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Charrería



La charrería es el conjunto de destrezas, habilidades ecuestres y vaqueras propias del charro mexicano. Todo ello conforma un deporte espectáculo de gran popularidad y raigambre en México. La charrería se desarrolla en ruedos similares a las plazas de toros llamados lienzos charros.

Desde el 1 de diciembre de 2016 es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras ser ingresada en esta lista representativa en la reunión del Comité Intergubernamental de la Unesco para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, celebrada en Adís Abeba, Etiopía.[1]

El término deriva de charro, sinónimo de jinete. Esta palabra tiene diversos orígenes: se utiliza en Salamanca (España) como un gentilicio local que proviene del idioma vasco "txar" o "rústico"; también podría provenir de "chauch" que en el mozárabe andaluz significaba "pastor" o "jinete". Se considera más probable que esta última es de la que probablemente derivan tanto "gaucho" como "charro".[2]

Tiene sus orígenes en el Estado de Hidalgo, siendo catalogado éste la cuna de la charrería. Como deporte surge tras la reforma agraria de principios del siglo XX, cuando los antiguos terratenientes emigran a las ciudades principalmente de México y Guadalajara. En ellas se organizan en asociaciones de charros que gradualmente se extendieron por todo el país dando lugar a la Charrería Organizada. Esta práctica está basada en las actividades tradicionales de la ganadería, como ha sucedido en otros casos las actividades ecuestres y ganaderas son el origen de varios deportes en países de América y del resto del mundo como: el rodeo estadounidense, coleadero, rodeo mexicano, gauchadas, corridas de toros, barrideras, etc.

Ver también: Federación Nacional de Charros. N. d. Historia de La Escaramuza Charra.

La charreada de hoy en día recibe el toque femenino cuando la mujer a caballo ejecutan sus espectaculares circunvoluciones en la charreada. Son ocho mujeres montadas a caballo ejecutando ejercicios como es el abanico, la coladera, combinado, la escalera y la flor. La escaramuza deberá portar un traje de "adelita" o charra. En el momento en que comienza la actuación, las ocho integrantes realizan lo que es el desfile con la marcha de Zacatecas, en donde rezan y comienzan lo que son las puntas en donde la mujer a caballo llega desde el fondo del partidero a toda velocidad para luego jalar a una mano y así el caballo presentar la punta raya. Se monta "a mujeriegas", es decir, de lado, en una albarda de origen europeo que a través de los años tomó las formas propias de la charrería en una evolución que data de más de cien años e iniciada en países de Europa y África.

Así vemos por ejemplo la escuela árabe de la Jineta. La presencia de estos pequeños grupos a los que llaman "cuadrillas" por los escasos elementos que la integran, se remonta a varios cientos de años. A estos mismos grupos pero más numerosos y evoluciones más complicadas se les aplicaba el vocablo "carrusel", ambos nombres en completo desacuerdo con nuestro léxico charro, como también el de "escaramuza", sin embargo los dos últimos fueron los que llegaron para quedarse cuando hace cinco décadas su presencia quedó bien establecida al conjugarse una serie de factores para su aceptación.

En cuanto a grupos ecuestres mexicanos he encontrado las referencias de un grupo de ocho "Mexican Señoritas" que participaban en las giras del "Healy and Bigalow Company's Medicine Show", que producía el Pawnee Bill Will West Show en el año de 1887, en el que realizaban peligrosos y arriesgados movimientos a caballo. En un cartelón de la época se puede apreciar.

En 1890, Pawnee Bill presentó otro espectáculo al que invitó a varios mexicanos que presentaban una carrera parejera a caballo. A pie ejecutaban un "bailable a caballo" (Mexican Contradance) formado por varias parejas; también, los acompañaba un lazador llamado José Barrera y una banda de doce músicos. El primer caso nos habla de un grupo femenino que puede ser considerado como el precursor de las escaramuzas, y el segundo, iniciador del carrusel charro integrado años después específicamente en 1953, por niños y niñas de la Asociación Nacional de Charros.

La actividad de los grupos antes citados y de la charrería en general, se vio interrumpida durante los años que duró la Revolución Mexicana, para después renacer con mayor brío y algunas modificaciones.

Se forman asociaciones estableciéndose en varios estados de la república mexicana; en sus actividades participaban los socios que provenían de las haciendas ganaderas que se habían refugiado en las grandes ciudades durante la contienda bélica, así como charros de nuevo cuño que trataban de aprender cómo ejecutar las faenas vaquerizas contratando a charros profesionales para ello.

Se empezaron a impartir clases a las que asistían desde los pequeños vástagos. En tanto las damas, fuera de algunos grupos como los de San Luis Potosí, Guadalajara y Morelia, se abstenían de asistir a los ranchos charros por el ambiente tan bravío posrevolucionario que existía.

La Asociación Nacional de Charros trató de vencer esta situación al nombrar en el año de 1925 a su "Primera Reina y Capitana", la Srita. Ana María Gabucio y Sánchez Mármol, estableciendo además, la primera Escuela Charra al mando de Rodolfo Rodríguez.

Años más tarde, bajo el patrocinio de la Metropolitana, se funda la Asociación Metropolitana de Chinas en 1933, integrada por las esposas, hermanas e hijas de los mismos socios, las que también ayudaron en todas las actividades a sus esposos y padres, estableciendo otra escuela de equitación charra al mando del entonces capitán José Ignacio Lepe fundó el grupo de Damas Charras del Círculo de Amigos Charros de Villa Obregón (San Ángel) que se presentaban, junto con los charros, en festivales y desfiles.

Una crónica de la época relata que se presentaban: "Muy bien montadas, elegante y vistosamente ataviadas como charras. Ejecutaban algunos ejercicios al paso, al trote y al galope". Algo parecido a lo que años antes había organizado Lepe con los charros "Guardabosque" del Escuadrón Montado de la Policía del Distrito Federal.

Los antecedentes inmediatos de las actuales Escaramuzas Charras, que ejecutan sus movimientos siempre a galope y por lo regular vestidas de adelitas habían echado raíces junto con otros factores indispensables para su surgimiento. Nada aparece en forma espontánea, siempre es indispensable una evolución y el momento propicio para ello.

Varias mujeres comenzaron a mover los caballos montadas a mujeriegas, tan bien o mejor que los hombres. En el grupo de San Ángel había un ramillete de amazonas entre las que figuraban Alicia Sarmienta y Lily Romero, quienes se daban el "quién vive" en tan arriesgada ejecución contra Edith Calcáneo y Lupita Monroy, rivalizando con la representante de la Nacional, la gentil Malena Lucio.

Sin embargo, a pesar de estos ejemplos de pundonor, vergüenza, habilidad, gracia, belleza y señorío, los charros siempre se oponían a que las mujeres compitieran en charreadas formales. Pero no pudieron impedir su participación cada vez más mayor en el medio charro, que aunado al creciente número de niños y niñas que iban a practicar a la escuela charra, crearon las condiciones propicias para el gran cambio que tuvieron las asociaciones en su estructura y la charrería en general, a la que en forma definitiva se integraría y participaría toda la familia.

En 1952, don Everardo Camacho Mora, Presidente de Asociación Nacional de Charros, se dio a la tarea de reglamentar y ampliar la Escuela de Charrería, que hasta ese entonces habría tenido un único maestro, "El San Luis", nombrando ante la gran cantidad de alumnos a otros dos instructores: Luis Ortega y Rafael Ramos.

A Malenita Lucio le había tocado en suerte iniciar este gran paso. Ella montaba inicialmente en un club hípico, pero bajo la instrucción del Gral. Manuel Mercado, cambió al estilo charro, convirtiéndose de 1947 a 1953 en la menudita y graciosa estrella de la Nacional, calando en casi todas las fiestas de la asociación en forma maravillosa, y a manera de diversión, durante las prácticas, jugaban con los niños y niñas charras, a "La Roña", "Los Encantados", y a "Lo que hace la mano hace la otra", montando a caballo.

A Luis Ortega se le confió la instrucción del conjunto y puso en práctica los movimientos que había observado en los grupos de la policía montada y a las cuadrillas mixtas formadas por veinte parejas en los Estados Unidos: vistosas evoluciones en perfecto orden y uniformidad. Pronto empezó a presentar al pequeño "rebaño" ante el público de México. Fecha memorable en los anales de la charrería organizada el 7 de marzo de 1953, cuando se presentaron al público esos niños de 5, 6 y 7 años que aportaban algo nuevo, un arte distinto en la doma y a la monta a la usanza mexicana. Había nacido el "Carrusel Charro", fecha que más tarde sería reconocida como el día de las Escaramuzas.

Los charros deben cumplir con un reglamento para la práctica de su deporte y la vestimenta. Cuentan incluso con un riguroso protocolo para iniciar las celebraciones y los encuentros entre equipos. El traje nacional de México es el atuendo Charro, mismo que con frecuencia ha sido desvirtuado por personas de la industria del espectáculo hasta volverse sinónimo de mal gusto, consta en realidad de pantalón de corte charro sin bolsas traseras, chaqueta y chaleco en caso de los trajes de gala, pachuqueña de colores serios y corbata de moño, chaparreras de cuero que se colocan por encima del pantalón, sombrero de ancha lorenzana de copa alta bordado o galonado, botín charro y espuelas. Tiene varias categorías al ser de Faena, de Media Gala, de Gala, de Gran Gala y de Etiqueta. Por todo el mundo los grupos de Mariachi así como algunos cantantes folclóricos utilizan un traje parecido.

En una charreada siempre se incluyen las escaramuzas, que son evoluciones coreografiadas, a galope o a trote ligero ejecutadas por mujeres que montadas en albarda de lado al estilo amazona y ataviadas con el traje de Adelita o de ranchera mexicana compiten en equipos ganando por puntuación; también se les conoce como Escaramuza charra.

Cada año en una sede diferente se realiza el Congreso y Campeonato Nacional Charro en el que se reúnen y compiten los 117 mejores equipos charros, las 84 mejores escaramuzas y 15 charros completos, tanto de México como de los Estados Unidos.

Esta faena es la demostración de la buena rienda y educación del caballo charro y comprende: buen gobierno, estribo, mansedumbre, andadura, galope, carrera, ceja y posturas de cabeza y cola. Consiste en que el caballo corra a toda velocidad y se frene en un solo tiempo y a esto se le llama punta. Después vienen los lados donde el caballo tiene que girar sobre su propio eje apoyado en una sola pata así hacia los dos lados. A continuación vienen los medios lados donde tiene que hacer lo mismo pero a la mitad y al final de esta suerte tiene que caminar hacia atrás hasta la línea de los cincuenta metros.

Esta suerte charra es la considerada de las más importantes dentro del deporte nacional por excelencia, ya que en esta se demuestra la conexión (comunicación) que existe entre el charro (jinete) y el caballo. Se consumó oficialmente como deporte nacional en el siglo XX. Así mismo es demostrado si el caballo esta cómodo o algo le incomoda algún tipo de arreo que se utiliza para su manejo.

La faena de los piales en el lienzo, consiste en detener a una yegua que saliendo por la puerta del partidero y desplegando su carrera por el lienzo es lazada exclusivamente de sus cuartos traseros por un charro que montando en su cabalgadura amarra su reata en la cabeza de la montura para chorrearla según sea necesario restándole paulatinamente la velocidad a la yegua bruta hasta remachar su reata deteniendo así totalmente la carrera del animal. El charro debe de tener cuidado que la reata no traiga vueltas atoradas porque le puede volar dedos. Hay diferentes tipos de piales, algunos de ellos son el pial de piquete, pial floreado, y el pial de chaqueta. el pial de piquete consiste en tener la lazada al suelo y al momento de pasar la yegua lazarla con fuerza hacia las patas traseras de la yegua, el pial floreado consiste en hacer un pequeño floreo momentos antes de pasar la yegua y al momento de pasar el animal tirarla a las patas traseras, el pial de chaqueta consiste en colocarse el charro con su caballo de espaldas a donde la yegua pasará y haciendo un remolineo contrario para que al momento que pase la yegua coloque la soga en las patas traseras de la misma.

La faena del coleadero consiste en que un charro montado en su caballo esperará en la puerta del shute del partidero la salida de un toro, al que después de saludar y pachonear lo tomará de la cola para arcionar(amarrarsela en la pierna), y posteriormente adelantar la carrera de su caballo al tiempo que lo abre estirando al toro hasta conseguir derribarlo, desarrollando todas estas acciones, en una distancia máxima de 60 metros.

Esta faena consiste en que un charro monte a un toro con la finalidad de permanecer montado en él hasta que el toro deje de reparar, para ello se encajonará al toro y con un equipo de auxiliares, los cuales deberán vestir correctamente de charros, hasta dos apretaladores por dentro del ruedo para estirar el pretal, pudiendo contar hasta con tres ayudantes por dentro de los cajones para sostener la cabeza del toro, apretalar y sujetar del cinto al jinete, para que pueda montarse y acomodarse, el mismo dará la indicación para que se abra la puerta del cajón, la faena inicia en el momento en que los jueces dan la orden para contabilizar el tiempo para apretalamiento, y termina cuando el toro deja de reparar es entonces cuando el jinete cuenta con 3 minutos para bajarse cada minuto ahorrado cuenta como punto.

La faena de la terna en el ruedo consiste en que tres charros lazadores montados a caballo y en una condición de equipo deberán lazar a un toro, pialarlo y derribarlo. Para hacerlo dispondrán de dos oportunidades cada uno ya sea para lazar la cabeza del toro o pialarlo, participarán obligatoriamente en forma alternada, después de intentar su oportunidad el primer charro, la intentará el segundo y posteriormente el tercero, y así sucesivamente hasta agotar sus oportunidades. Podrán intentarse lazos y piales floreados o sencillos.

Esta faena consiste en que un charro monte a una yegua con la finalidad de permanecer montado en el lomo del animal desde su salida del cajón hasta que deje de reparar, para ello, se encajonará al equino y con un equipo de auxiliares los cuales deberán vestir correctamente de charros, hasta dos apretaladores por dentro del ruedo para estirar el pretal, pudiendo contar hasta con tres ayudantes por dentro de los cajones para sostener la cabeza de la yegua, apretalar y sujetar del cinto al jinete, para que pueda montarse y acomodarse, el mismo dará la indicación para que se abra la puerta del cajón, la faena inicia en el momento en que los jueces dan la orden para contabilizar el tiempo para apretalamiento, y termina cuando el charro se desmonta por cualquier razón.

Las manganas consisten en que un charro situado en cualquier lugar del ruedo a una distancia mínima de cuatro metros de la barda perimetral, después de florear su reata lace los cuartos delanteros del equino que siendo arreado por tres charros montados a caballo desarrollará su carrera, una vez manganeado (lazado de las manos), el charro manganeador lo estirará con su reata para derribarlo. El tiempo para ejecutar las manganas tanto a pie como a caballo será de 8 minutos, solamente se autorizara y se detendrá el cronómetro para el primer cambio de yegua, así como por accidente o porque la yegua brinque o salga del ruedo, no se detendrá el cronómetro para los cambios de yegua subsecuentes.

Esta faena consiste, en que un charro montado en un listo caballo, armando un brinco se cambie a un caballo o yegua que desarrollará su carrera siendo arreado por tres charros en sus respectivas cabalgaduras, el jinete ejecutante de la faena se sujetará exclusivamente de las crines del animal bruto hasta dominarlo y desmontarse. El pasador se encuentra en suerte desde el momento en que ingresa al ruedo y esta concluye cuando se desmonta el jinete por sí mismo o es derribado por el animal bruto una vez que haya brincado de un equino a otro, o cuando es derribado del caballo manso al intentar o no la faena o también cuando transcurren los tres minutos que se le otorgan para realizar la suerte. Este movimiento puede ser fatal para la persona que lo ejecute ya que puede caer debajo del animal y ser pisoteado gravemente por los tres jinetes que arrean al animal.

Además de que también existe una suerte charra donde entran las mujeres llamada escaramuza que se dedican a hacer una diversidad de figuras en donde participan 6 damas como mínimo en la cual se les califica sobre la base de tiempos, velocidad y en base también a la dificultad de sus actividades.

El domingo 14 de octubre de 2012, en el marco de la inauguración del LXIII Congreso Nacional Charro en Zacatecas, el gobernador del Estado Miguel Alonso Reyes y el presidente de la Federación Mexicana de Charrería, Jaime Castruita Padilla, firmaron el acuerdo en el que la Federación Mexicana de Charrería adoptó como Himno Nacional Charro la letra y música de la "Marcha Zacatecas".

Los charros se agrupan en asociaciones registradas en la Federación Mexicana de Charrería, tales asociaciones son equipos o escuadrones en los que se organizan los charros para prácticas y competencias y en algunas ocasiones para reunir fondos para la construcción o la compra de instalaciones.

El actual equipo Campeón Nacional es "RANCHO LAS CUATAS" originarios del Estado de Nayarit coronado en el lienzo "Pabellón Don Vazco" de Morelia, Michoacán el 1 de diciembre de 2019, con 357 puntos.








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