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Consumo responsable



El consumo responsable es un concepto defendido por organizaciones ecológicas, sociales y políticas que consideran que la humanidad haría bien en cambiar sus hábitos de consumo ajustándolos a sus necesidades reales y optando en el mercado por bienes y servicios que favorezcan la conservación del medio ambiente, la igualdad social y el bienestar de los trabajadores.

El consumo responsable es una manera de consumir bienes y servicios teniendo en cuenta la naturaleza, además de las variables de precio y calidad, las características sociales y laborales del entorno de producción y las consecuencias medioambientales posteriores.

El sistema de consumo y producción responsable que rige en nuestro planeta presenta serias contradicciones y retos en la lógica del desarrollo sostenible y en el marco de la llamada economía verde.[1]

El consumo responsable ya es una prioridad dada oficialmente por la ONU como el objetivo número 12 de Desarrollo Sostenible para el periodo 2016-2030,[2]​ donde el documento señala que a fin de lograr crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella ecológica mediante un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos. Menciona a su vez que la gestión eficiente de los recursos naturales compartidos y la forma en que se eliminan los desechos tóxicos y los contaminantes son vitales para lograr este objetivo, instando a las industrias, los negocios y a los consumidores a reciclar y reducir los desechos, apoyando a los países en desarrollo a avanzar hacia patrones sostenibles de consumo para 2030. Por último, se hace hincapié en la importancia de otorgarle un enfoque sistémico al planteamiento y lograr la cooperación entre los participantes de la cadena de suministro, desde el productor hasta el consumidor final, sensibilizándolos en educación ambiental. [3]

Las siguientes recomendaciones o medidas, y muchas más, se consideran como prioritarias para el consumo crítico, consciente y responsable en el mundo actual, tanto a nivel personal como profesional o empresarial. Entre ellas están:

No obstante, la elaboración de los Objetivos de Desarrollo Sostenible representa un avance, su abstracción y las complicaciones que se presentan dentro de un sistema donde el crecimiento económico se rige en base al consumo de varios factores que hacen que su viabilidad presente diversas dificultades.[1]

En el futuro se espera que las grandes empresas incorporen esta modalidad para la elaboración de sus productos. Como ejemplo actual podemos citar la utilización por parte de algunas empresas de envases de vidrio. El consumidor que elige estos envases está propiciando una menor generación de basura ya que los envases de vidrio son reutilizables.

Lo que se busca dentro de las empresas es que optimicen sus procesos y se utilicen buenas prácticas a lo largo de la cadena de producción, con el fin de que se obtengan productos más limpios, sostenibles y amigables con el medio ambiente.

Con la implementación de nuevas prácticas que mejoren los procesos productivos, es de esperarse que los indicadores económicos y de eficiencia se mejoren y así mismo los resultados a nivel nacional también sean buenos. Se espera que la implementación de la política genere un resultado gana – gana en donde tanto las empresas generen aumentos en sus utilidades y así mismo los resultados en pro del medio ambiente también sean óptimos.[4]

Fomentar un consumo responsable es entender que los recursos naturales no son renovables y que las generaciones futuras deben tener las condiciones necesarias para poder vivir. El consumidor elige en el mercado la historia que se contará en el futuro.

Podríamos esquemáticamente distinguir tres aspectos fundamentales o formas de consumir que constituyen lo que se denomina consumo responsable:

Una revisión de distintos estudios cuantitativos realizados en países de África y Latinoamérica, concluyó que el comercio justo puede producir efectos positivos en los productores al aumentar sus ingresos y oportunidades laborales, reducir su vulnerabilidad a fluctuaciones de precios, brindarles acceso a mercados internacionales de mayor tamaño y reducir en general su pobreza. Asimismo, la participación en cooperativas integrantes del comercio justo puede ayudarlos mediante la apertura de nuevos créditos y capacitaciones. Si bien estas iniciativas pueden haber mejorado los ingresos de los productores, faltan todavía estudios que permitan determinar su sostenibilidad en el largo plazo.[5]

Los medios de comunicación inciden de manera decisiva en los hábitos y gustos de las personas, pudiendo incluso llegar a crear necesidades inexistentes. En la actualidad, la fuerza del marketing ha llevado a un consumismo desmedido en la sociedad, influenciando negativamente al consumo inteligente y responsable. Sin embargo, cada vez la gente está más concienciada de la necesidad de consumir de forma responsable, y las empresas empiezan a adaptar la publicidad de sus productos a este pensamiento.

Cada vez que se adquiere algo se está dando un voto a favor de los productos comprados, de los procesos utilizados en su fabricación, de la generación de ciertos tipos de residuos. Busca un cambio de comportamiento en los diferentes actores, en sus costumbres, busca que estos generen nuevo hábitos mediante los cuales se promueva el correcto uso de los recursos, se consuma solo lo debido y así evitar desperdicios. El consumidor a la hora de comprar algún producto en lo último que se fija es si este producto genera daños al medio ambiente.

Si el productor tiene vínculos con otras organizaciones que se comportan de manera poco ética o dañina para la comunidad en general, también se está apoyando su accionar. Al dejar de consumir un bien o servicio se está quitando apoyo a la organización que los produce o que se lucra de ellos. Con cada compra se está ejerciendo un derecho al voto. Por ejemplo, si no se está de acuerdo con la manera en que los medios de comunicación muestran el mundo o una situación en concreto, al seguir al medio se está apoyando su accionar, y al dejar de seguirlo se está votando en contra de su accionar. Si otras personas hacen lo mismo, y además hacen sentir su descontento, a medio plazo quienes anuncian en este medio se irán retirando (pautas en medios que tienen gran cobertura, no en los que la pierden) y la organización se debilitará permanente

En nuestros días, nadie puede negar que nos encontramos en medio de una crisis ambiental, es un hecho reconocido oficialmente por la comunidad científica internacional y por la mayoría de los gobiernos del mundo, además de que sus efectos son padecidos por innumerables seres humanos y otras especies. [1]

La organización Ecologistas en Acción ha publicado una serie de consejos para el consumo responsable. Estas recomendaciones son:

El cambio climático global amenaza la estabilidad de los ciclos biogeoquímicos y de las condiciones planetarias propicias para la vida. Lo atestiguan ya el deshielo de los polos, el incremento del nivel del mar que ha invadido tierras costeras, la irregularidad de las lluvias y el potenciamiento de fenómenos naturales como los huracanes. [1]

Procura no solo comprar sino también utilizar software libre siempre que sea posible. Es decir, utiliza: sistemas operativos, aplicaciones, programas, firmware, drivers, aplicaciones web y códecs multimedia, de código abierto y libres de licencias privativas, ya que éstas privan a los usuarios, a los investigadores y a los desarrolladores, de todo el mundo, de las cuatro libertades fundamentales asociadas al software que marca la Free Software Foundation:

La privación de estas libertades va desarrollando una espiral de dependencia tecnológica de las personas, las empresas, los centros educativos, las organizaciones y hasta los países, en general, cuyo progreso queda supeditado a otros países y empresas con mucho poder y con unos intereses distintos y, con frecuencia, contrarios a los de la mayoría de usuarios. Esto es mucho más importante cuanto más se basa la humanidad en la tecnología en general y la informática en particular.

Ten en cuenta que no sólo la compra, sino la simple utilización de un sistema, servicio o programa, favorece la proliferación de usuarios y compradores de dicho sistema, servicio o programa, y, por ende, la financiación de la compañía que lo desarrolla así como su filosofía, lo cual trae de la mano un tipo de mundo u otro. Tú, así como cada uno de nosotros, eres partícipe y responsable.



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