x
1

Cueva de los Tayos



La Cueva de los Tayos[1]​ se encuentra en la República del Ecuador, en la provincia de Morona Santiago, Cantón Limón Indanza, en la zona montañosa irregular llamada Cordillera del Cóndor. Debe su nombre a ser el hábitat de aves nocturnas llamadas tayos (Steatornis caripensis), que habitan en numerosas cuevas en las selvas andinas de América del Sur.[2]

La Cueva de los Tayos está ubicada en la selva alta virgen a 2 km al sur del Rio Santiago y 800 metros al oriente del Río Coangos (Kuankus); según última medición en 2012 con altímetro GPS, está a 539 m sobre el nivel del mar. La cueva está situada en las tierras que pertenecen en la actualidad a los Indígenas Nativos del Centro sindical Kuankus (Coangos) - cuevas de los Tayos, y forma parte del territorio independiente de los Shuar Arutam.

Las ciudades más cercanas son General Plaza, Méndez y Santiago. El ingreso se lo realiza bajo el permiso de la corporación Cueva de los Tayos en Kuankus Hay algunas alternativas para llegar a la cueva:[3]

El acceso principal a la cueva consiste de un túnel vertical llamado la Chimenea. La boca o entrada es de 2 m de ancho y 15,6 m de largo en la abertura, y tiene aproximadamente 63 m de profundidad. La bajada desde el punto donde se inicia el descenso es de 90 grados en vertical y tiene 48.9 m, con un desnivel de -200 md. El descenso solo se puede realizar utilizando una cuerda para escalar, arnés y descendedores (cada persona deberá llevarlos por su propia seguridad). Una vez que se ha descendido por la chimenea, uno se encuentra en un espacio gigante de 7,8 metros de ancho y 68 metros de largo. Luego de avanzar 20 metros hacia el Este, se presenta otra pequeña bajada de 5,6 m de altura, para definitivamente entrar a los diversos túneles que miden un total de 17,9 km, de cuales 4,9 han sido explorados hasta la fecha.

Luego de descender la segunda bajada, se encuentran unas formaciones que parecen estructuras arquitectónicas, como por ejemplo una puerta gigante, unas paredes y un túnel geométrico creados por la erosión del agua. De inmediato se continua a una sala grande o galería que tiene un largo de 2,9 km con aproximadamente 50 metros de ancho, y mantiene una altura promedio entre 15 a 35 metros.

Las formaciones de piedra, contienen ángulos rectos y acabados con formas simétricas y muy lisos, lo que a simple vista da la impresión de que hubiese sido creado por el hombre. La formación de la cueva se debe en gran parte a la acción del agua filtrada en el manto de roca caliza, lo que ha provocado impresionantes formaciones de estalactitas, estalagmitas y estalagnatos.[4][5]

Los humanos más antiguos que se albergaron en estas cuevas datan del Paleolítico superior (48 000–12 000 años A.C.) donde la cueva brindó protección durante los finales de la glaciación. Aproximadamente 9000 años A.C. estos humanos abandonan la cueva por el mejoramiento de clima y se dirigen hacia el sur situándose en la parte costera del Perú y el norte de Chile.[cita requerida]

En la época del Neolítico (Edad de piedra reciente) la cueva vuelve a ser habitada a partir de los 3000 años A.C. por una civilización Pre-shuar, esta ya usaba artefactos de cerámica, lo que comprueba la Universidad de Múnich en una datación por carbono-14.[cita requerida]

Aproximadamente alrededor de 1500 A.C. empiezan los primeros shuar a situarse en la zona y se mezclan con los aborígenes de la cueva. Se tiene registro que hasta 500 D.C. la cueva es habitada. Desde ahí hasta 1900 se practican cazas de los tayos una vez al año. Los shuar ven la cueva con mucho respeto y creen que ahí descansan los espíritus de sus ancestros.[cita requerida][6]

La caverna, con entrada principal a una altitud aproximada de 540 metros, fue usada desde la antigüedad por los originarios locales Shuar que descendían cada primavera con escaleras y antorchas para capturar las aves mencionadas. Las referencias escritas sobre la cueva se remontan hasta 1860 y es sabido que fue objeto de visitas por buscadores de oro y personal militar ecuatoriano en la década de 1960.[7]

El sacerdote salesiano y documentalista italiano Carlos Crespi Croci tuvo conocimiento de la Cueva de los Tayos desde la década de 1920, debido a que se realizó un documental sobre los originarios Shuar en 1927. Una serie de piezas que al decir de Crespi le fueron acercadas por miembros de la comunidad Shuar, fueron guardadas en el Museo Privado de Carlos Crespi Croci en Cuenca. De tales objetos Shuar y pre-shuar solo quedan algunas fotografías y vídeos, ya que la mayor parte de estos fueron vendidos y otros hurtados en el incendio de 1962. Después de la muerte del cura salesiano en 1982, estos objetos desaparecieron del convento salesiano de Cuenca.

En publicaciones de índole ocultista se ha aseverado que la masonería de varios países se habría interesado en la época en encontrar la fabulosa biblioteca metálica que un autor húngaro-argentino, János Juan Móricz (1923–1991),[8]​ pretende haber encontrado en la cueva en los años sesenta; este pretendido hallazgo fue luego popularizado por el escritor suizo Erich von Däniken en su libro Oro de los Dioses. Asimismo un grupo de mormones llegó a creer que tales planchas metálicas, que están descritas en el libro del Profeta Joseph Smith son justamente las que existieron según Moricz en la Caverna Subterránea, ya que el Ángel Moroni que menciona el libro de Smith, lleva el nombre que semeja a la provincia donde está ubicado la cueva: Morona Santiago.[9]

A raíz de esto se llevó a cabo una serie de expediciones al lugar, la más conocida organizada en 1976 por el aventurero escocés Stan Hall, que incluyó al exastronauta y primer hombre en pisar la Luna Neil Armstrong, algunos personajes de la arqueología e investigación y el Ejército Ecuatoriano. Esta expedición realizó una exploración detallada de la cueva que duró aproximadamente una semana. Luego, siguieron más expediciones con menor frecuencia. La última expedición fue en el año 2012, por el explorador polaco Yoris Jarzynski, la cual concluyó que la formación de la cueva es de origen natural (geológica).[cita requerida]



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Cueva de los Tayos (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!