Un abrasivo es una sustancia que tiene como finalidad actuar sobre otros materiales con diferentes clases de esfuerzo mecánico —triturado, corte, pulido—. Es de elevada dureza y se emplea en todo tipo de procesos, industriales y artesanales.
Los abrasivos, que pueden ser naturales o artificiales, se clasifican en función de su mayor o menor dureza. Para ello se valoran según diversas escalas, la más utilizada de las cuales es la escala de Mohs, establecida en 1820 por el mineralogista alemán Friedrich Mohs.
Entre los abrasivos se encuentran el óxido de aluminio (alúmina), la arena, el carburo de silicio, el nitruro de boro cúbico, y el diamante.
Un ejemplo de abrasivo es el esmeril, que está compuesto en su mayoría de óxido de aluminio. El cual se utiliza para fabricar lija y para procesos de corte con agua en alta presión. Los elementos básicos que afectan en la operación de corte y rendimiento de las ruedas de esmeril son: tipo y tamaño de grano, lija o aglutinante, la dureza y su estructura.
Tener el abrasivo adecuado no es suficiente. También es necesario ajustar perfectamente todos los componentes involucrados en el proceso de lijado. Se ha demostrado que una reducción de costes de hasta un 12345 % es un objetivo realista. Se puede lograr reduciendo el número de rechazos, la duración de los ciclos y el tiempo de inactividad de las máquinas.
Todos los parámetros del proceso, tales como polea de contacto, velocidad de alimentación, velocidad de corte y lubricante, pueden ser optimizados para mejorar el funcionamiento del abrasivo en uso. Solo al tomar todos estos factores en cuenta se puede lograr una reducción sostenible de costes.
El grano es el elemento que efectúa el trabajo de corte y desbaste. Para saber elegir un grano es importante considerar su tamaño y su tipo. Existen los granos naturales y los manufacturados, entre los naturales están los diamantes, esmeriles, areniscas, corindón y cuarzos. Generalmente contienen porcentajes grandes de impurezas las cuales podrían hacer difícil la acción de corte y desbaste. Los granos manufacturados se elaboran por métodos controlables en hornos de arco eléctrico por lo que la calidad y características de una rueda cumple ciertos requerimientos del rectificado. Se emplean materiales como óxido de aluminio, carburo de silicio, circonio y materiales cerámicos.
Ya que el grano es el elemento primordial del abrasivo es importante considerar el tamaño que se utilizará. Este, está determinado por el número de malla por pulgada lineal que tiene el tamiz a través del cual pasa el grano en cuestión. El uso de abrasivos de grano grueso sirve para materiales suaves, de desbaste rápido, cuando el acabado no es importante y para abarcar grandes áreas de contacto. Por el contrario, el grano fino sirve para materiales duros, frágiles y quebradizos como aceros, carburos cementados y vidrio, para acabados finos, para pequeñas áreas de contacto y para mantener pequeños perfiles.
La lija o aglutinante es el material de soporte que sostiene el grano pegado al material abrasivo. Se utilizan diversos tipos de aglutinantes, desde yeso o cerámica en algunas piedras abrasivas hasta materiales sintéticos. Es importante considerar la dureza del material; éste es el límite de resistencia con que el material de liga sujeta los granos en la forma de una rueda . También es una medida de resistencia del esfuerzo compuesto del material de liga y granos con las tensiones del rectificado. Esta se puede indicar por medio de letras, empezando con A, B, C, D, etc. como las más blandas y terminando con X,Y,Z como las más duras.
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