Castillo de Bayuela es un municipio español de la provincia de Toledo, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha.
El término de Bayuela deriva de Valle de Ala o valle de las bendiciones término que los musulmanes le pusieron cuando se asentaron en esta localidad de ahí sus numerosos restos musulmanes, cristianos y visigodos siendo el pueblo de la Sierra de San Vicente con mayor historia y hallazgos históricos o también de la forma diminutiva latina de buda que significa anea, una planta que crece en la zona.
El municipio se encuentra situado en la falda meridional del cerro denominado del Castillo, en la comarca de la Sierra de San Vicente. Linda con las poblaciones de El Real de San Vicente, Garciotum, Cardiel de los Montes, Lucillos, Cazalegas, San Román de los Montes e Hinojosa de San Vicente, todas de Toledo.
Desde la época del Paleolítico hasta nuestros días, el territorio y población de Castillo de Bayuela siempre ha estado habitado, dejando en el paisaje gran número de vestigios arqueológicos y artísticos. De época paleolítica se han hallado gran número de piedras talladas y bifaces; Molinos barquiformes, hachas pulimentadas, microlitos, lajas de piedra megalíticas y otros materiales han sido hallados de la época Neolítica. En la Edad del Bronce el Cerro del Castillo sirve como lugar en donde fundar un castro cuya necrópolis se ubicaba en el contiguo Cerro Calamocho. Los vettones siguieron reutilizan el mismo lugar, levantaron murallas y esculpieron tres verracos que hoy se encuentran en la plaza de San Antonio, en la misma villa, siendo el Toro uno de los ejemplos más sobresalientes de la provincia de Toledo.
En época romana se establecieron gran número de villas rústicas en el valle, así como la creación de una presa romana en "El Romo", testar de terra sigillata, o una posible calzada en "Las Revueltas". Los visigodos también dejaron su impronta hallándose dos necrópolis visigodas, siendo una de ellas (la descubierta por Melchor Fernández) en la que se halló un ajuar de fíbulas aquiliformes, broche de cinturón, anillo y cuentas de collar.
Con la invasión musulmana el Cerro del Castillo es nuevamente reutilizado para imponer una atalaya que comunicara con otras tantas levantadas en la comarca y en la reconquista también fue reutilizado para empezar a levantar la iglesia de Santa María del Castillo. Castillo de Bayuela, empezó a existir como aldea en este cerro, y el 12 de octubre de 1393 consigue el título de villazgo por mano de Enrique III "El Doliente" a cuyo cargo estaban las aldeas de Hinojosa, Garciotún, El Real, Nuño Gómez, Marrupe y Pajares. A partir de hacerse villa, será tierra de señorío otorgado a Ruy López Dávalos, después a Don Álvaro de Luna, a su hija Doña María de Luna y Pimentel que casada con don Íñigo López de Mendoza pasará a ser propiedad de tan afamada familia. Es a partir de este momento cuando Mendozas, Portocarreros y Duques de Híjar suceden al marquesado que será abolido a principios del siglo XIX.
En las ruinas del castillo había una ermita que contenía la primera imagen que se tiene conocimiento de la Encarnación. A ella acudían cada 25 de marzo todos los párrocos y sacristanes de los pueblos que componían la antigua jurisdicción de esta villa, costumbre que perduró hasta 1770. Los pueblos que formaron parte de la mencionada jurisdicción eran Hinojosa, Marrupe, El Real de San Vicente, Higuero de las Dueñas, Nuño Gómez y Garciotum, de la que se separaría Marrupe en 1637.
A mediados del siglo XIX la población contaba con 160 casas, siendo el presupuesto municipal de 6500 reales del que se pagaban 2200 al secretario. Su industria consistía en cinco molinos de harina.
En la siguiente tabla se muestra la evolución del número de habitantes en los últimos diez años según datos del INE.
Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España - Elaboración gráfica por Wikipedia
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