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Calle de Avinyó



La calle de Avinyó (o Aviñó) se encuentra en el Barrio Gótico, en el distrito de Ciutat Vella, en Barcelona. Su nombre proviene de una familia catalana, a la que pertenecieron diversos personajes de relevancia para la historia de la ciudad entre los siglos xiv y xv.[1]

La calle lleva el nombre de Avinyó desde 1840. Antes había recibido los nombres de 18 de Julio, Pou de l'Aldà y Calderes Velles, retrospectivamente.[2]​ El nombre proviene de una familia de época medieval, de la que destaca Lluís d'Avinyó, autor de una Història de Catalunya en el siglo xv.[3]

La calle de Avinyó se encuentra en lo que era el margen occidental de la antigua ciudad romana de Barcino, por donde transcurría la primera de las murallas construidas para proteger la ciudad, de la que sin embargo no quedan apenas restos. En el interior de un restaurante, en el número 19 de la calle, se conservan algunos restos de una de las torres de la muralla.[4]​ En la confluencia de las actuales calles de Avinyó y Ferran se encontraba una de las puertas de la ciudad, la Porta Principalis Dextra.

Hasta principios del siglo xx empezaba al final de la calle dels Banys Nous y terminaba en el cruce de la bajada de la Condesa de Sobradiel. La parte hasta la calle Ample pertenecía entonces a la calle dels Escudellers, que comenzaba en la plaza del Teatro, junto a la Rambla, lo que le confería una forma de L. En 1920 se hizo un trazado más racional y se extendió la calle de Avinyó hasta la calle Ample, terminando Escudellers en la intersección con Avinyó, a la altura de Condesa de Sobradiel.[5]

La calle de Avinyó fue hasta el siglo xix una zona residencial donde vivían familias de la burguesía y la aristocracia, por lo que abundaban las casas señoriales. Sin embargo, el traslado de las clases acomodadas al nuevo distrito del Ensanche supuso el inicio de una cierta degradación de la zona.[4]

En el número 56 de esta calle vivió el dramaturgo Frederic Soler, más conocido por el seudónimo Serafí Pitarra. Una placa en el portal de este edificio recuerda tal circunstancia.[6]

En esta calle (en el número 44), había un burdel que solía frecuentar Pablo Picasso, conocido como «Ca la Mercè», en el que se inspiró para pintar su célebre cuadro Las señoritas de Avignon (1907, Museum of Modern Art, Nueva York), escrito tradicionalmente con esa grafía porque se pensaba erróneamente que aludía a la ciudad francesa de Aviñón.[7]

En el número 27 tuvo su sede una logia masónica en la década de 1930, espiada por el siniestro presbítero Juan Tusquets y por su secretario y también sacerdote Joaquín Guiu desde la casa de la tía del primero, que regentaba una farmacia.[8]

Uno de los edificios más emblemáticos de la calle de Avinyó (n.º 23) es el Casino Mercantil o Bolsín (1881-1883), de Tiberi Sabater, desde 1939 sede de la Escuela de la Lonja. Es un edificio ecléctico de corte clásico que combina elementos renacentistas con los órdenes clásicos grecorromanos;[9]​ en la fachada se hallan dos esculturas en alegoría del Comercio y la Industria, obra de Rossend Nobas y Joan Roig i Solé.[10]

En el número 15 se encuentra la Domus Avinyó, unos restos arqueológicos de una antigua casa romana (domus) englobados en el conjunto expositivo del Museo de Historia de Barcelona. Los restos fueron hallados en 2004 durante las obras de rehabilitación de un edificio de propiedad municipal. Corresponden a una casa romana que estuvo habitada entre los siglos i y v, que incluyen un conjunto de pintura mural de gran calidad, único hallado hasta entonces en la ciudad.[11]

Otros edificios de interés son:



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