La avenida Javier Prado es una de las principales avenidas de la ciudad de Lima, capital del Perú. Por su longitud es la segunda más extensa de la capital, después de la avenida Universitaria, y recorre de oeste a este los distritos de Magdalena del Mar, San Isidro, La Victoria, San Borja, Santiago de Surco, La Molina y Ate Vitarte a lo largo de 135 cuadras.
En su recorrido se divide en 2 segmentos: Javier Prado Este desde la avenida Arequipa hasta su fin en el distrito de Ate (este último tramo se denomina Prolongación Javier Prado) contando un total de 101 cuadras, y Javier Prado Oeste desde la avenida Arequipa hasta su inicio en la avenida Brasil en el distrito de Magdalena del Mar abarcando 34 cuadras (aunque la numeración no es continua y cambia al pasar de Magdalena a San Isidro). Como se desprende de esto, la Avenida Arequipa sirve como punto de división de ambos segmentos.
La avenida lleva el nombre del filósofo peruano Javier Prado y Ugarteche, hermano del Presidente Manuel Prado Ugarteche e hijo del Presidente Mariano Ignacio Prado quien manejara los destinos del Perú al inicio de la Guerra del Salitre. Prado, sin embargo, ha sido una gravitante figura política en los inicios del siglo XX e incluso ha llegado a ser Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
La avenida Javier Prado es la cuarta vía más congestionada de Lima, contado con 29 rutas de transporte público.
La afirmación históricamente más adecuada es que la avenida nace en la cuadra 33 de la avenida Brasil donde nace como Javier Prado Oeste. Durante su recorrido por el distrito de Magdalena del Mar la avenida es de tinte eminentemente residencial, contando con altos edificios de departamentos y oficinas, una ancha berma central con jardines y muy poco tránsito, sobre todo de transporte público. En esta zona aloja a la Embajada de El Salvador. La numeración que se inicia en la avenida Brasil continúa durante nueve cuadras hasta la Avenida Roca de Vergallo donde el sentido de la numeración cambia y nos encontramos en plena cuadra 25 ya que, en el distrito de San Isidro, la numeración se inicia en la avenida Arequipa. Hasta la cuadra 21, la avenida Javier Prado mantiene su carácter residencial, y se encuentra con su primera intersección importante: la avenida Salaverry.
Pasada la avenida Salaverry, la avenida cambia su fisonomía ya que si bien mantiene su estilo residencial de edificios de departamentos, su tránsito aumenta ya que empieza a acoger unidades de transporte público y cuenta con palmeras reales en su berma central. En la cuadra 19 recibe a la avenida Faustino Sánchez Carrión o Pershing la cual trae todo el tráfico proveniente de la avenida De la Marina y el Callao en diagonal. La fisonomía de la avenida empieza a cambiar acogiendo un tinte más comercial. Acoge a las embajadas de Marruecos, Chile y la residencia del embajador de Venezuela. Éste tramo, ampliado a 3 carriles en 1994 durante la segunda gestión del entonces alcalde metropolitano de Lima, Ricardo Belmont Cassinelli, continúa hasta la Avenida Arequipa donde deja de ser avenida Javier Prado Oeste y se convierte en Javier Prado Este. El cruce con la Avenida Arequipa vendría a ser el primer paso a desnivel que tiene la avenida.
El tramo desde la avenida Arequipa hasta la vía expresa Paseo de la República es uno de los de mayor tráfico en toda la avenida ya que recoge todo el movimiento de la zona financiera que se ubica en el distrito de San Isidro. El cruce con la vía expresa vendría a ser el segundo paso a desnivel y el segundo más extenso de todo su recorrido. En este intercambio vial destacan el hotel Westin Libertador y la residencia de la familia Brescia.
Pocas cuadras después, cortando la avenida República de Panamá en cuyo cruce se puede distinguir el colegio San Agustín, la avenida se convierte en una vía expresa a desnivel inaugurada el 11 de agosto de 2002 por el entonces alcalde metropolitano de Lima Alberto Andrade Carmona, que va desde la cuadra 10 hasta la cuadra 45 y cuenta con cinco puentes (Cap. FAP José A. Quiñones —inaugurado durante la alcaldía de Ricardo Belmont en 1995—, la Avenida Guardia Civil, la avenida Aviación, la avenida San Luis y la carretera Panamericana Sur) llegando hasta el Óvalo Monitor en el distrito de La Molina; el cruce a desnivel con la carretera Panamericana es el más extenso de todo su recorrido. En el cruce con la avenida República de Panamá, del lado derecho en el distrito de San Isidro, se puede distinguir el colegio San Agustín y más adelante la clínica Ricardo Palma. Mientras que, del lado izquierdo se encuentra el distrito de La Victoria, en la urbanización Santa Catalina, donde se ubica el edificio Interbank, el Sodimac - Javier Prado y el centro comercial Plaza Santa Catalina. Además, esta parte de la avenida se caracteriza por portar varios terminales de buses, que culminan hasta su cruce con la avenida Gálvez Barrenechea.
A partir del cruce con la avenida Guardia Civil, la avenida ingresa al distrito de San Borja acogiendo al centro comercial La Rambla. Además, es en su cruce con la avenida Aviación donde se ubica la Estación La Cultura, perteneciente a la Línea 1 del Metro de Lima y Callao; es a partir de este cruce donde la avenida porta instituciones como la Biblioteca Nacional del Perú, el Museo de la Nación del Perú, la Torre Banco de la Nación (el rascacielos más alto del Perú inaugurado en octubre de 2015) y el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja. Después al llegar al cruce con la carretera Panamericana Sur, la avenida ingresa al distrito de Santiago de Surco, donde se encuentra el centro comercial Jockey Plaza Shopping Center y la Universidad de Lima, hasta llegar al Óvalo Monitor donde se marcaría su límite distrital con el distrito de La Molina.
Ya en el distrito de La Molina, a partir de su cruce con la avenida Las Palmeras, la avenida continúa con su aspecto comercial, pasando por el centro comercial Plaza Camacho. Mientras que, del lado del distrito de Santiago de Surco se ubica el centro comercial Patio Panorama y el Club Golf Los Incas. Desde la cuadra 52 su berma central se vuelve ancha y cuenta con un amplio jardín simulando un bosque. Ya en el cruce con la avenida La Molina implica su última unión con otra avenida de tránsito pesado. Al pasar este cruce de la avenida La Molina, la avenida recupera su aspecto residencial donde predominan las casas y no los edificios, pero esta vez siendo del sector clase media, el cual es la urbanización Santa Patricia. Este sector de casas pequeñas y pequeño comercio culmina en la cuadra 71, donde comienza el óvalo Huarochirí.
Desde la cuadra 71, pasando el óvalo Huarochirí, la avenida ingresa al distrito de Ate Vitarte y muestra en su lado izquierdo un largo muro de cemento construido para proteger las viviendas de la urbanización de Mayorazgo de los posibles desmanes que pudiera ocasionar el público que visita al Estadio Monumental del Club Universitario de Deportes (cuadra 75). Cabe resaltar, que esta sería la parte más desalojada, silenciosa y oscura de toda la avenida, por lo que es muy vulnerable a los asaltos y la inseguridad. La avenida continua su trayecto atravesando los túneles de Puruchuco en las cuadras 85-86.
La avenida continua (cuadra 86) y toma el nombre de Prolongación Javier Prado, aunque se trata de la misma avenida Javier Prado; en este tramo (cuadra 86-93) cruza la urbanización Los Portales de Javier Prado, llegando a la carretera central, internándose en todo el distrito de Ate Vitarte mientras va asumiendo un tinte residencial mucho más populoso que el resto de su recorrido, a su vez es la parte más insegura y menos gestionada en limpieza, orden y seguridad de toda la avenida. Es en este tramo donde la avenida pasa por el centro comercial Real Plaza Puruchuco. Al final, la avenida termina en la urbanización de Ceres en la avenida José María Morelos luego de más de 15 kilómetros de recorrido, prácticamente por toda la ciudad.
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