x
1

Ecosistema creativo



Un ecosistema creativo es un sistema compuesto por comunidades de organismos (individuos y organizaciones) que habitan, trabajan y se relacionan en los ámbitos de la creación. El concepto de ecosistema procede originalmente de disciplinas científicas como la biología o la ecología.[1]​ Al ser extrapolado y aplicado al campo de la creatividad, permite pensarla desde una perspectiva sociológica renovada que aspira tanto al análisis y la comprensión de múltiples fenómenos, como al fortalecimiento y la sostenibilidad de sus procesos en tanto que generadores de bienestar económico, cohesión social y desarrollo territorial.

Los ecosistemas creativos pueden configurarse de manera espontánea y crecer lentamente; ser el resultado de la planificación institucional organizada; o levantarse como escenarios de resistencia frente a las fuerzas dominantes del sistema.[2]​ Sus agentes basan sus prácticas en la propiedad intelectual, aportando valores agregados como la innovación, el conocimiento y la cultura, lo que las ubica dentro de la llamada economía creativa. Los ecosistemas creativos se diferencian de los clústeres en cuanto que no todos los organismos que los conforman pueden ser caracterizados como empresas, no operan necesariamente en un mismo sector comercial, ni se agremian comercialmente para compartir recursos.

El concepto de ecosistema creativo implica una cierta perspectiva y actitud, que parten de reconocer que sus procesos se ven afectados por:

Los distintos grados en los que los elementos anteriores se manifiestan en un determinado entorno, hacen que ciertos ecosistemas sean más propicios que otros para algunos procesos creativos. Es por lo anterior que se puede hablar entonces de ecosistemas que tienen vocaciones (fortalezas) creativas.

Desde 2016, Conexiones Creativas, organización que se define como un tanque de pensamiento y acción para la economía creativa en Iberoamérica, empezó a trabajar en la visión ecosistémica de las artes, especialmente del universo de las artes plásticas y visuales, y en la aplicación y depuración del concepto a partir del debate que abrieron con el encuentro profesional denominado 'Ecosistema Arte', en el mismo año. A partir de allí, empezaron a ampliar la discusión entre los agentes del entonces "sector" y la concepción del ecosistema del arte se empezó a ampliar a todo el ecosistema creativo. Sus publicaciones, en las que recogen las memorias de este encuentro y las denominadas Ecosistemas Creativos, de publicación anual desde 2018 al 2020,[6]​ dan cuenta de la evolución y la acogida del concepto de ecosistema no solo en Colombia, sino en el territorio ampliado de Iberoamérica, a partir de los aportes propios de Conexiones Creativas, como de distintas voces de agentes de Latinoamérica, España e incluso, de Francia.

El concepto de ecosistema parte de la noción de campo propuesto por el sociólogo francés Pierre Bourdieu, quien acuñó dicho concepto con el objeto de clarificar las relaciones entre las prácticas estéticas y los espacios sociales de una manera más evidente que términos como contexto o mundo.[7]​ Bourdieau definió un campo como:

A diferencia de este análisis sociológico, la aproximación desde la perspectiva de ecosistema introduce una actitud ética para encontrar mecanismos que favorezcan la sostenibilidad y el crecimiento, desde una visión antropocénica que sugiere una responsabilidad sobre el lugar que ocupan los individuos dentro del ecosistema y qué pueden hacer estos para que a todos los demás organismos, actores y agentes les vaya bien, partiendo de una idea transversal de que si al ecosistema le va bien, todos obtendrán beneficios.

El psicólogo y sociólogo Mihály Csíkszentmihályi plantea una manera de entender la mirada ecosistémica de la creatividad y la cultura, desde un sistema de validación que se explica de forma precisa en la publicación Ecosistemas Creativos 2019, de Conexiones Creativas, y desde el cual los distintos agentes o individuos pueden apropiarse de su lugar y de su responsabilidad frente al quehacer dentro del ecosistema para generar beneficios propios que impactan en el conjunto del ecosistema:[9]

• Una persona (individuo) que aporta novedad al campo simbólico.

• Un ámbito (campo) de agentes expertos que reconocen y validan la creación o innovación.

Acercando esta propuesta a la realidad (teniendo en cuenta que es una aproximación muy general para entender el circuito de validación de la creatividad a nivel sociológico): el individuo es el creador, es decir el músico, el artista o el diseñador que da origen a un producto creativo u obra. Esa creación pasa luego a ser evaluada, validada y valorada por el campo, en donde los agentes expertos (denominados por Csíkszentmihályi como gate keepers) son los curadores, galeristas, directores de museos y festivales, mánagers, agentes literarios, entre otros, quienes permiten las primeras plataformas de visibilización y de proyección que validan de alguna manera la propuesta artística o producto creativo y le permiten llegar al domino, en el que esa creación se consume.

"¿Qué es un distrito (creativo), si no un territorio de conexiones vivas?", fue una de las preguntas reflexivas de Mauricio Agudelo, Asesor de Despacho de la Secretaría de Cultura de Bogotá y Líder del Equipo de Economía Creativa, en el segundo Encuentro de Distritos Creativos y Culturales de América y Europa, 2020. Esas conexiones vivas que se generan en los distintos campos que componen al ecosistema son las que dan cuenta de la salud del mismo. A mayores conexiones y dinámicas sucediendo dentro del ecosistema, más saludable y estable será su estado.

Otras contribuciones a la perspectiva ecosistémica de la creatividad y la cultura hablan justamente de tres componentes que permiten un adecuado dinamismo del ecosistema y evidencian no solo del buen estado del mismo, sino también de la estructura ideal dentro del campo del dominio (explicado en el apartado anterior) que, para los autores Aryana Khan y Vishal Kumar,[10]​ está compuesto por las tres Cs, presentes -por ejemplo- en territorios que han alcanzado un nivel de desarrollo como, Berlín, Londres, Nueva York y San Francisco poseen una articulación funcional entre:

Dichas interacciones, así como las dinámicas (locales o globales) que se generan a partir de ellas dentro de esta estructura triangular, configuran la atmósfera adecuada para consolidar los ecosistemas de manera más visible; por ejemplo, a través de los Distritos Creativos y Culturales o territorios -no propiamente así denominados- que concentran a los agentes y sus procesos de producción, la programación, al público y que cuentan con emplazamientos e infraestructura para que el ecosistema pueda desarrollarse allí. Sin embargo y de acuerdo con Conrado Uribe, Director de Contenidos de Conexiones Creativas, ponente de este tema puntual durante el Encuentro de Distritos Creativos América - Europa 2020 y coautor de la publicación Ecosistemas Creativos 2.ª Edición,[11]​ los ecosistemas y sus representaciones visibles necesitan de acciones que los consoliden; en ese sentido, también se encuentran propuestas interesantes que además son resultado del trabajo con dichos territorios y proveen modelos, metodologías y experiencias vivas que pueden ser tomadas como ejemplo para que otros ecosistemas las adapten a su realidad y las apliquen.

Una de las propuestas es del Arquitecto chileno Leonardo Maldonado, también Co-líder del proyecto Ciudades+B y CEO de Gulliver, quien con su participación en la publicación de Conexiones Creativas, 'Ecosistemas Creativos 2.ª Edición', en el artículo 'Acelerando ecosistemas: un compromiso de todos';[12]​ contempla seis estrategias (tres desde el entorno y tres desde los actores), que en conjunto con tres factores fijos externos, como son las leyes y normas que ponen las "reglas del juego", el capital y la infraestructura disponible, hacen posible el apalancamiento y crecimiento de los ecosistemas:

Desde los actores

Desde el entorno

Sobre este último punto, Conexiones Creativas ha hecho aportes durante los últimos dos años, desde el enfoque de metodología aplicado a casos concretos entre empresas colombianas y el ecosistema creativo, así como desde la divulgación del concepto y su importancia en general para dinamizar las economías de los países. De acuerdo con Paula Trujillo, Directora de Estrategia de la organización y autora del artículo '¿CÓMO CONSOLIDAR UN ECOSISTEMA CREATIVO Y CULTURAL? Los distritos creativos como referentes para los ecosistemas: “to be or not to be”'[13]​ es en el mestizaje, en la capacidad para mezclarse y en el encuentro de mundos distintos en donde la innovación encuentra su lugar; pues "en síntesis, las industrias creativas y culturales crean valor económico pero sobre todo valor simbólico, medioambiental, social y cultural derramando “riqueza”". Es también, un camino que distintos territorios en el mundo o distritos creativos, que están siendo reconocidos, están aplicando y tienen resultados o experiencias; es el caso de Flandes en Bélgica o de Toronto en Canadá.



Escribe un comentario o lo que quieras sobre Ecosistema creativo (directo, no tienes que registrarte)


Comentarios
(de más nuevos a más antiguos)


Aún no hay comentarios, ¡deja el primero!