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Clown



Un payaso (del italiano pagliaccio) es un personaje estereotipado representado comúnmente con vestimentas extravagantes, maquillaje excesivo y pelucas llamativas. Generalmente se le asocia con un artista de circo, cuya función es hacer reír a la gente, gastar bromas, hacer piruetas y en ocasiones trucos divertidos, pero también es un actor satírico que se burla de la cotidianidad. En algunas culturas, la vestimenta y el maquillaje del payaso denotan una jerarquía, desde el maquillaje de vagabundo hasta la cara blanca. El artista puede hacer uso de maquillaje de base de aceite o de agua. Asimismo, en algunas sociedades los payasos se relacionan con otros ámbitos y temas, sobre todo de la televisión, donde aparecen representados incluso como personajes malvados. También es llamado clown, palabra de origen inglés que significa «aldeano».

Entre los subtipos de payaso, está el payaso de rodeo, que tienen una función importante pues deben distraer a los toros y atraerlos para ayudar evitar que el vaquero sea lastimado por el animal. Su indumentaria puede incluir pañuelos colgantes a su cinturón. Otro tipo de payaso es el de crucero o callejero, quien solo se dedica a hacer su acto en las intersecciones de calles grandes y concurridas, realizando un acto corto, generalmente de malabarismo, que dura lo mismo que el alto del semáforo, recolectando ocasionalmente el dinero que le dejen los automovilistas o transeúntes. Por último existe el payaso doctor; la función de estos payasos es provocar la risa dentro de hospitales para ayudar a los pacientes, ya que se sabe que la acción de reír genera endorfinas, y esto ayuda al cuerpo a sanar más rápido.[1]

El término "payaso" procede del italiano pagliaccio, a su vez derivado de paglia("paja"), ya que el vestido tradicional del personaje recordaba al colchón relleno de paja (pagliericio).

Los payasos ya formaban parte de la corte de faraón durante la Quinta dinastía egipcia, en el año 2500 a. C. Se convirtió en un oficio en China cuando a través de carpas y caravanas formaban parte de la corte de los reyes y del entretenimiento social en el siglo II a. C.. Al mismo tiempo, en Grecia y posteriormente en Roma, aparecen en las comedias atelanas como tradición que forma parte de una obra teatral. En México se dice que cuando Hernán Cortés conoció a Moctezuma, dentro de su corte existían enanos y jorobados bufones parecidos a los europeos.[cita requerida]

Ocuparon una parte importante de la vida europea a partir del siglo XVI, cuando servían de entretenimiento a los reyes, aunque no pasaban todo el tiempo dentro de los castillos y palacios; cuando no estaban sirviendo a sus majestades, acudían a cantinas y tabernas para mofarse de la sociedad, además de que en sarcásticos chistes contaban secretos de los cortesanos.

Desempeñaron diferentes papeles en la historia, ya que si bien en algún momento estuvieron en la corte de los reyes, a partir del siglo XVIII fueron el entretenimiento en actos intermedios de circos o espectáculos de teatros de revistas, y llegaron a considerarse el alma del circo tradicional; ya a fines del siglo XX aparecieron nuevas formas, como los payasos de crucero o callejeros, o los mimos parisinos.

Actualmente, hay quienes se desarrollan como payasos siendo descendientes de alguna tradición o por propio gusto. Se han creado ofertas educativas de nivel licenciatura y forman parte de grandes entretenimientos. En algunas ocasiones han sido homenajeados de forma artística, como lo hizo Federico García Lorca en su «Homenaje al arlequín en 4 versos», o en la poesía «Reír llorando», del maestro Juan de Dios Peza.

El elemento principal del payaso es su peculiar vestuario, donde dependiendo de su género puede usar harapos, solo usar maquillaje blanco, vestir con colores brillosos, usar peluca, zapatos gigantes, ropas clásicas y máscaras, pero sin duda la nariz roja ha hecho del payaso un personaje siempre reconocido, generando un punto de atención para la gente. También se considera la máscara más pequeña del mundo y puede ser de color carne o de un tono llamativo, como el rosado o el rojo. En la vestimenta, existen diferentes tallas y tamaños, e influyen la técnica o escuela (arlequín, pierrot, augusto, vagabundo, etc.). Es una indumentaria tan representativa y tan respetable para el gremio de los payasos, que incluso en los funerales de cualquiera de sus miembros, los miembros suelen asistir con todo su vestuario.

Actualmente existen diversas escuelas de payasos, que proporcionan técnicas y conocimientos sobre esta figura. Resaltan dos grandes escuelas, la europea y la americana. La primera de ellas se basa en habilidades de actuación, mientras que la segunda busca entretener con diferentes técnicas no siempre actorales. Dependiendo del payaso, entre las habilidades que este puede exhibir están la música, el malabarismo, la acrobacia, la torsión de globos y el arte de caminar con zancos, el mimo corporal, el clown, etc.

Un payaso es un personaje cómico y tierno nacido y desarrollado en las artes escénicas. Tiene sus antecedentes en la comedia romana, en la Commedia dell'arte italiana, en el circo moderno o en el cine mudo. Ellos consideran que el payaso no se actúa. sino que se es.A pesar de que generalmente actúan sobre la base de rutinas ensayadas, una de sus más grandes habilidades es la improvisación.

Siempre anda metido en problemas y buscando la complicidad con el público para conseguir su empatía y simpatía, ya sea en solitario o en compañía, como parte de una historia teatral o cinematográfica, o como número de vodevil o circense. Siempre aparece improvisando en torno a un guion o como personaje de los más importantes comediantes clásicos, Goldoni, Molière, Shakespeare, o Lope de Vega.

Vestido con un traje brillante y serio, es aparentemente digno y autoritario. Porta la máscara de Pierrot: un maquillaje blanco, y la ceja (en ocasiones) dibujada en la frente, reforzando el carácter del payaso. El rojo se utiliza para los labios, la nariz y las orejas. Una mosca, alguna referencia a las copas, se coloca en el mentón o la mejilla. El payaso blanco es guapo, elegante, petulante, a veces autoritario y malicioso, y refuerza la valía del augusto.

Lleva habitualmente la nariz roja, un maquillaje que combina con el negro, rojo y blanco, peluca grotesca, ropa de colores brillantes, zapatos enormes, y es totalmente impertinente y es el promotor de todo tipo de travesuras. Desestabiliza al payaso blanco, desbaratando todas sus iniciativas. Con su intervención, la catástrofe está asegurada. Se utiliza su persona para llevar a cabo una actuación a través de un número en el que los accidentes están relacionados.

Es el segundo Augusto y su complemento. «Augusto del Augusto» es un payaso torpe que no entiende nada, lo olvida todo, y cuyas acciones terminan siempre en un desastre.

Su configuración se define hacia 1870 a partir del «augusto», el payaso bobo, y es quien cuando trata de ayudar a cambiar los aparatos en la pista, se cae rodando por el aserrín, o se enreda los pies en las alfombras. Fue creado por el caballista Tom Belling en 1864, en el circo alemán Renz, cuando el artista, molesto por tener que ayudar en la pista y para divertir a sus colegas, se pone un traje demasiado grande y se muestra tan torpe que despierta gran hilaridad en el público. El éxito hace acallar la furia del director, que le pide que repita su actuación y la desarrolle cada vez más. «Augusto», el apodo alemán para las personas torpes, queda para este personaje en Europa; y «Tony» se usa en Argentina, Chile, Bolivia, Perú y Ecuador por la fama del payaso inglés Tony Grice.

El tony, con su demasiado grande o demasiado pequeño traje (generalmente negro en Europa y de colores fuertes en América), hace contraste con el elegante atuendo blanco o rosado con aplicaciones de figuras, bordados o lentejuelas, las medias blancas y los zapatos de baile del clown. El lujo y la marginalidad confrontan los personajes.

A pesar de ser acompañado de connotaciones coloridas y festivas, mucha gente muestra incomodidad o temor hacia el personaje. Algunos grabados populares representan al payaso en una forma caricaturesca y perturbante. La fobia a los payasos se conoce con el nombre de coulrofobia. Se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a los payasos.

Es muy común en niños, pero en algunos casos persiste en adolescentes y adultos. Quienes sufren de esta fobia reconocen que lo que les asusta más es el maquillaje excesivo, su nariz de color rojo fuerte y sus extraños cabellos, lo que oculta su verdadera identidad. A menudo se adquiere este miedo después de haber tenido una mala experiencia con payasos durante la infancia, o por haber visto el retrato de un payaso siniestro. No todos los que sufren de coulrofobia la experimentan en igual grado: algunos sienten un auténtico pánico, mientras que en otros es más bien un recelo que no llega a ser terror.



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