Edwin Moses es un grupo de soul y pop, procedente de Gijón, España.
Edwin Moses se forma en el año 1994, cuando Pedro Vigil, miembro por aquel entonces de Penelope Trip y Luigi Navarro, miembro de Detritus X, formaciones ambas que se etiquetarían como Xixón sound, deciden poner en común sus gustos musicales, más cercanos al soul de Motown o al pop, que a la música que hacían con sus respectivos grupos, y logran llevar a cabo la idea original, hacer música pop con raíces soul y con un sonido parecido al de los discos de la primera mitad de los años setenta tipo Motown, sin escatimar en arreglos orquestales de cuerda, viento, metales y voces.
No es hasta 1996 que graban su primera maqueta de 4 temas, Baloncesto gracias a la cual fichan por el sello madrileño Siesta Records, donde posteriormente desarrollarán toda su carrera.
En 1997 sale a la luz Baloncesto E.P., un disco de 4 canciones que ya refleja las intenciones de sonido del grupo, con cuidadas melodías pop y esmerados arreglos orquestales soul, grabado en los estudios de Paco Loco, pieza importante en el sonido del grupo, y con el que han grabado el resto de sus álbumes.
En 1999 se incorpora el navarro Pablo Errea como vocalista de la banda, siendo este uno de los momentos más importantes en la historia del grupo, ya que encuentran en Pablo (ex miembre de varias formaciones, como Greenhouse Effect o Ritual de lo habitual, la pieza perfecta que necesitaban.
Tras sufrir varios cambios de formación a lo largo de los años, encuentran la estabilidad con los músicos que reclutan para su mini-gira asiática en 2006, a la que se incorporan Eduardo G. Salueña y Juan A. Martínez.
En 2008 comienzan a grabar su cuarto disco de estudio, entre el estudio de Pedro Vigil en Gijón y el de Paco Loco en El Puerto de Sta. María, Cádiz.
La prensa ha dicho de ellos:
“Edwin Moses was a colossal genius, this disc is a testament to his amazing ability to create powerful, engaging, funky, soulful and utterly moving music” (Tweenet, 2003)
“In reality, Edwin Moses are a collective from Spain, centred on the talents of producers/arrangers Pedro Vigil and Luigi Navarro and the mesmerising vocal skill of Pablo RA. Together they replicate Moses’ supposed creations. While lacking the lyrical intensity one might expect from a political agitator –most of the song are tales of bittersweet love- they are impeccably delivered” (***** Mojo, 2003)
“…This is a fabulous album which showcases a very talented group of artists and sytles. The world needs more albums like this” (Spill Mag, 2006)
“…Released slightly too late to be an ideal summer album, it could still soundtrack a few warm autumn evenings with style” (Word Mag, 2006)
“Posiblemente sea el grupo español que mejor ha sabido asimilar la tradición negra de la música y hacer un collage sonoro de blues, soul, gospel, folk y pop que brilla por sí solo. Pese a que la repercusión mediática en nuestro país es de risa, en Japón se vuelven locos por ellos. […] Una banda magnífica y un gusto excelente hacen de la propuesta una de las más interesantes surgidas en el mercado discográfico nacional. Para guardar junto con los discos de Curtis Mayfield y Terry Callier” (Era Magazine, 2006)
“La canción Be Free es un exitazo soul de por vida” (Rolling Stone, 2006)
“El nuevo disco de Edwin Moses se puede calificar de obra maestra y sin duda el más completo de los tres que han editado hasta la fecha” (El Comercio, 2006)
“Uno sopesa la posibilidad de ser un poco menos fan de Isaac Hayes y del mundo real, y mucho más admiradora de Edwin Moses y de su ilusión” (Go Mag, 2006)
“…Todas las composiciones mantienen un nivel altísimo, y tenemos ante nosotros un disco de esos que consiguen un equilibrio perfecto entre emoción y energía, puro soul, algo que, aunque no lo parezca, es difícil de ver hoy por hoy” (Mondosonoro, 2003)
“…It is so well done though that you can’t help but admire the audacity and skill” (Americana UK, 2006)
Edwin Moses es un grupo que no se ha dejado ver fácilmente en directo, ya que desde el año 2000 apenas han dado 40 actuaciones, entre las que destacan los festivales Actual 2001 (Logroño), BAM 2003 (Barcelona), Lemon Pop 2003 (Murcia), Summer 2006 (Santander), Spanish sexy sounds 2006 (Tokio), Panorámico 2006 (Guadalajara), Intersecciones 2000, 2003 y 2006 (Oviedo y Gijón), Día de la Música 2006 (Valencia), South Pop 2007 (Sevilla), Festinorte 2007 (San Sebastián de los Reyes) o Pop-Zoblanco 2008 (Pozoblanco), y ciudades como Santander, Bilbao, Zaragoza, Barcelona, Madrid, Pamplona, Seúl, Tokio, Toledo, Badajoz, Valencia o Palma de Mallorca.
Desde su primer álbum homónimo, Edwin Moses han ido contando disco a disco la historia del músico afroamericano Edwin Moses, que supuestamente compone las canciones que el grupo interpreta en los discos y en directo. La historia es la siguiente:
"Edwin Moses: un grupo navarro-gijonés se bautiza con el nombre de un oscuro músico norteamericano al que descubre por casualidad, y se dedica a interpretar sus deliciosas canciones soul-folk, este grupo desea más información de aquel héroe anónimo de la música negra (no está bien homenajear a un desconocido), por lo que decide consultar con los autores de estas líneas para intentar desvelar el misterio Edwin Moses.
Tras una ardua y rocambolesca búsqueda, los resultados fueron sorprendentes: al final, lo más extraño es el increíble anonimato del artista en los círculos más militantes del soul. Cierto, conseguimos mucha información de la primera mitad de su vida gracias a su exmujer, pero poca de la segunda y muy poca de su discografía real, ya que un buen día el rastro de EM, fervorosamente convertido al Islam, se perdió en algún país musulmán. Hoy, gracias a una herramienta maravillosa llamada internet, -y a un entusiasmo similar al de los responsables de Bricomanía- podemos decir que el misterio Moses ha sido desvelado casi en su totalidad.
Las principales preguntas ya tienen respuesta. ¿Abandonó EM la música? ¿Sigue vivo? ¿Existen más grabaciones suyas? ¿Dónde ha estado metido todos estos años?. La realidad es más prosaica de lo que imaginábamos. Sí, Edwin Moses viajó 0por Oriente Medio, pero regresó a Estados Unidos a los dos meses para reanudar su carrera musical. ¿Por qué no encontrábamos ninguna información sobre sus discos?: al convertirse al Islam, Edwin Moses adoptó el nombre de Jamal Nafsum, y así firmó casi toda su obra posterior. Edwin Moses ha muerto. Viva Jamal Nafsum.
Los años perdidos:
Al repasar la fabulosa biografía de Edwin Moses, siempre aparece en blanco el bienio 1981-83, veinticuatro misteriosos meses que condujeron a la conversión de Moses al Islam, con el nombre Jamal Nafsum, y a su inesperada resurrección artística.
Ahora, por fin, estamos en condiciones de trazar las líneas maestras de lo que fue, en realidad, una involuntaria peregrinación de nuestro héroe por tierras africanas, hasta desembocar en La Meca y regresar a su país, pasando por la base militar situada en la localidad gaditana de Rota.
Hay que recordar que Edwin ya había estado en África en 1971, acompañando como corista a su amigo Wilson Pickett. Por desgracia, es difícil identificarle en las imágenes del film documental que se grabó el 6 de marzo de ese año en Ghana, en el concierto especial que celebraba la independencia del país, donde participaron, además de Pickett, Santana, Ike & Tina Turner, The Staple Singers, Les McCann & Eddie Harris y Voices of East Harlem (parece ser que él era una de las anónimas voces de este grupo).
En 1981, Moses creyó ver la respuesta a todos sus problemas personales en la fe musulmana y decidió regresar al continente africano en busca de respuestas, abandonando sus años golfos. Su primer destino fue de nuevo Ghana, un país donde había dejado más de un amigo diez años antes. En su capital, Acra, pasó cuatro meses, trabajando en rudimentarios estudios de grabación con músicos locales y escribiendo algunas piezas inspiradas en el gospel y en las polifonías africanas.
En verano, Edwin tuvo que abandonar a toda prisa el país, al verse envuelto uno de sus mejores amigos en uno de los numerosos intentos de golpe de estado que se produjeron aquellas años. La siguiente noticia de nuestro protagonista la recibió su hermano desde Brazzaville, la capital del Congo, entonces gobernado por un régimen marxista ortodoxo, cuyas duras condiciones de vida no parecieron afectar a Edwin, ya íntimamente convencido de su fe islámica y acostumbrado a una vida ascética, en la que no cabían anteriores excesos. Aun así, no estará de más aclarar que nunca fue un fanático talibán, ni quiso castigar a los infieles estrellando un avión. Moses abrazó el sufismo, la rama más mística y tolerante del Islam. Sus seguidores, dependiendo de la época y del lugar, han podido beberse unas copas de vino y tener relaciones sexuales antes del matrimonio, algo impensable hoy en día en los principales regímenes islámicos actuales. A la rama sufi pertenecen por ejemplo Terry Callier, Taj Mahal, Dollar Brand, y la mayoría de los músicos que uno puede recordar de África, como Yossou N`Dour, Cheik Lô, Toumani Diabaté y Salif Keïta.
Esto lleva a pensar que quizá sea el sufismo la opción en la que mejor encajan los musulmanes músicos. Sin embargo, no se conocen composiciones de Edwin Moses de estos 6 meses en el Congo, probablemente los más oscuros de su existencia desde el punto de vista de sus biógrafos. Por suerte, las siguientes escalas de su odisea africana están más documentas: tras su recogimiento congoleño, Edwin Moses cruzó la frontera por el sur para recalar brevemente en Angola, entonces devastada en una guerra de guerrillas, y de ahí pasó a Sudáfrica, el país que le hizo conocer las durísimas cárceles africanas. Según su hermano, el apartheid era una espina que Moses llevaba en el corazón. No cuesta mucho imaginar que un norteamericano, musulmán converso, y antiguo activista del Black Power, irritando a la temible policía de Johannesburgo, ni siendo apaleado y llevado a una de las siniestras comisarías de entonces.
Paradójicamente, fue su pasaporte norteamericano, que tanto detestaba, lo que le sacó de aquel lío. Más agradable fue su breve paso por Ciudad Del Cabo, donde la presión del apartheid era algo menor. Allí residían la mayoría de los músicos. Su contacto era Dollar Brand, que le presentó a estupendos músicos locales de souljazz africano como Mike Makahalemele, Zacks Nkosi y Sahitma Bea Benjamín. Sin embargo, tuvo que irse de Sudáfrica, sin conocer a Nelson Mandela, "Un referente para Edwin", en palabras de su hermano, al que admiró hasta el último día de su vida. Tras dejar Sudáfrica, Edwin subió a Tanzania, con la mirada puesta en Etiopía, de cuya riquísima música popular había escuchado maravillas por todo el continente. En 1982, se instaló en Addis Abeba, donde conoció al gran Mahmoud Ahmed, llegando a colaborar en alguno de sus legendarios discos de soul etíope. A su lado, recuperó la inspiración y el gusto por escribir canciones ancladas en el Sur Profundo, como en los años 70. Finalmente, en el mes de octubre de 1982, Edwin Moses pisó los santos lugares de La Meca y, ya redimido y convertido en Jamal Nafsum, se dispuso a cerrar el círculo, regresando a su país.
Arruinado y cansado, tuvo la fortuna de reconocer a un vecino de la infancia en la figura imponente de uno de los guardias de la Embajada norteamericana en Riad. Gracias a él, consiguió embarcar en un vuelo militar hasta la base de Rota, y de ahí a Granada, donde vivió 45 días (y donde se cuenta que conoció a la madre de uno de los miembros del grupo español que lleva su nombre: lo que ocurriera entre ellos, probablemente no se sabrá nunca).
Al fin, en febrero de 1983, Jamal Nafsum tomó un avión desde Rota hasta el sur de Florida, y de allí se dirigió en tren a Chicago. Pero esa ya es otra historia..."
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