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Carduelis cannabina



Carduelis cannabina[2]

El pardillo común (Linaria cannabina)[3]​ es una especie de ave paseriforme de la familia Fringillidae propia del Paleártico occidental.[4]

El ave procrea en Europa, el oeste de Asia y el norte de África. Es parcialmente residente, pero muchos pájaros del este y del norte migran más al sur o se trasladan a las costas.

Tierras abiertas con densos matorrales favorecen la cría. Construye sus nidos en una mata, poniendo de cuatro a siete huevos. También anidan en cipreses, frutales y otros arbustos, pero siempre a baja altura. Muchas veces crían en colonia, no siendo extraño (sobre todo en años de más abundancia de pájaros) contar incluso tres nidos en un mismo y joven ciprés.

En Invierno, acuden a la península ibérica todos los del resto de Europa, vienen de migración desde los criaderos en los huertos, los parques, jardines y campos baldíos con abundante bajo matorral. Se quedan en nuestra Península, sin llegar a cruzar el Estrecho y grandes bandos se arremolinan en vuelo con estrepitosa comunicación sonora para mantener las distancias. Juntos en grandes bandos buscan comida (siempre semillas en el suelo) Tales como las semillas de Capitana o cardo corredor, ayudando así a disminuir la propagación de esta planta desértica. Juntos comen siempre en el suelo, juntos se desplazan a los bebederos de la zona y juntos duermen en carrizales o denso arbolado de mediana altura.

A veces, sus bandos van acompañados de otros pájaros de tamaña parecido. Gorriones molineros (Passer montanus), verdecillos (Serinus serinus), jilgueros (Carduelis carduelis), y algún que otro Verderón común (Chloris chloris) engrosando el número de estas otras tres especies en más número, según se va acercando la época de cría bien entrado el mes de abril. A finales de este mismo mes, ya no quedan bandos, ya los ejemplares europeos venidos de fuera, han partido a sus cuarteles de Verano y los de aquí se emparejan para criar un año más y con distinta pareja.

Hay que resaltar de este bello pájaro, que el macho luce un intenso Rojo Carmín en la frente y en el pecho. Este carmín, queda muy apagado durante el Invierno y solo es visible lo justo para distinguir los machos de las hembras, ya que estas carecen de él. Llegada la época de cortejo y cría, el pardillo, luce todo su esplendor y ese Rojo se convierte en intenso y permite distinguir los machos de las hembras incluso a distancia.

Cabe decir que es el pájaro preferido de los silvestristas. Estos aficionados al canto de los pájaros, pagan a veces fuertes sumas por un buen Pardillo y hacen concentraciones por todo el país luciendo y ganando premios a veces importantes. También hay que saber que, en cautiverio, los machos pierden el Rojo Carmín, ya que es sinónimo de celo y apareo.

Aunque es un pájaro predominantemente canela oscuro, color evolutivo (probablemente para mimetizarse con el color del suelo) además del Rojo Carmín, tiene plumas en las alas, y en la cola blancas brillantes, también el obispillo es blanco (Así todo ejemplar es visto por el ave que le precede) y se mantiene el bando más unido.

Ponen entre tres y cinco huevos en un nido de copa parecido en tamaño al nido de Jilguero, pero construido con materiales mucho más rústicos. Suelen hacer al menos dos crías, así que en agosto y cuando el calor aprieta, jóvenes y adultos suelen concentrarse a la sombra en las ramas bajas de los árboles y todos cantan en coro. Largas horas emiten su gorgojeo único en la naturaleza, ya que su sonido es nasal. también emiten este sonido un rato en los dormideros, justo antes de levantar el vuelo por las mañanas tras despertar.

Su depredador más importante es el Esmerejón (Falco culumbarius), que va tras los pardillos en sus migraciones invernales. Esta rapaz, una vez localizado el bando y comiendo, vuela a ras de suelo y aparece súbitamente justo donde se encuentra el bando, al susto de estos, arrancan todos alertados por la presencia de la rapaz y esta aprovecha para hacerse con alguno. Donde hay bandos de pardillos, abundan estas pequeñas pero potentes falcónidas.

A pesar de ser un ave en otros tiempos muy numerosa, a pesar de que sus concentraciones invernales en Iberia eran bandos de varios cientos y, que en comarcas como Los Monegros, podían contarse varios miles de bandos todos a la vez. La moderna agricultura, los herbicidas, fumigantes, purines de las granjas de cerdos, etc. Y el hecho de alimentarse precisamente en el suelo, está llevando a la especie al borde de la extinción. ya no son cientos los ejemplares de un bando, ya no son miles los bandos de una Comarca. Ahora los bandos se cuentan por unas pocas decenas y los bandos en solo unos pocos cientos.

En 1758 Carlos Linneo incluyó al pardillo común en la 10.ª edición de Systema naturæ bajo el nombre binomial de Acanthis cannabina.[5][6]​ Su nombre específico, cannabina, es una referencia al cáñamo, de cuyas semillas se alimenta.[7]​ El pardillo común es asignado con frecuencia al género Carduelis,[8]​ sin embargo, el análisis filogenético de la secuenciación de ADN mitocondrial y nuclear indican que pertenece al género Linaria.[4][9]

Existen siete subespecies reconocidas:[4]

El pardillo común está en la Lista Roja de la UICN como una especie bajo preocupación menor,[1]​ en el Reino Unido aparece listada en Biodiversity Action Plan como de prioridad. Las poblaciones británicas se reducen, lo cual es atribuido al incremento del uso de herbicidas, para abatir matorrales agresivos.



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