La contrainsurgencia es un conjunto de técnicas y prácticas aplicadas por los estados con el objetivo de detectar y destruir a los miembros y bases de apoyo de los grupos insurgentes. Dichas medidas son de dos tipos: por un lado, operaciones militares, policiales y de inteligencia, destinadas a degradar la capacidad de acción de la insurgencia y eliminarla si es posible, y, por otro, acciones de apoyo a la población combinadas con otras de propaganda y guerra psicológica, encaminadas a influir en el ánimo de la población civil y debilitar o incluso anular el apoyo que esta presta a la insurgencia, que de esta manera quedaría privada del medio fundamental en el que vive y desarrolla su actividad («ganar corazones y mentes», según la expresión utilizada por primera vez por el general francés Louis Hubert Lyautey durante su campaña contra la insurgencia de las llamadas Banderas Negras en la frontera entre China e Indochina en 1895 y que fue empleada posteriormente por los británicos durante la Emergencia Malaya y por los estadounidenses durante la guerra de Vietnam). En numerosos casos, los estados han combinado técnicas de contrainsurgencia con prácticas de «guerra sucia», actividades ilegales y contrarias a los derechos humanos, tales como ejecuciones extrajudiciales, secuestros y torturas, que podrían constituir crímenes de guerra y crímenes contra la Humanidad.
Un ejemplo de contrainsurgencia se produjo en la guerra salvadoreña, en la cual Estados Unidos gastó mil millones de dólares destinados a la contrainsurgencia a fin de neutralizar a las fuerzas guerrilleras. Este dinero fue empleado en aviones, entrenamientos al ejército y tecnología militar de avanzada.
Dichas tácticas contrainsurgentes, se emplearon durante la guerra de Vietnam por el Ejército francés y desarrolladas por el Ejército estadounidense, en dicho conflicto se utilizaron medidas como:
La historia de las campañas contrainsurgencia no se muestra muy favorable con los ejércitos que las han librado antes de la guerra de Vietnam. Al principio la contrainsurgencia consistía en una represión férrea, pero gracias a la experiencia y a la meditación las estrategias fueron cambiando para lograr atraerse al pueblo hacia la causa gubernamental.
Una de las campañas contrainsurgencia más famosas y que ha marcado las líneas de actuación de las siguientes fue la llevada a cabo por los ingleses en Malasia tras la Segunda Guerra Mundial.
A consecuencia de una serie de atentados y ataques realizados por guerrillas, especialmente el Partido Comunista Malayo, el gobierno inglés vio la necesidad de combatir estas acciones de un modo diferente, ante la incapacidad de las unidades regulares para encontrar y neutralizar a los grupos guerrilleros.
La campaña tenía tres ejes básicos:
En la serie "Soldados" de la BBC califica la campaña como un éxito, pese a que Malasia terminó siendo independiente. Posteriormente los estadounidenses adaptaron varias de estas técnicas en Vietnam con un resultado catastrófico. En la colección Nam llega a describirla como la mejor forma de reclutamiento que tenía el Vietcong.
Tras la guerra en el sureste asiático la lucha contra la insurgencia dio un vuelco por dos razones:
De este modo los fracasos de los movimientos guerrilleros e insurgentes se han ido acumulando progresivamente:
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