'hacker'. Según Himanen, un hacker no es un delincuente, vándalo o pirata informático con altos conocimientos técnicos (a los que prefiere llamar crackers), término que se confundió gracias a la prensa de la década de los ochenta, período de los primeros ataques informáticos, sino que hacker es todo aquel que trabaja con gran pasión y entusiasmo por lo que hace. De ahí que el término 'hacker' pueda y deba extrapolarse a otros ámbitos como ser, por ejemplo, el científico. Así Himanen escribe:

Frente a la moral presentada por Weber, la ética del trabajo para el hacker se funda en el valor de la creatividad, y consiste en combinar la pasión con la libertad. El dinero deja de ser un valor en sí mismo y el beneficio se cifra en metas como el valor social y el libre acceso, la transparencia y la franqueza.[5]

Steven Levy resume en Hackers los postulados o principios de la ética hacker, que se resumen en: Compartir; Transparencia; Descentralización; El libre acceso a los ordenadores; Mejoramiento del mundo. Además de estos esbozos, Levy también describió la ética y las creencias de hackers más específicas en el capítulo 2, La ética del hacker:[2]

Un artículo de Eric S. Raymond ("¿Cómo puedo convertirme en hacker?") describe los valores principales que se destacan en esta ética, escribiendo que los hackers resuelven problemas y construyen cosas, y creen en la libertad y la ayuda voluntaria mutua. Para ser aceptado como hacker, deberás comportarte como si tuvieras esta actitud en tu interior. Y para comportarte como si tuvieras esta actitud, deberás creerte de verdad dicha actitud.[6]​ Para esto define algunos puntos transversales a cualquier tipo de hacker, entre estos cuenta que:

La ética hacker es una ética de tipo axiológico, es decir, una ética basada en una determinada serie de valores. Himanen rescata algunos fundamentales, a saber:

Se puede diferenciar sobre la base de estos valores entre los Sombrero Blanco, Sombrero Negro y Sombrero Gris. Los Sombrero Blanco son Hackers que ocupan sus capacidades para encontrar fallas en sistemas para probar sus capacidades, suelen avisar luego de entrar al sistema al propietario de la misma para informarle de la falla, y que pueda arreglarse, también pueden hacerlo por razones contractuales, muchos sombreros blancos son contratados por compañías que realizan software de seguridad, o para ver si existen fallas en los sistemas de las mismas. Los Sombrero Negro, conocidos comúnmente como Crackers, son piratas informáticos que ocupan sus capacidades para acciones ilegales. Finalmente, los Sombrero Gris son aquellos que oscilan entre actividades legales e ilegales.




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