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Abanto y Ciérvana



Vista aérea de la localidad

Extensión del municipio en la provincia

Abanto y Ciérvana (en euskera[3]Abanto Zierbena y oficialmente Abanto y Ciérvana-Abanto Zierbena) es un municipio del País Vasco, España. Perteneciente a la provincia de Vizcaya y al partido judicial de Baracaldo. Sin embargo, desde una perspectiva histórica, tanto Abanto de Yuso como Abanto de Suso formaron parte hasta 1805 de los Cuatro Concejos del Valle de Somorrostro dentro de la comarca de Las Encartaciones.

Linda al norte con Ciérvana, al noreste con Santurce, al este con Ortuella, al sur con Galdames y al oeste con Musques. Tiene una población de 9543 habitantes (INE 2017). En 1994, Ciérvana constituyó un municipio propio separándose del antiguo municipio de Abanto y Ciérvana –con efecto desde el 1 de enero de 1995–; a pesar de ello, el municipio no llegó a denominarse Abanto debido a que existe un municipio denominado Abanto, en la provincia de Zaragoza.

La capitalidad del municipio se encuentra en el núcleo de población de Gallarta. Municipio emblemático en la explotación del mineral de hierro, cuyas vetas ya fueron 'adoradas' por Plinio. No quedan explotaciones abiertas desde 1993, cuando Agruminsa cesó la extracción de mineral. Esta población se trasladó de ubicación debido al avance de las minas sobre su antigua ubicación. En el municipio quedan amplias muestras de su pasado minero.

Otros núcleos de población importantes dentro del municipio son Sanfuentes y Las Carreras.

Según el INE, el municipio de Abanto y Ciérvana se compone de los siguientes núcleos de población: (Datos de población de 2015)[4]

Integrado en la comarca de Gran Bilbao, la capital municipal, Gallarta, se sitúa a 16 kilómetros de la capital vizcaína.

Estructuralmente esta zona se inscribe dentro del llamado “Anticlinal de Vizcaya”, cuya dirección sureste-noroeste se mantiene en las alineaciones montañosas que hoy perduran. La distinta consistencia de los materiales ante la erosión ha dado lugar a un paisaje y relieve desigual. El río Cotorrio, afluente del Barbadún, recibe las aguas de varios arroyos que nacen en los montes de Triano. Son arroyos irregulares que han sufrido canalizaciones y desviaciones desde el siglo pasado como consecuencia de la explotación minera. La altitud oscila entre los 522 metros al suroeste (pico Ventana) y los 20 metros a orillas del río Cotorrio, al noroeste. La capital, Gallarta, se alza a 100 metros sobre el nivel del mar.

Antes de la promulgación de la Ley de Ayuntamientos del Reino de 1841, el actual municipio de Abanto y Ciérvana formaba parte del Valle de Somorrostro, una de las 10 "repúblicas" en las que se dividía la comarca de Las Encartaciones. El Valle de Somorrostro se dividía a su vez en siete concejos. Cuando se promulgó la Ley de Ayuntamientos los concejos de Somorrostro se constituyeron en ayuntamientos independientes. Tres de ellos; los de San Román de Ciérvana, Santa Juliana de Abanto (llamada también Abanto de Suso) y San Pedro de Abanto (conocido también como Abanto de Yuso) se constituyeron en un ayuntamiento común que pasó a conocerse bajo el nombre de Abanto y Ciérvana. Unas décadas más tarde el municipio modificó oficialmente su nombre y en el censo de 1887 figuró por primera vez bajo la denominación de Abanto y Ciérvana.

Desde aproximadamente mediados del siglo XIX se produce un aprovechamiento intensivo de las explotaciones de mineral de hierro de la comarca, lo que dará lugar al denominado “Boom Minero”.[5]​ Es en esta época cuando el centro administrativo pasa de San Pedro a Santa Juliana de Abanto, construyéndose en la plazas del barrio de Gallarta la Casa Ayuntamiento donde la primera sesión plenaria se celebró el 7 de julio de 1883. Todo ello generará una amplia oferta de puestos de trabajo que serán cubiertos por los excedentes de población de la España rural. Es el comienzo de las inmigraciones masivas procedentes en estas primeras fechas, de áreas y provincias cercanas (Álava, Navarra, La Rioja, Cantabria y Burgos). Las condiciones en las cuales estas personas tenían que vivir y trabajar pueden sin ningún temor, calificarse de infrahumanas, puesto que estaban obligados a habitar en barracones insalubres o a comprar en determinadas tiendas o cantinas obligatorias los productos de primera necesidad, no siempre en óptimas condiciones para el consumo.[5]​ Las tasas de mortalidad debida, por un lado, a enfermedades provocadas tanto por contagios como por falta de higiene (brotes de tifus, cólera o tuberculosos) y debida, por otro lado, a los accidentes laborales, eran altas y una constante preocupación entre ciertos sectores.

En el marco de estas condiciones de vida y trabajo surge la conciencia social de los mineros y, unida intrínsecamente a ella, las huelgas generales. La zona minera va a ser uno de los lugares de España donde la conflictividad social y laboral va a alcanzar mayor virulencia. Las reivindicaciones de los trabajadores van encaminadas a mejoras primarias del nivel de vida y en ningún momento, excepto en la Huelga de 1917, siguiendo el modelo de la Revolución Soviética, van a tener un carácter político de cambio del sistema. Hay diversas huelgas con resultados dispares. La primera más importe por su alcance y logros de ella derivados es la que se desarrolla en 1890. Le seguirán, entre las más conocidas, la de 1903, 1906 y 1910. En todas ellas se exigía el mismo tipo de reivindicaciones: aumento de salario, abolición de barracones, cantinas obligatorias y trabajo a tareas. La favorable resolución de muchas huelgas hizo ganar prestigio a los socialistas, puesto que habían canalizado los descontentos. En este ambiente de pobreza, duro trabajo y conflictividad social destaca de forma clara la figura de Dolores Ibárruri “Pasionaria”. Ella misma en los primeros capítulos de su autobiografía relata el entorno en el cual se desarrolló su infancia y juventud, hasta que la llamada de la política y las labores como diputada le alejaron de su querida tierra natal.

La población de Gallarta se trasladó de ubicación en los años 60 y 70 del siglo XX debido al avance de las minas sobre su antigua ubicación.[6]​ No quedan explotaciones abiertas desde 1993, cuando Agruminsa cesó la extracción de mineral.

El actual municipio se compone únicamente de dos de los tres antiguos concejos, ya que Ciérvana (la antigua San Román de Ciérvana) se constituyó el 1 de enero de 1995 en municipio independiente, separándose del resto del municipio. Sin embargo se decidió conservar el nombre de Abanto y Ciérvana, a pesar de que actualmente está compuesto únicamente por la parte de Abanto del mismo, debido a que existe otro municipio denominado Abanto.

Los atributos que representan en el sello del ayuntamiento de Abanto y Ciérvana con dos lobos y ocho aspas o sotueres en derredor pertenecen al escudo de armas de la casa de los señores condes de Ayala, y se adoptaron para dicho sello como recuerdo histórico del pueblo puesto que don Fernando de Abanto, sobrino de dichos condes, fundó en 1602 de las antiguas parroquias de San Pedro y Santa Juliana y, por ende, fue el primitivo fundador del pueblo. Las cinco montañas azules, la boca de mina, el barreno, el pico, la pala y el carro que aparecen al pie de dicho sello significan la industria minera, fuente de riqueza para el municipio y origen de su gran desarrollo en población e ingresos municipales.

En 1996 se independiza Ciérvana.

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