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Agricultura natural



Genéricamente, y con base en la definición de agricultura de la Real Academia Española,[1]​ la Agricultura Natural es el cultivo natural de la tierra o el conjunto de técnicas y conocimientos relativos al cultivo natural de la tierra.

Se llama Agricultura Natural, desde el punto de vista amplio, a toda aquella actividad básica y propia de un Ser humano Natural y Consciente.[2]​ Mencionada actividad; no sólo contiene el significado de cultivo natural desde el punto de vista genérico mencionado, que implica sembrar o plantar semillas y plantas y cuidarlas para obtener un fruto saludable y justo de ellas, manteniendo el respeto por el entorno y un equilibrio sostenible tanto en el Ser humano como en la Naturaleza; sino también contiene, el conjunto de acciones humanas de vida, con todas sus implicaciones, que fomentan y preservan ese hábitat que convive en armonía “Humano-Naturaleza” (medio ambiente Humano y no humano).[3]

Masanobu Fukuoka (2 de febrero de 1913 - 16 de agosto de 2008) fue un agricultor, microbiólogo y filósofo japonés, autor de las obras La Revolución de una Brizna de Paja y La Senda natural del Cultivo. En ellas presenta sus propuestas para una forma de agricultura que es llamada agricultura natural; que no sólo configuró filosóficamente, sino que también practicó a través del conocido "método Fukuoka". Este método personal traspasó las fronteras del Japón y terminó configurando una referencia dentro de la agricultura natural en el mundo y también de la permacultura. La esencia del método de Fukuoka es reproducir las condiciones naturales tan fielmente como sea posible de modo que el suelo se enriquece progresivamente y la calidad de los alimentos cultivados aumenta sin ningún esfuerzo añadido. Los principios de trabajo se basan en una filosofía de no hacer (Wu Wei), o más exactamente no intervenir o forzar las cosas: no arar, no eliminar malas hierbas ni usar herbicidas, no usar pesticidas, no podar, no usar abonos ni fertilizantes y en su lugar usar bolas de arcilla (nendo dango).

Principios básicos primarios (de la filosofía práctica básica de Fukuoka):

También es llamada agricultura natural el proyecto del filósofo japonés Mokichi Okada (1882-1955), el cual une medioambiente, alimentación y espiritualidad. El sistema utiliza sus propios abonos orgánicos y no utiliza estiércol. El origen del proyecto es de los años 30. Él preconiza la búsqueda de la armonía, la salud y la prosperidad entre los seres vivos como fruto de la conservación del ambiente natural y respeto de sus leyes. M.Okada propone reciclar los recursos naturales para enriquecer el suelo, hacer emanar su fuerza y proteger los manantiales de agua, creando una corriente sana que va desde el suelo y agua a las plantas, animales y seres humanos. En Brasil es impulsada por la Fundación Mokichii Okada, desde 1979. La fundación también certifica los alimentos, y divulga la tecnología de la producción de alimentos saludables capacitando a los agricultores.

La agricultura Natural, sin embargo, ha evolucionado hoy día, desde las bases fundacionales de la filosofía natural creada por Masanobu Fukuoka y continuada, en los últimos años, en España por Juan Benítez Jamchen, nacido el 25 de julio de 1967, agricultor natural, artista plástico, filósofo y escritor, autor de las obras Estética de la Indeterminabilidad (2009), Vida Natural Consciente. Parte I: la agricultura natural (2017) y La profunda comprensión -transición, filosofía y nueva Permacultura- Vida Natural consciente Parte II (2018). Jamchen es un iniciador del cultivo natural en España, adaptando a condiciones de clima mediterráneo los planteamientos fukuokianos. Incorpora explícitamente un quinto principio básico, inherente a Fukuoka, relativo al 'no hacer' a los otros cuatro, así como otros tres principios básicos secundarios. Cabe destacar la vocación transformadora del autor contribuyendo a ir dando forma a todo un movimiento por una vida más consciente y natural, aglutinando múltiples propuestas de territorios variados en interacción, diálogo e intercambio de experiencias y saberes.

Vida Natural Consciente, Parte I: la agricultura natural y Estética de la Indeterminabilidad, contiene implicaciones más abiertas, tanto filosófica y espiritualmente, como en su carácter práctico. Con sus propuestas, se considera a la agricultura Natural, desde un punto de vista amplio que aclara y amplifica la definición genérica, como toda aquella actividad básica y propia de un Ser humano Natural y Consciente. Estaactividad no sólo contiene el significado de cultivo natural desde el punto de vista genérico mencionado, que implica sembrar o plantar semillas y plantas y cuidarlas para obtener un fruto saludable y justo de ellas, manteniendo el respeto por el entorno y un equilibrio sostenible tanto en el Ser humano como en la Naturaleza; sino también contiene el conjunto de acciones humanas de vida, con todas sus implicaciones, que fomentan y preservan ese hábitat que convive en armonía “Humano-Naturaleza” (medio ambiente humano y no humano). De esta forma, ambas entidades, que desde los puntos de vista artificiales permanecen separadas, se unifican en una sola entidad estable y de evolución de consciencia, dentro de todo su movimiento de impermanencia de la ley natural de causa y resultado. El conjunto de sabidurías y conocimientos filosóficos, espirituales y técnicos, dentro del ámbito de la agricultura natural, y dentro de una vida natural consciente, que la sostiene y que aspira a transformar positivamente todas las relaciones entre humanos y naturaleza, se basan en cinco principios básicos primarios y tres secundarios:

Principios básicos secundarios (otra de las novedades agregadas por Jamchen, y que dan empuje y profundización a muchos de los pensamientos fukuokianos. Se consideran igual de importantes que los básicos, pero se establecen secundarios, inicialmente, desde la cultura occidental, por las transiciones en las que estamos inmersos y las implicaciones sociales o de ideales que pueden contener de manera general, aunque sean practicados de forma individual):

1. El conocimiento, la recreación y la preservación del bosque natural de alimentos (bNa) o bosque natural comestible (bNc), como el hábitat equilibrado de un ser humano natural y consciente. La revolución expresada por Jamchen del “desde adentro hacia afuera” son partes principales de los sistemas de práctica de bNa y los principios de esa práctica los encontramos en la filosofía de trabajar siempre desde el interior para expandirse poco a poco, manteniendo el centro vital que lo genera todo, desde un árbol a todos los demás árboles y plantas, así como al resto de seres vivos y no vivos dentro de todo el ecosistema. De esta manera, los procesos vitales del humano conviven armónicos desde el interior “Natural-consciente”, que no pierde su centro y se va unificándose con otros centros, para formar un gran bNa y un ser humano Natural y Consciente. Los sistemas de reforestación con el bNa desde las parcelas individuales, que se extienden desde la filosofía del “desde adentro hacia afuera”, forman parte de los procesos de recuperación del hábitat natural a un estado de climax equilibrado para el cultivo y la vida natural. E implican: La oxigenación y regeneración de la tierra y el cielo, la generación de la lluvia, los estados climáticos naturales, los ríos y los acuíferos, etc., así como la misma recuperación del estado armónico interior humano. La incorporación de los árboles, arbustos y plantas de coberturas, silvestres u “ornamentales”, junto con la incorporación de los estados contemplativos, son las claves para el proceso de regeneración de ese hábitat y la mente positiva y natural humana. El bosque natural de alimentos, como un todo equilibrado, natural y consciente que es, puede autosostenerse con o sin humanos, en caso de que sea abandonado. Para que esto sea posible, debe estar compuesto de árbol frutal, árbol leguminoso y árbol “ornamental” o silvestre, en las partes aéreas, y de hortalizas, silvestres, leguminosas y aromáticas, en las coberturas medias y bajas, de tal manera que el bNa se encuentre conectado desde todos lados, desde la tierra y el aire. Los humanos ayudamos a que se construya sin buscar la imitación, dejando que siga su tendencia natural con el humano incluido, que se deja llevar por lo que comunica toda la naturaleza, siguiendo su ritmo y esquema creativo que ya tiene. De esta manera, se fusiona en plena armonía, con nuestra actividad creativa natural también.

2. El conocimiento y el adiestramiento de una Vida Natural Consciente, que implican el decrecimiento paulatino del consumo artificial y la dependencia del sistema de capitales, un mayor conocimiento y ejecución en la construcción natural y consciente de inmuebles, cobijos y vestimentas, de no basura artificial contaminante, de la crianza natural, y de otras prácticas naturales de vida. Muchas de ellas se hermanan y unifican con algunos de los objetivos de la permacultura y lo que ha venido a llamarse la ecología profunda, así como con cosmogonías de pueblos humanos originarios e incluso de otros pueblos devenidos, enmarcados en ciertos momentos de la historia, como los pueblos libres del norte de la península ibérica durante la alta edad media, entre otros.

3. El talante abierto e integrador de la agricultura natural que apoya la incorporación de los estados transicionales que aspiran a la práctica natural auténtica (Dentro de estas incorporaciones se encuentran todas aquellas corrientes agricultoras actuales que pueden, voluntariamente, encontrarse en transición hacia la agricultura Natural, como son la agricultura ecológica, la agroecología, la biodinámica, entre otras). Esta tercera consideración se encuentra enlazada con el principio trascendente fukuokiano, ya que, un agricultor natural lo es desde el primer momento en que decide serlo, por eso, aunque hay distinción clara entre relativo y absoluto, no se contempla desde esa separación, porque lo absoluto cobra importancia desde el primer momento en que se pone la voluntad de estar ahí. Como base a este argumento se crean, desde la agricultura natural, los estados de transición. Esa transición es lo que permite estar en el estado absoluto desde un primer momento y por ello, el “no hacer” se convierte en principio básico.

Bancal de hortalizas bajo un albaricoquero.

Bancal de hortalizas a la semisombra de un almez (Celtis australis)

Peral en cultivo natural.

Bancal de hortalizas en la primera fase, con diente de león y achicoria.

Naranjo en cultivo natural: sin poda ni riego directo.

Huerto en cultivo natural.

Col crespa y Amaranthus cruentus fructificado.

Tomate zebra verde con clavel de moro (Tagete patula)



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