La Arquidiócesis de Monterrey (en latín: Archidioecesis Monterreyensis), con sede en la ciudad del mismo nombre, abarca al estado mexicano de Nuevo León. Su sede metropolitana es la Catedral Metropolitana de Monterrey.
La Arquidiócesis es cabeza de la provincia eclesiástica de Monterrey, en la región del noreste de México la cual comprende de las diócesis sufragáneas de Linares, Saltillo, Tampico, Matamoros, Piedras Negras, Ciudad Victoria y Nuevo Laredo.
En diciembre de 1777, por la bula papal «Relata Semper» de Pío VI, se erige la Diócesis de Linares, llamada posteriormente Diócesis de Linares-Monterrey, con jurisdicción para Coahuila, Tamaulipas, Texas y Nuevo León. En 1861 se le desmembró el Vicariato de Tamaulipas. Treinta años más tarde, en julio de 1891, el papa León XIII le otorgó el título de Arquidiócesis Metropolitana de Linares-Monterrey y segregó de ella la Diócesis de Saltillo. En 1922 pasó a llamarse Arquidiócesis Metropolitana de Monterrey. El papa Juan XXIII reconstituyó una nueva Diócesis de Linares, separándola de la Arquidiócesis de Monterrey. En agosto de 1989 el papa Juan Pablo II separó seis municipios para incorporarlos a la sufragánea Diócesis de Nuevo Laredo, recién constituida.
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