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Alcalá de Guadaíra



Alcalá de Guadaíra es un municipio y ciudad española de la provincia de Sevilla, en la comunidad autónoma de Andalucía. El término municipal cuenta con una población empadronada de 75 533 habitantes (INE, 2020) y pertenece a la comarca de Los Alcores. Cabeza de partido judicial, la localidad se encuentra a 17 kilómetros de la capital provincial, Sevilla.

Cuenta con un patrimonio histórico y natural en el que destacan su castillo, de origen almohade y con posteriores reconstrucciones cristianas, un espacio natural a lo largo de las riberas del río Guadaíra y sus molinos fortificados, declarado Monumento Natural Riberas del Guadaíra, al que pertenece el parque y pinar de Oromana, y la zona arqueológica de Gandul.

El primer nombre que se conoce de un asentamiento en las inmediaciones de lo que hoy es Alcalá es Irippo,[2]​ de origen tartésico. El primer elemento (IR) puede identificarse con la raíz indoeuropea *ir, que ha adquirido frecuentemente el sentido de ‘río impetuoso’ en muchos otros lugares. Y de esa misma raíz, tal vez a través de una forma intermedia Iria, Iris o Iri, puede derivar el nombre del río Ira, más tarde llamado Guadaíra. El segundo elemento IPPO es el término tartésico equivalente al latín oppidum o al celta briga, ‘ciudad’, que figura como segundo elemento en numerosos topónimos compuestos de dos palabras y situados en el territorio situado entre la orilla izquierda del Guadalquivir, el Genil y las costas del mar Mediterráneo y el océano Atlántico, además de Olisippo (Lisboa) y Collippo al norte de esta ciudad. Irippo significó, por tanto, en tartésico ‘la ciudad del río’.

El pueblo fue denominado por los griegos como Hienipa, que significa ‘agua subterránea’,[3]​ y más tarde convertida por los romanos al nombre de Ordo Hinipense (Ordo Hienipensivm).[4]​ Estos nombres explicarían el gentilicio hienipense que aún conserva.[5]

No fue hasta la invasión musulmana cuando los sarracenos la nombraron al-Qal'at ued-xira o Qall'at Yâbir (castillo del río Ira), dada la importancia de su castillo. De ese nombre musulmán deriva su actual denominación Alcalá de Guadaíra.[6][7]

En relación a su nombre, el ayuntamiento aprobó en 2001, en acuerdo plenario, la normalización ortográfica del término Guadaíra, en lugar de Guadaira (que era el que figuraba anteriormente), amparándose en la pronunciación de los naturales de la comarca. Este cambio de denominación tomó carácter oficial tras la publicación en el BOE 097 de 23/04/2003.

La localidad se encuentra situada a una altitud de 37 m s. n. m. (metros sobre el nivel del mar) y a 17 km (kilómetros) de la capital de provincia, Sevilla. Alcalá está incluida dentro de un partido judicial propio que comprende su término municipal, por lo que es cabeza de partido.

Alcalá de Guadaíra se sitúa en la comarca de Los Alcores al igual que Carmona, El Viso del Alcor y Mairena del Alcor. Los Alcores constituyen una elevación en forma de meseta inclinada de poca altura que se levanta en medio de la depresión del Guadalquivir en la provincia de Sevilla. A su misma vez, estos municipios pertenecen administrativamente a dos comarcas distintas, en el caso de Alcalá de Guadaíra pertenece también a la Comarca Metropolitana de Sevilla. Por número de habitantes es la mayor ciudad de Los Alcores y la tercera tanto del área metropolitana como de toda la provincia, tras Sevilla y la vecina Dos Hermanas.

Cuenta con un espacio natural articulado a lo largo de las riberas del río Guadaíra, pertenecientes desde diciembre de 2011 a la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía, bajo la figura de protección de monumento natural.

Según indican los restos arqueológicos hallados, los primeros asentamientos que se establecen en el lugar datan del Calcolítico o Edad del Cobre (2500-1500 a. C.), periodo caracterizado por un aumento de la población en asentamientos cercanos a los ríos. Dan fe de ello los restos megalíticos de la zona de Gandul.

Tras esta época, se produjeron los primeros descensos demográficos y los apiñamientos en torno a centros fortificados, provocados por las disputas de poder y de posesión de las tierras. Hechos que potenciaron la agricultura y ganadería como parte fundamental de dichos asentamientos, favoreciendo un abastecimiento constante de dichos núcleos de población.

En la zona de la Mesa de Gandul se desarrolló un asentamiento tartesio que se llamó Irippo, cuyo significado en lengua tartésica es 'la ciudad del río': ir- (río) más -ippo (ciudad). En torno al siglo II a. C. y debido a la proximidad con Híspalis, el entorno se vio rápidamente favorecido en cuanto a la asimilación de la cultura romana, que trajo consigo el latín, la moneda y el Derecho romano, lo cual no fue espontáneo, ya que Alcalá contaba con lo que por aquel entonces era todo un tesoro, el río Guadaíra, el cual proporcionaba gran fertilidad a la zona. Irippo, que acuñó moneda propia, era la ciudad que controlaba la Vega del Guadaíra, llamado entonces Ira, desde su posición privilegiada en la Mesa de Gandul.[8]

No existe mucha documentación sobre esta época, puesto que no llegó a establecerse en la zona sur de la península ibérica. Aunque de su pasado visigodo existen numerosas lápidas e inscripciones[9]​ que se conservan en el Museo de Alcalá de Guadaíra.

En la batalla de Guadalete, perdió el rey Rodrigo su reino. Tras una rápida conquista basada en los tratos y acuerdos, se impuso la dominación musulmana en la península, época de la cual proviene el actual nombre de la localidad, Alcalá de Guadaíra, que deriva de Qall'at Yâbir (Qalat Chabir) junto con la denominación del río Guadaíra Wadi Ayra (Wadi ira). Su importancia derivó de encontrarse en un cruce de caminos, así como de ser parte del cinturón defensivo de Hispalis.

Fue conquistada por Fernando III el Santo el 21 de septiembre de 1246.[3]​ En 1280, Alfonso X da al pueblo la carta de poblamiento,[10]​ creándose la villa de Alcalá.

Perteneció a la Casa de Arcos hasta que, en 1444, pasó a ser propiedad del conde de Niebla. En 1477 adquirió la categoría de realengo, pasando a depender de la Corona.[3]

Alcalá, desde siglos atrás, siempre fue un lugar de visitas para todo visitante de Sevilla, pero es en el siglo XIX cuando un importante número de escritores, viajeros románticos, pintores, etc. procedentes de toda Europa, e incluso de América, pasan por Alcalá de Guadaíra dejando constancia de las impresiones de estas visitas en su correspondencia y libros de viajes.[11]​ En el siglo XIX y principios del siglo XX los castillos, los molinos o las personas del pueblo fueron un tema pictórico de autores españoles y extranjeros.[12]

Su extensión superficial es de 287 km² (kilómetros cuadrados) y tiene una densidad de 263,2 hab./km² (habitantes por kilómetro cuadrado). Número de habitantes en los últimos años:

Alcalá es una ciudad eminentemente industrial, debido a las más de 2500 empresas que se establecen en una multitud de polígonos en su término municipal. Ha sido un pueblo industrial desde antaño, como así muestran sus molinos harineros que jalonan el río que le da nombre y debido también al gran número de almacenes de aceitunas que se asentaban en la localidad tiempo atrás.

Al noroeste del pueblo, dispone de cuatro polígonos empresariales y de nueve polígonos industriales.[13]

En lo cuantitativo, cuenta con el mayor núcleo industrial de Andalucía, dando empleo no solo a la población local sino a los ciudadanos de los municipios del entorno (Dos Hermanas, Sevilla, Mairena del Alcor, El Viso del Alcor). Es el municipio que más energía consume de la provincia debido a la importante industria pesada situada en sus polígonos industriales.

En lo que respecta a la agricultura, en 2017 tenía 16 250 ha (hectáreas) de cultivos herbáceos; de las cuales, 6641 eran de trigo, y 4070 eran de cultivos leñosos, y, de estas últimas, 2653 eran de olivar de aceituna de mesa.[13]

La principal industria tradicional de la localidad es el pan. Con una importante producción agrícola que incluye el trigo y otros cereales. Muchos molinos a lo largo del río existentes desde la época árabe se encargaban de moler el grano que después se transformaba en pan los diferentes hornos aprovechando la leña de los amplios bosques que existían. Este pan se llevaba a Sevilla en bestias de carga y los vendedores lo vendían por las calles. Cuando se inauguró la línea de tren Sevilla-Alcalá de Guadaíra (hoy desaparecida) había vagones especiales para las bestias de carga que llevaban el pan. Por ello fue reconocida por el sobrenombre de «Alcalá de los Panaderos».[14][15][16][17][18]​ Esta industria fue evolucionando y ganando importancia con el tiempo. Sin embargo últimamente muchos hornos tradicionales han cerrado debido a la competencia con el pan de otras localidades y especialmente a la aparición del pan «congelado», que aunque tiene menor calidad y más productos químicos, su composición proporciona mayores beneficios en la venta.

También es uno de los mayores productores de albero, que se utiliza en plazas de toros de todo el mundo.[19]​ El río que la atraviesa y que le da nombre, el Guadaíra, ha sufrido contaminación por alpechín en varias ocasiones.[20]​ Por su tradición industrial y no nobiliaria, no existían edificios señoriales destacables como en otras poblaciones, pero sí había casas de la burguesía y casas populares de indudable interés. La emigración fue casi inexistente, de hecho Alcalá se convirtió en receptora de inmigrantes de las zonas rurales colindantes. Las casas de autoconstrucción fueron copando los cerros periféricos sin ninguna planificación urbana. En los próximos años, pretende convertirse en una gran ciudad sostenible ecológicamente. A todo esto también pretendía sumarse la próxima localidad con la Línea 1 de Metro de Sevilla. Aunque las obras estaban casi acabadas (a falta de poco más que las catenarias y los vehículos) la crisis económica ha paralizado el proyecto desde 2011.[21]

     Deuda viva del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra en miles de Euros según datos del Ministerio de Hacienda y Ad. Públicas.[22]

La ciudad de Alcalá de Guadaíra se encuentra al borde de la autovía A-92, la autovía transversal de Andalucía que une Sevilla con Antequera y Granada.

Desde la década de 1870 hasta la de 1960 por Alcalá de Guadaíra pasaba la línea de ferrocarril Sevilla-Alcalá-Carmona, habiendo dos estaciones a su paso por la localidad. La vía se encuentra desmantelada y no existe servicio de ferrocarril en el municipio, salvo una vía de servicio en el polígono la Red. Sin embargo, se están concluyendo los trabajos del Tranvía Metropolitano, que unirá el norte del núcleo urbano con la Universidad Pablo de Olavide, para enlazar allí con la Línea 1 del Metro de Sevilla.

En 2007 se construyó el «Puente del Dragón», que es el primer puente figurativo de Europa.[23]

Alcalá de Guadaíra se encuentra integrada en el Consorcio de Transporte Metropolitano del Área de Sevilla, concretamente en la Zona C. Las líneas de autobús que sirven a la localidad son:

Los autobuses urbanos son explotados por la empresa Ruiz y disponen de cuatro líneas, designadas por letras (A, B, C, D).

De la localidad salen varias carreteras a distintos destinos. Se pueden contar cuatro autovías (sólo una carece de cruces a nivel) y tres carreteras.

El actual ayuntamiento de Alcalá tiene como alcalde a Ana Isabel Jiménez Contreras del PSOE. El resultado de las elecciones municipales de 2015 quedó de la siguiente forma:

Otros partidos que se presentaron en 2015 como UPyD, UPA y Ciudadanos de Alcalá quedaron sin representación en el ayuntamiento al no lograr el mínimo de votos requerido.

Alcalá es uno de los pocos municipios de España que desde 1979 tienen un mismo partido político al frente del ayuntamiento, en este caso, el PSOE.

La aldea de Gandul, actualmente despoblada, alberga un yacimiento arqueológico y edificios históricos.[28]​ En este lugar estuvo Washington Irving en 1829.[29]

Las fiestas más importantes de la ciudad son:



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