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Drácula, de Bram Stoker



Drácula, de Bram Stoker, es una película estadounidense de terror y romance estrenada en 1992. Dirigida por Francis Ford Coppola y producida por Columbia Pictures; el guion de la cinta fue escrito por James V. Hart basándose en la novela Drácula de Bram Stoker. La película fue protagonizada por Gary Oldman, Winona Ryder, Keanu Reeves y Antony Hopkins. La banda sonora corrió a cargo de Wojciech Kilar, excepto el tema final «Love Song for a Vampire», que fue compuesto por Annie Lennox. Tuvo un presupuesto de 40 millones de dólares, una cantidad extraordinaria para una película de terror (género que en aquellos momentos no estaba de moda y que se solía rodar con presupuestos muy modestos).[1]​ La película tuvo una buena acogida por el público y consiguió 215 862 692 dólares en todo el mundo, hecho que significó el retorno al éxito de Francis Ford Coppola y de su productora cinematográfica American Zoetrope. En la 65.ª ceremonia de entrega de los Premios Óscar la película obtuvo tres premios en la categoría a Mejor diseño de vestuario para Eiko Ishioka, Mejor edición de sonido para Tom C. McCarthy y David E. Stone y por último a Mejor Maquillaje para Greg Cannom, Michèle Burke y Matthew W. Mungle. [2]

En 1897, a finales del siglo XIX, Jonathan Harker (Keanu Reeves), recientemente recibido como abogado, debe viajar hasta Transilvania para que el Conde Drácula (Gary Oldman) firme unos papeles referentes a unas propiedades que acaba de adquirir en Londres. El problema es que el conde no es quien dice ser: en realidad, es el mítico príncipe rumano Vlad Tepes, ferviente caballero de la Orden del Dragón, que se transformó en "vampiro humano" una vez que reveló toda su ira contra Dios, luego que el ejército turco con la falsa noticia de su muerte en batalla empujara al suicidio a su esposa la princesa Elizabetha, el gran amor de su vida, y se tiñeran de sangre y lágrimas las aguas del río Arges, a las que se arrojó. Extrañamente, la novia de Harker, Mina Murray (Winona Ryder), pasaría a ser la viva reencarnación de la princesa rumana cuatrocientos años después. Por esa razón, Drácula decide viajar hasta la capital británica para conquistarla. Mina, luego de conocerlo, accede a tener un romance furtivo con el misterioso príncipe rumano, para lo cual tendrá que luchar entre las fuerzas del bien y del mal, antes que el amor inmortal que existía entre ambos logre triunfar finalmente.[3][4][5][6][7][8][9][10][11][12][13][14][14][15][16][17][18][19][20][21]

Se rumoreaba mucho acerca de que Coppola, además de dirigir la película, también sería el encargado de adaptar la novela a un guion cinematográfico. Pero finalmente, los productores le cedieron la tarea a James V. Hart, ya que llevaba bastante tiempo trabajando con una adaptación de la novela original.

Ha habido mucha controversia acerca de la lealtad del guion de Hart a la novela de Bram Stoker, y actualmente esta película es considerada la mejor adaptación a la obra de Stoker, ya que si bien aparecen en ella todos los personajes, sus personalidades son tergiversadas. Drácula en el castillo aparece con un aspecto decrépito y un peinado estrafalario, y cuando llega a Londres y rejuvenece se convierte en un petimetre. Las dos jóvenes, Lucy Westenra y Mina Murray, también son deformadas: de lo que en la novela son delicadas y refinadas, en la película son lo contrario: Lucy Westenra es una pelirroja coqueta y seductora, y Mina Harker le es infiel a su esposo Jonathan Harker, pues se enamora de Drácula y tiene un romance con él; este idilio no existe en absoluto en la novela, pues Mina le es fiel.

El filme está dirigido por Francis Ford Coppola. Los productores habían pensado en otros directores de géneros de terror como William Friedkin o John Carpenter, pero finalmente optaron por Coppola. Muchos de los productores dudaban acerca de si Coppola cumpliría las expectativas, ya que últimamente este director sufría múltiples problemas financieros debido a desastres cinematográficos; había dirigido películas de gran costo, pero escasa recaudación, como El Padrino III o Apocalypse Now. Coppola esta vez se fijó más en bienes creativos que económicos y puso todo su empeño en hacer innovaciones que nunca se habían hecho, y finalmente no solo cumplió los requisitos de la película, sino que hizo que fuese una de las películas más taquilleras del año. Hay que sumar también que fue una de las películas que salvaría al director de su crisis tanto económica como profesional, haciendo que Coppola recuperar su prestigio perdido en el mundo del cine.

La banda sonora original estaba compuesta por el compositor polaco Wojciech Kilar, que conocería a Coppola en uno de sus conciertos en Francia, y al que ofrecería un debut en los Estados Unidos componiendo la música de la película.

Su música estuvo a punto de ser propuesta como candidata al Oscar, pero por determinaciones desconocidas de los productores, no querían que la música de Kilar fuera seleccionada.

El tema principal de la película, "Love Song for a Vampire" (Canción de amor para un vampiro), fue escrita por Annie Lennox, que juntándola con el trabajo de Kilar, saldría al mercado en un disco con la banda sonora y los temas interpretados por Lennox. Este disco cosechó un gran éxito en los Estados Unidos, y también en gran parte de Europa, especialmente en Polonia, con la razón de que era el debut de un compositor polaco en el cine estadounidense.

Debido a constantes críticas hacia la película por sus escenas violentas y en muchos casos desalentadoras, la producción no tuvo más remedio que cortar muchas de las escenas de la película hasta finalizarla con 120 minutos de duración, pero supuestamente, con las escenas recortadas, el filme debería haber durado 145 minutos. Muchos fanáticos de la novela se quejaron al respecto, ya que una desintegración de la película equivaldría a menor expresión creativa del libro. Poco después del estreno de la película, circularon estas escenas cortadas de la película por las incipientes webs. Finalmente, cuando salió a la venta la versión de la película en VHS y DVD, se incluirían tales escenas suprimidas, y mostrando así al público, una versión más extendida, en la que se incluían escenas bastante sarcásticas, incluso desnudos de Winona Ryder.[23]

La película a pesar de todo tendría una buena aceptación por parte de los críticos. La calificaron como la mejor adaptación cinematográfica de la novela que se había hecho nunca, ya que actualmente hay innumerables adaptaciones de la obra de Stoker. La reacción de los críticos, en general, fue positiva, pero se cuestionó mucho la fidelidad al argumento de la novela.[24][25]​ Además, Keanu Reeves recibió bastantes críticas del público por su interpretación de Jonathan Harker. Sin embargo, el film fue un notable éxito de taquilla, recaudando USD 82 522 790 en su país de origen y USD 133 339 902 en el resto del mundo, con una recaudación total de USD 215 862 692,[26]​ convirtiéndose en la adaptación de la novela más exitosa comercialmente hasta la fecha. La representación de Drácula por parte de Gary Oldman fue alabada por muchos críticos y ganó el Premio Saturn al Mejor Actor.



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