Cerbère (catalán: Cervera de la Marenda) es un municipio francés situado en el departamento de los Pirineos Orientales y la región del Languedoc-Rosellón. Pertenece al distrito de Céret y al cantón de Côte Vermeille y contaba con 1571 habitantes en 2007.
El nombre de la localidad en francés es Cerbère. En catalán se la conoce como Cervera de la Marenda. Relacionados con estos topónimos, los gentilicios usados para denominar a sus habitantes son cerbériens (en francés), cerverins (en catalán) y cerverinos (en español).
La etimología de la palabra no tiene nada que ver con el perro Cerbero (Cerbère en francés), guardián de los Infiernos en la mitología griega, aunque el Cabo Cerbère puede parecer un puesto de defensa a la entrada de España. De hecho, numerosas localidades llevan el mismo nombre, sobre todo en Cataluña, y su situación geográfica no justifica tal etimología. Otra hipótesis es la de "lugar frecuentado por los ciervos" (cerfs en francés), también poco plausible. Dada la antigüedad del nombre, cabe suponerle un origen prelatino, y relacionarlo con la raíz pre-indoeuropea kar, ker (peña), seguida de la raíz ibero-vasca -erri (lugar). El nombre de Cerbère designaría pues un lugar rocoso, que encaja perfectamente con la descripción del municipio, y también con otros lugares con nombres similares.
Limita con Banyuls-sur-Mer y con Portbou (Alto Ampurdán, Gerona, en España) Su altitud oscila desde los 0 m al nivel del Mediterráneo hasta los 643 m en las Albères.
Forma parte de la Costa Bermeja.
La ocupación prehistórica del lugar no da lugar a dudas, dada la presencia de varios megalitos en el territorio municipal: un menhir en el pie del Pic de Querroig (en catalán la Pera Dreta), y tres dólmenes: en el Col de la Farella, el Col des Portes y el lugar de la Coma Estepera.
Cerbère fue mencionada en el siglo I por el geógrafo Pomponio Mela, que la marca como el límite de las Galias: «Cervaria locus finis galliae»; esto se reflejará en 1659 en las negociaciones para fijar la frontera franco-española. En 1155 se encuentra la forma Cervera.
Aunque el municipio de Cerbère solo data de 1889, su territorio ya estuvo delimitado por un acta de 981, bajo la forma de un feudo concedido por el rey Lotario a su amigo el duque Gausfredo. En este documento se precisan los límites actuales de su territorio: Perafita, el pic Joan y el pic de Querroig. Este feudo, llamado la vall de Cervera, poseía un castillo (la torre de Querroig es el único vestigio) y una iglesia dedicada a San Salvador, construida al pie del pic de Querroig y mencionada en el siglo XIV. Es en el siglo XIV justo cuando se encuentran algunos elementos que permiten tener una vaga idea de la historia de Cerbère. El lugar fue anexado al de Abeilles para formar un solo señorío, cuyo propietario fue Dominique Isern, de Rigarda, a finales del Antiguo Régimen. El conjunto formaba a su vez parte del municipio de Banyuls-sur-Mer, al cual ya estaba, de un modo o de otro, ligado desde la Edad Media.
En 1864 el destino de Cerbère cambió: en este año se firmó un acuerdo entre España y Francia para hacer del Col des Balistres un nudo ferroviario entre los dos países, lo que implicó la construcción de las dos estaciones fronterizas de Portbou y de Cerbère. El túnel internacional se inauguró en 1876, y las líneas regulares y la estación internacional en 1878. Pronto, el tráfico llegó a tener gran importancia y llevó a que la población creciera rápidamente. Las instalaciones ferroviarias adquieren dimensiones considerables, principalmente a causa del diferente ancho de vía de España y de Francia, que obliga a realizar transbordos de mercancías de un convoy al otro. El flujo de población lleva a la creación del municipio de Cerbère (1889), con 1428 habitantes en el censo de 1891. La población no dejó de crecer hasta 1962, cuando se alcanzó el récord de 2438 habitantes. La curva se ha invertido a partir de esta fecha por diversas razones: mecanización de las tareas ferroviarias (sobre todo el cambio de ejes), competencia de los transportes por carretera y supresión de las barreras aduaneras. Sin embargo, el papel económico de Cerbère está lejos de ser despreciable: en 1998, la estación procesó un total de 2.500.000 toneladas de mercancías. Con respecto a los medios de transporte, se manejan de 350 a 700 vagones al día, bien por la técnica de cambio de ejes (13 trenes al día), o bien por la técnica combinada (10 trenes por día). Con respecto a los viajeros, el número de trenes que paran en la estación varía de 18 a 47 al día según el periodo (cifras recogidas en el sitio web del consejo general). Al año transitan 15.000 trenes por la estación SNCF de Cerbère.
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