x
1

Aulo Vitelio



Aulo Vitelio (en latín: Aulus Vitellius; 24 de septiembre del 15-20 de diciembre del 69),[n. 1]​ fue el emperador romano desde el 19 de abril del 69 hasta el 20 de diciembre de ese mismo año, el llamado año de los cuatro emperadores. Accedió al trono tras las muertes de sus dos rivales, Galba y Otón. A su ascenso al trono se convirtió en el primer emperador que añadió el cognomen honorífico de Germánico a su nombre, en vez del de César. Este primero había caído en desuso a consecuencia de los actos del último que lo portó, el emperador Nerón.

Sus pretensiones al trono se vieron mermadas cuando las legiones estacionadas en las provincias orientales declararon emperador a su comandante, Vespasiano. El inevitable conflicto armado que estalló entre ambos emperadores finalizó con la aplastante derrota que sufrieron las fuerzas de Vitelio en la segunda batalla de Bedriacum. Cuando se vio sin posibilidades de vencer, trató de abdicar en favor de su rival al trono; no obstante, las tropas de Vespasiano lo asesinaron el 20 de diciembre de ese año en la capital.

Era hijo de Lucio Vitelio y de su esposa Sextilia, así como hermano de Lucio Vitelio. Suetonio redactó dos relatos distintos acerca de los orígenes de los Vitelii, en uno afirma que descendían de los antiguos dirigentes del Lacio y en el otro que sus orígenes eran mucho más humildes.[n. 2]​ Suetonio escribió que el horóscopo del día de su nacimiento dejó a sus padres tan horrorizados que intentaron impedir que se convirtiera en cónsul.[n. 3]​ Pasó su infancia en Capri, entre los favoritos del emperador Tiberio, donde era conocido por el apodo de spintria.[2]​ Gozó del favor del emperador Calígula, cuyos carros conducía, y de los de Claudio y Nerón, con quienes jugaba a los dados.

Gracias al afecto que despertó en los tres emperadores fue nombrado sacerdote. Nombrado cónsul en 48, obtuvo el gobierno proconsular de la provincia de África (60/1) en el cual dio pruebas de un enorme desinterés. Luego sirvió como legatus a las órdenes de su hermano, quien le sucedió en su puesto. Luego de expirar su tiempo en el cargo fue designado para desempeñar diversos cargos administrativos, labrándose una buena reputación en Roma.[3]

Contrajo matrimonio con una mujer llamada Petronia, con la que tuvo un hijo tuerto llamado Petroniano; Vitelio emanciparía al joven, al que su madre había hecho heredero, para después asesinarle acusándole de parricidio. Tras ello se casó con Galeria Fundana, con la que tuvo dos hijos.[4][n. 4]

Cuando estaba terriblemente acosado por las deudas, el emperador Galba le cedió el mando de la provincia de Germania Inferior (68), quizá a consecuencia de la influencia de uno de sus compañeros, el senador Tito Vinio. Allí se ganó pronto el afecto de sus soldados gracias a su flexible disciplina y a su carácter cercano.[5]

El 2 de enero,[6]​ por iniciativa de los comandantes de las legiones del Rin, Cecina y Valente, los soldados le sacaron de su campamento de Colonia Agrippinensis (Colonia) le cedieron la espada de Julio César y le llevaron al centro del campamento, donde lo aclamaron como emperador.[7]​ Vitelio pronunció entonces: Valor. Poco después añadió a su nombre el título de Germánico; aunque rehusó tomar el de Augusto o el de César.[7]​ A esta rebelión se unieron los ejércitos de Galia, Britania y Recia.

Cuando recibió noticias acerca de la muerte de Galba, ordenó la provincia centroeuropea y dividió su ejército en dos divisiones, una de las cuales marchó contra Otón a la cabeza de sus comandantes, y la otra cuyo mando apartó para asumirlo el mismo. Suetonio afirma que cuando Vitelio emprendió su marcha, esta se vio rodeada de considerables vaticinios adversos.[8]

Tras ser informado de la muerte de su rival en Bedriacum realizó sus primeras acciones como emperador de facto; ordenó el asesinato de las 120 personas que, con afán de obtener el favor de Otón, se habían declarado culpables del asesinato de Galba y disolvió las cohors praetoriae, que volvieron a completarse con hombres de su confianza. De camino a la capital se ganó el odio del pueblo a consecuencia de los excesos a los que permitía entregarse a su corte. Cuando alcanzó el lugar donde se había producido la batalla en la que había fallecido su enemigo exclamó ante los soldados que se apartaban del hedor de los cadáveres:[9]

Luego de pronunciar esta máxima se dirigió a la tumba de Otón; allí se burló de él en presencia de sus fuerzas.[9]​ Cuando llegó a Roma hizo gala de la opulencia que le había hecho ganarse los desafectos del pueblo al entrar en la capital ataviado con lujosas vestimentas y a la cabeza de hombres vestidos con sus mejores ropajes, asumió el pontificado, estableció las magistraturas por un periodo de diez años y se declaró cónsul vitalicio.[10]​ El 19 de abril fue reconocido emperador por el Senado.[11]

Al igual que le sucediera a Galba, Vitelio estaba totalmente dominado por su corte y en especial por su liberto Asiático al que llegó a manumitir para concederle el gobierno de una provincia.[12]​ Las fuentes clásicas afirman que se valió de su posición para entregarse a los más suntuosos placeres culinarios; en la capital eran conocidos sus banquetes.[13]

Suetonio afirma en su De Vita Caesarum que el emperador era un ser cruel al que le gustaba ordenar asesinatos y contemplarlos. Asesinó a todos aquellos que le habían exigido el dinero de sus deudas, a sus dos hijos, a los que se habían expresado públicamente contra la facción del circo de los azules. Se llegó a afirmar incluso que había dejado morir a su madre.[14]

A pesar de ello, los historiadores Tácito y Dión Casio rechazan ciertas aseveraciones de Suetonio acerca de la administración de Vitelio, a la que consideran aceptable. El primero de ellos describe las que considera sus dos contribuciones más importantes al gobierno del Imperio:[15]

El 1 de octubre de 69 elaboró una ley por la que se expulsaba de Roma e Italia a todos los astrólogos. Algunos de ellos declararon tras la firma del decreto:[14]

En respuesta, el emperador asesinó a todo el astrólogo que cayera en sus manos.[16]

Cuando Vitelio tuvo conocimiento de que los ejércitos de Mesia, Panonia, Siria y Judea habían declarado emperador a su comandante, Vespasiano, puso en marcha una serie de medidas desesperadas que supusieron una considerable carga para el tesoro. No obstante, cuando se enteró de que las huestes de Dalmacia e Iliria se habían unido a su adversario trató de dimitir de su cargo. Muchos de sus allegados desertaron de su bando.[17]

Al parecer, Vitelio esperó a Vespasiano al mando de sus tropas en Mevania. Cuando las fuerzas de su rival alcanzaron el lugar, el emperador convino su dimisión con Marco Antonio Primo, comandante de la Legio VI y uno de los principales partidarios de su adversario. A pesar de ello, los pretorianos le obligaron a violar el acuerdo y le hicieron volver a palacio. Suetonio y Tácito afirman que, cuando las tropas de Vespasiano entraron en la capital, Vitelio se escondió en el hogar de un portero.[18]​ El 20 de diciembre,[19]​ sus enemigos lo encontraron y lo trasladaron al Foro, donde el pueblo y sus soldados lo asesinaron. Tras la masacre se arrojó su cuerpo al Tíber y su cabeza fue paseada por las calles de la capital.[20]​ Su hijo y su hermano también fueron asesinados.[20]​ Se nombró Césares a Domiciano y a Tito, los hijos de Vespasiano. El emperador llegaría a Roma a finales de 70.

Barton, Tamsyn (2002). ANCIENT ASTROLOGY (Sciences of Antiquity Series) (en inglés). Oxon: Routledge. ISBN 0415110297.  Public Domain Este artículo incorpora texto de una publicación sin restricciones conocidas de derecho de autorWikisource-logo.svg Varios autores (1910-1911). «Encyclopædia Britannica». En Chisholm, Hugh, ed. Encyclopædia Britannica. A Dictionary of Arts, Sciences, Literature, and General information (en inglés) (11.ª edición). Encyclopædia Britannica, Inc.; actualmente en dominio público. 




Escribe un comentario o lo que quieras sobre Aulo Vitelio (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!