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Banyeres de Mariola



Vista de la localidad.

Bañeres[1]​ (en valenciano y oficialmente, Banyeres de Mariola)[3]​ es un municipio de la Comunidad Valenciana, España. Está situado en el norte de la provincia de Alicante, en la comarca de la Hoya de Alcoy. Contaba con 7.155 habitantes en 2015 (INE).[4]

Se cree que el topónimo es de origen árabe, aunque lógicamente a partir de otra denominación anterior, y estaría en la denominación Beni-Hares ("hijo de liebres"), aunque según Escolano, el topónimo es anterior y los árabes lo habrían llamado Bernirehes. Comoquiera que sea, la primera mención documental es de 1249 y aparece como Bigneres, aunque en 1261, en un pleito con Bocairente, ya aparece escrito en su forma valenciana de Banyeres.[2]

El municipio se denominó oficialmente hasta 1916 como Bañeras.[5]

El relieve del término municipal está caracterizado por el largo corredor prebético SO-NE conocido como valle de Benejama en su parte occidental. La población se halla en el pasillo por el que circula la CV-81, el antiguo ferrocarril VAY y, antiguamente, el camino que unía Toledo con Denia. El corredor se enmarca entre dos largas alineaciones montañosas, la sierra de la Solana y la sierra de Mariola, de gran importancia ambiental y que cuenta con una gran riqueza botánica y abundancia de fuentes; de la confluencia de varias de ellas en los barrancos de Pinarets y Buixcarró, entre el término de Banyeres y el de Bocairente, nace el río Vinalopó.[2]​ El corredor cuaternario está cubierto de sedimentos y, en su parte central, presenta rasgos de endorreísmo.[2]

Es la población situada a más altura de la provincia, y ofrece variados parajes para visitar, como la Font del Cavaller o el Parque de Villa Rosario, donde se ubica el Museo Valenciano del Papel (Museu Valencià del Paper) y un aula de la naturaleza.

Localidades limítrofes[6]

Según la Clasificación climática de Köppen, el clima de Banyeres es Csa, correspondiéndose al clima mediterráneo continental, aunque está muy influenciado por su altitud y lejanía del mar, teniendo por este motivo un clima mediterráneo continentalizado con inviernos fríos y veranos cálidos, aunque por la noche la temperatura es suave. Su temperatura en invierno media de 0 grados [7]

En la zona hubo importantes poblamientos prehistóricos, siendo los restos más antiguo del epipaleolítico.[2]​ En el Molí Roig existió un poblado neolítico y se encontraron varios vestigios eneolíticos en las cuevas del Llarg, dels Anells y del Partidor, entre otras. Los poblados del Cabeço dels Llorenços, del Bovar y de la Serrella son de la Edad del Bronce, aunque en el último se construyó un castillo en época medieval.[2]​ Hay vestigios de poblados ibéricos en el Assagador de Sant Jordi y La Solaneta, mientras que en el espacio entre la Font Santa y la Font Bona existió probablemente una villa romana.[2]

La población histórica, al igual que su castillo, es de origen musulmán. En el año 1248 fue conquistada por el rey Jaime I de Aragón, que cedió la población en alodio a Jofre de Raixa o Loaysa y el castillo a Bernardo de Tous. La plaza cobró gran importancia ya que, como Biar, su castillo había quedado fronterizo con Castilla.[2]​ Más tarde pasó a manos de Arnaldo de Romaní y en el año 1303 fue adquirida por Pedro d'Artés. Este vendió el castillo y la población en 1381 a la cercana villa de Bocairente, hasta que el rey Felipe IV decidió su separación en 1618.[2]

Durante la Guerra de Sucesión Española, la fortaleza jugó un papel muy activo al declararse sus habitantes partidarios borbónicos. Sirvió de guarnición a las tropas que apoyaban a Felipe V y llegó a resistir 20 ataques y 3 asedios.[9]​ En 1706 el general austracista Juan Manuel Noroña atacó el castillo con cuatro mil hombres y no pudo tomarlo. Felipe V le concedió a la población el 12 de julio de 1708 el título de villa real y el privilegio de "Noble, Fiel, Real y Leal".[2]​ En el Diccionario de Madoz (1845-1850) aparece la siguiente descripción:

Bañeres tenía unos 400 habitantes en 1646, número que casi se había duplicado en la década de 1710. A finales del siglo XVIII, gracias a la expansión agrícola e industrial, la población ascendió a 1600 habitantes, que en 1857 ya eran 2.447 y a finales del siglo XIX llegaban a 3.560. La población se estancó ahí hasta la década de 1970, en que creció hasta los 5.873 a un ritmo que se ha decrecido considerablemente en las últimas décadas.[2]​ Contaba con 7.155 habitantes, según los datos del INE a 1 de enero de 2015.[4]​ Solo un 3,6% de su población es de nacionalidad extranjera, siendo uno de los porcentajes más bajos de toda la provincia.[11]

En la agricultura, que ocupa a una parte muy reducida de la población activa, predominan los cereales y el girasol (unas 700 ha), aunque se cultivan también manzanos, melocotoneros, ciruelos y algunas hortalizas, así como el olivo (600 ha), el almendro y el viñedo. El aceite es el principal producto agrícola de la localidad.[2]​ El segundo sector en importancia es el de los servicios.

Es una localidad fundamentalmente industrial, con un 70% de la población activa dedicada a este sector. Hasta principios del siglo XX la fuerza y desnivel del río Vinalopó se usó como fuerza motriz para molinos de harina y hay constancia de que ya en 1780 al menos dos molinos harineros se habían convertido en fábricas de papel. Estas fueron un elemento clave de la industrialización de Bañeres y cuyos edificios (algunos ya en ruinas) todavía flanquean el curso del río.[2]​ El sector papelero, no obstante, entró en crisis en la década de 1970, por lo que la industria se reconvirtió hacia el cartón. El textil, de gran importancia también, entró en fase industrial a mediados del siglo XIX, aunque no se asentó hasta la gran demanda que hubo durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). En la actualidad se cubren varias fases de la producción, como el hilado, el tejido y la confección de géneros de punto, así como colchas y toallas. La proximidad al denominado valle de Juguete (la Hoya de Castalla) ha propiciado fábricas de juguetes y plásticos.[2]

Por el término de Bañeres circulan las siguientes carreteras:[14]

Hasta 1969 existió una parada de la línea de Ferrocarriles de Villena a Alcoy y Yecla, actualmente desmantelada y reconvertida en Vía Verde.[15]

El núcleo urbano presenta zonas bien diferenciadas. La parte más antigua está caracterizada por calles estrechas y de fuerte pendiente, apiñadas en torno al espolón rocoso sobre el que se alza el castillo.[2]​ La parte nueva, con edificios de más de cuatro y cinco plantas, se ordena siguiendo lo que en su día fueron carreteras de circunvalación y acceso: la CV-81 y la CV-795.[2]​ En su término hay numerosas casas de campo y dos caseríos: Campo del Oro (Camp de l'Or),[19]​ junto al Vinalopó y El Bovar, en el camino de Biar.[20]

Entre la gastronomía popular se encuentra el "arròs i conill" (paella), olla de penques, "olla de bledes", "olla de carabassa", "gaspatxos", borra y coques fregides, entre otras especialidades. La bebida típica es el licor de hierbas (herbero) procedentes de la sierra Mariola, las principales son: "terongina/melissa, marialluïsa, timó real/panical, donzell, rabet de gat ver, poliol de riu, sàlvia, sentònica i camamirla".

El municipio de Banyeres de Mariola está hermanado con las siguientes localidades:[25]




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