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Claudia de Francia, duquesa de Lorena



¿Qué día cumple años Claudia de Francia, duquesa de Lorena?

Claudia de Francia, duquesa de Lorena cumple los años el 12 de noviembre.


¿Qué día nació Claudia de Francia, duquesa de Lorena?

Claudia de Francia, duquesa de Lorena nació el día 12 de noviembre de 1547.


¿Cuántos años tiene Claudia de Francia, duquesa de Lorena?

La edad actual es 476 años. Claudia de Francia, duquesa de Lorena cumplirá 477 años el 12 de noviembre de este año.


¿De qué signo es Claudia de Francia, duquesa de Lorena?

Claudia de Francia, duquesa de Lorena es del signo de Escorpio.


¿Dónde nació Claudia de Francia, duquesa de Lorena?

Claudia de Francia, duquesa de Lorena nació en Fontainebleau.


Claudia de Francia (Fontainebleau, 12 de noviembre de 1547 - Nancy, 21 de febrero de 1575) fue una princesa francesa, la segunda hija del rey Enrique II y su esposa Catalina de Médici. También fue duquesa de Lorena, por su matrimonio con Carlos III de Lorena.

En 1533, a los catorce años, Catalina contrajo matrimonio con Enrique, segundo hijo de los reyes Francisco I y Claudia de Francia. Claudia fue la tercera de los hijos de este matrimonio, y la segunda hija. Se crio al lado de su hermana Isabel, y de su futura cuñada, María Estuardo, que había sido comprometida con Francisco II. María, de seis años, fue enviada a Francia para ser criada en la corte hasta el matrimonio. Catalina crio a María junto a sus propios hijos en la corte parisina, mientras María de Guisa, gobernaba Escocia como regente de su hija.

Claudia nació en Fontainebleau, pero, como se cree que fue concebida en el Castillo de Anet, fue apodada 'Mademoiselle d'Anet' en la corte, un apodo que disgustó a su madre.

Ella y sus hermanos fueron criados bajo la supervisión del mentor y la institutriz de los niños reales: Jean d'Humières y su esposa, Françoise d'Humières.[1]​ La educación de los hijos del matrimonio, se llevó a cabo bajo las órdenes de Diana de Poitiers, amante de su padre. Se dice que ejerció gran influencia sobre él, hasta el punto de ser considerada la verdadera soberana.

La enemistad y el odio entre Catalina y Diana fueron creciendo hasta que la muerte del soberano puso punto final. Entre los festejos por la celebración del matrimonio de su hermana, Isabel de Valois con Felipe II de España, se incluyó un torneo, en el cual su padre, Enrique resultó gravemente herido, pues la lanza del conde de Montgomery, que justaba con el, penetró en el ojo del rey. Tras la muerte de Enrique 1559, subió al trono su hermano, Francisco II, y Diana no tuvo más remedio que abandonar la corte, retirándose a su castillo de Chaumont-sur-Loire. Le fue prohibido hasta asistir a los funerales, fue expulsada inmediatamente de Chenonceau y obligada a devolver todas las joyas de la corona con las que el rey la había obsequiado.

Claudia fue víctima de los rasgos poco saludables que su madre, Catalina, parecía transmitir a todos sus hijos - a excepción de Margarita - y sufría de una ligera joroba y un pie zambo. Durante su infancia, fue frecuentemente vulnerable a diversas enfermedades.

Claudia tuvo nueve hermanos legítimos:

El 19 de enero de 1559, a la edad de 11 años, se casó con Carlos III, duque de Lorena, en la catedral de Notre Dame, París.[2]​ Carlos era hijo de Francisco I de Lorena y Cristina de Dinamarca, sobrina de Carlos V de Alemania. Su nombre debería ser el de Carlos II de Lorena, pero los historiógrafos loreneses, deseosos de establecer la legitimidad de los duques de Lorena y de Guisa, y relacionarlos directamente a la monarquía carolingia, incluyeron en la lista de duques al carolingio Carlos (muerto en 991), duque de la Baja Lotaringia, por lo que se convirtió en Carlos III. Profundamente católico, mantuvo buenas relaciones con los reyes de Francia hasta 1576, fecha en la que Enrique III firma el edicto de Beaulieu con los jefes hugonotes.

El matrimonio se organizó como una unión simbólica de paz entre Francia y Lorena, después de que Carlos III hubiera pasado su infancia como rehén en la corte real francesa. Sucedió a su padre el 12 de junio de 1545, primero bajo la regencia de su madre, y en 1552 bajo la de Nicolás de Lorena, conde de Vaudémont y futuro duque de Mercoeur. A partir de 1552, su educación se lleva a cabo en la corte de Francia. En 1559, con motivo de su boda con Claudia, a Carlos se le declara mayor de edad. Dicha paz se completó después del Tratado de Chateau-Cambresis. Claudia partió a Lorena con su esposo a fines de 1559, poco antes de la partida de su hermana, Isabel (casada con Felipe II), a España y su tía, Margarita (casada con Manuel Filiberto de Saboya), a Saboya.[3]

La relación entre Claudia y Carlos, fue descrita como feliz. Claudia era una de las favoritas de su madre, que ocasionalmente la visitaba en Lorena, visitas descritas como raras ocasiones de reuniones familiares privadas en la vida de Catalina de Médici, a quien le gustaba ver a sus nietos y también a su yerno. Catalina estuvo, por ejemplo, presente en Bar-le-Duc, para el bautismo del primogénito de Claudia, Enrique.[4]

Claudia asistió a la boda entre Enrique de Navarra y su hermana Margarita de Valois, en agosto de 1572. En su camino hacia París, había estado enferma y cuidada por su madre en Chalons, razón por la cual Catalina había estado ausente de la corte real durante el ataque fronterizo de Jean de Genlis, cerca de los Países Bajos españoles, en julio. Dicha ausencia que fue utilizada por el almirante Coligny para intentar convencer a Carlos IX, de que declarara la guerra a España.[5][6]

Más adelante, en 1589, Enrique IV sucedió al asesinado Enrique III, y Carlos III se unió a la Liga. La guerra volvió a estallar y el protestante, Enrique de la Tour d'Auvergne, vizconde de Turena, destrozó el norte del ducado. Sólo se alcanzó la paz con el tratado de Saint-Germain-en-Laye, el 16 de noviembre de 1594, y con la boda entre Catalina de Borbón, hermana de Enrique IV, con Enrique, hijo y heredero de Carlos III y su esposa, Claudia de Francia.

La matanza de San Bartolomé, inscrita en el contexto general de las guerras político-religiosas de Francia, estuvo precedida de acontecimientos que ilustran esa violencia, pues fue resultado de un "proceso en escalada, cuyas últimas consecuencias no había deseado ni previsto" expresó Catalina de Médici, aunque se habló de premeditación:

La rivalidad política entre católicos y protestantes franceses (hugonotes) provocó la matanza de San Bartolomé en 1572. El rey Carlos IX y su madre, Catalina de Médici, temían que los hugonotes alcanzaran el poder. Por este motivo, ordenaron el asesinato de Gaspar de Coligny. La matanza comenzó el 24 de agosto en París y se extendió a las provincias.[7]

En la noche de la masacre de Bartolomé, a Claudia se le informó evidentemente que iba a tener lugar una masacre contra el esposo de su hermana, Enrique IV de Francia, rey de Navarra, y sus seguidores. Margarita de Valois describió cómo Claudia tenía lágrimas en los ojos y trató de evitar que dejara la cámara de su madre. Cuando Margarita estaba a punto de retirarse a la cámara de su cónyuge, Claudia tomó a Margarita del brazo y le rogó que no se fuera: su madre la contradijo y le advirtió que no le dijera nada a Margarita. Claudia le dijo a su madre que no era correcto enviar a Margarita para ser "sacrificada", ya que correría el riesgo de convertirse en un blanco fácil, pero Catalina de Médici respondió a Claudia que Margarita estaría a salvo "si Dios lo deseaba", que despertaría sospechas si ella no iba, y luego le dijo a Margarita que se fuera.

Claudia lloró de tristeza ante la partida de su hermana. Después de que comenzó la masacre, uno de los cortesanos de Navarra, irrumpió en el dormitorio de Margarita y le suplicó que lo salvara del capitán de la Guardia, M. de Nancay, quien le dio la vida del hombre, y luego la escoltó a la cámara de Claudia, donde se le dio refugio durante la masacre.[8][9]

Según Pierre de Bourdeille, a la mañana siguiente, Isabel de Austria, esposa de Carlos IX de Francia, hermano de Claudia, estaba sorprendida al enterarse de lo ocurrido mediante un miembro de su séquito, preguntó si su esposo lo sabía. Cuando le dijeron que no solo lo sabía, sino que fue su iniciador, exclamó: "¡Dios mío! ¿Qué es esto? ¿Quiénes son estos consejeros que le dieron tal consejo? Dios mío, te pido que lo perdones".

De su matrimonio con Carlos III de Lorena, nacieron 9 hijos:

Claudia murió en el parto de su última hija en 1575, a la edad de 27 años. Su hija fue nombrada como ella y fallecería solo un año después.[10]Pierre de Brantôme (historiador y biógrafo francés), escribió que ella "murió en el parto, en manos de una vieja partera de París, una borracha, en quien tenía más fe que en cualquier otra".

Brantôme dio la siguiente descripción de ella:

"En su belleza se parecía a su madre, en su conocimiento y amabilidad se parecía a su tía; y la gente de Lorena la encontró amable mientras vivió, como yo mismo he visto cuando fui a ese país; y después de su muerte encontraron mucho que decir de ella. De hecho, por su muerte, esa tierra estaba llena de remordimientos, y su marido la lloró tanto que, aunque era joven cuando enviudó de ella, no se volvería a casar, diciendo que no podía nunca encontrar a alguien como ella, aunque podría volverse a casar, no deseaba hacerlo. [...] En resumen, ella era una verdadera hija de Francia, con buena mente y habilidad, lo cual demostró al secundar sabia y hábilmente a su marido, Carlos, en el gobierno de sus señoríos y principados".



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