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Deslocalización



La deslocalización (o colocalización)[1]​ económica es la transferencia, a iniciativa de una sociedad o institución internacional, de actividades, capitales y empleos entre diferentes países o diferentes regiones con objetivo de obtener algún tipo de ventaja competitiva o estratégica :[2][3]

La deslocalización, y su contrario, la relocalización, son las dos posibilidades de cambio en la localización de actividades productivas en bienes y servicios.[13]​ Sin duda factor fundamental del ordenamiento territorial, ambas tendencias (deslocalización y relocalización) forman parte de los complejos y difíciles estudios e investigaciones en relación a la geografía económica.[14][15][16][17]

Para las empresas, esta elección se hace en función del atractivo e interés territorial de las ubicaciones consideradas. Para los gobiernos en cambio, la deslocalización o descentralización se hace en función de otros criterios a veces opuestos a los que tienen las empresas, como ser buscando emplazamientos con ingresos fiscales elevados, o buscando el pleno empleo y/o alguna otra meta social, o buscando algún tipo de sinergia económica y/o tecnológica, o procurando una más equilibrada repartición demográfica de la población, o procurando la mayor utilización de infraestructuras y de equipamientos que por poco uso tienen dificultades de mantenimiento, etc.

El término sinónimo colocalización es un neologismo derivado del idioma inglés, que a veces se usa con finalidades políticas, ya que la emergencia de nuevas actividades productivas en un determinado país o una determinada zona, en muchos casos va acompañado con reducción o no crecimiento de actividades en otras zonas, con las consecuencias negativas que ello podría implicar, como ser desempleo, pauperización, dumping social, etc. En Francia y a partir de diciembre de 2012, hubo un claro cambio de vocabulario en este sentido,[1]​ liderado por el ex primer ministro francés Jean-Marc Ayrault, evitando el uso del término délocalisation, entonces demasiado asociado al aumento de la desocupación y al dumping social, y que por esa razón se había vuelto muy impopular.[18][19]

En líneas generales, la deslocalización consiste en el abandono de una línea de producción o de alguna actividad de producción nacional, para transferir y organizar esa actividad en una unidad de producción en el extranjero, cubriendo el faltante de productos en el mercado nacional o local con importaciones de productos realizados en otra parte.[20]

Según Philippe Villemus, autor de la obra Délocalisations, aurons-nous encore des emplois demain ?,[21]​ debe considerarse la siguiente definición :

En lo que concierne a este espinoso asunto de la definición, Brahim Labari, sociólogo marroquí que dedicó su tesis de doctorado en sociología a esta cuestión,[22]​ establecía lo siguiente :

Otra posición connotada respecto de esta cuestión, es la del senador Jean Arthuis, quien al respecto propone considerar una definición de deslocalización en sentido amplio, basándose en la idea de sustitución; dicho de otro modo, y según este punto de vista, no habría que poner tanto énfasis en la transferencia de una actividad de producción o de servicio, desde suelo nacional al extranjero, pues para que haya deslocalización, bastaría con sustituir una producción nacional por otra equivalente cumplida desde el exterior, y sin que esa sustitución haya sido acompañada por una implantación de una empresa local en otra parte.[26]

En un informe del Senado francés titulado Délocalisations : pour un néo-colbertisme européen (en español: Deslocalizaciones : por un neo-colbertismo europeo),[27]Francis Grignon propone la siguiente definición :

La deslocalización es una práctica antigua, que consiste en desplazar de lugar una unidad de producción, con la finalidad de obtener ventajas industriales. Y la libre circulación de capitales y de personas, han traído nuevas ventajas a esta práctica :[30]

De todas maneras y después de la Segunda Guerra Mundial, pueden marcarse algunos países que se beneficiaron por un tiempo con un proteccionismo oportunista, como fue el caso de Japón así como de los llamados dragones asiáticos (Corea, Taiwán, Hong Kong, Singapur). En los casos de Japón, Corea, y Taiwán, esta estrategia permitió un incremento particularmente rápido del nivel de vida de la población, lo que repercutió favorablemente en el fortalecimiento de sus respectivos mercados internos como demandantes de bienes y de servicios.[32][33][34]

Las deslocalizaciones fundamentalmente conciernen dos tipo de países :

La realidad es más compleja de lo que en forma esquemática viene de plantearse. En efecto, también se dan casos de países industrializados beneficiarios de deslocalizaciones, como el caso por ejemplo de Francia con la implantación de Toyota en Valenciennes.[37]​ Y por cierto, también hay economías emergentes que durante muchos años recibieron producciones descentralizadas, pero que frente a los aumentos salariales dentro de fronteras, han comenzado a instalar algunas de sus fábricas en países más pobres, como medida para preservar sus márgenes de ganancia (uno de los casos más notables en este sentido es China).[38][39]

En Estados Unidos, en los trabajos de Jagdish Bhagwati [40]​ se ha insistido en destacar que las deslocalizaciones tienen poca chance de amenazar el empleo de los estadounidenses, creando desocupación; y en apoyo de esta conclusión allí se establece :

En Francia, un informe del Conseil d'analyse économique –CAE– también del 2004-2005 [52]​ llega a conclusiones semejantes.

En su libro Richesse du monde, pauvreté des nations del año 1997, Daniel Cohen estima que la población de los países ricos que en materia de empleo están realmente en competencia con los trabajadores de los países pobres, es solamente del orden del 2 % a 3 %. Y esta cifra no está en contradicción con un estudio del Insee correspondiente al período 1995-2001, donde se establece :

De todas maneras, conviene destacar que año a año, los sectores de actividad afectados por las deslocalizaciones, son cada vez más numerosos, en especial en el área de los servicios.

La deslocalización de servicios generalmente está ligada a la disponibilidad en el lugar de destino de importantes infraestructuras de comunicación, consecuencia del desarrollo de las telecomunicaciones y de Internet, cuestión que recibió un fuerte impulso hacia fines de los años 1990. En efecto, como corolario de la informatización de numerosos servicios, ahora es mucho más factible desplazar los lugares de producción de distintos servicios, hacia países con bajos salarios y bajos costos generales, sin que ello afecte a los clientes.

La India ha sido sin duda uno de los primeros países en beneficiarse de esta tendencia, ya que dispone de una importante mano de obra calificada y anglófona. Y es así como por ejemplo, servicios de asistencia técnica vía telefónica o vía Internet, son proporcionados a clientes estadounidenses desde India, sin que importe mucho la nacionalidad del interlocutor ni su acento al hablar.[55]​ El desarrollo de la industria de la informática en India, y particularmente por ejemplo en la ciudad de Bangalore, se aceleró bastante como consecuencia de la implantación de grandes empresas estadounidenses.[55]​ Y en Francia, sociedades tales como Axa o Société Générale deslocalizaron sus sistemas contables en India.[56][57]​ Por su parte, empresas como British Airways y Swissair hicieron lo propio con sus sistemas de reservas…

En los países industrializados, la industria automovilística,[58]​ así como las industrias de electrodomésticos,[59]​ la telefonía,[60][61]​ la industria textil,[59]​ las empresas subcontratistas [62]​ (moldeo por inyección, ensamblaje o armado…), se cuentan entre las que más han sufrido deslocalizaciones. Y los cambios de locación de ciertas empresas importantes, en los hechos obligan a muchas empresas subcontratistas a acompañarles en sus implantaciones en países Low Cost (países con bajo costo de mano de obra, como ser países de Europa del Este, África del Norte, India, China, México…).[63]

No debe tampoco perderse de vista que en muchos casos, las deslocalizaciones también benefician a las economías más desarrolladas, al agregar valor a las compañías de esos países y liberar recursos para actividades con mayor valor añadido. El reto por cierto en estas situaciones, será el de mover a las personas desplazadas de sus puestos de trabajo a nuevos empleos de mayor agregación de valor.[64]

Las causas pueden ser esquemáticamente resumidas y clasificadas alrededor de tres grandes problemáticas-objetivo : (A) producir más barato ; (B) poder vender más fácilmente en el mercado local ; (C) poder vender a un precio lo suficientemente bajo como para hacer frente a la competencia que es cada vez más agresiva.[15]

Para mejorar el resultado final global de una empresa o de uno de sus emplazamientos de producción, es necesario poder proponer un precio competitivo respecto al ofrecido por la competencia, la que es cada vez más importante y agresiva, en especial por los productos asiáticos que llegan a los mercados, y en particular por los productos de la India, en rubros tales como juguetes, relojes, textiles, productos con componentes electrónicos, etc. Es instructivo señalar el caso de la empresa Salomon, la que cerró todos sus sitios de producción en Francia, realizando el 100 % de sus zapatos de ski en Rumania, a través de la subcontratación de una empresa rumana especializada en plásticos. Pero bueno, a pesar de este cambio tan radical y de algunos ahorros en salarios, los nuevos precios de venta de los productos de esta empresa, no lograron ser menos elevados que cuando la fabricación se realizaba enteramente en Francia. ¿Y cuál fue el problema? … Al deslocalizar, conviene hacer muy bien los números, pues pueden haber inconvenientes o costos ocultos que pasan desapercibidos.

Por lo general, al descentralizar se obtienen las siguientes ventajas :

Para una determinada empresa, suele ser interesante poder vender sus productos en los llamados países emergentes (otro término utilizado casi como sinónimo de país low cost), fabricándolos directamente en esas zonas, ya que entonces :

Ese fue el caso cuando Renault implantó una nueva unidad de producción en Rumania, para fabricar el Dacia Logan. En efecto, al principio estaba previsto comercializar la producción de este modelo en los países de Europa del Este. En este tipo de casos, más que deslocalización se debería de señalar localización, pues es un caso similar a la implantación de una empresa en un nuevo país, para producir un nuevo producto.

Para el economista Edouard Barreiro, una estrategia de localización, por la fuerza de los hechos y de las circunstancias, puede transformarse en una deslocalización, cuando las unidades de producción previstas en un principio para abastecer los mercados locales, toman a su cargo también la fabricación de productos destinados a otras zonas geográficas.

Nótese que dejando de lado las ventajas derivadas de un menor coste de la mano de obra involucrada, en muchos casos una estrategia como la indicada también se explica por el hecho que las infraestructuras localizadas en los países emergentes, al ser obviamente más recientes, por lo general son también más modernas y eficientes, que las infraestructuras localizadas en los países desarrollados. De allí, que « sea racional desplazar las producciones menos rentables precisamente hacia las instalaciones más modernas y eficientes ».[65]

Por consecuencia, bien puede pronosticarse que progresivamente, segmentos enteros del mercado del automóvil podrían ser deslocalizados desde los países centrales, y « solamente las actividades con alto valor agregado, como las de investigación, las de diseño, y también la producción de vehículos de alta gama (lo que sin duda demanda una mano de obra muy calificada y especializada), serían retenidas en países como los de Europa Occidental ».[65]

Si las consecuencias negativas sobre el país en el que recaen las deslocalizaciones son pronto puestas de relieve, por lo general eso conlleva a olvidar o minimizar las consecuencias positivas que de ello pudiera derivarse. Es por esto que, una comprensión completa de la problemática de las deslocalizaciones, exige analizar este fenómeno desde diferentes puntos de vista: (1) consecuencias nefastas de la deslocalización ; (2) consecuencias positivas de la deslocalización ; (A) consecuencias a nivel económico ; (B) consecuencias a nivel social ; (C) consecuencias en el plano político.

Al principio de los años 1990, cálculos estadísticos fueron realizados comparando las cifras de empleos perdidos desde principios de los años 1970 en la industria manufacturera de Estados Unidos y de Europa, con las cifras de empleos creados en la misma industria en el Sudeste Asiático. La convergencia de estos dos números (6,5 millones de trabajadores en ambos casos) es llamativa, aunque se sabe que varios factores son los que influenciaron en la desindustrialización de los países ricos : junto a la deslocalización, también incidieron por ejemplo la robotización y la terciarización de la economía.

La deslocalización permite abaratar costes de producción y reducir los precios, aumentando así el consumo y favoreciendo el desarrollo de otros sectores económicos. Por eso, aunque en los países desarrollados se reduce el empleo industrial, esto se ve compensando con creces por el crecimiento del sector servicios. De esta manera, se produce una mejora del nivel de vida en los países desarrollados, ya que no aumenta el desempleo y se puede comprar más con el mismo dinero. Por otra parte, la deslocalización crea puestos de trabajo en los países emergentes y ayuda a su desarrollo económico. Hay que tener en cuenta que, aunque los salarios son bajos en comparación con los países desarrollados, son más altos de los que tenían antes los obreros de esos países, que habitualmente vienen de zonas rurales muy pobres. Por eso nadie abandona las fábricas para regresar a sus pueblos de origen y por eso los países que más han crecido económicamente son aquellos que han recibido más inversiones extranjeras. En cambio, los países con menos inversión extranjera (los del África subsahariana, pero también Haití, Mongolia o Nepal), siguen estancados y en la pobreza más absoluta. Por otra parte, la deslocalización no solo crea empleo mal pagado, sino también empleo cualificado mucho mejor remunerado (ingenieros, economistas, abogados) y una clase empresarial propia, que trabaja para las compañías extranjeras. En Bangalore, por ejemplo, la deslocalización informática ha creado numerosos puestos de trabajo de informáticos, con un nivel salarial mucho más alto que la media del país. En Shenzhen, la ciudad china con más inversión extranjera es también la que tiene un mayor nivel de vida, exceptuando a Hong Kong y Macao.

Las deslocalizaciones son un fenómeno complejo, ya que en lo estricto no puede afirmarse que unos países pierden mientras que otros ganan. En efecto y en el plano económico, las deslocalizaciones permiten :

Obviamente, las consecuencias económicas y sociales negativas de las deslocalizaciones, no dejan indiferentes a los políticos.[70]​ Muchísimos son los titulares de periódicos y sitios digitales que muestran esta realidad.[71][72][73][74][75]​ Y entre otras cosas, algunas de las medidas que se toman son las siguientes :

Las consecuencias de una deslocalización, con frecuencia son muy positivas para los países que las reciben, en particular cuando se trata de los llamados países emergentes, ya que permiten crear nuevos empleos a nivel local, y como consecuencia de ello, aumenta el nivel de vida en esos países receptores.[26]​ Taïwan por ejemplo, se ha beneficiado en unos cuantos casos de deslocalizaciones, particularmente con origen en el Japón, y es un buen ejemplo de lo que acaba de citarse.[82][83]

Pero las consecuencias de las deslocalizaciones a veces van más allá, y países que las reciben pueden transformarse con el tiempo en países de origen de las deslocalizaciones. Y precisamente, Taiwán también es ejemplo de ello,[84]​ y la propia China continental también es ejemplo de ello.[38]

Los países que generan deslocalizaciones con frecuencia se refieren a soluciones para lo que, desde sus propios enfoques, ellos consideran como problemas. Por ejemplo, eso es lo que se destaca y trata en el informe del Senado francés generado bajo la conducción de Francis Grignon, y lo reafirmado también por cierto número de políticos, cuando se analiza este asunto. Por ejemplo, Jean-Pierre Chevènement expresó en el sitio digital del MRC, lo que se transcribe a continuación :

De todas maneras, los países hacia donde se orientan las deslocalizaciones, igualmente buscan soluciones no ya para limitar esta tendencia, sino al contrario para potenciarla y desarrollarla. Es claro que países como India y China, buscan levantar las vallas y los frenos que podrían estar limitando las deslocalizaciones.

En muchas situaciones se está así entre dos tendencias que se oponen, que se encuentran contrapuestas, y no mucho se hace por buscar soluciones del tipo ganar-ganar.[87]

Los ocho asuntos-clave [88]​ propuestos por Factea Group,[89]​ permiten estructurar y analizar de manera exhaustiva las soluciones posibles para frenar las deslocalizaciones en los países en donde ocurren.

Pregunta n° 1 : proximidad del servicio / producto — Reorientar el consumo hacia productos y servicios de proximidad, que por definición no pueden ser objeto de deslocalizaciones. Por ejemplo, Gran Bretaña adoptó como política general renunciar a oponerse a las deslocalizaciones, considerándolas como una evolución natural de la economía, y reorientó masivamente su estructura económica hacia los servicios, y especialmente a aquellos considerados de proximidad.

Pregunta n° 2 : preferencia nacional — Promover la preferencia nacional, a través de campañas publicitarias y/o a través de otros medios.

Pregunta n° 3 : infraestructuras — De una manera o de otra, las buenas infraestructuras contribuyen a la mayor eficiencia de las empresas. Así que el buen desarrollo de las mismas, puede llegar a mejorar la competitividad empresarial, y por esta vía, puede ayudar a disminuir las deslocalizaciones. Y precisamente, éste es uno de los objetivos retenidos por la Unión europea. Y precisamente dentro de este marco, es que Francia decidió desarrollar dentro de su territorio, los llamados clústers empresariales o polos de competitividad.

Pregunta n° 4 : reproductividad — Favorecer la migración de los consumidores hacia nuevos productos a priori poco reproductibles o imitables. Con frecuencia, esta solución es la que suelen proponer muchos economistas y muchos sectores políticos, destacando que este juego de las deslocalizaciones es la evolución natural que debe esperarse en el mundo de hoy día, aunque también en muchas situaciones, así se subestima la rapidez con la cual los países emergentes adquieren y desarrollan las tecnologías de punta.

Pregunta n° 5 : regulación — Implementar barreras que limiten las deslocalizaciones.

Pregunta n° 6 : diferencial de costes — Un objetivo central de una política anti-descentralización es reducir el diferencial de costes entre los países afectados por las deslocalizaciones, y los países receptores de las mismas. En mayor o menor medida, muchos países han analizado esta temática, implementando medidas diversas para reducir este diferencial, modificando por ejemplo ciertos aspectos de la estructura de costes : nivel de salarios, cargas salariales (en Francia, 44 % sobre el salario neto), ventajas sociales de los asalariados (vacaciones pagas, aguinaldo, salario vacacional, licencia médica …), tasas e impuestos diversos (en Francia : tasa profesional, tasa de transporte en beneficio de las comunas …), imposiciones diversas (normas de seguridad laboral, normas medioambientales …).

Pregunta n° 7 : capacidad para deslocalizar — A través de esta pregunta-clave, se interroga sobre la capacidad de una empresa para deslicalizar uno o varios de sus productos o servicios. Teniendo en cuenta que en especial son las grandes empresas que deslocalizan, la solución en el plano político puede estar en fortalecer el desarrollo de las pymes, las que debido a su tamaño y posibilidades son mucho menos proclives a deslocalizar. Ha sido precisamente en este aspecto, que en Francia, ciertos economistas y analistas han reprochado al ISF (Impôt de solidarité sur la fortune)[91]​ de estar en parte en el origen de muchas deslocalizaciones. En efecto, muchas pymes exitosas en Francia fueron compradas o absorbidas por grandes grupos económicos, luego de lo cual y sospechando la posibilidad de mayor lucro, sus producciones fueron deslocalizada hacia países con menores costes. Probablemente, si esas pymes hubieran quedado como independientes, muy pocas deslocalizaciones se hubieran concretado, por falta de medios, o de contactos, o de recursos internos, etc.

Pregunta n° 8 : voluntad para deslocalizar — A través de esta pregunta-clave, se interroga sobre la voluntad de deslocalizar a dirigentes y/o accionistas de las empresas. En efecto, aun cuando se den las condiciones en el plano económico para que a una empresa le convenga deslocalizarse, bien puede pasar que al interior de la misma no se plantee interés en deslocalizar, sobre la base de otro tipo de consideraciones.

Si bien los países afectados por deslocalizaciones intentan limitarlas, los países que reciben deslocalizaciones desean aumentarlas, ya que para ellos, eso es sinónimo de enriquecimiento y de mejora. Es por ello que los países receptores, hacen todo lo posible por favorecer la implantación de deslocalizaciones. Las ocho preguntas clave propuestas por Factea,[88]​ permiten analizar de manera exhaustiva las soluciones para favorecer la implantación de nuevas empresas dentro de las propias fronteras :

Pregunta n° 1 : proximidad del servicio / producto — Favorecer el consumo de productos y dervicios deslocalizados a suelo nacional. Por ejemplo, crear marcas o línea de productos que tengan o adquieran atractivo, y que con el tiempo se conviertan en sinónimo de calidad.

Pregunta n° 3 : infraestructuras — Desarrollar convenientes infraestructuras (en comunicaciones, en transporte, en logística, etc), de manera de atraer a empresas que se encuentren en proceso de instalarse en la zona. Esta estrategia fue una de las opciones retenidas en particular por India, país que avanzó bastante en este sentido, aunque sufre aún hoy día de insuficiencias en esta área.

Pregunta n° 4 : reproductividad — Por todos los medios posibles, favorecer la transferencia de tecnologías a nivel nacional, de todas las empresas que se relocalicen dentro de fronteras, ofreciendo a cambio por ejemplo acceso al mercado interno. Es por ejemplo lo que hace China en muchos sectores, inclusive por ejemplo en cuanto a la tecnología nuclear.

Pregunta n° 6 : diferencial de costes — Hacer más favorable el diferencial de costes en cuanto a la fabricación de productos y/o la generación de servicios del país en cuestión, para así y entre otras cosas, beneficiarse de más deslocalizaciones. Para el pleno alcance de este objetivo, implementar por ejemplo algún tipo de freno al incremento de salarios o a las reclamaciones obreras, e incluso flexibilizar las reglamentaciones medioambientales u otras.

Pregunta n° 8 : voluntad para deslocalizar — Convencer a dirigentes y accionistas de empresas extranjeras importantes, en cuanto a deslocalizarse en el país en cuestión. E incluso en algún caso, y siempre que las condiciones se encontraren dadas, comprar alguna empresa extranjera, no tanto con el objetivo de continuar operando en el país de origen, sino con el objetivo principal de deslocalizar actividades y producciones al propio país, y por ahí incluso, de ser posible, continuar beneficiándose de la marca.

En el sector industrial, las deslocalizaciones crecieron, pasando de 12 000 empleos destruidos a partir de 1995 (en media anual) a 15 000 a partir de 2000.[92]

Por otra parte, las deslocalizaciones observadas en los servicios, en muchos casos parecen seguir objetivos ligados más a aspectos de reestructuración y de optimización de los recursos de las empresas, a la necesidad de acceso a nuevos mercados, y/o a la necesidad de recursos humanos indisponibles en el territorio nacional, que a aspectos ligados a la reducción de costes. Estudios de la Comisión de Finanzas del Senado francés, estimaron el potencial de deslocalización de servicios en Francia, en 202 000 empleos entre 2006 y 2010.[93]

Según Élie Cohen, economista francés, de ninguna manera debe confundirse la deslocalización con la desindustrialización.

La deslocalización es una elección casi obligatoria para muchas empresas francesas, y algo similar pasa en otros países desarrollados.[99]​ Dentro de la Unión Europea, es Polonia que tiene el mayor número de filiales francesas (153 813 asalariados). Otros países que han recibido deslocalizaciones desde Francia son : Túnez, Marruecos, Rumania, China.

Con frecuencia, este tipo de deslocalizaciones se traduce en una política nacional de implantación de larga duración en los mercados extranjeros, beneficiándose así tanto con recursos foráneos (materias primas) como con mano de obra extranjera, y reforzando así a muchas empresas francesas en el marco mundial. Las inversiones francesas en el exterior son también creadoras de empleos a nivel nacional, y refuerzan el tejido económico y tecnológico del país.




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