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Ademuz



Vista de la localidad.

Extensión del municipio en la comarca.

Ademuz es una localidad y municipio español perteneciente a la provincia de Valencia, en la Comunidad Valenciana. Se trata de la capital de la comarca del Rincón de Ademuz, que constituye un exclave valenciano entre las comunidades autónomas de Aragón y de Castilla-La Mancha.

Ademuz y su término[2]​ ocupan la zona central de la comarca del Rincón de Ademuz, en las estribaciones occidentales de la sierra de Javalambre. El territorio presenta una orografía accidentada, montañosa. Sus alturas principales son: El Pinar (1042 m), El Cerrellar (1219 m), Los Molares (1076 m) y Tortajada (1516 m). Además, encierran un gran interés paisajístico el cerro de los Zafranares, en cuyas faldas se asienta la villa, el Pico Castro y el imponente Pico de La Muela. El río Turia cruza el término de norte a sur, configurando en sus dos márgenes una amplia y fértil vega que suaviza considerablemente la orografía, predominantemente montañosa. Junto a la villa de Ademuz vierte aguas al Turia su afluente, el río Bohílgues. Las aguas de ambos fertilizan, mediante una antigua e intrincada red de acequias, tanto la Vega del Turia como los numerosos bancales escalonados de la huerta ademucera. Las ramblas de la Virgen, de las Tóvedas, del Val, de Negrón y de Riodeva, con un régimen fluvial más irregular —de frecuentes sequías en épocas estivales— completan la red fluvial del término.

Dos tercios de la superficie del Rincón de Ademuz es forestal, por lo que la comarca constituye un auténtico pulmón verde dentro de la Comunidad Valenciana. Diversidad de especies arbóreas mediterráneas se distribuyen por los bosques de montaña: carrasca, pino laricio y rodeno, así como antiguas sabinas y encinas[aclaración requerida]. Los montes continúan repoblándose en la actualidad con especies autóctonas, después de unas décadas de fallidos intentos por implantar otras especies alóctonas. También son abundantes los arbustos y las diversas plantas que alimentan el ganado –ovino mayoritariamente– y contribuyen del mismo modo al mantenimiento de una apicultura hoy algo decaída, pero de gran importancia en un pasado no tan lejano. Por otro lado, está adquiriendo un prometedor desarrollo el cultivo de plantas aromáticas, muy estimadas en la comarca.

Las características del terreno son idóneas para excursiones de montaña, dada su lejanía de grandes núcleos urbanos y centros industriales. Permite disfrutar de un aire puro, de unas excelentes aguas que nacen de abundantes fuentes, así como un paisaje natural que hacen de las tierras de Ademuz un lugar muy apreciado para el descanso relajante. Buen ejemplo de ello es el curso del río Bohílgues, declarado micro-reserva de flora, en cuyo recorrido pueden encontrarse numerosas cascadas y una exuberante vegetación de ribera. Existen, además, varios espacios habilitados para el esparcimiento, como la concurrida Área Recreativa Los Arenales, situada a orillas del río Turia, y que dispone de merendero, paelleros, bar-restaurante y una piscina que se nutre de la vecina fuente de Las Piezas Rotas.

Existen dos itinerarios diferentes por carretera para llegar a Ademuz desde Valencia, el primero sigue la A-3 (autovía Valencia-Madrid), que ha de abandonarse en Utiel para tomar la N-330 (Alicante-Francia por Zaragoza) en dirección hacia Teruel-Zaragoza. El otro itinerario alternativo desde Valencia, de mayor interés paisajístico pero más tortuoso, es por la Pista de Ademuz, que parte de la Avinguda de les Corts Valencianes de la capital del Turia, siguiendo por Llíria y Chelva hasta Ademuz. Las estaciones de tren más cercanas son las de Teruel y Utiel.

En el término municipal de Ademuz se encuentran también los siguientes núcleos habitados, aldeas con población estable:

Además, la villa de Ademuz cuenta con varias masadas dispersas por su término municipal, entre las que destacan:

Dada su situación central dentro del Rincón de Ademuz, la mayor parte del término municipal de Ademuz limita con términos de la propia comarca: al este linda con el de Puebla de San Miguel, al sur con el término de Casas Altas, al oeste con el de Vallanca y al norte con los de Castielfabib y Torrebaja, así como con el término de Riodeva, población que se halla ya en la provincia de Teruel. La rambla de Riodeva dibuja el límite norte del término de Ademuz y su comarca.

Los numerosos restos arqueológicos que se conservan de diferentes épocas —neolítica, ibera, romana— revelan una temprana ocupación de la zona. No obstante, Ademuz comienza a estar documentada en fuentes árabes, en particular su castillo, cuya ventajosa situación dominaba el río Turia y su paso natural desde las tierras de Aragón hacia la ciudad de Valencia.

La fortaleza musulmana de Al-Dāmūs fue conquistada por las tropas de Pedro II de Aragón en 1210, con la importante ayuda de caballeros hospitalarios y templarios, a los que recompensó con algunas rentas en la zona. Al parecer, poco después volvió a manos musulmanas. Finalmente, Ademuz sería incorporada al reino de Valencia por Jaime I de Aragón, quien la puso bajo dominio directo de la Corona, junto a la otra villa histórica de la comarca, Castielfabib.

Como villa real, Ademuz contaba con representación en las Cortes de Valencia, donde enviaba puntualmente un síndico elegido por la municipalidad. Como fortaleza de frontera, padeció especialmente en la guerra con Castilla a mediados del siglo XIV: Ademuz y Castielfabib fueron invadidas y ocupadas en dos ocasiones por las tropas de Pedro I de Castilla. La heroicidad en la defensa y la fidelidad de sus gentes a la Corona Aragonesa fueron recordadas por el mismo Pedro IV de Aragón y sus inmedatos sucesores, que otorgaron a la municipalidad numerosas libertades y privilegios.

Desde principios del siglo XIV Ademuz y su término general también fue Encomienda de la Orden de Montesa, orden de caballería creada en el reino de Valencia por Jaime II de Aragón con el patrimonio de la extinta orden del Temple y la del Hospital. No obstante, Montesa nunca tuvo jurisdicción alguna en Ademuz, limitándose sus comendadores a recoger las rentas de la porción del diezmo que les correspondía y poco más. El Término General de Ademuz en esos momentos incluía, además de numerosas masadas, las actuales poblaciones de Vallanca, Puebla de San Miguel, Casas Altas, Casas Bajas y Torrealta.

El 7 de junio de 1656, hacia mediodía, la población fue víctima de un fuerte terremoto que derribó la primitiva iglesia parroquial de San Pedro Intramuros, la Casa de la Villa y cuarenta casas más; los lienzos de las murallas y los torreones del castillo que habían sido construidos con suntuosidad en la pendiente del monte, según cuenta el obispo Gavaldá que visitó el Rincón después del seísmo, también fueron destruidos.[3]​ El castillo de Ademuz todavía se mostró de alguna utilidad en el siglo XIX: durante las guerras civiles de esa centuria, Ademuz fue ocupada en repetidas ocasiones por las tropas carlistas. En 1837 fue, además, escenario de un importante enfrentamiento entre la partida de El Serrador y el ejército constitucional.

Los dos Términos Generales que existieron originalmente en la comarca del Rincón, Castielfabib y Ademuz, fueron fragmentándose con el paso del tiempo. Esta fragmentación afectó de manera especial al de Ademuz, del que paulatinamente se segregarían varias poblaciones, a medida que iban alcanzando cierta importancia poblacional y económica: Vallanca (siglo XVII), Puebla de San Miguel (siglo XVIII), Casas Altas y Casas Bajas (ambas en el siglo XIX).

Atendiendo a razones de utilidad pública, en la división territorial decretada en 1810 por José I de España, se asignaba Ademuz y su comarca a la Prefectura de Teruel (Departamento del Alto Guadalaviar). Por idéntico motivo, en la de 1822, diseñada por Felipe Bauzá y por José Agustín de Larramendi, el Rincón pasaba también a la provincia de Teruel. Sin embargo, ninguna de ellas se llevó a cabo. La primera, por el efímero reinado del hermano de Napoleón Bonaparte; y la segunda, por causa análoga ya que en 1823 ocupaba de nuevo el trono Fernando VII de España con ayuda de los Cien mil Hijos de San Luis y revocaba todo lo acordado durante el anterior periodo liberal (Trienio Constitucional, 1820-1823).

En las elecciones de 2015 se eligieron 9 concejales para el Ayuntamiento de Ademuz: 5 de PP (351 votos) y 4 de PSOE (307 votos). Hubo además 154 abstenciones, 23 votos nulos y 14 votos blancos.[4]

Ademuz cuenta con 1042 habitantes (INE 2019.[6]​)

Desde la última guerra civil y a lo largo de la segunda mitad del siglo XX ha habido una fuerte emigración, que fundamentalmente se dirigía a Valencia, Puerto de Sagunto y Barcelona. Las condiciones de vida de estos emigrantes han sido plasmadas en las obras de Francesc Candel, destacado intelectual oriundo de la vecina Casas Altas, galardonado con la Cruz de Sant Jordi y la Medalla de Oro de la Generalitat de Cataluña. También fue muy significativa la emigración temporal a las vendimias del Languedoc francés.

La evolución demográfica negativa se invirtió brevemente durante los años 2000, fundamentalmente por la llegada de inmigrantes provenientes en su mayoría de Rumania y del Magreb. Sin embargo, durante la década de 2010 se reanudó la pérdida de población, principalmente debido a la emigración provocada por la crisis económica, además de la reducción de la tasa de natalidad y aumento de la mortandad típicos de los municipios rurales de interior españoles en los últimos años.

La accidentada orografía, la altitud (660 metros) y el clima determinan la actividad económica y el desarrollo de estas tierras, dedicadas tradicionalmente a la actividad agrícola. En lo relativo a los cultivos, se diferencian los de secano —en tierras de montaña que no se riegan— y los de huerta, que aprovechan las aguas del Turia y sus afluentes, ramblas y acequias para el riego. En la actualidad, la almendra se ha convertido casi en monocultivo de secano, si bien en un pasado no tan lejano el cereal y la viña ocuparon grandes extensiones y originaron pequeñas industrias derivadas de la transformación de estos productos agrícolas. Por otro lado, la manzana predomina como principal frutal de regadío en la fértil Vega del Turia. Manzanas de Ademuz que han tenido renombre fuera de la comarca, especialmente la variedad autóctona esperiega, apreciadísima en los mercados.

La industria antaño estuvo diversificada: destilerías, alfarerías,[8]​ tejerías,[9]​ serrerías, telares, etc. Las numerosas alfarerías de Ademuz destacaron por la producción de loza (verde-manganeso) y, especialmente, por sus característicos cántaros y tinajas, muy apreciados.[10]

La actividad industrial en la actualidad se reduce a la elaboración de productos de subsistencia diaria, aunque con una calidad destacable y que hacen las delicias de los visitantes: pan y repostería tradicional, carne y gran variedad de embutidos, almendra y sus derivados. Con todo, algunas de estas industrias locales —cárnica y turronera, especialmente— exportan sus productos fuera de la comarca.

Como principal núcleo de la comarca, el comercio se encuentra bastante desarrollado en Ademuz, donde acuden a proveerse gentes de otras poblaciones del Rincón. El mercado tiene lugar todos los miércoles en la plaza del Rabal. Existe una buena red de servicios que van desde talleres de reparaciones (coches, maquinaria agrícola, electrodomésticos), bancos y cajas de ahorros, numerosos bares, pubs y discotecas, restaurantes, establecimientos hoteleros, casas rurales, peluquerías, mobiliario, supermercados y otros comercios.

Los servicios sanitarios y educativos de mayor relieve en la comarca también quedan ubicados en Ademuz: el Centro Comarcal de Salud y el Instituto de Enseñanza Secundaria.

La gastronomía ademucera cuenta con platos tradicionales tan populares y contundentes como las celebérrimas gachas (hechas con harina de maíz) y acompañadas de carne, bacalao o pimientos entre otros muchos platos. almortas, el empedrado o el puchero, tendentes a hacer más llevaderos los rigurosos inviernos de estas tierras. En ellos el protagonista suele ser la carne de cerdo o sus derivados, animal que antaño cebaban los vecinos y su sacrificio se convertía en el mayor evento invernal en las casas, cercano a lo festivo: el popular matagorrino. Esenciales en la economía familiar en el pasado, los variados productos derivados del cerdo, especialmente el jamón y los diversos embutidos locales, siguen elaborándose en la actualidad con los mismos métodos que antiguamente.

La abundante almendra, cultivada en grandes extensiones de secano, también proporciona gran variedad de turrones tradicionales o el típico alajuz, dulce de origen árabe elaborado con miel, pan rallado y almendra. La exquisita manzana de Ademuz, muy apreciada en los mercados, los membrillos y otras frutas de la fértil vega del Turia son usados en una rica y variada repostería tradicional.

La repoblación del siglo XIII, fundamentalmente aragonesa y en menor medida navarra, determinó el habla aragonesa de la comarca que, con el tiempo, se asimiló al castellano. Ello explica que la actual lengua sea la castellana, aunque las costumbres sean en buena parte aragonesas. El castellano que se habla está lleno de modismos aragoneses, mezclado con palabras de origen valenciano, que coloquialmente los valencianoparlantes llaman habla churra.

Se conservan microtopónimos coincidentes con el aragonés, como Val, Cambra, Casa de la Villa (antes que ayuntamiento), etc.[14]

Ademuz. Vega del Turia.

Ademuz. Detalle del núcleo histórico tradicional.

Ademuz. Vista parcial desde la Vega del Turia.

Ademuz. Polígono, barrio de San Roque y vega del Turia.

Ademuz. Barrio de San Roque.

Cuesta de San Joaquín. Ademuz

Cuesta de San Joaquín, Ademuz

Calle San Vicente. Ademuz

Portal del Cristo. Ademuz

Calle Empedrado. Ademuz

Calle Muro. Ademuz.

Almudín, puerta baja. Ademuz.

San Roque. Panel cerámico. Ademuz.



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