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6, 7, 8 (programa de televisión)



6, 7, 8, también conocido como 6-7-8 (leído seis, siete, ocho), fue un programa de televisión argentino que fue emitido por la TV Pública desde el 9 de marzo de 2009. El 23 de diciembre de 2015, el programa cesó sus transmisiones en el canal estatal.[1]​ Inicialmente su título era Seis en el Siete, a las 8:00.[2]

Fue un programa periodístico y político.[3][4]​ La productora dueña del programa era privada y pertenecía al empresario Cristóbal López, productora que tenía su propio canal privado, pero el programa, hasta diciembre de 2015, se transmitió por la televisión estatal y pública.[5]

Se centraba en la crítica al tratamiento de la información política y social por parte de los medios masivos de comunicación y al desarrollo de los distintos sectores políticos en el país. Esta visión opuesta a los históricos formadores de la opinión pública argentina fue reprobada por otros periodistas.[6]

6, 7, 8 tenía una posición cerrada caracterizada por la baja frecuencia con la que se invitaban a periodistas y especialistas opositores al oficialismo.[7][8][9][10][11]

El programa fue considerado por otros medios como un medio de propaganda del Gobierno.[12]​ Según el diario Perfil, era el programa más oficialista de la televisión argentina.[13][14]​ Era cuestionado por su defensa del Gobierno y formar parte de un canal público perteneciente al Estado cuando era producido por una productora privada que tenía su propio canal.[5]​ Según Hernán Lombardi el programa no respetaba el pluralismo político.[15]​ En ocasiones, el Gobierno kirchnerista ejercía el derecho a réplica en temas cuya difusión entendía que no había sido la correcta o que había sido tergiversada por medios informativos privados.[16]​ A su vez era acusado de no permitir el derecho a réplica.[17][5]​ En ocasiones, los panelistas de 6, 7, 8 estuvieron en desacuerdo tanto con informes realizados por la producción del programa como con el propio Gobierno.[18][19][20]

El nombre 6, 7, 8 se debía a que inicialmente había cinco personas en el panel, y haciendo referencia a que «el sexto [por el público] sos vos», en Canal Siete y a las 20:00 (las «8» de la noche), por lo tanto abreviándose 6, 7, 8. A fines de 2009 el programa fue cambiado al horario de las 21:00, sumando además otra emisión los domingos alrededor de la medianoche y agregando más panelistas invitados, con lo que pasaron a ser más de seis integrantes.[21]

La canción que identificaba al programa se titula Margarita, y pertenece al primer álbum de la banda estadounidense Traveling Wilburys (Bob Dylan, George Harrison y otros)[22]​ y la canción de apertura es Tenete fe de Gustavo Cordera.

Inicialmente era conducido por María Julia Oliván, con un panel conformado por Orlando Barone, Carla Czudnowsky, Luciano Galende, Eduardo Cabito Massa Alcántara y Sandra Russo, más un analista invitado que, en cada programa, exponía su opinión acerca de los diferentes temas abordados.[23]

En enero de 2010, María Julia Oliván anunció en una entrevista que el 28 de enero de ese año sería su última participación en el programa.[24]

El 24 de enero de 2010, Oliván fue la conductora del programa en el que participó como invitado el expresidente de la Nación, Néstor Kirchner. Según contó la periodista tiempo después, para cuando se realizaría la entrevista, María Julia Oliván ya había renunciado al envío, y la producción le pidió que regresara a su puesto para la nota. El pedido fue del propio Néstor Kirchner.[25]

A partir de entonces su lugar fue ocupado por el panelista Luciano Galende. Para remplazarlo se incorporó a Carlos Barragán como panelista estable del programa. Posteriormente, en febrero del mismo año, se produjo el retorno al ciclo de la periodista Sandra Russo, quien se había alejado de él en diciembre del año anterior, aunque sin discontinuar del todo su participación en el programa, puesto que estuvo presente como invitada especial el día que el expresidente Néstor Kirchner visitó el estudio. Posteriormente se sumó Nora Veiras en remplazo de Carla Czudnowsky.

En las primeras ediciones de enero de 2012 se sumaron Dante Palma (profesor de Filosofía y doctor en Ciencia Política, columnista de la revista Veintitrés) y Cynthia García, periodista y columnista de La mañana, el programa conducido por Víctor Hugo Morales en radio Continental y conductora en Radio Nacional.[26][27][28]

El 16 de enero de 2012 ingresó Edgardo Mocca, politólogo y profesor de la Universidad de Buenos Aires. En marzo de 2012 se sumó Mariana Moyano, especialista en Ciencias de la Comunicación y docente de la Universidad de Buenos Aires.[29]​ Iniciándose el año 2013 dejó de participar Eduardo Cabito Massa Alcántara[30]​ y se incorporó el periodista, escritor y actor Jorge Dorio.[31]

El escritor y conductor de radio Alejandro Dolina emitió su opinión sobre el programa:[32]

El periodista Horacio Verbitsky opinó:

La periodista Soledad Gallego-Díaz escribió:

Luciano Galende opinó:

La principal crítica que recibía el programa era que se dedicaban a descalificar a cualquier persona o medio que no concordara con el gobierno kirchnerista.[35][36][37][38][39]

El programa fue acusado por periodistas de otros medios de ser un instrumento propagandístico en vez de hacer periodismo.[35][40][41]

La periodista María O'Donnell opinó:

El programa también fue acusado de dedicarse a atacar opositores y periodistas críticos al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.[14]​ Según el mismo contrato el Servicio Nacional de Medios Públicos debía aprobar los contenidos antes de que el programa fuera emitido:

En particular fue criticado porque supuestamente se usó un canal de estado y fondos del estado para financiar un programa privado perteneciente a un empresario amigo de la presidenta.[14]​ Los sueldos de los periodistas eran particularmente altos y por eso fueron muy cuestionados.[42][14]​ El programa fue «cuestionado por los periodistas profesionales por el alineamiento político partidario al oficialismo, y los ataques verbales generados desde el canal estatal y financiados por los impuestos de todos los contribuyentes».[43]

Según el escritor Martín Caparrós:

En distintos medios periodísticos se han publicado notas criticando este programa. Según el diario Clarín, el programa critica a los medios de comunicación, jueces y políticos opositores al Gobierno nacional, siguiendo una política editorial favorable al kirchnerismo, que el mismo programa reivindica, incluso proclamándose algunos de sus panelistas como periodistas militantes. Teniendo en cuenta la relación del Grupo Clarín con Néstor Kirchner, Clarín ha esgrimido también como argumento contrario al programa el costo en dinero que se destina al programa para defender a los Kirchner y atacar a la oposición.[45]

El diario Perfil lo definió como «el programa más oficialista de la televisión». En un programa al cual fue el entonces expresidente Néstor Kirchner (1950-2010), el mismo hizo acusaciones de una conspiración destituyente (en concepto de lawfare), que a su juicio corporizaban «Héctor Magnetto, Clarín, Julio Cobos, parte de la oposición, los medios y el partido judicial».[13]

El periodista Jorge Lanata ha criticado a los conductores del programa, a su productor y al presupuesto empleado. A su vez, desde el programa emitían informes críticos del accionar periodístico de Jorge Lanata, y cuestionaban su informe sobre los salarios y costos de 6, 7, 8 acusándolo de tener un posicionamiento hacia el programa paralelo al del Grupo Clarín (y su director Héctor Magnetto), al que acusaban de «colaboracionista de la última dictadura» [sic, según 6, 7, 8] y al del director del diario Perfil, Jorge Fontevecchia), y el periodista Luis Ventura.[46]

Jorge Lanata, a su vez, criticó a Orlando Barone afirmando que durante la dictadura de Videla trabajaba para en el diario Clarín y que Sandra Russo trabajaba para el diario de Página/12 (creado y dirigido en esa época por el mismo Lanata), que también pertenecía al Grupo Clarín.[47][48]

Respecto al presupuesto, Lanata consiguió a través de Luis Ventura el contrato entre Canal 7 y la productora PPT y emitiendo un informe criticando los costos que cada emisión de los domingos, comentario del que al día siguiente se tuvo que retractar. En la contestación que dio 6, 7, 8, se le pidió que comparara este presupuesto con los costos de programas similares que van por horario central. Además, sostuvieron que los costos del programa son absorbidos en su totalidad por la publicidad.[49]​ Luego se supo que durante el Gobierno kirchnerista la Ansés (Administración Nacional de la Seguridad Social) había girado, de manera irregular, 30.7 de pesos al programa en concepto de «publicidad no tradicional».[50]

La diputada Victoria Donda también se refirió al oficialismo del programa y la falta de diversidad de voces que aparecían:

En 2011, durante una disertación que se llevó a cabo en la Universidad de Palermo en el marco de un Foro de Periodismo Argentino, Magdalena Ruiz Guiñazú fue agredida con insultos y piedras por grupos proficialistas desde un edificio exterior, en el momento en que hablaba su colega Jorge Lanata, mientras le gritaban «¡Aguante "6, 7, 8"!».[52][53]

Matías Reggiardo Tolosa, nieto recuperado, contó cómo intentó, muchas veces, que el programa le permitiera el derecho a réplica por las «crueles» críticas que los periodistas de 6, 7, 8 le hacían debido a la posición opositora de Reggiardo Tolosa al gobierno kirchnerista y nunca se lo permitieron.[54]

El conductor Chiche Gelblung le inició acciones legales por calumnias e injurias y denunció que nunca logró ser invitado al programa para tener un derecho a réplica frente a las supuestas calumnias.[17]

Hernán Lombardi, titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, contó que una vez que lo estaban criticando se fue hasta el programa y pidió tener derecho a réplica pero no le permitieron salir al aire.[5]

La escritora Beatriz Sarlo, luego de visitar el programa opinó:

El periodista Robert Cox, luego de haber ido dos veces a 6, 7, 8, opinó:

El programa tiene una gran presencia en la red social Facebook donde grupos y páginas oficiales y no oficiales marcan su apoyo al programa.[57]​ Desde internet se convocó a una manifestación en la Plaza de Mayo el 12 de marzo del 2010, con el fin de expresar apoyo al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y al programa. Las estimaciones rondaron entre 5000 y 10000 personas.[58][57]

Posteriormente a este evento, llamaron a una nueva convocatoria en defensa de la Ley de Medios aprobada por el Congreso en el 2009 y frenada por medidas cautelares. Se realizaron marchas en Posadas y en Paraná, convocadas conjuntamente por 6, 7, 8 y una gran cantidad de organizaciones.[59][60][61]

Luego del cambio de gobierno, al ser designado como titular de RTA (Radio y Televisión Argentina), Hernán Lombardi anunció que en la televisión pública ya no habría espacio para 6, 7, 8.[62]

El 3 de diciembre de 2015 en diálogo con la radio La Once Diez, Liliana Parodi, gerente de programación de América TV, mostró interés por incorporar a 6, 7, 8 a la grilla de programación de su canal.[63][64][65]​ Sin embargo, Daniel Vila (presidente de UNO Medios, una de las empresas dueñas del canal América TV) dijo que no incluiría a 6, 7, 8 en la programación de su canal por ser «un programa partidario».[66]

El 18 de diciembre de 2015 se supo que Cristóbal López (cuyo conglomerado de medios incluye a la productora PPT) decidió retirar a 6, 7, 8 de La TV Pública al finalizar el contrato comercial vigente. El programa dejó de transmitirse al caducar el contrato el 23 de diciembre.[1]

El titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi también emitió su opinión sobre el programa:

Al ser rescindidos sus contratos, los expanelistas Carlos Barragán, Edgardo Mocca, Mariana Moyano y Nora Veiras le reclamaron indemnizaciones al Estado.[67][68][69]

En febrero de 2016, el nuevo gobierno denunció, ante la Oficina Anticorrupción, que durante el gobierno kirchnerista, en 2015, la Ansés (Administración Nacional de la Seguridad Social) había girado, de manera irregular, 30.7 millones de pesos al programa en concepto de «publicidad no tradicional», de los cuales la TV Pública recibió la mitad. Al ser un programa de una empresa privada había una cláusula en el contrato que especificaba que «en ningún caso la productora podrá comercializar espacios de publicidad de ningún tipo para organismos oficiales».[50]

Diego Gvirtz hizo su descargo y aseguró que, aunque el contrato decía que en ningún caso la productora podíá comercializar espacios de publicidad de ningún tipo para organismos oficiales, el canal sí podía venderle PNT a la Ansés y los ingresos de esa publicidad se repartía entre el canal y la productora.[71]



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