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Alforfón



Fagopyrum esculentum, llamado comúnmente alforfón, trigo sarraceno o trigo de los países pobres, es una planta anual herbácea de la familia Polygonaceae cultivada por sus granos para su consumo humano y animal. Se considera popularmente un cereal, aunque realmente no lo sea, ya que, aunque se parece, no pertenece a la familia de las gramíneas, sino a las poligonáceas. Es originario del Asia Central. Aunque se ha cultivado también tradicionalmente en muchos países, hoy en día los principales países productores son también los mayores consumidores. Rusia produce el 50 % del total mundial, seguido por China (17 %) y Ucrania (7 %).[1]

Planta herbácea anual de tallo erguido articulado y hueco, de 20 a 70 cm de alto, con hojas sagitadas más bien blandas. Las hojas superiores son abrazadoras o sésiles mientras que las inferiores tienen un peciolo bastante largo. Las flores son de color blanco o rosa, pequeñas y agrupadas en inflorescencias terminales. Cada flor posee 8 estambres y 3 pistilos. Los frutos son aquenios de tres aristas, contienen una sola semilla y maduran de forma gradual lo que dificulta su recolección. Estos frutos se dan de julio a octubre en el hemisferio norte.

Planta originaria del noreste de Asia (Siberia, Manchuria) que gracias a la agricultura se hizo común en toda Europa en el siglo XVI.

Antiguamente era muy cultivada en las regiones de suelos pobres y ácidos, en Francia (principalmente Bretaña), Europa central, Rusia y Norteamérica. Su cultivo tiende a desaparecer en la actualidad debido a las dificultades para mecanizar su recolección. En Cataluña es cultivo tradicional y actual en la comarca gerundense de La Garrocha donde existe un microclima de verano pluvioso, y se cultivan las variedades de pota de gall (‘pata de gallo’) y arracada (zarcillo o pendiente).

En alimentación humana se utilizan sus frutos en forma de harina, tradicionalmente para hacer farinetes (gachas) en Cataluña, tortús en Occitania, galettes (crepes de sarrasin) en Bretaña, blinis en Rusia y su zona de influencia (Ucrania, Bielorrusia, Polonia, etc.) o un tipo de fideos (soba) en Japón o polenta taragna en el norte de Italia. Y también para hacer harinas de galletas.
El grano se ha utilizado en Europa desde la antigüedad, para la alimentación animal, aunque también lo consumían los campesinos. Sin embargo en Asia es muy apreciado por su valor alimenticio y sus precios son mayores que los del resto de cereales, sobre todo en Japón, donde nunca ha sido alimento para animales.

Se puede consumir en forma de grano (el grano es tetraedral) y en forma de harina. Como grano entero, se hierve de forma similar al arroz, y demora un poco menos. Como harina es habitual utilizarlo en panes y budines y también se elabora pasta o soba (como se conoce en Japón), crepes, sémolas y pasteles. En Rusia y Ucrania se consume hervido, mezclado con mantequilla o leche y se conoce como grechnevaya kasha.

Gracias a su alto nivel proteico se usa también para la alimentación animal. Además, puede utilizarse como sustituto de grasas y espesante ya que el 70 % del grano es almidón.

Tradicionalmente se ha venido usando las semillas maduras frescas y trituradas para curar los eczemas y tumores aplicadas en forma de cataplasma.

Su cáscara se utiliza en Japón desde hace más de 500 años como relleno para fabricar almohadas.

Esta planta es catalogada por sus defensores como la "reina de la proteína vegetal" debido a su alto contenido en proteínas (entre un 10 y un 13 %), aunque el trigo tiene un porcetaje similar (9-14%) pero muy inferior a de la soja (hasta un 36%), argumentando su gran disponibilidad (se calcula que podemos asimilar el 70 %). A la vez es muy rico en lisina (aminoácido escaso en las proteínas vegetales) y en otros aminoácidos esenciales (arginina, metionina, treonina y valina).

No contiene gluten, ya que no tiene ninguna relación con los cereales y por ello es ideal en dietas para los celíacos. Además no contiene lectina, la cual puede resultar irritante.

Es un alimento energético y nutritivo. Ideal en países fríos o en invierno y es muy conveniente para personas mayores, niños y convalecientes.

Se asocia su cultivo con la implantación de colmenas para la obtención de miel y favorecer la fecundación. Esto es así porque sus características biológicas favorecen que las abejas produzcan más miel.

Fagopyrum esculentum fue descrita por Conrad Moench y publicado en Methodus Plantas Horti Botanici et Agri Marburgensis : a staminum situ describendi 290. 1794.[2]

Las sumidades florales del trigo sarraceno son muy ricas en rutina que es un flavonoide ideal para tratar la fragilidad y permeabilidad de los capilares sanguíneos. Por ello es muy conveniente en varices, hemorragias retinales y otros problemas circulatorios ya que además tiene una función antiinflamatoria.[cita requerida]

En la medicina popular se ha venido usando en forma de infusión, mientras que a nivel farmacéutico se aísla la rutina para elaborar preparados circulatorios.[cita requerida]

Su contenido en vitaminas del grupo B junto con su aporte de hierro son buenos aliados contra la anemia.[cita requerida]

Al ser un alimento rico en ácido oleico, linoleico, palmítico y linolénico, el trigo sarraceno o alforfón ayuda en la lucha contra el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.[cita requerida]

Alforfón, alforjón, fajol, grano turco, sarraceno, trigo árabe, trigo cabruno, trigo-haya, trigo negro, trigo sarracénico, trigo sarraceno.[5]

La palabra alforfón deriva del gallego alforfa (alfalfa). En catalán se denomina fajol ya que recuerda el fruto del haya (faig).



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