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Canal del Suez



El canal de Suez (en árabe, قناة السويس qanat al-Suways) es un canal artificial navegable situado en Egipto que une el mar Mediterráneo con el golfo de Suez (mar Rojo) a través del istmo de Suez. El canal convirtió a la región del Sinaí en una nueva península, constituyendo la frontera entre los continentes de África y Asia. Su longitud es de 163 km entre Puerto Saíd (en la ribera mediterránea) y Suez (en la costa del mar Rojo).

Fue construido entre 1859 y 1869 por Ferdinand de Lesseps y pertenece a Egipto desde la nacionalización de la compañía franco-británica Suez Canal Company en 1956 y la posterior Guerra del Sinaí en 1957.[1]​ El canal es de vital importancia para el abastecimiento europeo de petróleo y el comercio mundial en general, puesto que permite la comunicación entre Europa y el sur de Asia sin rodear el continente africano por el Cabo de Buena Esperanza.

Desde la época faraónica, aproximadamente en los siglos XIX y XX a. C, existió el deseo de crear una conexión entre el mar Mediterráneo y el mar Rojo. Los primeros pasos estuvieron encaminados a unir el río Nilo con el mar Rojo. Los aqueménidas, en la época de Darío I, diseñaron el llamado canal de los Faraones.

Para facilitar el viaje navegable entre el río Nilo y el mar Rojo fueron construidos antiguos canales.[2][3][4]​ Se estima que se construyó un pequeño canal bajo los auspicios de Senusert II o Ramsés II.[2][3][4]​ Otro canal, que probablemente incorporaba una parte del primero,[2][3]​ fue construido bajo el reinado de Necao II, pero el único canal completamente funcional fue diseñado y completado por Dario I.[2][3][4]

Las obras de excavación del canal se iniciaron oficialmente el 10 de abril de 1859 promovidas por el francés Ferdinand de Lesseps, autorizado por los egipcios de la época. Se inauguró en 1869. En su momento constituyó una de las obras de ingeniería más grandes del mundo, realizada por decenas de miles de campesinos llevados por la fuerza desde todas las regiones de Egipto. Al principio no se disponía de maquinaria y todo tenía que hacerse a mano en un clima malsano. Según cifras oficiales, murieron 20 000 trabajadores. Estimaciones más realistas fijan la cifra en 125 000 fallecidos. Los trabajos se aceleraron después de la introducción de las dragas de cangilones.[5]

La construcción del canal de Suez marcó un hito en la historia de la tecnología ya que, por primera vez, se emplearon máquinas de excavación especialmente diseñadas para estas obras, con rendimientos desconocidos hasta esa época. En algo más de dos años se excavaron más de 50 millones de metros cúbicos, de los 75 millones del total de la obra.

El 17 de febrero de 1867 un primer barco atravesó el canal, aunque la inauguración oficial se realizó el 17 de noviembre de 1869 con la presencia de la emperatriz Eugenia de Montijo.

En 1875 el Pachá de Egipto, a causa de la deuda externa del país, puso a la venta su parte de las acciones del canal. En una rápida maniobra, el primer ministro del Reino Unido, a la sazón Benjamin Disraeli, convenció a la Reina Victoria de la necesidad de comprarlas para tomar el control sobre la ruta hacia la India Británica, la colonia más rica del Reino Unido. Un enviado de Disraeli consiguió un cuantioso préstamo de parte de la Casa banquera Rothschild, y de esta manera el Reino Unido se aseguró el dominio de la vía interoceánica.

La Convención de Constantinopla de 1888 declaró el canal zona neutral bajo protección británica. Al ratificar este tratado, el Imperio otomano accedió a permitir la navegación internacional de forma libre a través del canal, tanto en tiempos de paz como de guerra.[6]

Un gran beneficiado por la construcción de este canal fue España, para llegar más rápidamente por barco a Filipinas.[7]

El 26 de julio de 1956 el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser decidió nacionalizar el canal con el objetivo de facilitar la financiación de la construcción de la presa de Asuán y, como respuesta a la negativa de Estados Unidos y Reino Unido a financiar dicha obra. La medida fue recibida con indignación por Francia y Reino Unido, principales accionistas del canal de Suez, y máximos beneficiarios del petróleo que circulaba por él. El 29 de octubre de ese mismo año comenzó la Guerra del Sinaí por esas razones. Egipto, como represalia, hundió cuarenta barcos en el canal, provocando el bloqueo total.

A principios de 1957, tras la intervención de la ONU, se completó la retirada de las potencias europeas e Israel. El canal se reabrió en el mismo año.

Desde entonces, fue administrado por Nasser hasta un nuevo bloqueo en 1967, debido a las hostilidades entre Egipto e Israel en la guerra de los Seis Días. El cierre se produjo, como en 1956, por el bloqueo provocado por el hundimiento de varios barcos dentro del canal. Se reabrió al tráfico internacional en junio de 1975.

El 23 de marzo de 2021, a aproximadamente las 05:40 UTC (07:40 en hora local),[8]​ el canal de Suez fue bloqueado en ambos sentidos por el Ever Given, un buque portacontenedores de tipo Golden-Class.[9]​ El buque, operado por la empresa taiwanesa Evergreen Marine, se hallaba de camino a Países Bajos desde China cuando, ya dentro del canal, fue golpeado por una intensa ráfaga de viento que lo hizo desviarse hacia la orilla.[8]​ Tras tocar tierra, el barco giró y entró en una posición perpendicular al curso del agua, bloqueando completamente el canal.[10][8]​ Esto ocurrió en una sección del canal que no estaba adaptada a este tipo de eventos y, por tanto, la posibilidad de realizar una conexión secundaria que permitiría circunvalar la obstrucción fue inmediatamente descartada.[11]

En el contexto del incidente, numerosos economistas y expertos del comercio comentaron los posibles efectos del bloqueo, citando la importancia del canal para el comercio global. Entre los productos afectados, los envíos de crudo representan la mayor pérdida inmediata.[12][13]​ En el momento del bloqueo, se estimaba que un 10 % del comercio marítimo mundial pasaba por el canal de Suez. Además, las estimaciones realizadas en el momento del bloqueo estimaban las pérdidas para Egipto en 15 millones de dólares al día.[14][15]

Tras muchos esfuerzos y aprovechando una marea de sizigias, en la madrugada del 29 de marzo se logró liberar parcialmente el buque, marcando el fin de lo más difícil de la crisis.[16]​ Ese mismo día, a las 13:05 UTC (15:05 en hora local), se conseguiría desbloquear el portacontenedores, permitiendo la reapertura del canal. Esto se realizó mediante la transposición de la arena sobre la que se hallaba encallado el bote y la acción de 13 botes remolcadores, que utilizaron las mareas a su favor para conseguir liberar el Ever Given mediante tracción. Según las autoridades egipcias, el flujo normal se restituiría a lo largo de tres días, pero los expertos afirman que el acúmulo de cargamentos en el paso supondría un retraso de varias semanas hasta la restabilización del tránsito marítimo normal en la zona.[17]

El canal permite el paso de barcos de hasta 20 metros de calado o 240 000 toneladas de peso muerto y una altura máxima de 68 metros por encima del nivel del agua. La luz máxima que permite es de 77,5 metros bajo una serie de condiciones.[18][19]​ Estas dimensiones limitan el tamaño de los nuevos barcos contenedores construidos, para que puedan transitarlo. Las limitaciones que impone el canal egipcio son menos restrictivas que las del canal de Panamá, lo que había llevado a este último a quedarse atrás en la pugna por convertirse en la vía preferida por los buques. En algunos casos, los barcos deben descargarse para poder transitar.

Los barcos que cumplen con los parámetros adecuados para navegar por el canal en cuanto a calado, manga y altura son calificados como barcos tipo Suezmax.[20]

La apertura del canal en 1869 creó el primer paso de agua salada desde el mar Mediterráneo hasta el mar Rojo. A pesar de que el nivel del mar Rojo se sitúa aproximadamente 1,2 metros por encima del nivel del Mediterráneo,[21]​ la corriente entre el Mediterráneo y el centro del canal, en los lagos Amargos, unos lagos naturales de agua hipersalina y que forman parte del canal, fluye hacia el norte en invierno y hacia el sur en verano. La corriente al sur del los lagos Amargos es un flujo de marea, variando con la marea en Suez.[22]​ Los lagos Amargos bloquearon en cierto modo la migración de especies del mar Rojo al Mediterráneo durante algunas décadas. Sin embargo, a medida que la salinidad del agua se fue igualando con la del Mar Rojo, la barrera para la migración de especies se fue rompiendo, de modo que los animales y plantas del Mar Rojo empezaron a colonizar parte del Mediterráneo oriental. El mar Rojo es, en general, más salado y más escaso en nutrientes que el Atlántico; y la dirección del flujo al canal es en general en el mismo sentido; es decir, del mar Rojo al Mediterráneo. De esta forma, las especies del mar Rojo tienen más ventajas frente a las especies atlánticas en el Mediterráneo, también más salado y deficiente en nutrientes. En la práctica, la mayor parte de las especies del mar Rojo invaden el Mediterráneo y solo unas pocas especies atlánticas consiguen lo mismo. Este fenómeno migratorio es conocido con el nombre de migración lessepsiana (por Ferdinand de Lesseps). La construcción de la presa de Asuán en el Nilo en los años 1960 redujo el flujo de agua dulce acompañada de limos ricos en nutrientes vertidos por este río en el este del Mediterráneo, lo que provocó que las condiciones del mar se aproximaran aún más a las del Mar Rojo, agravando el impacto de las especies invasoras.

Las especies invasoras originarias del mar Rojo e introducidas en el Mediterráneo con la construcción del canal se han convertido en un componente importante del ecosistema mediterráneo y tienen un serio impacto en su ecología, poniendo en peligro algunas especies locales y endémicas de esta zona. Unas 300 especies del mar Rojo se han identificado en el Mediterráneo. Los intentos del gobierno egipcio de ampliar el canal han recibido críticas por parte de biólogos marinos, alertando de que una ampliación del canal podría empeorar la invasión de las especies del mar Rojo al Mediterráneo.[23]​ Hay estudios que indican que son entre 700 y 1000 las especies invasoras que se han introducido.[24]

La construcción del canal de Suez fue precedida por la derivación de un pequeño canal de agua dulce, llamado canal de agua dulce desde el delta del Nilo al futuro canal de Suez, con una rama norte a Puerto Saíd y una sur a Suez. Fue completado en 1863, llevando agua dulce a zonas áridas, inicialmente para la construcción del canal, y posteriormente facilitando la agricultura y el establecimiento de asentamientos alrededor de este canal.[25]

La Zona económica del canal de Suez, a veces abreviada como Zona del canal de Suez, hace referencia a las zonas vecinas al canal, en las que los aranceles se han suprimido para atraer inversiones. La zona comprende 600 km² de las gobernaciones de Puerto Saíd, Ismailia y Suez. Los proyectos en la zona son descritos en su conjunto como Proyecto de Desarrollo del Área del Canal de Suez.[26][27]

El plan se centra en el desarrollo de la zona de Port Saíd Este y del puerto de Ain Sokhna, y se espera que se extienda a otros cuatro puertos: Port Saíd Oeste, El-Adabiya, El Arish y El Tor.[28]​ La región comprende las tres zonas industriales cualificadas de Port Saíd, Ismailia y Suez, una iniciativa estadounidense de 1996 para promover la colaboración económica entre Israel y sus vecinos.[29]



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