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El último tango en París



El último tango en París es una película franco-italiana de 1972 dirigida por Bernardo Bertolucci. Está protagonizada por Marlon Brando, Maria Schneider y Jean-Pierre Léaud.

Una mañana de invierno, Paul (Marlon Brando), un hombre de 45 años recién enviudado, y Jeanne (Maria Schneider), una actriz amateur de 20, se encuentran casualmente mientras visitan un apartamento de alquiler en París. La atracción entre ellos es muy fuerte, tras mediar apenas unas cuantas palabras y sin conocerse, hacen el amor apasionadamente en el piso vacío.

Cuando abandonan el edificio, establecen el pacto de volver a encontrarse allí, en soledad, sin preguntarse los nombres. Paul consigue alquilar el departamento, donde comienzan a tener furtivos encuentros. La relación se caracterizará por una fuerte violencia verbal y sexual ejercida por él hacia Jeanne, en un afán de dominar también su mente. Ella, prometida para casarse con otro, un joven director de cine (Jean Pierre Léaud) que la convoca a la filmación de una película por las calles de París, parece no darse cuenta de la violencia de que es objeto.

La película se caracterizó por su fuerte erotismo, pasando a la historia del cine una escena particular en la que el personaje masculino viola analmente a la mujer, valiéndose de un poco de mantequilla a modo de lubricante. Estas escenas, y en general el tratamiento de la temática erótica desde una óptica inusual (numerosas escenas de desnudos frontales de la mujer), causaron un gran impacto en la sociedad de la época. Según contó Maria Schneider en 2001, su papel en el guion original estaba pensado para que lo interpretara un chico.[1]

La película fue censurada en España durante el régimen franquista y no se estrenó hasta diciembre de 1977. Antes de su estreno oficial y para sortear la censura, miles de españoles viajaron a Biarritz y Perpiñán para verla.[2]

Sin embargo, a pesar de ser ampliamente recordada por estos detalles, suele destacarse la interpretación de un Brando ya maduro, y la calidad del trabajo fotográfico del filme (Vittorio Storaro), que contribuye en buena medida a otorgar un contrapunto de lirismo a una cruda trama argumental. La crítica de cine Pauline Kael se refería así al trabajo de Storaro en The New Yorker:

Kael escribió una crítica entusiasta de la película, llegando a afirmar que la conmoción que produce el filme de Bertolucci debería equipararse al del estreno de La consagración de la primavera de Ígor Stravinski en 1913. Y añadía: «Bertolucci y Brando han alterado la faz de este arte», en referencia al cine.[3]

La música del filme, compuesta por el músico argentino Gato Barbieri, lo lanzó a la popularidad, y quedó como un sello característico de la película.

La película contiene una escena en la que el personaje de Brando viola analmente al personaje de Schneider utilizando mantequilla como lubricante. En una entrevista en 2006, Schneider dijo que la escena no estaba en el guion y que "cuando me lo dijeron, tuve un arranque de furia. Woo! Lo tiré todo. Y nadie puede forzar a alguien a hacer algo que no está en el guion. Pero no sabía eso, era muy joven".[4]​ En 2007, Schneider recontó los sentimientos de humillación sexual pertenecientes a la escena de violación:

Schneider también dijo que la realización de la película «arruinó su vida» y que era el único arrepentimiento de su vida,[4]​ y que considera a Bertolucci un «gangster y un proxeneta».[6]​ En 2011, Bertolucci negó que le hubiera «robado su juventud» (ella tenía diecinueve años en el momento de la filmación), y comentó: «La chica no era lo suficientemente madura para entender qué estaba sucediendo».[7]​ Schneider siguió siendo amiga de Brando hasta su muerte en 2004, pero nunca hizo las paces con Bertolucci. Ella también reclamaba que Brando y Bertolucci «hicieron una fortuna» con la película mientras que ella hizo muy poco dinero.[5]

Schneider falleció en 2011. En febrero de 2013 Bertolucci habló sobre el efecto de la película sobre Schneider en el programa de televisión alemán College Tour. En la entrevista, Bertolucci aclara que aunque la escena de la violación estaba en el guion, el detalle de usar mantequilla como lubricante fue improvisado en el día de filmación y Schneider no sabía del uso de la misma de antemano. Bertolucci dijo: «Me siento culpable, pero no me arrepiento».[8][9]​ En septiembre de 2013 Bertolucci habló de nuevo sobre la escena en una retrospectiva en la Cinémathèque Française, diciendo que la escena estaba en el guion, pero el uso de la mantequilla no estaba. Bertolucci dijo que él y Brando «acordaron no decirle nada a Maria para obtener una repuesta más realista».[10]

Procedimientos criminales fueron llevados contra Bertolucci en Italia por la escena de sexo anal; la película fue secuestrada por la comisión de censura y se ordenó destruir todas las copias. Una corte italiana revocó los derechos civiles de Bertolucci por cinco años y le dieron una sentencia suspendida de cuatro meses en prisión.[11]

En noviembre de 2016, una versión levemente diferente de la entrevista de 2013 de College Tour fue subida a YouTube por la organización española sin fines de lucro El Mundo de Alycia en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer,[12]​ acompañado de una declaración que concluía que «por lo tanto, abusaron psicológica y, quién sabe si también, físicamente de ella».[13]​ Esto ganó atención cuando el escritor de Yahoo! Movies, Tom Butler, escribió un artículo sobre esto,[14]​ incitando a muchas celebridades a condenar la película y a Bertolucci.[15]​ Un cierto número de periódicos se hizo eco de la historia reportando que Bertolucci había «confesado» que Schneider había sido violada en el set, lo que llevó Bertolucci a emitir un comunicado aclarando que lo que se llevó a cabo fue una simulación y no un acto sexual real.[16][12]

Bertolucci también grabó una escena que mostraba los genitales de Brando, pero en 1973 explicó: «Me había identificado tanto con Brando que tuve que cortarlo de la película por vergüenza propia. Haberlo mostrado a él desnudo habría sido como mostrarme a mí desnudo». Schneider declaró en una entrevista que «Marlon dijo que se sintió manipulado y él tenía 48 años y ¡era Marlon Brando!».[17]​ Como Schneider, Brando confirmó que el sexo fue simulado.[12]​ Bertolucci dijo sobre Brando que él era «un monstruo como actor y un encanto como persona». Brando no volvió a hablar con Bertolucci durante quince años tras las finalización de la producción.

Aunque:




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