x
1

Análisis morfosintáctico



El análisis sintáctico es el análisis de las funciones sintácticas o relaciones de concordancia y jerarquía que guardan las palabras cuando se agrupan entre sí en forma de sintagmas, oraciones simples y oraciones compuestas de proposiciones. Como no está muchas veces claro el límite entre la sintaxis y la morfología a estos respectos, especialmente según el tipo de lengua de que se trate, también se suele denominar análisis morfosintáctico, aunque esta denominación se suele reservar también para un análisis más profundo y detenido.

Su estudio es importante, ya que de un correcto análisis sintáctico depende a menudo la interpretación y comprensión de los textos, especialmente de los documentos problemáticos en legislación, política o tecnología (el llamado procesamiento de lenguajes naturales). Diversas corrientes de la lingüística han propuesto a su vez diversos métodos de análisis; el que se enseña en las escuelas es el de la gramática tradicional, algo influido por el Estructuralismo; también tienen sus partidarios los modelos del Generativismo o Gramática generativa y transformacional (con sus reformulaciones Rección y ligamiento y Programa minimalista), el modelo del Funcionalismo, el del Distribucionalismo, las Gramáticas de adjunción de árboles y tantos otros. En este artículo se esbozará el análisis sintáctico tal y como se aprende generalmente en la enseñanza media.

En muchas aplicaciones prácticas y en la enseñanza escolar se asume acríticamente que dada una oración u expresión, el análisis sintáctico es un procedimiento determinista que mediante un conjunto fijo de reglas permite establecer y asignar una interpretación sintáctica a dicha oración. Sin embargo, la propia existencia de oraciones ambiguas refleja que no es posible establecer la estructura sintáctica sin aludir a factores de significado que son extrasintácticos. Además el análisis sintáctico dependerá de la escuela lingüística, el paradigma del investigador que lo use, etc. En realidad a un nivel avanzado no existe ninguna manera de decidir cuál es la estructura sintáctica idónea de muchas oraciones concretas (en especial algunas complejas). La propia discusión de si todos los sintagmas son o no endocéntricos o qué constituye un núcleo sintáctico son problemas abiertos.

En lingüística teórica el análisis sintáctico sirve para ver qué predicciones hace cada tipo de análisis sintáctico posible. Frecuentemente autores diferentes dan análisis diferentes, con el fin de explicar diferentes aspectos y hacer conjeturas sobre la estructura de las lenguas. Hoy por hoy muchos aspectos del análisis sintáctico son problemas abiertos sobre los que son posibles diferentes análisis sintácticos y para los que se pueden conjeturar estructuras sintácticas diferentes igualmente compatibles con los hechos. Sobre la base de su mejor o peor adecuación a los datos una lengua y qué predicciones de gramaticalidad hace cada teoría o tipo de análisis se considera que un determinado análisis es más útil, pero en el fondo todos estos análisis son modelos cuyo uso estará o no justificado en función de la investigación, pero la propia idea de que existe un modelo sintáctico totalmente satisfactorio y que mediante la aplicación de un conjunto de reglas deterministas puede descubrirse qué estructura sintáctica tiene cualquier oración ha sido definitivamente desechada en lingüística teórica.

El análisis sintáctico escolar forma parte de un intento didáctico de enseñar gramática y mejorar el conocimiento metalingüístico de una lengua en los estudiantes de las enseñanzas elementales mediante un análisis basado en la gramática tradicional al margen de la investigación lingüística que se desarrolla en niveles especializados y superiores de instrucción[1]​ para iniciar al estudiante que no pretenda hacer estudios más avanzados de ella.

Se emplean, pues, algunos criterios pedagógicos que orienten al profesor y al alumno para que no cometan errores y puedan realizar correctamente los análisis en los exámenes que el alumno debe superar y a la gente normal para que interprete correctamente el sentido de los textos (legales o de cualquier tipo).[2]

La experiencia demuestra que, en los niveles más primitivos y fundamentales de instrucción básica, los alumnos se encuentran más cómodos analizando a partir de unidades pequeñas (palabras), para agruparlas luego en más grandes ("sintagmas", también llamados ahora más didácticamente "grupos" por la Nueva gramática de la Real Academia Española (2011) e ir jerarquizándolos -"enganchándolos"- como complementos de otras palabras o sintagmas, para finalmente ascender al sintagma nominal en función de sujeto y al sintagma verbal en función de predicado. Esto hace que los puedan delimitar más correctamente; si se hace en la forma inversa, (desde el SN / sujeto y SV / Pred. a sus distintos componentes internos) suelen tener más problemas al segmentar y ordenar las jerarquías de componentes.

Asimismo, los alumnos suelen tener problemas a la hora de distinguir entre complementos del sustantivo y complementos del verbo y también suelen confundir función sintáctica y significado. Por ejemplo, les cuesta trabajo entender que un complemento que indique lugar por significado sea CN (complemento preposicional del nombre) de función sintáctica y no CC de lugar, porque confunden los complementos propios del verbo con los propios del sustantivo, y "significado" con "función sintáctica". Por ejemplo, en "la chimenea de mi casa está atascada" identificarán "de mi casa" como complemento circunstancial de lugar, cuando en realidad no es complemento de verbo, sino de sustantivo, más en concreto CN o complemento preposicional del nombre. En línea con este tipo de errores confundirán fácilmente además el CN con el CRég y viceversa.

Otro género de errores nace de no haber buscado y delimitado bien en primer lugar el SN sujeto haciendo la prueba de la concordancia: prefieren preguntar "quién" al verbo (prueba que falla muy a menudo) en vez de cambiar de número al verbo. Tampoco se preguntan por los argumentos (o complementos argumentales) que reclama el significado de un verbo ni pronominalizan. Son reacios a efectuar la transformación pasiva, porque a menudo no la comprenden bien, ni tienen criterios claros para diferenciar entre Complemento de régimen o Regido (Crég.) y Complemento circunstancial (CC.), entre subordinadas sustantivas introducidas por la conjunción "que" de las subordinadas adjetivas introducidas por el pronombre relativo "que", los usos pronominales y morfemáticos de "se", cuándo hay perífrasis verbal y cuándo no, las oraciones de infinitivo, gerundio y participio, las diferencias entre personal, no personal e impersonal, etcétera.

No obstante, a continuación se dan algunas pautas generales para el análisis sintáctico escolar de oraciones afirmativas relativamente simples que puede ayudar a los estudiantes de nivel superior o bachillerato a comprender algunas relaciones abstractas entre partes de la oración.

Para proceder en lo sucesivo con corrección metodológica, es preciso determinar si el texto que hay que analizar es oración simple u oración compuesta. Es oración simple si aparece un verbo (forma simple) o más (forma compuesta o de perífrasis verbal) que remitan a un único sustantivo; en cambio, si aparecen verbos que indiquen la acción de sujetos diferentes es oración compuesta.

Si hay más de dos verbos núcleos de predicados:



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Análisis morfosintáctico (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!