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Robert Cox



¿Dónde nació Robert Cox?

Robert Cox nació en Hull.


Robert 'Bob' J. Cox (Hull, 1933) es un periodista británico que se desempeñó como editor del diario Buenos Aires Herald, destinado a la comunidad angloparlante en la Argentina. Se destacó por su valor frente a la dictadura militar que entre 1976 y 1983 que impuso el terrorismo de Estado. Fue detenido en forma ilegal y debió abandonar Argentina en 1979. Radicado en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, llegó a ser subdirector del periódico Daily News and Courier, medio principal del grupo propietario del Buenos Aires Herald.

En 2005 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo distinguió por su valor como periodista durante la dictadura. De esa etapa hay libros de memorias escritos por su esposa argentina y por su hijo David Cox.[1]

Cox llegó a la Argentina en 1959, contratado como redactor por The Buenos Aires Herald, periódico de la comunidad británica en Argentina escrito en inglés. El Herald no publicaba noticias sobre Argentina a pesar de que se escribía y publicaba en el país, sólo había una columna, “La voz de la Argentina”, que era una selección de editoriales de otros diarios. El editor prefería hablar de la familia real británica.[2]

Poco después conoció a Maud Daverio, con quien se casó y tuvo un hijo, Peter; se radicó en el país. Su influencia en el periódico fue tal que lo llevó a modificar su dinámica y diseño, transformó un pequeño boletín dedicado a proveer información británica, en un diario respetado, del cual fue designado director en 1968.[3]​ Bajo su dirección, el periódico construyó su importante edificio en la calle Azopardo.

Por su iniciativa, el Herald fue el primer medio en informar de manera abierta y sistemática en pleno 1976 que el gobierno militar secuestraba y hacía desaparecer personas. Como cronista iba a las rondas de las Madres de Plaza de Mayo y constató en persona que los militares utilizaban los crematorios del cementerio de la Chacarita para incinerar a los desaparecidos.[4]

En 1977 fue detenido en forma ilegal:

Desde ese momento él y su familia vivieron amenazados, sufrió un atentado contra su vida y, su esposa, un intento de secuestro. Cuando era evidente la inminencia de su desaparición o asesinato, se fue del país. La decisión fue tomada cuando uno de sus hijos, Peter, recibió el siguiente mensaje del régimen militar, simulando que se trataba de una carta de Montoneros:

Uno de los máximos jerarcas del régimen, el general Guillermo Suárez Mason realizó un brindis por haber logrado su expulsión.

Era junio de 1979, cuando Cox logró entrar con un grabador al despacho del ministro del Interior de Jorge Videla, Albano Harguindeguy, luego de una conferencia de prensa, logró inmortalizar una conversación que tuvo con el funcionario: "Hay sesenta periodistas desaparecidos", le planteó el director del Herald al ministro, a lo que éste contestó de manera evasiva: "¿Sesenta? Hay algunos presos, gente que está metida en...". Cox reiteró su pregunta, pero solo consiguió una respuesta irónica: "¿Nada más que sesenta?".[6]

Desde entonces se radicó en Charleston, Carolina del Sur, Estados Unidos, donde se encuentra el periódico Daily News and Courier, medio principal del grupo propietario del Herald, para el que trabajó como redactor de la sección internacionales, cubriendo entre otras noticias, las guerras civiles en El Salvador y en Nicaragua. Con el tiempo fue designado subdirector del periódico.

En 2005 la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires por iniciativa del Vicejefe de Gabinete, Dr. Raúl Alberto Puy, lo distinguió por su valor como periodista durante la dictadura militar. Cox recibió el premio "en nombre de los periodistas desaparecidos”.[7]

En 2011 Cox brindó su testimonio ante el Tribunal Oral Federal 6, convocado como testigo en la audiencia donde se juzgaba la aplicación de un plan sistemático de robo de bebés durante la dictadura. Diarios como Clarín y La Nación no hicieron mención alguna al tema. Las declaraciones de Cox incluyeron las consideraciones acerca del rol de la prensa gráfica durante ese período. Se refirió al “pacto de caballeros” de los grandes medios y subrayó:

“(…) Como hubo muchos años de dictadura, los grandes diarios estaban acostumbrados a cumplir órdenes de los dictadores y hubo una autocensura que era más de casi complicidad con los militares. Estos medios deberían investigar los hechos del pasado y hacer un esfuerzo por compensar la autocensura que se impusieron pero no lo están haciendo, lo que revela la aprobación y la complicidad que tuvieron con la dictadura”.[8]

Cada tanto ha estado viviendo meses en la Argentina, y en diciembre de 2012 declaró que en este país "hay libertad de expresión", pero también una fuerte sensación de que "en cualquier momento eso puede cambiar".[9]​ Respecto al gobierno de Mauricio Macri ha opinado: "Lamentablemente, el actual gobierno no ha obtenido ningún crédito y tiene escasa credibilidad cuando se trata de derechos humanos. Incluso el Presidente ha parecido burlarse de las organizaciones de derechos humanos y se ha referido a los derechos humanos como 'un curro'".[10]

En 2017 fue atacado junto a otros periodistas tras firmar una solicitada para denunciar la persecución del gobierno de Mauricio Macri al periodista Horacio Verbitsky por sus investigaciones difundidas en el diario Página/12 en la que exponía el blanqueo de dinero llevado a cabo por allegados y familiares del presidente Macri. Verbitsky había informado que miembros de la familia y otras personas cercanas al presidente han blanqueado más de 132 millones de dólares que habían tenido en cuentas no declaradas en el extranjero. Al respecto expresó que "Ellos solo estaban defendiendo la libertad de prensa, a periodistas de una persecución y el derecho de la gente a ser informada", siendo llamados idiotas por Pablo Sirven, de La Nación, al respecto Cox lamentó que algunos sufran de oficialitis.[11][12]

Su esposa, Maud Daverio de Cox escribió un libro sobre su vida en la Argentina durante los años de la dictadura, titulado “Salvados del Infierno”.[13]

Su hijo David publicó el libro Dirty secrets, dirty war. Buenos Aires, Argentina, 1976-1983: the exile of editor Robert J. Cox (publicada en español como En honor a la verdad: Memorias desde el exilio de Robert Cox). Otra versión apareció en Buenos Aires en 2010: Guerra sucia, secretos sucios.[1]

Sobre su vida, en especial durante la época de la dictadura de 1976, fue filmado el documental El mensajero, o El mensajero del caballo blanco, coproducción de Argentina y Australia dirigida por Jayson McNamara sobre su propio guion que se estrenó en Argentina el 6 de octubre de 2017. [14][15]​ La película fue exhibida en la Competencia de Derechos Humanos del BAFICI 2017.



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