Augusta Victoria de Schleswig-Holstein

Augusta Victoria de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg (en alemán: Auguste Viktoria von Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg; Dolzig, actual Polonia, 22 de octubre de 1858 - Doorn, Países Bajos, 11 de abril de 1921) fue una princesa de la Casa de Augustemburgo, una rama secundaria de la Casa de Oldemburgo (a la que pertenece la familia real danesa); fue también la última emperatriz y reina consorte de Alemania y Prusia, respectivamente.

Augusta Victoria, era la segunda hija (pero la primera en sobrevivir a la niñez, además de ser la primera mujer) del duque Federico VIII de Schleswig-Holstein (1829-1880) y su esposa, la princesa Adelaida de Hohenlohe-Langenburg (1835-1900), hija del príncipe Ernesto Cristián IV de Hohenlohe-Langenburg y su esposa, la princesa Feodora de Leiningen, hermana por parte de madre de la reina Victoria.

Ella era conocida dentro de su familia como "Dona". Junto con sus hermanos pasaron una infancia tranquila en Dolzig en Lusacia (hoy: Dłużek, voivodato de Lubusz) en la mansión de su padre. Cuando la crisis en Holstein llegó a un punto crítico a fines de 1863 porque el gobierno danés había excluido al ducado del acuerdo constitucional entre Dinamarca y Schleswig, contra lo estipulado en el Protocolo de Londres de 1852, su padre regresó allí, como lo había hecho a su vez su propio padre Cristián Augusto en la década de 1840. Una vez en Holstein, reclamó sus derechos sobre los ducados. De hecho, después de que las tropas de Hannover y Sajonia ocuparan Holstein en el curso de la campaña militar, Federico fue recibido con entusiasmo.

Federico "Octavo" (se veía a sí mismo como el sucesor legítimo del recientemente fallecido Federico VII de Dinamarca) trató de gobernar desde Kiel, después de que Holstein y Lauenburgo se separaran de la corona danesa después de la victoria alemana. Los austriacos le concedieron la administración de Holstein, pero después de que Prusia expulsara a Austria de la Confederación Germánica y conquistara Holstein en 1866, Federico finalmente se desanimó políticamente y tuvo que abandonar el ducado con su familia. Vivieron desde entonces alternativamente entre Gotha y en el castillo de Primkenau, que pertenecía desde 1853 a su padre, el duque Cristián Augusto. Solo el matrimonio de Augusta Victoria con el heredero alemán, Guillermo, condujo a la reconciliación oficial de la casa de Augustenburg con el nuevo estado.

Cuando la princesa se enamoró del príncipe Ernesto Bernardo de Sajonia-Meiningen (1859-1941), hijo del duque Jorge II de Sajonia-Meiningen, fue enviada a Inglaterra en 1875 para una visita a sus familiares británicos. A través de su abuela materna, era sobrina nieta de la reina Victoria (1819-1901).

En el castillo de Reinhardsbrunn conoció a Guillermo de Prusia en 1868, hijo del príncipe heredero Federico Guillermo de Prusia y su esposa, la princesa Victoria del Reino Unido, nieto del emperador Guillermo I y por el lado materno de la reina Victoria de Inglaterra. El encuentro fue renovado por sus padres en el verano de 1878 en Potsdam. El 14 de febrero de 1880 el príncipe pidió su mano en matrimonio en Gotha (inmediatamente después de la muerte de su padre), siendo muy bien acogido por los padres del príncipe y herederos al trono imperial, a diferencia de la corte prusiana e inicialmente también del Kaiser Guillermo I. Se consideraba que la elección del príncipe era inapropiada pues muchos veían a la familia de la princesa de inferior linaje (una de sus bisabuelas era una burguesa y su abuela, solo era una condesa). Además existía rechazo por las reclamaciones del duque Federico sobre los ducados, ya que aun las mantenía. Sin embargo, el Canciller Otto von Bismarck era un importante proponente de este matrimonio, con la convicción de que esto terminaría con la disputa entre el gobierno prusiano y el padre de Augusta.^[1]​ El compromiso se anunció oficialmente por este motivo solo el 2 de junio de 1880.

El matrimonio tuvo lugar el 27 de febrero de 1881 en Berlín, teniendo siete hijos:

Su esposo fue proclamado emperador de Alemania el 15 de junio de 1888 después de la muerte de su padre Federico III de Alemania, convirtiéndose Augusta Victoria en emperatriz alemana y reina de Prusia. Pasó a hacerse cargo de numerosos proyectos tradicionales de las soberanas, como de la Cruz Roja Alemana y la Asociación Patriótica de Mujeres. Bajo su patrocinio, se fundó la Asociación de Ayuda de la Iglesia Evangélica para "combatir el estado de emergencia religioso y moral", del cual surgió poco después la Asociación de Construcción de la Iglesia Evangélica. Con un fuerte compromiso, la emperatriz promovió la construcción de edificios de iglesias protestantes en Berlín, principalmente en los nuevos barrios obreros. Pero también en otros países esta aplicación fue fructífera. Así, la protestante "Fundación Emperatriz Augusta Victoria" en Jerusalén consagró en 1914 la iglesia de la Ascensión en el Monte de los Olivos. Por el fuerte compromiso de la emperatriz por la iglesia protestante se le dio el nombre de "Kirchenjuste" (Justa de la Iglesia).

Augusta Victoria era muy activa socialmente y era más popular y respetada que su esposo, cuyos actos en público a menudo eran criticados y burlados por la población. Apoyó el movimiento de mujeres y se interesó por las teorías de Marie Martin para una mejor educación de niñas y mujeres jóvenes.

Durante la Primera Guerra Mundial trabajó en organizaciones caritativas y se preocupaba especialmente por el hospital militar.

Al finalizar la I Guerra Mundial y desaparecer la monarquía en Alemania con la abdicación de su esposo el 9 de noviembre de 1918, después de una breve estancia en Villa Ingenheim, perteneciente a su hijo Eitel Federico, Victoria Augusta acompañó a su esposo al exilio en los Países Bajos y instalándose con él en 1920 en Huis Doorn en la provincia de Utrecht. Guillermo II escribió en 1922: "La rebelión rompió el corazón de la emperatriz. Comenzó a envejecer a partir de noviembre de 1918 y ya no pudo resistir el sufrimiento físico con la misma resistencia de antes, tan pronto comenzó su enfermedad. Era la más nostálgica del suelo alemán. Sin embargo, ella todavía trataba de consolarme... ".

En 1920 la emperatriz sufre un terrible golpe al enterarse del suicidio de su hijo favorito, el príncipe Joaquín de Prusia, quien termina disparándose un tiro en la cabeza luego de quedar arruinado financieramente. Augusta Victoria no logra sobreponerse y fallece de un ataque cardíaco el 11 de abril de 1921. Una de sus últimas frases fue: "No debo morir, no puedo dejar solo al emperador".

Muchos periódicos alemanes publicaron el mensaje de su muerte con un borde negro. La muerte de la emperatriz, después de tres años de exilio fue percibida por sus seguidores como particularmente dolorosa y la difunta fue honrada como "madre de la patria". Su cuerpo fue trasladado al antiguo templo del parque del palacio de Sanssouci (Potsdam); sin embargo, a Guillermo II y al príncipe heredero no se les permitió asistir al funeral. El ataúd de la emperatriz fue seguido por miles de personas.

Poco antes de su muerte, Augusta Victoria expresó su deseo de que el emperador volviera a casarse después de su fallecimiento. Guillermo II se casó nuevamente el 5 de noviembre de 1922, justo un año y medio después de su muerte, con la princesa viuda Herminia de Reuss-Greiz.

El funeral de Augusta Victoria se refleja en la novela de Katherine Anne Porter, Ship of Fools. En él, un pasajero alemán recuerda en silencio el funeral y su proyección cinematográfica a una pequeña colonia de alemanes que viven en el extranjero en México y describe el torrente de dolor público que se vio dentro de esa comunidad. El fallecimiento de Augusta Victoria es visto entre los alemanes que vivieron la Primera Guerra Mundial como el final de una gran época, cuya conclusión los divorcia para siempre de su país materno y consagra a Augusta Victoria como una santa venerable y símbolo de un pasado lejano de Alemania.

(titular hasta 1921)

(emperatriz titular)

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