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Ciencias de la Educación



Las ciencias de la educación son un conjunto de disciplinas interesadas en el estudio científico de los distintos aspectos de la educación en sociedades y culturas determinadas. Ellas estudian, describen, analizan, explican, comprenden y comparan los fenómenos educativos en sus múltiples aspectos. La educación es un fenómeno complejo que tiene lugar en todos los ámbitos de la vida social en la cual intervienen diferentes disciplinas de las ciencias sociales y humanas.[1]​ Son aquellas ciencias que contribuyen en teoría y práctica a la evolución educativa desde su propósito de aprendizajes instituidas a través de la incorporación de diversas disciplinas.[1]

Los diversos aspectos de la educación en las culturas son estudiados por las ciencias de la educación para comprender y explicar los procesos educativos.[1]​ Las dos ramas tradicionalmente definidas de la ciencia de la educación son la pedagogía y la didáctica, pero otras son la sociología de la educación, economía de la educación, antropología de la educación, historia de la educación, psicología de la educación, filosofía de la educación, educación comparada y política de la educación.[2]

La educación y su gama disciplinaria, a veces lindante con la psicología, sobre todo en su designación de psicopedagogía, y permanentemente con el conjunto de materias que son objeto de enseñanza, ha girado progresivamente durante la segunda mitad del siglo XX hacia la relación enseñanza-aprendizaje. La educación es referida con frecuencia a sus aspectos de filosofía, economía, etc., pero discrimina con preferencia dos campos bien establecidos: política de la educación y educación comparada. Por su parte, las instituciones educativas y su historia configuran un campo que aún no dispone del volumen de estudio que se aproxime a su evidente importancia. En nuestro tiempo se le suele achacar a las ciencias de la educación el haberse sometido a un proceso de identificación metodológica crecientemente burocratizado.

Si este es un estudio de las situaciones educacionales pasadas, presentes y futuras. Los principales factores que se deben tomar en consideración para analizar y comprender los hechos y las situaciones educacionales pueden clasificarse en dos grandes categorías:

El pedagogo Gastón Mialaret propuso en su libro Introducción a las Ciencias de la Educación a fines de los años setenta una clasificación en tres grandes categorías:

En el debate entre Pedagogía y Ciencias de la educación se destacan las posturas del sociólogo y pedagogo francés Emile Durkheim y el filósofo, educador y pedagogo norteamericano John Dewey.

Para Durkheim la pedagogía es una teoría-práctica, una forma de reflexionar sobre educación, estas reflexiones toman forma de teorías, que son combinaciones de ideas, cuyo objeto es dirigir la acción, considera necesaria a la Pedagogía porque orienta, pero no se puede confundir con la ciencia. Es por ello que postula que se debe ir elaborando una Ciencia de la Educación, la que trataría de describir, analizar, interpretar y explicar, hechos del pasado o presente, en el cual investiga sus causas o efectos.

La Ciencia de la educación aún no ha sido elaborada y, mientras no se elabore serán los conocimientos de otras disciplinas sociales, la base en que se sustente la pedagogía; no ya en un saber de tipo especulativo, escolástico, sino en un saber científico, porque esa tecnología debe poseer un conocimiento científico de base para poder aplicarse.

Desde la perspectiva de Durkheim el estudio de la educación se puede considerar una disciplina científica, la ciencia de la educación, pues posee los tres caracteres de ciencia:

La ciencia de la educación puede estudiar dos tipos de problemas: el de la génesis y el del funcionamiento de los sistemas educativos. Este aporte de Durkheim es el que sentará las bases para el surgimiento de la sociología de la educación con Parson, en tanto, concibe a la educación como un hecho social, que prepara a las generaciones más jóvenes para la vida social. La Educación, en estos términos, amerita ser estudiada por la Sociología, entendida la educación como proceso de socialización, que prepara a los sujetos para convertirse en miembros del orden social.

Por su parte para John Dewey, se va a ocupar específicamente del problema de la educación, centrando su interés en como debe estar vinculada con la realidad, la Filosofía o la teoría, y no ser pura reflexión. Plantea la posibilidad de una Ciencia de la Educación, que debe ser un conocimiento pragmático, positivista y científico, para ello se deben tomar aportes de la Sociología, de la Psicología y de la Economía. Dewey, no habla de una Ciencia de la Educación aparte de estas disciplinas, sino que la Ciencia de la Educación se va a constituir con el aporte de las mismas.

La forma en que él concibe a la Ciencia de la Educación, se aproxima bastante a la concepción de Durkheim con respecto a la pedagogía, como teoría-práctica. Esta idea se reafirma si se tiene en cuenta que, para Dewey, no hay una separación entre Ciencia y Filosofía de la educación. Desde una postura deweyana y pese a sus referencias a una Ciencia de la educación, es aceptable la nomenclatura de "Ciencias de la educación", ya que la Psicología de la Educación, la Sociología de la educación, la Economía de la educación, se constituyen como tales a partir de las respectivas ciencias que entrañan y del objeto de estudio al que recurren.

Es problemática la denominación y caracterización del abordaje disciplinario, dado que varias ciencias se arrogan la capacidad para comprender el objeto educación. En la morfología del campo académico es posible distinguir diferentes denominaciones Pedagogía, Ciencias de la educación y Educación.

Existe poca claridad con respecto a la definición de pedagogía. La tradición alemana sostiene la necesidad de una unidad disciplinaria, presidida por la filosofía como fuente normativa ligada a la tradición de la filosofía idealista e historicista, concibió la posibilidad de constituir a la Pedagogía en ciencia de la educación. La Pedagogía estudia el fenómeno educativo con la intención de orientar su desarrollo práctico sobre todo a un nivel normativo; reflexiona sobre los problemas educativos a partir de compromisos ideológicos y filosóficos. Esta definición se acerca a lo propuesto por Salazar (2006, 146p) quien señala: “La pedagogía tiene por objeto el planteo, estudio y solución del problema educativo: o también puede decirse que la pedagogía es un conjunto de normas, leyes o principios que se encargan de regular el proceso educativo”.[4]

La tradición francesa defiende la necesidad de sostener la multidisciplinariedad (o multirreferencialidad) respecto al objeto educación utilizando la denominación de Ciencias de la Educación. Partiendo de la distinción formulada particularmente por Durkheim (1858-1917), diferenciaba en sus comienzos a la Pedagogía de las Ciencias de la Educación. Entenderemos, por lo tanto, como Ciencias de la Educación a todas las disciplinas interesadas en el estudio científico de los distintos aspectos de la educación en sociedades y culturas determinadas. Las Ciencias de la educación (“a diferencia de la pedagogía”) abarcan el problema educativo desde múltiples objetos y metodologías, debido en parte al afán especializador y también al interés que otras disciplinas mostraban por las cuestiones educativas (sociología de la educación, psicología de la educación, economía de la educación, antropología de la educación, política educacional, administración educacional, pedagogía, e inclusive la didáctica como ciencia aparte y a la altura de la pedagogía), surgiendo, en consecuencia, múltiples enfoques, que pronto exigieron un espacio propio aunque no una fundamentación epistemológica diferenciada.

A mediados del siglo XX, la sociedad francesa experimenta unos profundos debates sobre cual sería el campo del saber de la educación. Dos posturas enfrentadas que difieren en torno a la singularidad o pluralidad de la educación. Por un lado, los que sostienen una "ciencia de la educación" que provenía de la psicología positivista y que se limitaba al conjunto de técnicas necesarias para el desarrollo de la inteligencia. Por otra, los que veían una complejidad en el hecho educativo y acto educativo, en el que se abarcaba un conjunto de instituciones, prácticas, modos y formas de enseñanza, apostando por tanto en unas "ciencias de la educación".[5]

Caracterizada por una mirada evolucionista, empirista y pragmática, encuadra como ciencia a una teoría educativa profundamente emparentada con la psicología experimental y la sociología funcionalista. La tradición anglosajona une bajo el nombre educación la práctica y la disciplina que la estudia, conciben la necesidad de un discurso teórico que al mismo tiempo una apuesta práctica.

Basado en la tradición francesa, el mapa conceptual —sobre estas líneas— ilustra algunas Ciencias de la Educación, aunque no todas; así como algunas teorías del conocimiento.

La filosofía de la educación es una disciplina relativamente moderna que estudia el fenómeno educativo y las teorías sobre el mismo desde una perspectiva racional, con el deseo de ofrecer una explicación ultimativa, sobre la educación humana y su pedagogía de enseñanza.[6][7]

La sociología de la educación es una perspectiva para el análisis del fenómeno educativo que utiliza los conceptos, metodologías y teorías de la sociología para entender la educación en su dimensión social. Su preocupación central es el estudio del contexto social de la educación. Esto le ha dado un fuerte énfasis en la educación formal, aunque también haya estudios importantes sobre la educación informal y la educación no formal. Se ha nutrido de aportes de sociólogos, pedagogos, psicólogos, antropólogos y economistas, constituyéndose como un campo interdisciplinario.

La psicología educativa, psicología de la educación o psicología educacional es la rama de la psicología que estudia los procesos de cambio surgidos en la persona como fruto de su relación con instituciones educativas formales o no (escuelas, familia, etc.). A diferencia de la psicopedagogía, que se dedica al estudio de procesos psicológicos involucrados en el aprendizaje y la enseñanza humana a lo largo de toda la vida;[8][9][10][11]​ comprende, por lo tanto, el análisis de las formas de aprender y de enseñar, la efectividad de las intervenciones educativas con el objeto de mejorar el proceso, la aplicación de la psicología a esos fines y la aplicación de los principios de la psicología social en aquellas organizaciones cuyo fin es instruir. La psicología educacional estudia cómo los estudiantes aprenden, a veces focalizando la atención en subgrupos tales como niños superdotados o aquellos sujetos que padecen de alguna discapacidad específica.

La corriente que en la actualidad recibe mayor aceptación considera a la psicología educativa como una disciplina independiente, con sus propias teorías, métodos de investigación, problemas y técnicas, pudiendo ser en parte entendida por medio de su relación con otras disciplinas y encontrándose fuertemente ligada a la psicología, siendo esta relación análogamente comparable a la existente entre la medicina y la biología, o la ingeniería y la física.

Aunque los términos «psicología educacional» y «psicología escolar» son frecuentemente utilizados como sinónimos, los teóricos e investigadores prefieren ser identificados como psicólogos educacionales, mientras que los profesionales que desempeñan específicamente sus labores en escuelas o en tareas relacionadas con la escuela se identifican como psicólogos escolares.

Tiene como propósito fundamental encaminar sus esfuerzos científico-disciplinarios a buscar mejorar en dichas prácticas y procesos. Es decir, busca comprender por un lado, en los procesos de desarrollo subjetivo y los diferentes modelos psicológicos del aprendizaje, sustenta sus propuestas de intervención en el conocimiento que posee sobre el desarrollo humano, el lenguaje, el aprendizaje, la motivación, la memoria y los procesos cognoscitivos complejos. En la psicología de la educación coexisten varios paradigmas alternativos surgidos preponderamente durante el siglo XX: el conductista, los cognoscitivos, el psicogenético, los humanistas, el sociocultural y el psicoanálista, por lo que destaca como una disciplina pluripadigmática.

La economía de la educación es el estudio de asuntos económicos relacionados con la educación, incluyendo la demanda de educación, la financiación y provisión de ésta. Desde los primeros trabajos realizados acerca de la relación entre educación y resultados en el mercado de trabajo, el campo de la economía de la educación ha crecido rápidamente para cubrir prácticamente todas las áreas relacionadas con la educación.

La economía de la educación es probablemente una de las ciencias de la educación más nuevas. Si bien siempre es posible encontrar lejanos antecedentes, no es sino a fines de los años cincuenta que se constituyó como disciplina autónoma, con un sólido soporte teórico y con el desarrollo de muchos equipos de investigación que han duplicado varias veces la producción científica en ese campo. El soporte teórico inicial fue la teoría del capital humano, que acentúa el aspecto «inversión» de los gastos en educación, que eran antes considerados más bien como un consumo a la vez privado y público.

Como consecuencia se desarrollaron dos tipos de trabajos: por una parte sobre el plano microeconómico, es decir desde el punto de vista de los individuos, se llevaron a cabo en numerosos países investigaciones sobre las tasas de rendimiento de los diferentes niveles de educación. Por otra parte, sobre el plano macroeconómico se buscó medir la contribución de la educación al crecimiento económico. En los dos casos, las verificaciones de las hipótesis emitidas han puesto en evidencia un alto nivel de rentabilidad económica de los gastos en educación.

En un segundo tiempo, la economía de la educación ha cuestionado ciertas hipótesis iniciales, tomando sobre todo en cuenta las aportaciones de la sociología de la educación. Esta, en efecto, había mostrado que las decisiones individuales en materia de educación en general no estaban determinadas por una racionalidad de tipo coste-beneficio: la prosecución de los estudios obedecía a numerosos factores, de los cuales el más importante es, según este enfoque, la clase social a la que pertenecen los individuos y no su libre albedrío como individuos iguales que realizan la elección óptima según sus propios puntos de vista. Siempre según este enfoque, los sistemas educativos actúan de tal manera que «organizan» la reproducción social, es decir, simplifican la transmisión hereditaria de las posiciones de poder socioeconómico. Numerosos trabajos empíricos han confirmado que efectivamente, las tasas de rendimiento de un nivel dado de educación diferían según el origen social pero que los individuos provenientes de clases modestas podían, gracias a la educación, acceder a perfiles edad-ganancia muy superiores a los que hubieran llegado sin educación.

La antropología de la educación es un campo de la antropología y frecuentemente asociada con el trabajo pionero de George Spindler. Como el propio nombre indica, el foco de la Antropología de la Educación es la educación, aunque una aproximación antropológica de la educación tiende a focalizarse en los aspectos culturales de la educación, tanto de sus aspectos formales como informales.

Puesto que la educación implica la comprensión de quiénes somos, no resulta sorprendente que el principal dictamen de la Antropología de la Educación es que sea un campo interesado principalmente en la transmisión cultural.[13]​ La transmisión o aprendizaje de la cultura implica la transferencia de un sentido de la identidad entre generaciones, a veces denominado endoculturación[14]​ y también la transferencia de identidad entre culturas, a veces conocido como aculturación.[15]​ De acuerdo a todo ello, no resulta extraño que la Antropología de la Educación haya ido incrementado su focalización en la identidad étnica y en los cambios étnicos.[16][17]

La educación comparada es un campo académico de estudio que examina la educación mediante el método comparativo con el fin de contribuir a su mejora. Busca descubrir, estudiar y comparar el complejo entramado que representa en cada pueblo el proceso educativo. Es una disciplina provista de un doble carácter: uno básico en el sentido de conocer los fenómenos educativos como entidades complejas que forman parte de la realidad; y uno aplicado porque a través del análisis pretende buscar soluciones a los problemas que aquejan a los sistemas educativos mundiales.

La Política educacional tienen por objeto el estudio y la interpretación de los fenómenos de carácter político que emanan de la vertiente socioeducativa intentando develar las implicaciones educativas que tiene la orientación ideológica del poder político. Estudia el conjunto de fuerzas sociales que son encargadas de dar direccionalidad al sistema educativo dentro de una formación social históricamente configurada acotada en determinada sociedad nacional.

La Administración educacional es un saber teórico-práctico sobre las organizaciones educativas constitutivas del espacio público y de un saber teórico-práctico sobre su gobierno. Es decir un conocimiento político y una práctica ética.

La pedagogía es una ciencia social e interdisciplinar enfocada en la investigación y reflexión de las teorías educativas en todas las etapas de la vida, no solo en la infancia. [18][19][20][21][22][23]​ Esta ciencia se nutre de conocimientos provenientes de la Sociología, Historia, Antropología, Filosofía, Psicología y Política.[24][25][26][27][28]​ El término "Pedagogía" ha evolucionado para referirse a una ciencia abocada al estudio de la educación como fenómeno complejo y multirreferencial.

El propósito del pedagogo es el de construir teoría referente a la investigación educativa.[29]​ La educación por su parte, es un proceso permanente e inacabado a lo largo de toda la vida, que busca la formación integral del ser humano. Es la institución social que permite y promueve la adquisición de habilidades, conocimientos y la ampliación de horizontes personales y que puede tener lugar en muchos entornos. Es decir, una acción práctica que se da en todas las sociedades.[30][31]

El objeto de estudio en la pedagogía es «la educación», en sentido amplio, y ha cobrado un estatuto institucional y legal desde las diversas legislaciones internacionales, como refieren los documentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (Unesco), o la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), a su vez que los propios de cada país (como las leyes generales o nacionales sobre educación). También es posible encontrar la palabra «formación» como objeto de estudio de la Pedagogía, siendo «educación» y «formación» vocablos en debate, pues indican términos y posiciones epistemológicas diferentes referidas a lo educativo.

La didáctica (del adj. didáctico, del griego διδακτικός [didaktikós])[33][34]​ es una disciplina del campo pedagógico que tiene como objeto de estudio las prácticas de enseñanza.[35]​ La didáctica se encarga de articular un proyecto pedagógico (objetivos sociales de la educación) con los desarrollos en los modos de enseñanza (que se fundamentan en una teoría general del aprendizaje). La didáctica es el arte de enseñar donde las diversas técnicas y formas de enseñar, las cuales logran adaptarse a las necesidades de los estudiantes a si como al entorno y las circunstancias que lo rodean. Se puede llegar a la conclusión de que es una ciencia y a la misma vez un arte que logra ayudar y contribuir a la enseñanza, aportando estrategias novedosas que facilitan el trabajo el aprendizaje.[36]

Díaz Barriga la define como: una disciplina teórica, histórica y política. Es a la vez una disciplina que tiene como objeto orientar las prácticas y a la vez puede ser pensada como un campo teórico en sí mismo, ya que habilita y formula preguntas sobre la validez de las intervenciones que propone. En tanto responde a concepciones sobre la educación, la sociedad, el sujeto, el saber y la ciencia; es histórica, ya que sus propuestas responden a momentos históricos específicos y es política porque su propuesta se encuentra enmarcada en un proyecto social (Díaz Barriga, 1992:23). Por ello se dice que la didáctica es la encargada de articular la teoría con la práctica de la enseñanza.

Juan Amos Comenio fue quien acuñó la palabra didáctica en su obra Didáctica Magna, desarrollada en 1657.[37]​ donde indica que "la Didáctica Magna es un artificio universal para enseñar todo a todos. Enseñar realmente de un modo cierto, de tal manera que no se pueda menos que obtenerse resultados. Enseñar rápidamente, sin molestias ni tedio alguno para el que enseña ni para el que aprende".

Fernández Enguita[38]​ señala que Comenio fue un hombre de su tiempo y desde allí pensó y escribió. Para sostener este argumento, definirá el contexto de enseñanza en los inicios de la Modernidad -siglo XVI y XVII- en Europa, a partir del Renacimiento, la Reforma y la Contrarreforma; siendo esta coyuntura histórica central para comprender el desarrollo de ideas y prácticas pedagógicas hasta el presente.

Además, está vinculada con otras disciplinas pedagógicas como, por ejemplo, la organización escolar y la orientación educativa, y pretende fundamentar y orientar los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Díaz Barriga[39]​ menciona que los nuevos procesos en la construcción del conocimiento y en el aprendizaje están generando una nueva didáctica, es decir, "un movimiento en desarrollo, con distintas vertientes, que busca no excluir el sentido del saber, del trabajo docente, a la vez que recupera la importancia del trabajo, el deseo y la construcción de un proyecto personal por parte del alumno.

Desde el sentido común, podemos entender a la didáctica o género didáctico como un "género" discursivo cuya finalidad es la orientación para el aprendizaje y la enseñanza.

Antonio Medina en su libro Didáctica general, define este término como: "es una disciplina de naturaleza pedagógica, orientada por las finalidades educativas y comprometida con el logro de la mejora de todos los seres humanos, mediante la comprensión y transformación de los procesos sociocomunicativos y la adaptación y el desarrollo apropiado del proceso de enseñanza-aprendizaje".

Para Domingo Contreras en su libro Enseñanza, currículum y profesorado, "la didáctica es la disciplina que explica los procesos de enseñanza-aprendizaje para proponer su realización consecuente con las finalidades educativas". Sin embargo, Alicia Camilloni[40]​i señala que es preciso abandonar el lema pedagógico “proceso de enseñanza- aprendizaje”, afirmando que en la actualidad se tiende a la delimitación entre estos dos procesos cuya relación no es causal

El campo del currículum es un ámbito donde no solo se produce un objeto, el currículum (entendido como diseño curricular), sino que además se produce discurso acerca del mismo: expresión de problemas, debates y temas que impactan las prácticas. En los últimos años ha crecido su importancia teórica dentro de los estudios educativos, hay una creciente tendencia internacional, donde el currículum se convirtió en una de las maneras privilegiadas de referirse a educación, desplazando a otros lenguajes y tradiciones.

La Teoría del Currículum en general, se ha ocupado por un lado de indagar sobre las premisas que sustentan el desarrollo y la promulgación de planes de estudio en general o de planificaciones más específicas paralelamente y por otro lado, en un análisis histórico de los mismos en relación a las políticas culturales nacionales o internacionales.

La investigación educativa va ligada al nacimiento de la Pedagogía como disciplina científica debido a que se centra en generar conocimiento científico de los hechos educativos. Poder observar las conductas de los estudiantes y a partir de ellas realizar inferencias se convierte en un aspecto clave en el nacimiento de la investigación educativa[41]​. Es el uso del método científico se encuentra en la base del nacimiento de la Pedagogía como disciplina, si bien sus inicios se realiza a través de disciplinas afines como medicina y la psicología que utilizan el método científico al estudio de temas educativos. García Hoz (1978)[42]​ afirma que son tres las áreas que comienzan a investigar sobre temas educativos:

En este sentido José Gimeno Sacristán ha destacado que las ciencias de la educación son hoy varias pequeñas teorías sin coherencia interna, y sin esquema teórico propio (pues han tomado cosas de otras ciencias). Son inconclusas no solo por el hecho de ser ciencias, sino también porque son innovadoras de la cultura. Las ciencias de la educación se configuran con tres componentes: explicación, normatividad y utopía. Por un lado procuran explicar el objeto educación mediante diversas teorías; además, se ocupan de configurar una tecnología normativa tendiente a conseguir su objeto propio, y finalmente dado su carácter expansivo, buscan aumentar los límites de las capacidades humanas y de la cultura (utopía)...

Al afirmar acerca de las Ciencias de la Educación no se considera a una conducta aislada e individualista ni de instaurar nexos determinados. Todas ellas inciden en un tema concreto que es la educación y lo educativo exponiendo vínculos de conexión e incidencia. Su concepción como sistema circular que «atienda a la interconexión necesaria entre los diferentes campos, objetos y métodos susceptibles de proporcionar esquemas más apropiados a la explicación de una realidad, no parcelada, sino interactuante» (Pérez Gómez, 1978, 64).[43]

Es por eso que la Ciencias de la Educación poseen naturaleza amplia constituyendo este régimen circular adecuando un sistema de educación entre la colaboración de las otras ciencias nos proponen.[44]



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