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Saboya



Saboya (en francés, Savoie, en arpitán, Savouè, en italiano, Savoia) es una región histórica de Europa.[1]​ Aproximadamente comprende el territorio de los Alpes occidentales entre el lago de Ginebra en el norte y la provincia de Mauriana en el sur.

La tierra histórica de Saboya emergió como el territorio feudal de la casa de Saboya durante los siglos XI al XIV. El territorio histórico es compartido entre las repúblicas modernas de Francia, Italia y Suiza. Fue una región del Sacro Imperio Romano Germánico en la Edad Media, luego de Italia hasta 1860. Saboya se hará francesa con la anexión de 1860. Con el tiempo, Saboya aumenta en tierras italianas: Niza, la costa mediterránea y Piamonte.

La región estuvo ocupada por los alóbroges, un pueblo galo [2]​ que la República romana sometió en 121 a. C. El nombre Saboya procede del latín tardío Sapaudia, en referencia a un bosque de abetos.[n 1]​ La palabra probablemente `proceda en último término del galo – sapin en sí sería una mezcla del galo sappos (abeto) y el latín pinus (pino). Está documentado por vez primera en Amiano Marcelino (354), para describir la parte meridional de Maxima Sequanorum.[n 2]​ Según la Chronica Gallica de 452, quedó separada del resto de los territorios burgundios en 443, tras la derrota de los burgundios por Flavio Aecio.[n 3]

Para el siglo VIII, el territorio que más tarde pasaría a ser conocido como Saboya era parte de Francia, y con la división de Francia con el tratado de Verdún en 843, pasó a ser parte del reino, de escasa duración de Francia Media. Después de solo doce años, a la muerte de Lotario I en 855, la Francia Media fue dividida en la Lotaringia al norte de los Alpes, Italia al sur de los Alpes, y las partes de Borgoña en los Alpes Occidentales, heredadas por Carlos de Provenza. Este último territorio comprendía lo que pasaría a ser conocido como Saboya y Provenza.

Desde el siglo X hasta el siglo XIV, partes de lo que al final sería Saboya permaneció dentro del reino de Arlés. A comienzos del siglo XI, el ascenso gradual al poder de la Casa de Saboya se refleja en el creciente territorio de su condado de Saboya entre 1003 y 1416. Con el debilitamiento del Sacro Imperio Romano Germánico, Humberto I de Saboya funda oficialmente la casa de Saboya en 1003. La casa de Saboya se convirtió en la casa real más duradera de Europa.

El condado de Saboya fue segregado de jure del reino de Arlés por el emperador Carlos IV en 1361. Adquirió el condado de Niza en 1388, y en 1401 añadió el condado de Ginebra, la región de Ginebra salvo la ciudad en sí, que estaba gobernada por su príncipe-obispo, nominalmente bajo el gobierno del duque: los obispos de Ginebra, por un acuerdo no explícito, procedían de la Casa de Saboya hasta 1533.[n 4]

El 19 de febrero de 1416, el emperador Segismundo, convirtió el condado de Saboya en un ducado independiente, con Amadeo VIII como su primer duque. En 1388 el condado de Niza se une a Saboya a cambio de protección contra Francia que intentó invadirlo numerosas veces. En 1418, el duque de Saboya heredó la provincia italiana de Piamonte.

A horcajadas en los Alpes, Saboya queda dentro de dos esferas de influencia que competían entre sí, la francesa y la de Italia meridional. En la época del renacmiento, Saboya mostraba solo un desarrollo modesto.[5]​ Sus ciudades eran pocas y pequeñas.[5]​ Saboya subsistía por su agricultura.[5]​ La ubicación geográfica de Saboya era también de importancia militar.[5]​ Durante las interminables guerras entre Francia y España sobre el control del norte de Italia, Saboya era importante para Francia porque proporcionaba acceso a Italia.[5]​ Saboya era importante para España porque servía como estado colchón entre Francia y los territorios españoles en Italia.[5]​ En 1563 Manuel Filiberto trasladó la capital de Chambéry a Turín, que era menos vulnerable a la interferencia francesa.[6]

Vaud fue anexionada por Berna en 1536, y Saboya oficialmente cedió Vaud a Berna en el tratado de Lausana de 30 de octubre de 1564.

En 1714, como consecuencia de la guerra de sucesión española, Víctor Amadeo II de Saboya recibe el Reino de Sicilia que cambia por la de Cerdeña, quedando la isla de Sicilia para Austria. Desde entonces, 1720, los Estados de Saboya serán llamados Reino de Cerdeña. Aunque los monarcas de la Casa de Saboya eran conocidos como reyes de Cerdeña, Turín siguió siendo la capital.

Saboya conocerá cinco ocupaciones francesas; respectivamente en 1536-1553, 1600-1601, 1630-31, 1690-96 y 1703-1713.

El territorio de Saboya fue anexionado a Francia en 1792 durante la Primera República Francesa, antes de volver al Reino de Piamonte-Cerdeña en 1815. Saboya fue ocupada por las fuerzas revolucionarias francesas entre 1792 y 1815. Toda la región fue primero convertida en el departamento de Mont-Blanc. En 1798, fue entonces dividida entre los departamentos de Mont-Blanc y Léman (nombre francés del lago Ginebra).[7]​ En 1801, Saboya abandonó oficialmente el Sacro Imperio Romano Germánico.[8]​ El 13 de septiembre de 1793 las fuerzas combinadas de Saboya, Piamonte y el valle de Aosta combatieron y perdieron contra las fuerzas francesas de ocupación en la batalla de Méribel (Sallanches).

Dos tercios de Saboya se devolvieron al reino de Cerdeña en la Primera Restauración de 1814 tras la abdicación de Napoleón; aproximadamente un tercio de Saboya, incluyendo las dos ciudades más importantes, Chambéry y Annecy, siguieron siendo francesas. Después del breve regreso de Napoleón al poder durante los Cien Días y posterior derrota en Waterloo, el tercio restante de Saboya fue devuelto al reino de Cerdeña en el Congreso de Viena para fortalecer Cerdeña como estado colchón en la frontera sureste de Francia.

La Segunda República Francesa intentó anexionarse Saboya en 1848. Un cuerpo de mil quinientos soldados fue enviado desde Lyon e invadió Saboya el 3 de abril, ocupando Chambéry (la capital) y proclamó la anexión a Francia. Al conocer la invasión, los campesinos acudieron a Chambéry. Los soldados fueron expulsados por la población local. Mataron a cinco franceses y capturaron ochocientos.[9]

El 21 de julio de 1858 en Plombières-les-Bains, Vosgos, el primer ministro del reino de Cerdeña, Camillo Benso, conde de Cavour, se reunió en secreto con Napoleón III para asegurar el apoyo militar francés contra el Imperio austriaco durante los conflictos asociados con la unificación italiana. Durante la discusión, Cavour prometió que Cerdeña cedería el condado de Niza y el ducado de Saboya al Segundo Imperio Francés. Aunque esto fue un arreglo secreto, rápidamente fue conocido.[10]

Saboya finalmente fue anexionada a Francia, bajo el Segundo Imperio francés en 1860, como parte de un acuerdo político negociado entre el emperador francés Napoleón III y el rey Víctor Manuel II de Cerdeña que comenzó el proceso de unificación de Italia. La dinastía de Víctor Manuel, de la casa de Saboya, conservó las tierras italianas de Piamonte y Liguria salvo Niza y se convirtió en la dinastía gobernante de Italia.

El tratado anexionando Niza y Saboya a Francia fue firmado en Rurín el 24 de marzo de 1860 (Tratado de Turín).[11]​ En las provincias septentrionales de Chablais y Faucigny, hubo algo de apoyo a la vecina Suiza, con la que estas provincias norteñas tenían lazos económicos desde hacía mucho tiempo. Para ayudar a reducir el atractivo de Suiza, el gobierno francés concedió una zona de libre comercio que conservaba la larga relación sin impuestos de la comunas del norte de Saboya y Ginebra. El tratado fue seguido el 22–23 de abril de un plebiscito empleando sufragio universal masculino, en el que a los votantes se les ofreció la opción de votar "sí" a aprobar el tratado y unirse a Francia o rechazar el tratado con un voto negativo. Las opciones rechazadas de unirse a Suiza, permanecer en Italia, o recuperar su independencia, fueron la fuente de alguna oposición. Con un 99,8 % del voto favorable a unirse a Francia, hubo alegaciones de fraude electoral, principalmente por el gobierno británico, que se oponía a la expansión continental por su tradicional enemigo francés.

El correspondal de The Times en Saboya, que estaba en Bonneville el 24 de abril llamó al voto "la farsa más baja e inmoral que jamás se interpretó en la historia de las naciones".[12]​ Terminó sus palabras con esas palabras:

Les dejo que saquen sus propias conclusiones de este viaje, que mostrará claramente que qué voto había en esta parte de Saboya. El voto era la ironía más amarga jamás hecha sobre el sufragio popular. La urna en las manos de aquellas mismas autoridades que emitieron las proclamaciones; no era posible ningún control; incluso los viajeros sospecharon y obstinaron por no meterse en el asunto; toda oposición aplastada mediante la intimidación, y toda libertad de acción completamente excluida. Uno no puede realmente reprochar a la oposición que haya abandonado el juego; se usó una fuerza demasiado grande contra ellos. En lo que se refiere al resultado de la votación, por lo tanto, uno no necesita preocuparse por él; será tan brillante como el de Niza. El único peligro es que las autoridades de Saboya, en su celo, se comporten como lo hicieron algunos franceses en la votación de 1852, encontrando para su sorpresa más votos que votantes inscritos en el censo.

En su carta al embajador de Viena lord Augustus Loftus, el entonces–Secretario de AA. EE., Lord John Russell, dijo, "Votar en Saboya y Niza es una farsa … no nos entretiene ni nos edifica".[13]

La anexión se promulgó el 14 de junio de 1860. El 23 de agosto de 1860 y 7 de marzo de 1861, se firmaron dos acuerdos entre el Segundo Imperio Francés y el Reino de Cerdeña para resolver los temas pendientes en relación con la anexión.[14][15]

Esto formaba parte del acuerdo secreto (Acuerdo de Plombières) que alcanzaron el emperador francés Napoleón III y el conde Camillo de Cavour (primer ministro de Cerdeña en aquella época) que permitió que se dieran los últimos pasos en el proceso de unificación de Italia. La dinastía de Víctor Manuel, la casa de Saboya, retuvo sus tierras italianas del Piamonte y Liguria y se convirtió en la dinastía reinante de Italia.

Gente de Chambéry con la bandera de Francia celebrando la anexión en 1860.

Mapa de Saboya en el siglo XIX y otros estados italianos en 1843.

La anexión francesa en 1860 (negro) después de firmarse el Tratado de Turín y se celebrase un referéndum en la región a favor de la unión a Francia (en francés)

El castillo de Chambéry, sede del gobierno, recibió una nueva fachada, grandiosa, después de la anexión

En 1919, Francia oficialmente (pero en contra del tratado de anexión) puso fin a la neutralidad militar de las partes del país de Saboya que se habían acordado originalmente en el Congreso de Viena, y también eliminó la zona de libre comercio - ambos artículos del tratado se infringieron extraoficialmente en la Primera Guerra Mundial. Francia fue condenada en 1932 por el tribunal internacional por incumplimiento de las medidas del Tratado de Turín relativas a las provincias de Saboya y Niza.[16]

En 1960, el término anexión había adquirido connotaciones negativas en Francia, particularmente después de la anexión alemana de Alsacia y Lorena en 1871, por lo que a la anexión se le dio un nuevo nombre, Rattachement de la Savoie à la France (Incorporación de Saboya a Francia).[n 5]​ Fue el último término que se usó por las autoridades francesas durante las festividades que celebraron el 100.º aniversario de la anexión.[17]​ Daniel Rops de la Academia Francesa justificó la nueva denominación con estas palabras:

Saboya ha empezado a solemnizar los festejos en 1960, conmemorando el centenario de su incorporación (rattachement) a Francia. Se subraya a propósito aquí esta palabra incorporación (rattachement): los saboyanos le dan gran valor, y es la única que han decidido usar en la terminología oficial del centenario. En esto, llevan totalmente la razón. Ayer se usaba otro término: anexión. Fijándonos bien, ¡estaba totalmente equivocado! ¿Podemos decir anexión cuando hablamos de una decisión que fue aprobada por 130 889 votos de 135 449? [...]. Saboya no fue anexionada [...] sino de hecho incorporada libremente y por el deseo de sus habitantes.

Un exdiputado francés, P. Taponnier, habló de la anexión:[cita requerida]

A finales de marzo de 1860, la ceremonia de compromiso de Saboya y Francia tuvo lugar en el palacio de las Tullerías [...], una ceremonia que era un pacto de amor y fidelidad [...] es con un consentimiento libre que ella [Saboya] se entregó a Francia por un solemne plebiscito del cual nuestros líderes pueden ignorar los términos o los compromisos. [...] Que las campanas de nuestras ciudades [...] en Saboya vibren al unísono para glorificar, en este magnífico centenario, el indefectible compromiso de Saboya con Francia. Los saboyanos no se sienten italianos. Además, hablaban francés. Esto explica por qué en 1858–1859 cuando corrieron rumores del acuerdo secreto de Plombières, donde Napoleón III y Cavour decidieron el destino de Saboya, los propios saboyanos tomaron la iniciativa de pedir la incorporación (rattachement). [...] Incorporación, no anexión [...] La incorporación fue un acto de libre voluntad, en el orden lógico de la geografía y la historia [...].

En la Francia moderna, Saboya es parte de la región Auvernia-Ródano-Alpes. Después de su anexión a Francia en 1860, el territorio de Saboya fue dividido administrativamente en dos departamentos, Saboya y Alta Saboya.

La capital tradicional sigue siendo Chambéry (Ciamberì), a orillas de los ríos Leysse y Albane, donde se encuentra el castillo de la Casa de Saboya y el senado saboyano. El estado comprende seis distritos:

El condado y ducado de Saboya incorporaron a Turín y otros territorios en el Piamonte, una región en el noroeste de Italia que hace frontera con Saboya, que fueron también posesiones de la Casa de Saboya. La capital del ducado siguió estando en la tradicional capital saboyana de Chambéry hasta 1563, cuando fue trasladada a Turín.



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