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Acero wootz



El acero wootz es un acero caracterizado por poseer una especie de patrones o bandas de capas de microcarburos temperados en una matriz con martensita o perlita. Fue desarrollado por primera vez en la India alrededor del 300 a. C.[1]​ La palabra wootz puede tener una mala traducción en wook, una versión en inglés de ukku, la palabra que denota al 'acero' en los idiomas indios. El acero wootz fue exportado a través del Medio Oriente y dio lugar al acero de Damasco. Una de las características principales del acero wootz es la alta cantidad de carburos que hacen de este un acero de gran dureza, es decir que tiene una gran resistencia a la penetración o rayadura. Las espadas elaboradas con este tipo de acero se caracterizan también por su gran tenacidad, que es la resistencia a la rotura y deformación.

Mientras que otros métodos se emplean hoy en día, se teoriza que el acero wootz fuera promotor del acero de crisol mediante la combinación de arrabio o menas de hierro y carbón vegetal con cristal y calentado todo ello en un horno. El resultado es una mezcla de impurezas mezcladas con un cristal y algunos "botones" de acero. Los botones o perlas (con un contenido típico de carbono del 1,5%) son separados de la escoria y forjados en lingotes. Los lingotes se pueden forjar en espadas/hojas para incrementar la utilidad del acero en grandes utensilios. Las técnicas para la elaboración de este tipo de acero datan de cerca del 1700 a. C., casi en las mismas fechas en las que se empezó a conocer que el hierro tenía propiedades para el desarrollo de herramientas. Estas fuentes contienen trazas de tungsteno o vanadio entre otros. La tradición oral en India mantuvo como ingrediente secreto la hematita (o viejo wootz), elemento que se incluía cuando se fundía el acero y que proporcionaba al acero una segregación apropiada de los diversos componentes. El acero Wootz fue posiblemente redescubierto a mediados del siglo XIX cuando el metalúrgico ruso Pavel Petrovich Anosov (véase acero bulat) intentó descubrir el secreto de su elaboración y manufactura.

Los maestros herreros Alfred Pendray redescubrieron las técnicas clásicas a comienzos de los años 1980, y pronto descubrirían y verificarían otros investigadores como Dr. John Verhoeven.[2][3]​ Otro método de la producción del acero wootz, empleando la moderna tecnología, fue desarrollado en 1980 por Dr. Oleg Sherby y Dr. Jeff Wadsworth en la Universidad de Stanford, así como en los Livermore National Laboratories. El acero producido en sus laboratorios tenía las características de los microcarburos, llegando a discutirse en la literatura metalúrgica si el acero wootz elaborado por sus métodos seguía o no los métodos clásicos. Recientemente los investigadores en torno a Peter Paufler de la Universidad de Dresde en Alemania han descubierto la evidencia de nanotubos de carbono en los aceros de Wootz, existencia disputada en la comunidad científica.[4]



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