Benifayóvalenciano y oficialmente Benifaió) es un municipio y localidad española, en la provincia de Valencia, Comunidad Valenciana. Pertenece a la comarca de la Ribera Alta y tiene 11 930 habitantes (INE 2018). Históricamente ha recibido también el nombre de Benifayó de Espioca en relación con la parroquia a la que perteneció en tiempos medievales, y de Benifayó de Falcó, por la familia de los Falcó de Belaochaga, señores de Benifaió entre 1612 y 1872.
(enEl nombre proviene de la denominación de la alquería árabe, y está formada por beni (hijos) y Hayyén, nombre de familia musulmana, usual también en tierras cristianas.
La población se encuentra situada a 22 kilómetros al sur de la ciudad de Valencia, en el extremo nororiental de la Ribera Alta, en el límite con la Ribera Baja y Huerta Sur. Desde Valencia, se accede a esta localidad a través de la A-7 y luego tomando la carretera autonómica CV-520. También cuenta con estación de ferrocarril en la línea C-2 de Cercanías Valencia (RENFE). Por su término, que históricamente cruzó la vía Augusta, atraviesan hoy las carreteras nacional N-340 y la comarcal C-3320, así como la línea 1 de Metrovalencia con estación en Font Almaguer.
El término municipal de Benifaió limita con las siguientes localidades:
Alfarp, Alginet, Almusafes y Picasent todas ellas de la provincia de Valencia.
La primera presencia humana se detecta en el límite del término con Alfarp, en la zona de la Fuente de Almaguer. Allí se encontraron restos del período epipaleolítico, hace unos 10 000 a 8000 años. Del eneolítico proceden los restos de la Paridera, Pla de les Clotxes y un hacha de piedra pulida junto al núcleo urbano. En la Fuente de Muza aparecieron puntas de flecha y diverso material lítico claramente eneolítico. De la Edad de Bronce, años 1800 a 700 a. C., existen poblados en la Fuente de Almaguer.
Pero los más claros vestigios de poblamientos provienen de la época romana y se encuentran a las afueras del núcleo urbano. Destaca la existencia de una villa rústica donde vivieron sus habitantes entre los siglos I al IV, según nos muestran los restos numismáticos y de cerámicas encontrados. La villa se levantaba sobre una pequeña colina cerca de la desaparecida Fuente de Muza, donde se tiene noticia del hallazgo de restos arqueológicos ya en el siglo XIX. En 1922, Nicolau Primitiu Gómez Serrano dio la noticia del hallazgo de un altar o ara romana con una inscripción dedicada al dios Mitra, hoy conservado en el Museo de Bellas Artes de Valencia . En 2002, durante unas excavaciones, apareció un excelente mosaico, en una habitación completa de la villa romana, con un medallón central policromo que presenta una escena alegórica de la fundación de Roma. Actualmente forma parte destacada de las salas de Mundo Romano en el Museo de Prehistoria de Valencia.
De la civilización islámica destaca la pervivencia de dos torres vigía de la época almohade (siglos XI-XII): La Torre de la Huerta o de Muza, situada en las inmediaciones de la fuente homónima, posteriormente modificada y adaptada como columbario, y la Torre de la Plaza, que se levanta en el centro de la población, entre las plazas Mayor, del Progreso y del Ángel, que configurarian el núcleo primigenio de la alquería islámica.
El primitivo Benifayó sería la originalmente nombrada alquería musulmana citada en el Llibre del Repartiment. El nombre de Benifaió aparece consignado el 13 de junio del 1238, como una de las diez alquerías otorgadas por el rey Jaime I a hombres de su ejército procedentes de Barcelona, a los que el rey prometió dotar dentro del término general de Valencia, o compensar en el término de Murviedro. El 9 de abril de 1259 el rey conquistador arrendó por tres años la décima parte que le correspondía de las alquerías de Benifayó y Janet (Alginet), en aquellos tiempos término de Valencia, a Berenguer Roig. En enero de 1284, Pedro II de Aragón (1276-1285) hace donación de un horno y casas en el mismo lugar.
Tras la conquista cristiana, eclesiásticamente Benifayó formó parte de la parroquia de Espioca, junto con Alginet y Almusafes, hasta que pasó a ocupar la sede parroquial por el despoblamiento que padeció el lugar de Espioca. A Benifayó se trasladó el clero y la campana, y a Picassent la autoridad civil, quedando Espioca incorporada a su término municipal. Posteriormente se disgregaron de Benifayó la parroquia de Alginet, en agosto de 1537, así como la de Almusafes, que se desmembró definitivamente de la parroquia de Benifayó en 1788.
En noviembre de 1304 el rey Jaime II concedió de forma vitalicia el tercio diezmo de Benifaió al ciudadano de Valencia Bartolomé Matoses. A su muerte en 1338, el rey Pedro el Ceremonioso hizo donación, mientras viviera, del tercio diezmo de los lugares de Benifayó, Alginet y Cotes a Pardo de la Casta.
El descendiente homónimo, Bartolomé Matoses, se documenta como señor de Benifayó en 1345 en un pleito entre el señor de Almusafes, Ramón Escorna y sus vasallos, y el señor de Benifayó y los suyos, con motivo de dirimir los límites del término y por las aguas de riego procedentes de la fuente del Raval.
Condenado a muerte por su adscripción unionista, el rey Pedro confiscó sus bienes y procedió a la venta a perpetuidad del senyorío en 1349 a María Ladrón de Vidaura por 110 000 sueldos, con el tercio diezmo y la propiedad del castillo, sus vasallos, hornos, molinos y otras regalías. Ésta hizo donación del señorío a su hijo Ramón de Vilanova y Ladrón de Vidaura, vizconde de Chelva (+ ca. 1406).
A finales del siglo XIV, el señorío perteneció a Bernat de Alpicat, jurista y abogado de la ciudad de Valencia, documentado como señor de Benifayó en 1385, en un conflicto con el vecino lugar de Almusafes por la construcción de un molino y la correspondiente acequia de desagüe. En 1396 aparece citado por primera vez su hijo, Juan de Alpicat, como señor de la población, y en su testamento de 17 de octubre de 1397 legó el señorío a su hija mayor y heredera, Isabel de Alpicat.
El señorío de Benifayó pasó a la familia de los Jofré, al contraer matrimonio (entre 1413 y 1419) Isabel de Alpicat con Jaime Jofré, miembro de una familia patricia valenciana recientemente ennoblecida, con residencia en la parroquia de San Bartolomé de Valencia. Este Jaime Jofré se documenta como señor de Benifayó en el contrato que las universidades de Benifayó y Almusafes firmaron con el reconocido pintor Gonzalo Peris en 1435 para la realización de un retablo destinado al templo de San Pedro de Benifayó.
A raíz del citado matrimonio, el señorío y la jurisdicción de Benifayó pasaron a manos de esta familia valenciana, sucesivamente a Luis Jofré de Alpicat, casado con Aldonza Escorna, a su descendiente Nicolás Jofré, casado con Juana Estellés, documentado como señor de Benifayó en 1506, en una venta al obispo de Tortosa de una casa que poseían en Valencia.
Posteriormente perteneció a su hijo Jerónimo Jofré, casado con Andreua Vilarragut, documentados en un proceso de firma de derecho en el que reclamaba los derechos feudales heredados de su padre. El señorío de Benifayó pasó al hijo de Jerónimo, Miguel Jofré, que sabemos contrajo matrimonio con Caterina Figuerola, legitimado en 1585 «...Don Miguel Jofré, hijo de don Gerónimo Sllava y de Jofré, señor de Benifayó, siendo éste casado, tuvo a aquel con una mujer suelta». Heredero de las deudas dejadas por su padre como garante a la administración del condado de Oliva, Miguel Jofré firmó una concordia con Carlos de Borja, duque de Gandía, reconociendo una deuda superior a las 17 000 libras, y en la que daba la posesión del señorío de Benifayó al duque de Gandía, pero el pueblo se negó a su reconocimiento, sin la previa autorización de la Real Audiencia. Este tribunal había procedido a subastar la población, previa tasación pericial, para pagar las deudas del último Jofré. Finalmente, pasada la coyuntura de la expulsión de los moriscos, la sentencia de la Real Audiencia de Valencia de 16 de febrero de 1612 concedía el señorío y la jurisdicción de Benifayó, por 27 000 libras, a favor de Miquel Falcó de Belaochaga.
Desde esta fecha, los Falcó de Belaochaga fueron los señores territoriales y jurisdiccionales de Benifayó. Miguel Falcó fue armado caballero y consiguió el reconocimiento de nobleza en 1615.
En 1623 cedía el señorío mediante la fundación de un vínculo a favor de a su hijo primogénito, Juan Bautista Falcó de Belaochaga, en contemplación del matrimonio de este con Juana Ana Ferrer Milá, hija de don Pedro Ferrer y de María del Milá. En esta donación propter nuptias, Miguel Falcó de Belaochaga fundaba un vínculo de escrita agnación y primogenitura.El tercer barón de Benifayó fue José Falcó de Belaochaga y Ferrer, que heredó el título de señor de Benifayó a la muerte de su padre. Durante su señorío las rentas de Benifayó quedaron confiscadas durante algunos años para hacer frente a las deudas contraídas por Falcó ante la Ciudad de Valencia por la administración de las carnes. José Falcó falleció en Benifayó en noviembre de 1707, meses después de la batalla de Almansa y el advenimiento de los Borbones. Su hijo primogénito y heredero, Juan Falcó de Belaochaga y Caspe había luchado con los austriacistas y se encontraba fugado en Barcelona. Por esa razón, el juez de confiscaciones Melchor de Macanaz procedió al secuestro de las rentas señoriales, por delito de lesa majestad, incluido el señorío de Benifayó. Sin embargo, pocos meses después, su hermano, Antonio Falcó de Belaochaga y Caspe, combatiente en el bando borbónico, reclamó los bienes incautados y recuperó para la familia la baronía de Benifayó en 1708.
Muerto Antonio Falcó sin descendencia, la baronía de Benifayó pasó fugazmente a su hermano Francisco, fallecido también sin descendencia en 1714, al hermano de este, Pedro Miguel (+1731) y al hijo de este, Vicente Falcó de Belaochaga y García de Tardajos, heredero también de un segundo vínculo fundado por su abuelo en 1630, al morir sin descendencia Félix Falcó de Belaochaga y Blanes. Muerto Vicente Falcó sin descendencia masculina, el vínculo pasó a su sobrino Pascual Falcó de Belaochaga y Pujades por sentencia de 1785. Casó con Mª Concepción Valcárcel y Pascual de Povil, heredera, a la muerte de su hermano Antonio Valcárcel, de los títulos de Marquesa de Castel Rodrigo, Princesa Pío de Saboya, Marquesa de Almonacid de los Oteros, Duquesa de Nochera y Condesa de Lumiares.
El título de barón de Benifayó recayó en su hijo primogénito Pascual Falcó y Valcárcel, Príncipe Pío (1795-Florencia, 1839) fallecido sin sucesión, y a su hermano Juan Falcó y Valcárcel (Valencia, 1797-Bayona 1873), quien redimió los censos en 1872, poco antes de su muerte. El último barón efectivo de Benifayó fue su hijo menor, Julio Falcó d’Adda (Milán, 1834), senador, fallecido sin sucesión en San Pedro del Pinatar en 1899.
Después de años de pleitos, el Ayuntamiento y los vecinos compraron a los Falcó los derechos señoriales, por la cantidad de 75 000 pesetas o 300 000 reales de vellón, con el acuerdo de pago a diez años. La escritura de desmembración se firmó el 28 de septiembre de 1872, quedando así el municipio libre de cargas e incorporándose a la nación. Benifayó deja de llamarse de Falcó y se nombra de Espioca.
Mientras tanto, el Ayuntamiento de Benifayó compraba en 1849 una parte de la denominada casa-castillo al señor de Benifayó con la intención de habilitarla como consistorio, escuela, habitaciones para los maestros, prisión y estancias para el pregonero, por 9000 reales. En febrero de 1873, redimidos los censos, enviaban al gobernador de Valencia el expediente para la construcción del Ayuntamiento.
Los primeros datos documentados sobre la población de Benifayó se remontan al siglo XV. Se registran 48 fuegos o casas, aproximadamente 216 habitantes, tanto en los censos de las Cortes de Orihuela de 1488, en las actas de corte de 1490 como en el censo de 1493-1496.
Ya en el siglo XVI, el censo de 1510 recoge en Benifayó 54 fuegos, mientras que el censo de 1565 registra 45 casas (poco más de 200 habitantes).
Para el siglo XVII, según la Relación de las casas de christianos viejos y nuevos que ay en las ciudades, villas y lugares deste Reyno de Valencia… año 1609, conocido como el Censo de Caracena, en Benifayó se registran 62 vecinos (casas o fuegos, aproximadamente 280 habitantes) todos ellos considerados cristianos viejos.
Este dato coincide con la información, publicada también en 1609 por Gaspar Joan Escolano, según la cual Benifayó contaría con más de 60 vecinos, en fecha no conocida, pero considerada siempre anterior a la expulsión de los moriscos, y sin especificar su confesión religiosa. Esta exigua población se mantuvo a lo largo de las épocas medieval y moderna, lo que permite suponer que Benifaió no contaba con una población morisca significativa. Todavía en 1646, el Vecindario del reino de Valencia… recoge la existencia a Benifayó de solo 54 casas (aproximadamente 240 almas).
Un nuevo dato poblacional de 1692, la Real Pragmática sanción, para que en este Reyno de Valencia se forme un nuevo Batallón, con nombre de Milicia efectiva de la Custodia del Reyno… promulgada el 26 de febrero de 1692, atribuye a Benifayó la cantidad de 48 vecinos (218 habitantes).
Entre 1712/1713 se confecciona el Vecindario de Campoflorido, de carácter económico, pues serviría para asignar la recaudación municipal del equivalente (hecho que ha llevado a dudar de sus datos) en el que se registran en Benifayó 42 contribuyentes (190 habitantes).
Un ligero incremento se puede observar el Padrón para el Equivalente de 1730, en el que aparecen anotados en Benifayó 63 vecinos (280 habitantes).
A partir de la segunda mitad del siglo XVIII (la época del apogeo del cultivo del arroz y de la llegada de las aguas de la Acequia Real del Júcar) se registra, como en otras poblaciones valencianas, un notable incremento poblacional. Así, en el conocido como Censo de Aranda de 1768 realizado a instancia de Carlos III y confeccionado por la administración eclesiástica, en Benifayó quedan registrados 902 habitantes. Pocos años después, el Censo de Floridablanca, de 1786, recoge los datos de 1068 habitantes.
Antonio José de Cavanilles anotó también este incremento demográfico en sus Observaciones…. Así cita que, mientras en 1740 no tenía más de 130 vecinos (520 hab.), en 1793/1794 advierte que ya cuenta con 260 vecinos (aproximadamente 1040 habitantes).
Según los Datos Oficiales de 1842…, basados en registros de los partidos judiciales y recogidos en el Diccionario... de Pascual Madoz, Benifaió contaría ya con 393 vecinos, que suman 1131 habitantes.
Tras la llegada del ferrocarril en diciembre de 1852 se produce una nueva explosión demográfica. Quince años después, Benifayó había duplicado su población. Así, en el censo de 1857, decretado por Isabel II el 14 de marzo de aquel año, se registran en nuestra población 2814 habitantes. Tres años después, Benifayó contaba con 2939 habitantes.
Como todas las poblaciones del entorno, la actividad económica estaba orientada tradicionalmente a la agricultura, aprovechando las cuatro fuentes históricas existentes en su término, y a la ganadería, documentándose en Benifayó la existencia de más de 900 cabezas de ganado a principios del siglo XVI, quedando constancia en el urbanismo de los pasos de los caminos ganaderos o azagadores que transitaba el ganado entre los pastos de verano en la montaña interior, al noroeste del término, hacia la Albufera, al sureste de la población, en el cruce hoy demonimado els cinc cantons (las cinco esquinas).
Como nos indica Bernardo Espinalt , hacia 1786, en su Atlante español... en la huerta se produce «...con abundancia hortalizas y fruta». También indica que su término «...es fértil en trigo, cebada, maíz, seda, aceyte, vino y todo género de semillas, y está plantado de olivos, viñas, moreras y árboles frutales». Finalmente, indica que sus montes (al oeste de término municipal) se crían «... encinas, alcornoques, pinos y chaparros, y hay buenos pastos para la cría de ganado, y mucha caza menor, en particular volatería, de que abunda la Albufera».
La construcción de la prolongación de la Acequia Real del Júcar propició un incremento considerable de la superficie de regadío. A finales del siglo XVIII, Cavanilles anotaba que el incremento demográfico «...obliga a los hombres a beneficiar otros campos, que poseen en propiedad o por arriendo; y así cultivan parte de las huertas de Almusafes y mucho arroz en el término de Sollana» e indica que «... sus frutos son 1500 libras de seda, 300 arrobas de aceite, 100 de algarrobos, 8700 cántaros de vino, 350 cahizes de trigo, 400 de maíz, mucha fruta y hortaliza».
En las últimas décadas ha proliferado el cultivo del naranjo. La mayoría de agricultores están agrupados en la Cooperativa Agrícola local Cohoca.
Pero en la actualidad, la ubicación en el municipio de dos polígonos industriales (P.I. Jaime I y P.I. Fuente de Muza) y la cercanía a centros fabriles de importancia (automóviles Ford) configura una actividad industrial significativa, a lo que habría que añadir el peso del sector servicios debido a su cercanía a la ciudad de Valencia.
Cabe destacar la concentración de empresas agroalimentarias como Choví (mayonesas y salsas), Papas Vidal, Enrique Romay (cebollas y naranjas), Rovira Agrícola (cebollas) y Roquette (derivados del maíz, principalmente glucosa).
De la gastronomía de Benifaió destacan los arroces, en paella, arroz al horno o en puchero. La paella tiene diversas especialidades, como la de la carne, pescado, col y costillas, verduras y caracoles. De los arroces caldosos, el de judías y nabos; de los hechos al horno, el de lentejas y garbanzos y el de panses. También l'olla de Nadal (la olla de Navidad) con la pilota de magro.
De los dulces, los buñuelos por San José; por Semana Santa, el arnadí o calabaza santa; en Pascua la coca boba y las cocas escudellas. También son populares la coca a la llanda o los pasteles de boniato o encarats, por Navidad.
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