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Derbi sevillano



El derbi sevillano, apodado «el gran derbi» por ambos clubes, es el partido de fútbol que disputan los primeros equipos del Sevilla Fútbol Club y del Real Betis Balompié.

A lo largo de su historia, dichos clubes se han enfrentado en gran cantidad de partidos oficiales, correspondientes a la Copa de Sevilla, al Campeonato Regional Sur, a la Liga española —tanto en Primera como en Segunda División—, a la Copa del Rey, y a la Liga Europa —otrora Copa de la UEFA—, así como en numerosos encuentros amistosos.[n. 1]

Su rivalidad comenzó cuando la Sociedad Sevilla Balompié (en origen, Sociedad España Balompié), una de los dos asociaciones deportivas gérmenes del actual Real Betis Balompié, se convirtió en la primera, de cuantas sociedades existentes por aquellos años dedicadas a la práctica del fútbol en la capital hispalense, en competir en igualdad de condiciones con el Sevilla F. C., no llegando a existir con la segunda de ellas, la Real Sociedad Betis F. C., debido fundamentalmente a los pocos enfrentamientos que llegaron a disputar. El primer partido oficial entre Sevilla Balompié y Sevilla F. C. se produjo el 5 de enero de 1910, en un encuentro válido por la primera edición del Campeonato (Regional) de Andalucía y Extremadura (posteriormente Campeonato Regional Sur), con un resultado final de empate a cero goles,[2]​ mientras que los primeros equipos de ambas sociedades jugaron por primera vez un 31 de octubre de 1909, desconociéndose el resultado.[3]

Como particularidad, cabe señalar que son los únicos equipos andaluces que han sido vencedores de las más antiguas y prestigiosas competiciones de España, la Copa del Rey y la Liga, además de encontrarse entre los diez equipos que han militado en más ocasiones en la Primera División, motivos por lo que son considerados como dos de los clubes históricos del fútbol español.

El primer partido del que se tiene noticia celebrado entre el Sevilla Balompié y el Sevilla F. C. data del 31 de octubre de 1909, desconociéndose el resultado, con ambas sociedades registradas oficialmente a instancias del Gobierno Civil de Sevilla ese mismo año, mientras que el primero considerado oficioso se produjo el 7 de noviembre del mismo año, primero de una serie de encuentros disputados para dilucidar qué equipos competirían en la primera edición del Campeonato (Regional) de Andalucía y Extremadura, con resultado de empate a un gol.[3]​ El primer encuentro en competición oficial entre ambas sociedades se produjo el 5 de enero de 1910, en el citado campeonato regional, finalizando con un empate a cero goles.[4][2]​ Paralelamente, comenzó a disputarse también la Copa de Sevilla, en cuya primera edición ambos conjuntos empataron de nuevo a cero, circunstancia que sirvió para que los balompedistas se alzasen con el título. Asimismo, el primer partido entre ambos con su actual denominación, esto es, bajo la fusión que trajo el nacimiento del Real Betis Balompié, se produjo en un amistoso con motivo de la disputa de la Copa de la Sociedad Artística Sevillana el 6 de enero de 1915, en uno de los campos del Prado de San Sebastián, con victoria verdiblanca por 1-0.[cita requerida] Para la primera victoria sevillista hubo de esperarse un mes cuando con motivo de la disputa de la I Copa del Duque de Santo Mauro se enfrentaron el 7 de febrero venciendo por cuatro goles a tres.[cita requerida] La tensión entre las aficiones llegó a tal extremo, ya en tan temprana fecha, que en el partido que ambos equipos jugaron el 18 de febrero hubo agresiones e invasión de campo, lo que obligó al árbitro a dar por finalizado el partido antes de tiempo.[cita requerida] Los sevillistas solían llamar a los béticos por aquel entonces «pepinos» en referencia a su color verde,[cita requerida] mientras que los béticos llamaban a los sevillistas «rojos» o «merengues» por los dos colores de la entidad.[cita requerida] En la actualidad, estos apodos se han quedado anticuados en detrimento de las denominaciones que se profesan entre ambos de «verderones» y «palanganas».[cita requerida]

Con motivo de la I Copa de Andalucía ambos conjuntos volvieron a enfrentarse en competición oficial, con resultado favorable al Sevilla F. C., quien eliminó a «los verdiblancos» en las semifinales, tras un empate a dos goles en el partido de ida y un 0-5 en el partido de vuelta. Se volvieron a enfrentar en multitud de ocasiones en esta competición, con balance de cuatro victorias para el Real Betis Balompié, cuatro empates y doce victorias del Sevilla Football Club. Entretanto en el citado Campeonato del Sur —o Copa de Andalucía—, el 10 de marzo de 1918 se dio la mayor goleada en la historia de estos encuentros, un 22-0 que los sevillistas endosaron a los béticos, que no pudieron contar con sus mejores jugadores ya que estaban cumpliendo el servicio militar, y aunque ordinariamente el alto mando les permitía salir los domingos a jugar con su equipo, no se lo permitieron para ese derbi debido a una nueva orden que impedía la práctica deportiva durante la época de servicio. Como protesta ante la considerada tropelía, el equipo bético envió a su equipo juvenil para la disputa del encuentro.[5]

El primer partido disputado en el campo bético del Patronato, con motivo de su inauguración, el 1 de noviembre de 1918, lo ganó el Sevilla FC por 0-1.

El primer partido disputado en el nuevo estadio del Sevilla FC, el campo de Nervión, con motivo de su inauguración, fue contra el Real Betis Balompié, el 7 de octubre de 1928, y el equipo verdiblanco ganó por 1-2. Cuando se jugó el primer encuentro en competición oficial en el siguiente estadio, el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán, "el equipo verdiblanco ganó por 4-2". Era la temporada 1958/59. En la siguiente temporada, el Sevilla FC ganaría con un 1-4 en Heliópolis.[6]

La primera vez que se enfrentaron en Liga estos equipos, en 2ª división, fue en la primera temporada de Liga (la 1928/29), donde el Real Betis Balompié consiguió la doble victoria, por 3-0 (ida) y 2-1 (vuelta). Estos derbis en segunda acabaron cuando el Real Betis Balompié ascendió a la máxima categoría nacional en la temporada 1932/33, mientras el Sevilla FC permanecía en la categoría de plata.

En la temporada 1934/35 se ven las caras por primera vez en la máxima categoría, y los resultados son de "Sevilla FC 0-3 Real Betis Balompié" en el partido de ida, y "2-2" en el de vuelta. El Real Betis Balompié ganaría la Liga ese año y el Sevilla FC la Copa.

Tras la Guerra Civil Española, se da la mayor goleada por parte del Sevilla FC en los derbis sevillanos hasta entonces disputados: el Sevilla FC derrota por 5 a 3 al Real Betis Balompié el 17 de enero de 1943. También había vencido fuera, en la mayor goleada a domicilio, por 2 a 5, el 4 de octubre de 1942. Las mayores goleadas del Real Betis Balompié serán el 4 a 0 producido el 20 de abril de 1980, y fuera, el 0-3 22 de diciembre de 1996 (aparte del idéntico 0-3 del 3 de febrero de 1935 anteriormente citado).

Recientemente, el derbi se ha visto salpicado de anécdotas como los lamentables hechos ocurridos en los prolegómenos del partido Sevilla FC - Real Betis Balompié de la temporada 2002/03, en el que "resultó agredido un guarda jurado por aficionados con una muleta, introducida por otro compañero implicado, que no la necesitaba para caminar",[7]​ y se tuvo que interrumpir el encuentro tras abalanzarse un socio del Sevilla[8]​ sobre el portero del Betis, Prats,[9]​ o en la temporada 2004/05 la decisión del colegiado Teixeira Vitienes de exigir al Real Betis Balompié otras camisetas distintas de la verde y blanca tradicional por, según su criterio, confundirse con el blanco local, aun siendo algo que habían permitido los árbitros durante casi 75 años. Los encargados del equipo visitante tuvieron que ir a por las camisetas totalmente verdes al vecino estadio, comenzando el partido con 45 minutos de retraso.

Otro muy grave incidente tuvo lugar en el derbi copero de 2007, en el estadio bético. Tras unas semanas previas muy caldeadas, se celebró sin que se permitiera, por "supuestos" motivos de seguridad y con la oposición de la Real Federación Española de Fútbol, la entrada de ningún miembro de la afición sevillista, ni la de su presidente, por primera vez en la historia del fútbol nacional. Éste invocó la protección de los organismos públicos y federativos, por lo que pudo asistir al palco, aunque relegado a un extremo del mismo y, encima, con la presencia, a su lado, de un busto del presidente del Real Betis Balompié, Don Manuel Ruiz de Lopera. La colocación de dicho busto no gustó a un amplio sector del beticismo por considerarlo fuera de lugar. Lo que conllevó a una fuerte corriente opositora contra su gestión por éste y otros motivos. Hechos, todos ellos inauditos en la historia de cualquier enfrentamiento entre clubes en España. Se adujeron como razones los destrozos provocados en otras ocasiones por los aficionados radicales sevillistas en el mobiliario del Estadio Benito Villamarín, cuando dichos destrozos eran minoritarios y en igual proporción en ambos estadios. Durante el partido cayeron infinidad de objetos sobre el terreno de juego, alcanzando uno de ellos, una botella de plástico de 2 litros llena de líquido al entrenador sevillista, Juande Ramos, que cayó mareado y tuvo que ser retirado en camilla del terreno de juego, temiendo muchos que los daños fueran más de los que a la postre y por suerte sufrió el entrenador del sevillista. El partido fue suspendido y el club bético tuvo que sufrir el cierre de su estadio. Posteriormente, se reanudó 3 semanas después, en Getafe y sin público. El Sevilla FC venció 0-1 y se clasificó para las semifinales de la Copa del Rey de Fútbol.

A continuación se resumen todos los encuentros disputados[cita requerida] entre ambos equipos en todas las competiciones oficiales.[10][11][12][13]


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A continuación se listan los jugadores máximos goleadores de cada equipo en las diferentes competiciones oficiales, como en sus predecesoras.

En negrita jugadores en activo. 1 Incluido el Campeonato Regional Sur (y Mancomunado Castilla-Sur y el Supraregional Levante-Sur entre 1932 y 1935), y la Copa de Sevilla.

En negrita jugadores en activo.


Se expone una tabla comparativa de competiciones oficiales, regionales, nacionales e internacionales, ganadas por ambos clubes.[n. 3]​ No se incluyen competiciones correspondientes a categorías de ascenso, ni los títulos amistosos.

La siguiente tabla muestra los títulos conseguidos por ambos clubes organizados por décadas. En negrita los títulos conseguidos hasta esa década, y en cursiva de color verde los conseguidos durante la década indicada. A la izquierda los títulos obtenidos por el Sevilla Fútbol Club y a la derecha los conseguidos por el Real Betis Balompié:

No se incluyen competiciones amistosas. Se incluyen las competiciones oficiales predecesoras.

A los ya citados Canda y Artola, se les unen Ocaña, Rey, León, Iglesias, Ramos o Diego, destacando por encima de todos el Caso Antúnez. El Real Betis Balompié, ante la crisis económica que sufría, decidió vender a principios de 1946 a su defensa Francisco Antúnez al Sevilla Fútbol Club. El Sevilla se proclamó como campeón de Liga en el campo de Les Corts el 31 de marzo de 1946, y el Betis decide interponer un recurso el 4 de abril a la Comisión Directiva de la Delegación Nacional de Deportes, presidida por el teniente general José Moscardó, en el que Betis exigía la anulación del fichaje y la retirada del título de campeón de Liga al Sevilla, por haberse ganado con una supuesta alineación indebida. El 10 de abril, la Comisión Directiva dictó su resolución final fallando a favor del Betis, anulando el fichaje de Antúnez por el Sevilla pero sin admitir la retirada del título de Liga al Sevilla, pues entendía que el Sevilla se había proclamado campeón con buena fe y sin dolo. Francisco Antúnez, sin equipo a consecuencia de la resolución, volvió a ser admitido por el Sevilla, permaneciendo como uno de sus jugadores destacados hasta 1952 y proclamándose campeón de la Copa del Generalísimo en 1948.

Otro caso sonado fue el de Diego Rodríguez, que dejó el Betis para jugar en el Sevilla desde la campaña 1988/89. José Mari fue un jugador formado en la cantera del Sevilla. Debutó en el primer equipo en 1996 y, tras pasar varios años en diferentes clubes de España y de Europa, fue fichado por el Betis en 2007.

En los banquillos, el caso más llamativo fue el de Antonio Barrios en la temporada 1967-68. El técnico decidió fichar por el Sevilla tras haber logrado dos ascensos como preparador bético. Su paso por el equipo sevillista no le impidió volver al Betis en 1969 para conseguir un ascenso más en la campaña 1970-71. Tiempo después, Luis Aragonés y Juande Ramos tuvieron el privilegio de dirigir a los dos equipos sevillanos.

La primera regata Sevilla-Betis fue organizada en 1960 por el Club Náutico de Sevilla, aunque no se convirtió en anual hasta a partir de 1970. La regata, realizada en el río Guadalquivir por ambos equipos de remo, les hace intentar ser los más rápidos en 6.200 m de regata. El tiempo que emplean habitualmente, ronda los 20 minutos. El equipo de remo del Sevilla F.C. ha vencido en 30 regatas frente a las 24 que ha ganado el equipo del Betis en las 53 regatas disputadas ha fecha de hoy. Cabe destacar que las últimas diez han sido conseguidas consecutivamente por el Real Betis.



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