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DRIL



El Directorio Revolucionario Ibérico de Liberación (DRIL) fue una organización antifascista formada en 1959 por exiliados españoles (sobre todo gallegos) y portugueses para luchar contra las dictaduras salazarista y franquista.[cita requerida]

El DRIL tenía dos secretarios generales: Humberto Delgado y Xosé Velo Mosquera (Xunqueira de Ambía), fundador de organizaciones tales como la Federación de Mocedades Galeguistas o la Unión de Combatientes Españoles Antifranquistas Nacionalistas Gallegos (esta última asentada en Venezuela). Entre sus miembros destacaron el capitán portugués Henrique Galvão y José Fernández Vázquez (Jorge de Soutomaior), exmilitante del Partido Comunista de España y que había sido comandante de la marina republicana durante la Guerra Civil Española.[cita requerida]

Las primeras acciones del DRIL tuvieron lugar el 18 de febrero de 1960 en Madrid. Explotaron varias bombas, una junto a la Casa de la Villa (sede del ayuntamiento), y otra en los locales del Movimiento Nacional de la misma ciudad. Otras tres bombas fueron desactivadas. En la acción murió el miembro del DRIL José Ramón Pérez Jurado, al que le explotó uno de los artefactos. Su compañero Antonio Abad Donoso fue detenido y, aunque ninguna de las explosiones produjo ninguna víctima, fue sentenciado a muerte y ejecutado el 8 de marzo.[1]

Existe polémica acerca de cuáles fueron las siguientes acciones armadas del DRIL en España. El 27 de junio de 1960 se produjo una ola de explosiones: uno en el tren correo Barcelona-Madrid, cuatro en estaciones de tren de Barcelona, Madrid y San Sebastián (en las estaciones del Norte y de Amara). Dos días después hubo otra explosión en Bilbao (en la estación de Atxuri).[2]​ En el atentado de la Estación de Amara, la explosión de una bomba incendiaria produjo la muerte de una niña de 22 meses, Begoña Urroz. Se considera la primera víctima del terrorismo en España.[3]

En su momento, los atentados fueron atribuidos al DRIL, que los reivindicó. Sin embargo, cuarenta años después, el exministro Ernest Lluch atribuyó el atentado de Amara a ETA, en el que habría sido el primer asesinato de la banda.[4]​ Esta hipótesis es criticada como infundada por los historiadores Francisco Letamendia,[5]Santiago de Pablo[6]​ e Iñaki Egaña, quien sostiene que según las memorias de Soutomaior, él mismo habría reconocido y lamentado el atentado.[7][8][9]​ De hecho, según la documentación hallada por este historiador, doce miembros de este grupo, la mayoría de los participantes en los atentados, huyeron a Bélgica. Todos ellos fueron detenidos en Lieja; nueve fueron juzgados por tráfico ilegal de armas y explosivos y por la muerte de Begoña Urroz y los otros tres fueron liberados de inmediato, dado que eran infiltrados policiales. El mismo jefe del aparato militar del DRIL, José Fernández Vázquez Soutomaior, reconoció la infiltración de los aparatos franquistas en la organización y lamentó la muerte del bebé.[7][10][11]​ En mayo de 2013, el periodista catalán, Xavier Montanyà, accedió a archivos policiales desclasificados, asegurando que la versión sobre la autoría de ETA del atentado de 1960 «no es sostenible».[12][13][14]

La acción más conocida del DRIL fue al año siguiente, con el secuestro del buque portugués Santa María, que cubría la ruta Caracas-Lisboa-Vigo, entre el 22 de enero y el 4 de febrero de 1961. Veinticuatro miembros del DRIL liderados por Henrique Galvão secuestraron el buque Santa María con 586 pasajeros en medio del Océano Atlántico, con el propósito de atraer la atención mundial sobre la situación que se vivía en Portugal y España o crear una ruptura política entre Brasil y las dos dictaduras de la península ibérica, rebautizando el buque como Santa Liberdade. Tras conversaciones con el gobierno brasileño presidido por Jânio Quadros, los miembros del DRIL depusieron las armas y condujeron el buque hacia Recife a cambio de recibir el estatuto de refugiados políticos. El buque fue devuelto a sus propietarios de la portuguesa Companhia Colonial de Navegação.

Tras el secuestro el DRIL se sumió en una crisis debido, entre otras cosas, a las luchas internas sobre quien debía liderar la organización; Henrique Galvão fue cuestionado por el general Humberto Delgado debido a la mala publicidad dada por el secuestro del Santa Maria. Otro problema era determinar si el DRIL se dedicaría permanentemente a ejecutar ataques con bombas o sabotajes, o si planificaría eventualmente una sublevación de tipo militar en España o Portugal. A pesar de esas discrepancias que debilitaban la cohesión del grupo, el DRIL continuó realizando acciones esporádicas hasta 1964, desapareciendo después de ese año.[cita requerida]

Jorge de Soutomaior escribió un libro llamado "Yo robé el Santa María" que no fue publicado en España hasta el año 1978. El libro es un relato de primera mano del secuestro que evidencia el importante papel de los gallegos en esta acción y las fuertes diferencias entre Xosé Velo y Humberto Delgado. En 2004 se estrenó un documental, «Santa Liberdade»,[15]​ dirigido y escrito por Margarita Ledo Andión, narrando el secuestro del Santa María. El documental cuenta con la participación de Camilo Mortágua (que tenía 27 años entonces y era la mano derecha de Galvâo), Federico Fernández Ackermann (hijo del comandante Soutomaior) y Victor Velo (hijo de Xosé Velo).



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